Novecentismo y Vanguardias: La Transformación Cultural de la Literatura Española del Siglo XX

El Novecentismo y la Generación del 14

Bajo este rótulo se conoce un movimiento cultural formado por autores nacidos en los años 80 del siglo XIX, que buscan reafirmar lo propio del nuevo siglo XX, rechazando lo característico del anterior: el Romanticismo, el Realismo e incluso el Modernismo.

Contexto histórico y político

Varios acontecimientos políticos van a protagonizar las primeras décadas del siglo. En Europa, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa; en España, el final de la Restauración, la dictadura de Primo de Rivera y el advenimiento de la Segunda República.

Características de la Generación del 14

La Generación del 14, como también se conoce a los autores novecentistas, está compuesta por escritores con formación universitaria y un claro espíritu científico. Muchos de sus miembros destacaron en campos como:

  • Medicina: Ramón y Cajal o Gregorio Marañón.
  • Filología: Menéndez Pidal y María Goyri.
  • Lingüística: Zenobia de Camprubí.

Su elevada formación cultural imprime en sus obras un cierto carácter elitista, ya que defienden la existencia de una minoría selecta que pueda guiar a la «masa», concepto que desarrolla Ortega y Gasset en su ensayo La rebelión de las masas. A diferencia de la Generación del 98, los novecentistas se muestran optimistas ante el futuro de España y encuentran en los países europeos un modelo a seguir.

Figuras clave del Novecentismo

José Ortega y Gasset: El filósofo de la cultura

Una de las figuras más influyentes de este periodo es, sin duda, el filósofo y escritor José Ortega y Gasset, cuyos ensayos (como Meditaciones del Quijote y La España invertebrada) plasman los nuevos valores culturales. Así, en La deshumanización del arte defiende un arte puro, deshumanizado, depurado de excesos, autónomo y válido por sí mismo, idea que se difunde entre sus coetáneos y alcanza también a los autores de la Generación del 27.

Juan Ramón Jiménez: La búsqueda de la poesía pura

En cuanto a la poesía, es imprescindible mencionar a Juan Ramón Jiménez, quien tras una primera etapa modernista (Arias tristes, La soledad sonora), evoluciona hacia una poesía pura intelectual, sin anécdota, estilizada y perfecta, más cerca del verso libre, de la austeridad de recursos y de las innovaciones vanguardistas (Diario de un poeta recién casado). En su última etapa, tras la guerra, cultiva una poesía de carácter metafísico, hermética y personal, que él denomina «suficiente», en títulos como La estación total o Dios deseado y deseante.

La novela novecentista

También hay algunos grandes novelistas en esta generación. Cabe mencionar a Gabriel Miró, quien cultivó la novela en títulos como Nuestro padre San Damián o El obispo leproso, dando lugar a la llamada novela lírica: obras en las que la trama cede terreno a una elaborada descripción de ambientes y a un exquisito tratamiento de la psicología de los personajes. También fue importante Ramón Pérez de Ayala, cuyo afán innovador dio lugar a la llamada novela intelectual (Belarmino y Apolonio), donde lo más importante son los diálogos y las ideas que en ellos se defienden, así como el carácter alegórico de sus personajes.

Las Vanguardias Históricas: Ruptura y Arte Total

Frente al racionalismo novecentista, las Vanguardias plantean otro camino de transformación cultural. Herederas del Modernismo y del Simbolismo, se caracterizan por una voluntad de ruptura y de escandalizar, a la vez que defienden un distanciamiento de la moral y el arte precedentes, para construir un arte autónomo y total, en el que tienen cabida todas las disciplinas artísticas.

Principales movimientos europeos

Europa es el centro y el origen de muchas vanguardias:

  • Cubismo (París): Su principal exponente es Apollinaire, creador de los caligramas, que pretende plasmar la realidad desde diferentes puntos de vista simultáneos.
  • Surrealismo (París): Fundado por André Bretón, utiliza la escritura automática (la transcripción en bruto de ideas y palabras que pasan por la cabeza del escritor) y es la vanguardia más fecunda en nuestro país, como se aprecia en la obra poética de la Generación del 27.
  • Dadaísmo (Zúrich): De Tristan Tzara, pretende romper con el arte y la literatura de la corrompida sociedad burguesa para recuperar la falta de lógica y la inocencia de la infancia.
  • Expresionismo (Alemania): Tiende a la deformación sistemática de la realidad para proyectar sobre ella la atormentada visión del mundo del artista.

Aportaciones hispánicas

El mundo hispánico aporta a esta nómina dos movimientos fundamentales:

  • Ultraísmo: Aúna Cubismo, Futurismo y Dadaísmo. Con Guillermo de Torre, se difundió a través de las revistas Ultra o Grecia, y sus autores pretendían ir más allá de la realidad con una visión lúdica y humorística.
  • Creacionismo: Fundado por Vicente Huidobro, que pretende crear el mundo con las palabras del poeta.

Ramón Gómez de la Serna y la Greguería

Hablar de vanguardia es hablar de Ramón Gómez de la Serna, agitador cultural y figura puente entre el Modernismo y las Vanguardias. Además de su vocación de transformar las novelas (Seis novelas falsas) y de sus acercamientos al teatro (Los medios seres), su mayor aportación han sido las greguerías (Gollerías, El Rastro), una combinación de «metáfora más humor», con las que se anticipa al Surrealismo y a su visión irracional.

Conclusión

En definitiva, podemos considerar el Novecentismo como un movimiento inaugural de lo específico del siglo XX, que, a caballo entre la Generación del 98 y la Generación del 27 y un poco oscurecido por ambas, sentó las bases de lo que será nuestra época contemporánea. Las Vanguardias culminan el grito de rebeldía que comenzó con el Romanticismo y se lanzan a la búsqueda de un arte que rompa con el Realismo, con la lógica, con el sentimentalismo y con toda norma.