La novela española desde 1939 hasta 1975

La novela española desde 1939 hasta 1975

Una buena parte de los novelistas, que habían empezado a publicar sus primeras obras en España durante los años treinta, tuvieron que dejar el país al finalizar la guerra, por el triunfo de la dictadura franquista y tuvieron que continuar su producción fuera de España. Los tres largos años de la guerra civil habían provocado la depauperación del país, en los años 40 y 50, España estuvo aislada casi por completo del resto de la comunidad internacional, es a partir de los años 60 cuando se produce una mejora generalizada de las condiciones de vida y la progresiva relajación de la censura, pero hasta la muerte del dictador en 1975 no se desencadena el proceso de democratización. Las líneas temáticas de estos autores fueron: rememoración del pasado, testimonio del presente y la España inventada. Los autores en el exilio que más repercusión tuvieron fueron: Rosa Chacel que escribió entre otras Memorias de Leticia Valle, y La Sin razón, en sus obras predomina la introspección analítica en una prosa de gran rigor intelectual Ramón J. Sénder uno de los principales representantes del realismo social, publicó Crónica del Alba y Réquiem por un campesino español; Max Aub entre su amplia narrativa destaca El laberinto mágico un ciclo de novelas dedicadas a la guerra civil y Francisco Ayala, sus cuentos Los usurpadores y novelas muestran la sensación de desamparo del ser humano que vive en un mundo caótico, en Muertes de un perro satiriza las dictaduras hispanoamericanas. La reciente experiencia de la Guerra Civil, las duras condiciones de vida de la posguerra y la penuria cultural que conlleva a la censura van a determinar la evolución de la novela durante los años cuarenta, los escritores que quedan en España próximos al bando de los vencedores cultivan la novela heroica en la que exaltan los valores del nuevo régimen como en La fiel infantería de García Serrano; otro grupo de novelistas relata las formas de vida de la burguesía es el caso de Ignacio Agustí en La ceniza fue árbol. La publicación de La familia de Pascual Duarte(1942) de Camilo José Cela, de Nada (1945) de Carmen Laforet y La sombra del ciprés es alargada(1947) de Miguel Delibes, marcan el renacer de la novela española después de la Guerra Civil, estas novelas aunque muy diferentes entre sí, ponen de manifiesto el ambiente opresivo, mísero y sin horizontes de los primeros años de la posguerra y su efecto demoledor sobre los individuos. En ellas desaparece el narrador omnisciente del realismo tradicional y se emplea el relato autobiográfico, en el que el protagonista se convierte en narrador de su propia historia para ofrecer su visión personal de los acontecimientos, por lo que aparece la corriente estética de los años cuarenta del Tremendismo, que se trata de una respuesta a la trágica experiencia vivida por los novelistas en la guerra y en la posguerra, esta tendencia se caracteriza por crear unos protagonistas bárbaros o marginados que muestran unas conductas asociales o agresivas, la trama nos presenta a los personajes enfrentados a situaciones extremas, llenas de violencia; el lenguaje literario es bronco y desgarrado, fiel reflejo del mundo sórdido y opresivo en el que se desarrolla la acción. Otro de los autores más importantes de la narrativa de la segunda mitad de siglo es Gonzalo Torrente Ballester, aunque su primera novela escrita en los años 40, Javier Mariño, no logró buenas críticas. A principio de los años cincuenta se inicia una tendencia renovadora dentro de la narrativa española. Un grupo de narradores va a convertir a la novela en un instrumento de denuncia social. Los autores de esta época entienden que la novela debe reflejar la realidad social española, denunciar las situaciones de injusticia y desigualdad y mostrar su solidaridad con los más desfavorecidos. Las obras más representativas de la novela social son: La colmena(1951)de Camilo José Cela, El Jarama de Sánchez Ferlosio, Entre visillos de Carmen Martín Gaite, Las ratas y El camino de Miguel Delibes. Los bravos de Fernández



Santos, la trilogía Los gozos y las sombras de G. Torrente Ballester, Entre visillos y El cuento de nunca acabar de Carmen Martín Gaite, El fulgor y la sangre de Ignacio Aldecoa, Dos días de septiembre de Caballero Bonald.El tema central de estas novelas es la sociedad contemporánea, en ellas se describen las duras condiciones de vida de los campesinos y de las clases trabajadoras urbanas y se critica la vida vacía e insustancial de la burguesía carente de principios éticos a juicio de estos autores. Las características de estas

obras son: protagonista colectivo, limitación espacial, orden lineal, importancia de los diálogos, narrador objetivo, y sencillez expresiva con un lenguaje austero y llano.

Con la publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos comienza la novela experimental desde 1962 hasta 1975, los novelistas aplicaron a sus obras nuevas técnicas narrativas como: el análisis introspectivo de las frustraciones de los personajes y la búsqueda de la identidad; en el argumento lo que interesa es el modo en el que los acontecimientos se revelan al lector; se recupera al personaje individual, que se trata de un sujeto complejo; se da el punto de vista múltiple en la narración; el tiempo narrativo se complica, son frecuentes los saltos temporales al pasado y las anticipaciones de acontecimientos futuros, también son frecuentes las elipsis y las pausas digresivas que permiten digresiones; el monólogo interior; y por último, la renovación del lenguaje literario estéticamente elaborado con mezcla de tonos y de registros, en ocasiones se experimenta con la supresión de signos de puntuación, se introducen recursos tipográficos, y un largo etcétera de aspectos formales novedosos.

Los autores y obras más representativos de esta etapa son: Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, Señas de identidad de Juan Goytisolo, Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, Volverás a la

Región de Juan Benet, La saga/fuga J.B.de Torrente Ballester, Si te dicen que caí y Últimas tardes con

Teresa de Juan Marsé, Camilo J. Cela escribió San Camilo,1936 y Oficio de tinieblas, Alfonso Grosso:

La Giralda, Mario Vázquez Montalbán publicó Asesinato en el comité central,y C. Martín Gaite:

Retahílas.

A partir de 1975, el panorama de la novela española se diversifica. Sin abandonar la experimentación de las nuevas técnicas, se observa la vuelta a la intriga, al suspense en la narración como el éxito de la novela La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza. En la narrativa actual hay un auge de la novela

negra, rosa, histórica, fantástica, de ciencia ficción. Existe una mezcla de tendencias y tonos narrativos y un

interés por la historia contemporánea. Gran éxito tienen las novelas de aventuras de Pérez Reverte, Carlos

Zaf,ón, Javier Sierra, María Dueñas. Otros importares escritores actuales son Juan José Millás, Luis

Landero. Fernán Gómez.