El Modernismo y la Generación del 98
El Modernismo surge alrededor de 1880, impulsado principalmente por Rubén Darío. Se caracteriza por el rechazo de la realidad cotidiana, la búsqueda de la evasión a través de lo sensorial y una introspección, a menudo pesimista. En la lírica, se observa una preferencia por la belleza, la evasión del espacio y el tiempo, el uso abundante de adjetivos, imágenes y símbolos. Se recuperan estrofas clásicas como el soneto y se cultiva el verso libre.