Modernismo y Generación del 98: El Despertar de la Conciencia Española
En el siglo XIX, existió una época de esplendor marcada por el desarrollo material e industrial, la paz internacional y el aumento de la presencia de gobiernos constitucionales. Sin embargo, entre 1890 y la Primera Guerra Mundial, se vivió una época de crisis caracterizada por conflictos sociales, económicos e ideológicos.
La literatura, en este contexto, optó por dos caminos diferentes dentro del denominador común de inconformismo y deseo de cambio:
- El Modernismo: Se inclinó por la evasión y el elitismo.
- La Generación del 98: Prefirió la crítica y la reflexión nacional.
Estos dos movimientos convivieron y tuvieron su apogeo en las dos primeras décadas del siglo XX.
Actitudes Comunes y Diferencias
Ambas corrientes compartían una actitud rebelde frente a los valores burgueses y coincidieron con gran parte de los movimientos artísticos de la época. Además, ambas adoptaron posturas ideológicas y estéticas diversas, manifestando su rebeldía ante una sociedad que les resultaba insatisfactoria. Aunque se publicó una serie de artículos utilizando el término Generación del 98, la diferencia entre ambos movimientos no quedó clara inicialmente. La conclusión es que pertenecen a la misma generación, aunque puede hablarse de un grupo del 98 dentro de ella. Por la dificultad de clasificar a los autores, lo conveniente es atender a su evolución. No obstante, se mantiene la división por razones pedagógicas.
El Modernismo: La Búsqueda de la Belleza y la Renovación Poética
El Modernismo es un movimiento cultural y literario que se introdujo en España de la mano de Rubén Darío, quien lo importó desde Latinoamérica, y supuso una renovación total de la poesía. Es un gran movimiento de entusiasmo y libertad hacia la belleza. El Modernismo comienza con la publicación de Ismaelillo del cubano José Martí en 1882.
Influencias y Temas Modernistas
Las influencias más destacables que trajo el Modernismo fueron:
- Los poetas franceses parnasianos (temas exóticos).
- Los simbolistas (como Oscar Wilde).
- Precursores españoles (como Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro).
- El arte sincrético, que tenía tres corrientes: extranjerizante, americana e hispánica.
Algunos de los temas centrales son:
- La línea escapista a lugares exóticos y exquisitos y a épocas pasadas.
- Una línea íntima que les permite traducir el malestar del poeta con lo que le rodea.
Estilo y Métrica
Se desarrolló un estilo con el fin de conseguir la ansiada belleza mediante:
- La musicalidad de los versos.
- Una métrica innovadora con versos de arte mayor, irregulares y estrofas nuevas.
- Un léxico muy rico para crear sonoridad.
- Abundantes figuras retóricas, como las aliteraciones, que utilizan objetos poéticos como el cisne, las ninfas y las sinestesias.
Sus precursores son Manuel Reina y Salvador Rueda. Cabe destacar que Antonio Machado, Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez buscaron otros caminos para la creación. Manuel Machado y Villaespesa fueron totalmente modernistas; sin embargo, Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, no. Este último se dedicó a la narrativa, y Villaespesa, Marquina y Valle-Inclán se centraron en el teatro. Rubén Darío destaca con Azul o Prosas Profanas. Manuel Machado y Antonio Machado, con Soledades, se dedicaron a la poesía. Sin el Modernismo, no hubiera sido posible entender la poesía española contemporánea, ya que significó la renovación de la palabra poética y el ejemplo de inquietudes artísticas y de libertad creadora.
La Generación del 98: Crítica y Regeneracionismo
Unamuno, Baroja, Maeztu y Azorín formaron parte de la Generación del 98. Algunos estudios añaden a Antonio Machado y a Valle-Inclán. Su nombre proviene del Desastre de 1898. Estos autores se declararon europeístas y vinculados con la literatura regeneracionista.
Ideología y Modelos
- Inspiración filosófica: Corrientes filosóficas irracionalistas, a las que añaden el influjo de intelectuales reformistas como Joaquín Costa.
- Modelos preferidos: Autores españoles como el Arcipreste de Hita y Cervantes.
El concepto fue propuesto por Azorín en 1913. Los integrantes habían nacido en fechas cercanas y tenían una formación intelectual parecida. Además, participaron en actos colectivos propios, como el Homenaje a Larra y la propuesta por el Nobel de Echegaray. Un factor unificador fue la presencia de un guía, Nietzsche.
