Fragmento Clave: El Despertar y la Conclusión de la Escritura
Siento un beso sobre mi frente. Abro los ojos.
—¿Cómo es que te has dormido vestida?
Se enciende la luz. Una chica joven, de vaqueros y chaqueta de hombre, con la cola de caballo larga, lisa y un poco deshecha, se sienta a los pies de la cama grande, me sonríe.
—No me habrás estado esperando, ya te dije que no te preocuparas.
Se descuelga el abultado bolso de cuero que lleva consigo, se pone a hurgar en su interior y empieza a sacar Sigue leyendo →