Renovación Cultural y Artística en España: Novecentismo y Vanguardias del Siglo XX

Contexto Histórico y Cultural del Siglo XX en España

Durante el primer tercio del siglo XX comienza en Europa una época de renovación que rompe con la etapa anterior. La terrible experiencia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) hunde a Europa en una grave crisis y pone en entredicho los valores que habían sustentado a la sociedad hasta el momento. España no ha participado en esta guerra, pero vive una época de fuertes cambios. La guerra en Marruecos, la conflictividad social y el colapso económico incrementaron el descrédito de la Restauración y alimentaron las voces que defendían una solución autoritaria, que finalmente llegó en 1923 con el Golpe de Estado de Primo de Rivera. Más tarde, la agitación social desembocará en la Segunda República (1931). A este panorama se suma el arrollador avance de la técnica: el cine, el automóvil, el aeroplano… Los avances científicos contribuyen a desestabilizar las viejas concepciones: la relatividad, el psicoanálisis, etc., vinieron a poner en duda los viejos principios que cimentaban la antigua sociedad.

El Novecentismo y la Generación del 14

Hacia 1920 aparece en España una nueva generación de escritores, conocidos como novecentistas o Generación del 14. Son los precursores de la revolución estética que se está gestando en la literatura de comienzos del siglo XX. Rechazan la estética del siglo XIX, tanto del Romanticismo como del Realismo. Para ellos, el nuevo arte debe ser un arte puro, es decir, ajeno al retrato de la realidad y las emociones humanas; debe ser un arte que cree su propia realidad y que produzca emoción estética. A pesar de sus características propias, compartieron rasgos generacionales, entre los que podemos destacar:

  • a) Una sólida formación universitaria marcada por un espíritu científico y optimista; en oposición al pesimismo subjetivista de la Generación del 98.
  • b) Una vocación europeísta diferenciada del 98 por su talante liberal y elitista. Verán en Europa el modelo para mejorar y modernizar España desde un posicionamiento de reformas concretas y realistas. Se rechaza el casticismo y el dramatismo de la Generación del 98.
  • c) Rechazo del sentimentalismo. Para estos escritores, el arte es independiente del sentimentalismo y el desahogo romántico. El arte tiene que deshumanizarse y existir como algo independiente. Hay que tender al arte puro, según manifiesta Ortega y Gasset en La deshumanización del arte, o a la poesía pura, según Juan Ramón Jiménez.
  • d) Estos autores son hombres públicos, participan en las instituciones, son políticos, profesores o periodistas. Poseen la convicción de que las minorías mejor preparadas deben orientar la marcha de la sociedad.
  • e) Ideal universalista, cosmopolita, y preferencia por la cultura urbana, a diferencia de la Generación del 98.
  • f) Preocupación formal. Se refleja en su interés por la «obra bien hecha».

Con estos presupuestos, practican una literatura orientada a la serenidad clásica, con un lenguaje depurado y selectivo y un público minoritario. En este grupo se pueden observar diferentes etapas: la inicial que abarca la primera década del siglo XX, una etapa de madurez hacia 1914, una convivencia con las vanguardias en los años veinte y, finalmente, la etapa de ocaso o término a partir de 1930.

Las Vanguardias Artísticas en España: Los «Ismos»

Las vanguardias son movimientos que surgen en Europa a principios del siglo XX con la voluntad de experimentar y romper con lo tradicional en la literatura e innovar en la producción artística. Tendrán su auge en España en los años comprendidos entre 1910 y 1925 aproximadamente, aunque serán de indudable influencia en generaciones siguientes, sobre todo en la Generación del 27. Coinciden con el novecentismo en la deshumanización y en el sentimiento de renovación y la voluntad de experimentación. Estas surgen y desaparecen con rapidez debido a su intrínseco carácter innovador, aunque la que más perduró fue el Surrealismo.

Principales «Ismos»

Las principales, también llamadas «Ismos», fueron:

  • a) El Cubismo, que defiende la disposición artística en diferentes planos. En poesía se utilizan los caligramas, en los que las palabras del poeta dibujan el contenido.
  • b) El Expresionismo, que consiste en deformar y exagerar los rasgos para conseguir expresividad. Así, se realizan descripciones caricaturescas.
  • c) El Surrealismo, que indaga en el subconsciente de las personas para encontrar la verdadera realidad y, para ello, invita a la desinhibición del autor para producir su obra.
  • d) El Futurismo, que invita a sustituir el pasado por otros valores u objetos más modernos.
  • e) El Dadaísmo, que propone la espontaneidad y la desaparición de todas las normas en la creación artística.

Difusión y Movimientos Específicos en España

Ramón Gómez de la Serna fue uno de los que se encargó de difundir estas corrientes renovadoras, sobre todo a través de sus Greguerías (pequeñas composiciones poéticas que definió como «metáfora más humor»). Escribió novelas, como El torero Caracho (1926), que posee un hilo narrativo muy tenue.

La llegada a Madrid del poeta chileno Vicente Huidobro propició que aparecieran en nuestra literatura dos movimientos de vanguardia:

  • a) Creacionismo. Es una corriente literaria que pretende dotar de importancia al poema en sí y no a los sentimientos del autor. Dentro de esta corriente, destaca el escritor chileno Vicente Huidobro, quien diría «cada autor es un pequeño dios», frase que resume la filosofía de esta corriente al afirmar que la poesía debe seguir una corriente propia y no imitar otras realidades. Influyó fuertemente en un poeta de la Generación del 27, Gerardo Diego.
  • b) El Ultraísmo. Destacan Guillermo de Torre con su obra Hélices.
  • c) El Surrealismo en España fue menos radical que el francés, y supuso una reacción frente a la poesía pura de Juan Ramón. Influyó en poetas de la Generación del 27 como Lorca, Alberti, Cernuda y, sobre todo, en Vicente Aleixandre.