Temas y Estilo del 98
El tema principal es el rechazo de la situación de retraso político y social de la época, resumido en la frase: «Me duele España».
El estilo que predominaba era:
- La voluntad antirretórica y el cuidado del estilo.
- Gusto por las palabras tradicionales.
- El subjetivismo.
- Las innovaciones de los géneros literarios, especialmente la novela.
Obras destacadas:
- Narrativa: Azorín con Doña Inés, Unamuno con Amor y pedagogía, Baroja con La busca.
- Teatro: Azorín y Jacinto Grau con El Señor de Pigmalión.
- Ensayo: Unamuno con En torno al casticismo.
Novecentismo y Vanguardias: La Deshumanización del Arte
El periodo comprendido entre 1914 y 1925 engloba a todos aquellos autores posteriores a la Generación del 98. Compartían preocupaciones, pero con un tono más intelectual y menos subjetivo, buscando un arte puro alejado de sentimientos personales. Se trata de una época en la que tienen lugar acontecimientos sociales y políticos muy importantes, como el final de la Restauración en España.
Las Vanguardias: Ruptura e Innovación Artística
Las vanguardias son movimientos que surgen a principios del siglo XX con un aire renovador, buscando innovar en la producción artística. Sus rasgos comunes son:
- No formar un sistema coherente y cerrado, sino diverso y contradictorio.
- El rechazo a la tradición, incluso a la más inmediata.
- El darse a conocer en revistas literarias mediante manifiestos.
Existen siete movimientos principales: cubismo, futurismo, expresionismo, dadaísmo, creacionismo, ultraísmo y surrealismo. Defienden el arte puro, que Ortega llamará «deshumanizado», autónomo y válido por sí mismo. Un arte que será, además, minoritario, dirigido a una élite que lo comprende y disfruta, lejos del arte para el gran público (como fueron el romántico y el realista).
Estilo y Difusión de las Vanguardias
Poseen un estilo cuidado, elegante, que busca la «obra bien hecha», con un lenguaje pulcro y riguroso, sin dejar por ello de ser brillante. En España tienen gran influencia el creacionismo, el ultraísmo y el surrealismo.
El principal vanguardista español fue Ramón Gómez de la Serna, creador de las *greguerías* (metáforas + humor). Difundió las vanguardias también a través de revistas y tertulias literarias. También influyeron en Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez, los poetas del 27, y tras la Guerra Civil siguieron vigentes con escritores como Nieva.
El Novecentismo (Generación de 1914)
El Novecentismo fue un grupo de intelectuales que, hacia 1914, encabezaron esta reforma literaria extremando el intelectualismo, el elitismo y la búsqueda del arte puro. Vieron en Europa el modelo para mejorar España. El estilo se depuró en la búsqueda de la serenidad y el equilibrio. Por esto, el principal género que se cultivó fue el ensayo.
Liderazgo y Géneros Cultivados
Se manifestó el liderazgo de Ortega y Gasset con su libro La deshumanización del arte, en el que propone un alejamiento de los temas humanos, un estilo artificioso y una propuesta elitista para minorías.
Cultivaron este género también Gregorio Marañón con Don Juan o Eugenio d’Ors con Tres horas en el museo del Prado.
En la novela, se encuentra:
- Novela lírica: Gabriel Miró con Tigre Juan.
- Novela intelectual: Ramón Pérez de Ayala.
La revista fue un principal medio de difusión de las Vanguardias en España por parte de Ramón Gómez de la Serna con revistas como: «Proclama futurista a los españoles».
La Influencia de Juan Ramón Jiménez
Es de consideración especial la influencia actual y posterior del modelo poético de Juan Ramón Jiménez, abriendo camino con su poesía pura, en la que se aleja de los ropajes modernistas para buscar un tipo de poesía sencilla con la que nombrar la esencia de las cosas. Sobresale alguna obra como Diario de un poeta recién casado.
La Poesía de la Generación del 27: Tradición y Vanguardia
En la década de los 20 alcanza su madurez una generación formada para homenajear y reivindicar la figura de Góngora en el tercer centenario de su muerte. Todos sus miembros estaban unidos por la amistad, su gran formación intelectual, y sus talantes liberales y progresistas, alimentados por los convulsos años que les tocó vivir y que culminarían con la proclamación de la Segunda República. La Guerra Civil y la defensa de la República les costaron la muerte o el exilio, truncándose así la mejor generación poética del siglo.
