Corrientes Filosóficas Esenciales: Conceptos y Pensadores Clave

Sofística: Origen, Conceptos Clave y Legado

La Sofística fue un movimiento cultural y filosófico que floreció en Atenas durante el siglo V a. C. Surgió como consecuencia del proceso de democratización que se produjo en la ciudad en los siglos VI-V a. C., culminando en las reformas de Pericles. En este contexto, el logos (la palabra) adquirió una relevancia política fundamental.

Los sofistas se encargaron de enseñar oratoria y retórica a los hijos de las nuevas élites, quienes aspiraban a convertirse en la nueva clase dirigente. El objetivo principal de los sofistas era capacitar a sus alumnos para persuadir al auditorio, permitiéndoles defender tanto una postura como su contraria.

Entre sus figuras destacadas se encuentran Gorgias y Protágoras. Este último estableció la célebre máxima: «El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, y de las que no son en cuanto que no son», sentando así las bases del relativismo. Para los sofistas, la verdad dependía de los intereses o características del sujeto y de las circunstancias o la ocasión. La sofística sintonizó con las posiciones democráticas y, por ello, fue atacada por filósofos como Sócrates y Platón.

Conceptos Fundamentales de la Sofística

Relativismo:
Para los sofistas, la verdad no es fija ni universal, sino que depende de la perspectiva del individuo o del contexto cultural. Cada persona define su propia realidad, por lo que el conocimiento es inherentemente subjetivo y circunstancial.
Retórica:
La retórica es el uso estratégico del lenguaje para persuadir, considerada más importante que la búsqueda de la verdad. Los sofistas enseñaban el arte de hablar con eficacia como medio de éxito en la vida pública.
Areté:
Tradicionalmente entendida como “virtud” o “excelencia”, los sofistas reinterpretaron la areté como la capacidad práctica para destacar en la vida cívica. Se convirtió en la habilidad para argumentar e influir, más que en una virtud moral o intelectual.
Lógos:
En lugar de representar un orden cósmico o una verdad racional, el lógos en el sofismo se entiende como discurso, argumento y persuasión —una herramienta para ganar debates y moldear la opinión pública.

Epicureísmo: Filosofía del Placer y la Ataraxia

El Epicureísmo es una escuela filosófica que surgió en el siglo IV a. C. en Grecia, fundada por Epicuro, y que fue desarrollada posteriormente por el romano Lucrecio.

Desde una perspectiva física, el epicureísmo sostiene que la naturaleza está compuesta de átomos que se mueven de manera aleatoria, debido a una cierta inclinación en su caída (el clinamen), oponiéndose así al atomismo determinista de Demócrito.

Desde una perspectiva ética, Epicuro defendía la búsqueda del placer, pero un placer sin implicaciones negativas que pudieran empañarlo. El objetivo era alcanzar la ataraxia (la ausencia de perturbación mental) y la aponía (la ausencia de dolor físico), aplicando lo que se conoce como el “cálculo de placeres”. Su doctrina se resume en el “cuádruple remedio” (tetraphármakon):

  1. Liberarse del temor a los dioses y al más allá.
  2. Liberarse del miedo a la muerte.
  3. Buscar solo placeres necesarios. El placer, correctamente entendido, es fácil de alcanzar.
  4. Superar el miedo al destino adverso y al dolor, que dura poco tiempo.

Conceptos Clave del Epicureísmo

Ataraxia:
Estado ideal de calma serena, libre de perturbaciones mentales e irracionales. Los epicúreos buscaban una mente tranquila, sin angustias, especialmente sin miedo a los dioses ni a la muerte.
Aponía:
Ausencia de dolor físico, que junto con la ataraxia, constituye el máximo placer. El placer no se logra por el exceso, sino evitando el sufrimiento y viviendo con moderación.
Placer:
Es el bien supremo en el epicureísmo, pero no en sentido hedonista: se trata del disfrute moderado y estable de la vida a través de la ausencia de dolor y angustia.
Amistad:
Valorada como una fuente clave de seguridad, apoyo emocional y felicidad. La verdadera amistad era considerada indispensable para alcanzar una vida placentera y tranquila.

