Tras la crisis de 1898, que resquebrajó las bases del sistema y planteó la necesidad de tomar medidas orientadas a la regeneración de la vida política y social del país, se forzó a los partidos dinásticos a iniciar una serie de reformas que, sin embargo, no modernizaron el sistema de la Restauración ni democratizaron la vida política española.
Desde el siglo XVI, Cuba proporcionaba a España azúcar y tabaco procedentes de plantaciones explotadas por esclavos negros. A mediados del siglo Sigue leyendo