Características y Estilo
En el ámbito de la poesía, la Generación del 27 no rompió con el pasado, sino que realizó una integración entre elementos de la poesía moderna y contemporánea, siguiendo la poesía pura de Juan Ramón Jiménez o la experimentación vanguardista, usando el verso libre en muchas de sus composiciones. El gusto por la metáfora será un nexo de unión para todos ellos.
Todos los autores representaron una gran heterogeneidad de estilos y temas:
- Poesía intelectual: Pedro Salinas (gran poeta del amor, con La voz a ti debida), Jorge Guillén (quien más se acerca a la poesía pura con Cántico), y Vicente Aleixandre (con gran influencia surrealista).
- Poesía tradicional: Dada su admiración a los clásicos españoles como Garcilaso, Jorge Manrique, San Juan de la Cruz y el anteriormente mencionado Luis de Góngora. Destaca Federico García Lorca, quien ambienta sus obras en Andalucía con personajes siempre en conflicto, como Romancero Gitano, y Rafael Alberti con Marinero en tierra.
- Influencia romántica: Bécquer y Rubén Darío influyeron también en Luis Cernuda, con Donde habite el olvido.
También emplearon formas métricas clásicas como sonetos, romances, décimas, etc., y el empleo de poesía popular que marcó las obras de Federico García Lorca, Rafael Alberti y Gerardo Diego. La alianza de estas dos vertientes – tradicional y renovadora – logra en la generación un admirable equilibrio que los definirá.
Etapas de la Poesía del 27
La poesía del 27 pasó por tres etapas correspondientes a distintas orientaciones poéticas:
1. Poesía Pura (Inicios)
Tenía el objetivo de desencadenar emociones intelectuales como un artefacto de precisión, rechazando temas humanos y siguiendo el magisterio de Juan Ramón Jiménez y Góngora. El resultado fue una forma cuidada, con el amor y la muerte como temas.
2. Surrealismo y Rehumanización
Tenía el objetivo de criticar el mundo exterior, interesándose de nuevo por los conflictos humanos. Esta etapa estuvo caracterizada por la influencia del surrealismo.
3. Guerra Civil y Exilio
Fue un periodo de gran afectación a la Generación, donde Lorca y Miguel Hernández murieron y el resto se exilió, manteniéndose solo en España Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, quienes tendrían un papel decisivo en la posterior poesía de posguerra. Esta poesía se diversificó según los autores y sus circunstancias.
El Teatro hasta 1939: Tradición Burguesa y Renovación de Valle-Inclán y Lorca
Nos encontramos con una crisis política, económica y moral en España, que dio lugar a una gran innovación en la literatura española. Dentro del teatro se observa el condicionamiento social en las obras, ya que el público era principalmente burgués y el espectáculo se adaptaba a lo que ellos pedían. La consecuencia fue la pobreza del teatro español (un teatro que daba la espalda a movimientos renovadores).
Tendencias del Teatro Burgués y Popular
El teatro a principios del siglo XX destaca por varias tendencias:
- Comedia Benaventina: Tras el fracaso de El nido ajeno, Jacinto Benavente optó por hacer obras en las cuales planteaba pocos conflictos, adaptándose a los gustos del público. Su obra incluye comedias burguesas y dramas rurales. Una de sus obras principales es La malquerida.
- Comedia Costumbrista: Marcada por el sainete, composiciones de tema humorístico y popular. Encontramos a Carlos Arniches con El Santo de la Isidra, y los hermanos Quintero con Malvaloca, que describe los tópicos de Andalucía.
- Tragedia Grotesca: Creada por el mismo Arniches, describe con cierto aire crítico la sociedad, presentando personajes caricaturescos y trágicos a la vez. Destaca La señorita de Trevélez.
- Astracanada: Pedro Muñoz Seca impulsa este género, mezcla de género chico y vodevil. Su obra más conocida es La venganza de don Mendo.
- Teatro Poético: Escrito en verso e influido por el Modernismo, con las mismas características ornamentales y de cierto conservadurismo temático, donde destacaron los hermanos Machado con La Lola se va a los puertos.
Intentos Renovadores y el Esperpento
La Generación del 98 llevó a cabo una serie de intentos renovadores, como por ejemplo Unamuno con Fedra, Azorín con Lo invisible y sobre todo Jacinto Grau con El señor de Pigmalión.
