La creación del Estado Franquista: grupos ideológicos y apoyos sociales

11.1. La creación del estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales. Etapas de la dictadura.

Al finalizar la guerra civil, Francisco Franco estableció en España un nuevo régimen basado en diversos fundamentos ideológicos.

Características del Estado Franquista

  • Todos los poderes se centraban en la figura de Franco, que asumía la jefatura del estado, gobierno, y del ejército.
  • Desmantelamiento de todas las instituciones republicanas. La constitución de 1931 fue suprimida. Los partidos políticos fueron prohibidos al igual que las libertades públicas.
  • Se organizó un partido único, la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. El sistema se inspiraba en los estados fascistas: Alemania e Italia. El nuevo régimen adoptó muchos de los símbolos y terminología falangista.
  • Se prohibió la huelga. Los sindicatos fueron prohibidos. Se creó el Sindicato Vertical que agrupaba obligatoriamente a obreros y empresarios. El estado controlaba todo el sistema.
  • Se ejerció un control total de la información, a través de la censura.
  • Se dio una represión sistemática de los partidarios de la república durante la guerra civil mediante la Ley de Responsabilidades Políticas y la Ley de Represión de la Masonería.
  • El nuevo orden institucional se recogió en diversas leyes orgánicas: El Fuero del Trabajo. El Fuero de los Españoles. La Ley de Cortes. Luego para garantizar la continuidad del régimen, Franco, mediante la Ley de Sucesión, aprobada en referéndum, estableció que España era un reino, aunque sin rey efectivo y con un jefe de estado. Franco no aceptaba a Don Juan de Borbón, el heredero de Alfonso XIII, por lo que pactó con Don Juan que la sucesión recaería en su hijo, el Infante Juan Carlos, que debería trasladarse a Madrid donde sería educado bajo la dirección política del Caudillo.

Democracia Orgánica y economía durante el franquismo

En el régimen se denominó a este sistema democracia orgánica. El régimen se apoyó en el ejército y en la iglesia. El estado se declaró católico. La iglesia, a cambio de bendecir el régimen, recibió una importante ayuda material y adquirió un papel predominante en la enseñanza y la vida social.

Tras la guerra civil, España se encontraba en la miseria. El principal objetivo del franquismo fue conseguir la autosuficiencia económica motivada por el aislamiento exterior y por el rechazo a la economía capitalista de libre mercado. Todo debía ser producido en el interior del país, y para lograrlo hubo 2 grandes ejes de actuación. El 1º era la total intervención del estado en la economía que regulaba el comercio exterior, el mercado interior, la regulación de la peseta y cualquier actividad económica. Esto provocó un encarecimiento muy rápido de los productos de primera necesidad. El estado controlaba directamente el mercado y los productores debían vender toda su producción a precios fijados. La tasación de los alimentos por debajo del valor, provocó que muchos escondieran su producción y la vendieran en el mercado negro.

Por otra parte, el 2º eje fue el fomento de la industria. La red de ferrocarril fue nacionalizada y se creó el INI que agrupaba empresas de control público. Debido a la autarquía, el crecimiento económico fue nulo durante los años 40 y la escasez de productos agrícolas e industriales perduró hasta los años 50. La II Guerra Mundial estalló en 1939 y España se declaró neutral ya que Franco sabía que el país no estaba en condiciones de afrontar otra guerra. Sin embargo, el régimen siempre mostró su simpatía por los países del Eje. En 1940, Franco se entrevistó con Hitler en Hendaya. En 1941, Franco se entrevistó con Mussolini y ese mismo año, España pasó de la neutralidad a la no beligerancia. Esto significaba que Franco podía intervenir en la guerra con ayudas puntuales como la ocupación de Tánger por tropas españolas o enviar una división de voluntarios para combatir junto a los alemanes en la Unión Soviética. En 1943, ante la previsible derrota alemana, España volvió a la neutralidad. Franco retiró la División Azul y trató de mejorar sus relaciones con los países aliados. Entre en 1945-1946 el régimen franquista fue condenado por los vencedores. Se denunció su carácter fascista, condena que se formuló en la Conferencia de Potsdam y fue reiterada en la ONU, que pidió la retirada de embajadores. Francia, incluso, cerró la frontera durante 2 años. España quedó prácticamente aislada, manteniendo relaciones con el Vaticano, Portugal y la Argentina de Perón. Tampoco fue admitida en la OTAN ni se benefició del Plan Marshall. El régimen consideró esta actitud como fruto de una conspiración internacional “judeo-masónica-marxista”, y convocó grandes manifestaciones para apoyar el franquismo. Juan de Borbón emitió el Manifiesto de Lausana, donde pedía la restauración de la monarquía. Ante el aislamiento, Franco introdujo cambios en el régimen para reducir los aspectos fascistas más visibles, y dejó la política exterior en manos de los católicos del régimen. Promulgó el Fuero de los Españoles y un indulto para los presos políticos. Pero la salida del aislamiento se debió al inicio de la Guerra Fría. A EEUU le convenía un régimen anticomunista, aunque fuese una dictadura. A partir de 1950, España fue entrando gradualmente en diversos organismos internacionales: en la OMS, UNESCO, Organización Mundial del Trabajo. En 1953 se firmaron los acuerdos con Estados Unidos de defensa mutua y asistencia militar, por los que se instalaban 4 bases militares. España recibía a cambio ayudas económicas, y sobre todo, la legitimación internacional del franquismo, gracias al denominado “abrazo americano”. También en ese año se firmó el nuevo concordato con el Vaticano que fue un importante reconocimiento exterior del régimen de Franco. En 1955, España entra en la ONU, lo que pone fin al aislamiento. Al terminar la guerra civil marcharon al exilio aproximadamente 500 000 españoles. Muchos de ellos se quedaron en Francia y colaboraron con la resistencia antinazi, otros se dirigieron a la URSS o a países hispanoamericanos.En 1944 el Partido Comunista de España organizó la invasión del Valle de Arán. Esto llevó a una remodelación del gobierno, en 1957, del que salieron los representantes más radicales del falangismo. Sin embargo, los cambios más importantes se dieron en los ministerios económicos, con la llegada de los llamados tecnócratas, formados en las universidades y partidarios de la liberalización de la economía, próximos al Opus Dei y muy influenciados por los cambios que se estaban produciendo en Europa.