Estoicismo: Razón, Virtud y Aceptación del Destino

El Estoicismo es una corriente filosófica del período helenístico cuyo nombre proviene del lugar donde su fundador, Zenón de Citio (333-263 a. C.), ubicó la sede de la escuela: un pórtico o stoa. Otros autores relevantes de esta escuela son Séneca, Cicerón y Marco Aurelio.

Principios Fundamentales del Estoicismo

Prohairesis:
Facultad racional de elección moral, central en la ética estoica. La verdadera libertad consiste en controlar nuestros juicios y decisiones internas, sin importar las circunstancias externas.
Autarquía:
Autosuficiencia o independencia interior; el sabio estoico se basta a sí mismo y encuentra su felicidad en la razón y la virtud, no en la riqueza, el estatus o el placer.
Destino:
El universo está regido por una razón divina (logos), y todos los acontecimientos siguen un orden necesario y racional. El estoico acepta su destino como parte del todo armónico.
Conformidad con la naturaleza:
Vivir según la naturaleza significa vivir conforme a la razón y aceptar el orden natural del cosmos. La virtud consiste en estar en armonía con la propia naturaleza racional y con el universo.

Escolástica: Razón y Fe en la Filosofía Medieval

La Escolástica fue una escuela filosófica medieval que surgió del intento de conciliar la tradición filosófica griega con el discurso teológico de las tres grandes religiones monoteístas (cristianismo, judaísmo e islam).

En un primer momento, hasta el siglo XI, la escolástica tuvo una mayor influencia platónica, evidente en autores como Agustín de Hipona o Anselmo de Canterbury. A partir del siglo XIII y hasta el XIV, con la traducción de las obras de Aristóteles, fue el Estagirita quien produjo una mayor influencia, como puede apreciarse en pensadores como Tomás de Aquino y Averroes.

Sus temas fundamentales incluyeron la polémica en torno a los universales (realismo, nominalismo y conceptualismo), la relación entre razón y fe, y las demostraciones de la existencia de Dios. En este último tema, destacan el Argumento Ontológico de Anselmo de Canterbury, de filiación platónica, y las Cinco Vías de Tomás de Aquino, de influencia aristotélica.

Conceptos Clave de la Escolástica

Universales:
Debate central medieval sobre si los conceptos generales (como “ser humano”) existen de forma independiente, solo en la mente de Dios, o son simples nombres sin existencia real —existiendo solo los individuos particulares. Realistas, nominalistas y conceptualistas ofrecieron distintas respuestas.
Sustancia y accidente:
Distinción aristotélica entre lo que una cosa es en sí (sustancia) y sus propiedades variables (accidentes). Si cambian los accidentes de una entidad, no cambia su esencia (por ejemplo, si Sócrates se corta el pelo, se desplaza a otra ciudad o aprende a nadar, cambian algunas de sus propiedades —accidentes—, pero sin darse un cambio sustancial: sigue siendo Sócrates).
Causa primera:
Dios es concebido como causa no causada, un ser necesario que origina todo lo existente. Los escolásticos ofrecieron argumentos racionales, como el argumento cosmológico, para justificar su existencia.
Acto y potencia:
Conceptos que explican el cambio y el movimiento: todo pasa de la potencia (lo que puede ser) al acto (lo que es). Esta estructura, introducida por Aristóteles, fue adaptada por Tomás de Aquino a la metafísica y teología cristiana.

Racionalismo: La Razón como Fuente del Conocimiento

El Racionalismo es una escuela filosófica que se desarrolló especialmente en los siglos XVII y XVIII. Sus máximos representantes son Descartes, Spinoza y Leibniz, aunque como actitud epistemológica podemos remontarlo a la filosofía de Platón y a la mayéutica socrática.

A diferencia de su escuela rival, el empirismo, el racionalismo entiende que el instrumento epistemológico fundamental es la razón y desconfía del conocimiento adquirido por vía sensible, ya que puede resultar engañoso. Defiende el conocimiento a priori, es decir, sin experiencia sensible, y la existencia de ideas innatas, que el sujeto posee en su interior desde el momento mismo de su nacimiento. Por ello, defiende la introspección como método de conocimiento.

Descartes, a través de su duda metódica universal, buscó una verdad innegable sobre la que fundamentar todo el edificio filosófico. Para Descartes, tal como establece en su obra Discurso del método, esa verdad es la propia existencia del sujeto como sustancia pensante, lo que se expresa en su conocida frase: «Cogito ergo sum» («Pienso, luego existo»).