Ramón María del Valle-Inclán y el Esperpento
Valle-Inclán destacará en este periodo. Se dice de él que supo ver más allá de su tiempo debido a:
- La originalidad de sus obras, por sus temas y estética diferentes.
- Sus planteamientos radicales.
- La riqueza y expresividad de su lenguaje.
Alrededor de 1920, Valle-Inclán desarrolla el esperpento, un género propio basado en la deformación de personajes y valores, con el que denuncia diversos aspectos de la sociedad. Los personajes de este género son grotescos, semejantes a marionetas. Usa frecuentemente los contrastes (lo cómico contrapuesto a lo trágico) y una gran riqueza del lenguaje, que se aprecia en los distintos registros. Una de sus obras esperpénticas es Luces de Bohemia, considerada su obra maestra. Esta se caracteriza por el gran número de personajes, por sus escenas grotescas y por la crítica que se realiza a la España del momento.
El Teatro de la Generación del 27
En cuanto al teatro de la Generación del 27, se produce un acercamiento al pueblo. El autor más destacado es Federico García Lorca. Su teatro es poético y suele predominar como tema dominante el enfrentamiento entre el individuo y la autoridad. En sus obras predominan las protagonistas femeninas.
El teatro de Lorca puede clasificarse en diferentes estilos:
- Farsas (tratan sobre matrimonios de interés).
- Teatro lírico.
- Teatro surrealista.
- Dramas rurales (el más importante), dentro de los cuales destaca Bodas de Sangre.
La Narrativa desde 1939 hasta 1974: Del Existencialismo a la Experimentación
La novela de la posguerra hasta 1974 estuvo condicionada por las consecuencias económicas, políticas, ideológicas y sociales de la Guerra Civil y la consecutiva dictadura del general Franco. Además, hay una ruptura con las corrientes narrativas anteriores, ya que hay una vuelta a un realismo costumbrista.
La Prosa del Exilio
La prosa del exilio se centró en la trágica memoria de la guerra y la amarga vivencia del destierro. Destacan autores como:
- Max Aub con Campo cerrado.
- Francisco Ayala con Muertes de perro.
- Rosa Chacel con Memorias de Leticia Valle.
- Ramón J. Sender con Réquiem por un campesino español.
Años Cuarenta: Tremendismo y Existencialismo
Durante los años cuarenta, España se caracterizó por la represión política, el aislamiento internacional y la precariedad económica. Se publicaron novelas triunfalistas (que relatan el conflicto desde la perspectiva de los vencedores) y novelas de evasión (que tratan de asuntos sentimentales), aunque en esta época destacan las novelas de corte existencialista en las que se describe una realidad crítica y dolorida de España.
Dos novelas clave son:
- La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, iniciando el tremendismo, en la que se destacan los aspectos más crudos de la realidad.
- Nada, novela más existencialista escrita por Carmen Laforet.
Años Cincuenta: El Realismo Social
A principios de los años cincuenta, en la novela se encuentra el realismo social. Fue inaugurado en Argentina con la publicación de La colmena de Camilo José Cela, introduciendo innovaciones como la ausencia de un final preciso.
Esta novela social opta por el objetivismo, mediante:
- El uso de narrador oculto.
- Un diálogo que refleja el habla coloquial.
- Un protagonista colectivo (normalmente un grupo social).
- Un espacio y tiempo concentrados en la novela.
Destacan obras como El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, en la que se introduce una técnica que reproduce conversaciones como si se hubiesen instalado una serie de cámaras en la novela. Aquellos autores que sobresalen reflejan diferentes aspectos de la sociedad de su tiempo.
Años Sesenta y Setenta: Renovación y Experimentación
Con la aparición de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, se inicia una etapa de renovación y experimentación que se caracteriza por:
- La pérdida de importancia del argumento.
- La complejidad de su estructura.
- La extrema elaboración de su lenguaje.
La novela también se moderniza y deja entrar las grandes aportaciones de novelistas extranjeros que se caracterizan principalmente por la innovación narrativa por medio del uso del narrador cambiante. Otros autores significativos continuadores de esta línea renovadora son:
- Camilo José Cela con su obra San Camilo.
- Miguel Delibes con obras como Cinco horas con Mario, que destaca por la técnica del monólogo.
- Gonzalo Torrente Ballester con Los gozos y las sombras.
- Juan Benet con su obra Volverá a Región.
- Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa.
