Historiografía y Oratoria en la Antigua Roma

Historiografía en la Antigua Roma

La historia como género literario se basa en la narración de sucesos verdaderos, el drama y las fábulas. Poncio Cotonadas fundó la historiografía latina. Orígenes: la historiografía latina se vio limitada por las características aplicadas en la Roma primitiva, con un alto grado de patriotismo, un carácter moralizante, un compromiso político y un componente retórico. La historiografía latina se distingue en dos épocas: la época republicana con Julio César, Salustio y Nepote; y la época imperial con Tito Livio y Tácito.

Titus Livios y Tácito

Titus Livios dedicó su vida a componer la historia de Roma, destacando la perfección del régimen político y la ideología de Augusto. Tacito, por otro lado, se caracteriza por narrar los hechos sin rencor ni parcialidad, utilizando un tono dramático y un estilo impresionista.

Oratoria y Retórica en la Antigua Roma

Durante la República, la oratoria era fundamental para la vida política. Destacan dos autores: Cicerón en la época republicana y Quintiliano en la época imperial.

Cicerón

Cicerón, gracias a su excelente educación, se dedicó a la filosofía y la retórica. Escribió numerosas oraciones y tratados de retórica, convirtiéndose en un gran orador y político.

Quintiliano

Quintiliano, profesor de retórica, señaló a Cicerón como modelo y construyó su propio estilo. Destacó por su obra ‘Institutio Oratoria’.

Historiografía en la Época Republicana

La historiografía como género literario se basaba en la narración de sucesos verdaderos, el drama y las fábulas. A pesar de su gran afán de veracidad, se vio limitada por las características aplicadas en la Roma primitiva.

Caius Julius Cesar y Salustio

Caius Julius Cesar y Salustio Crispus fueron importantes figuras políticas y literarias en la época republicana.

Tragedia en la Antigua Roma

En la Roma primitiva, la tragedia se centraba en asuntos romanos. Seneca fue uno de los autores más destacados en este género.

Eventos Históricos

Ocurrió un repentino contratiempo en el ejército de César debido a una tormenta. Los oscenses y otros pueblos se unieron a César y le prometieron ayuda con el trigo, resolviendo así la situación.