La Poesía de 1939 a Finales del Siglo XX: Del Silencio a la Experiencia
Nos encontramos ante un periodo claramente marcado por los acontecimientos económicos, políticos y sociales derivados de la Guerra Civil Española, de la dictadura de Franco y del inicio del periodo democrático. En poesía supone un «año cero» por la muerte, exilio y silencio de los poetas de la brillante etapa anterior. Además, los únicos poetas del 27 que permanecieron en la Península fueron tres: Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego.
La Poesía del Exilio
Gran parte de la poesía española marchó al exilio, como fue el caso de los siguientes autores:
- Juan Ramón Jiménez.
- León Felipe.
- Salinas (El Contemplado).
- Guillén (Clamor).
- Alberti (De la guerra a hoy).
- Cernuda (Ocnos).
- Prados (Jardín cerrado), Concha Méndez, Juan Gil-Albert, etc.
Años Cuarenta: Arraigados y Existenciales
Durante los años 40, existen dos grupos:
1. Poetas Arraigados (Garcilasistas)
Provienen de la revista Garcilaso. Se promueve una poesía heroica, religiosa o amorosa y toman de ejemplo a Garcilaso. Son temas tradicionales, como la tierra, la familia y Dios. Expresan una visión del mundo optimista y esperanzada. Destacan poetas como Luis Rosales.
2. Poetas Existencialistas (Desarraigados)
Empieza con tres hechos fundamentales: la publicación de Hijos de la ira y Sombra del Paraíso, y la aparición de la revista Espadaña. A veces aparecen temas religiosos, pero teñidos de dudas e imprecaciones acerca del dolor humano. Su estilo es bronco, directo, más sencillo y menos preocupado por primores estéticos; hay un uso del verso largo no clásico. Aparecen autores como Blas de Otero con Ángel fieramente humano, José Hierro, e incluso Carlos Bousoño.
Otras Tendencias
Otra tendencia es el Postismo (postsurrealismo), iniciado por Carlos Edmundo de Ory. Miguel Labordeta crea una poesía rebelde y desgarrada sobre problemas del existir sociopolíticos.
Años Cincuenta: La Poesía Social
Durante los años cincuenta se inició una cierta apertura al exterior y un desarrollo económico que mejoró las condiciones de vida, lo que se vio reflejado en el auge de la poesía social. Esta poesía pretende mostrar la verdadera realidad del ser humano y del país, denunciando las injusticias y usándola como un instrumento para transformar el mundo. Se pasa así del «yo» al «nosotros».
Como tema principal destaca la preocupación por España y el recuerdo y la superación de la Guerra Civil, dirigiéndose así a la «inmensa mayoría» con un lenguaje directo y coloquial. Destacamos a poetas como Blas de Otero, con Pido la paz y la palabra, Gabriel Celaya con su obra Cantos iberos, y Vicente Aleixandre con Historia del corazón.
Años Sesenta: La Generación del Medio Siglo
En los años sesenta, conocida también como la «Generación del medio siglo», los temas se inclinaron hacia la experiencia personal y los aspectos cotidianos del día a día, al mismo tiempo que desaparece la exaltación del lenguaje, intentando sumir a los lectores en una versión de la poesía más íntima y acogedora. Vuelve a haber, sin embargo, una preocupación artística por el lenguaje poético. Se encuentran escritores como Ángel González y Jaime Gil de Biedma.
Años Setenta: Los Novísimos
En cuanto a los años 70, destacan la generación de los Novísimos, en la que encontramos autores como Guillermo Carnero y Manuel Vázquez Montalbán, entre otros. Se presentan con una decidida voluntad rupturista con toda la literatura previa. Los únicos que no ignoran la tradición española son Cernuda, Aleixandre y los postistas. Propugnan la autonomía del arte y su forma es la experimentación en el lenguaje.
Poesía Española desde 1975
La poesía española desde 1975 tuvo que coexistir con varias promociones poéticas. La tendencia dominante, en los años ochenta, fue la poesía de la experiencia. Se encuentra poetas como Luis Antonio de Villena. Otras tendencias son el Neosurrealismo, el Erotismo de Ana Rosseti y el Minimalismo con Andrés Sánchez Robayna.
La poesía más reciente se mueve en diversos frentes. No obstante, el postmodernismo y el escepticismo parecen ser los rasgos dominantes. Además, hoy en día hay un auge de la poesía femenina, y también hay nuevas formas de difusión, como por ejemplo, Internet. Una de las poetisas más importantes es Elvira Sastre, que se dio a conocer en Google.