Conceptos Clave del Racionalismo

Razón:
El racionalismo sostiene que la razón, no los sentidos, es la base del conocimiento seguro y universal. Mediante la deducción racional se descubren verdades sobre el mundo y el ser.
Ideas innatas:
Según los racionalistas, algunas ideas no provienen de la experiencia, sino que están presentes de forma natural en la mente humana. Estas incluirían conceptos como Dios, el infinito o las verdades matemáticas.
Método cartesiano:
El método de la duda radical de Descartes busca eliminar creencias inciertas y construir el saber sobre fundamentos indudables a través de la deducción, empezando por el cogito («pienso, luego existo»).
Dios como garante del conocimiento:
Descartes afirmaba que la existencia de un Dios perfecto y no engañador garantiza la verdad de las ideas claras y distintas, sirviendo como base segura para el conocimiento tras la duda.

Empirismo: La Experiencia como Fundamento del Saber

El Empirismo es una escuela filosófica que encontró su máximo desarrollo entre los siglos XVI y XVIII en las Islas Británicas, de la mano de autores como Francis Bacon, George Berkeley, John Locke y David Hume.

El empirismo plantea que todo conocimiento debe proceder de los sentidos; es decir, que sin experiencia sensible no hay posibilidad de conocimiento. Desde este punto de vista, es un planteamiento opuesto al del racionalismo. Defiende que el ser humano nace sin conocimiento alguno, oponiéndose así a la teoría racionalista de las ideas innatas, con lo que será la experiencia sensible la que irá proporcionando conocimiento a los sujetos.

Si el racionalismo plantea una epistemología a priori, el empirismo se caracteriza por entender que el conocimiento es a posteriori. Hume, por ejemplo, plantea que en el proceso de conocimiento lo primero son las impresiones, que captamos con los sentidos, y posteriormente las ideas, que son copias atenuadas de las anteriores.

El origen del empirismo puede encontrarse en la filosofía de Aristóteles, quien utiliza el término griego empeiría, del que procede el concepto, para designar un conocimiento derivado de la experiencia.

Conceptos Clave del Empirismo

Experiencia sensorial:
El empirismo sostiene que todo conocimiento procede de los sentidos. La mente es al principio una tabula rasa (una hoja en blanco) que se llena a través de la experiencia.
Inducción:
Las leyes y teorías generales se derivan de la observación repetida de casos particulares. A diferencia de la deducción, la inducción va de lo concreto a lo general, aunque sin certeza absoluta.
Ideas simples y complejas:
Las ideas simples vienen directamente de la experiencia sensorial, mientras que las ideas complejas son combinaciones creadas por la mente. Esto es central en la teoría del conocimiento de Locke.
Causalidad:
Hume argumentó que la causalidad no es una relación lógica necesaria, sino un hábito mental: asumimos la relación causa-efecto por costumbre, no por una prueba racional.

Materialismo: La Materia como Fundamento de la Realidad

El Materialismo es una corriente filosófica presente a lo largo de toda la historia de la filosofía. Plantea la preeminencia del ser sobre el pensar, tal como se sintetiza en la célebre frase de Marx y Engels: «No es la conciencia la que determina el ser, sino el ser el que determina la conciencia». Es decir, para el materialismo, nuestros pensamientos son una consecuencia del mundo material que habitamos.

A lo largo de la historia, el materialismo se ha manifestado en diferentes escuelas, como el atomismo de Demócrito y Leucipo en la Antigüedad, el epicureísmo o los materialistas franceses del siglo XVIII.

Su expresión más contundente aparece en el siglo XIX con Karl Marx, quien desarrolla el materialismo histórico, según el cual el motor de la historia es la lucha de clases. El materialismo se contrapone al idealismo, que defiende que la realidad material y su evolución tienen un carácter lógico o eidético.

Conceptos Clave del Materialismo

Materia:
El materialismo afirma que solo existe la materia y que todo, incluso el pensamiento y la vida, surge de ella. No se necesita ninguna explicación espiritual o inmaterial para entender la realidad.
Determinismo:
Según los materialistas, todos los acontecimientos son el resultado necesario de condiciones materiales previas. El comportamiento humano, como cualquier fenómeno natural, está regido por leyes físicas.
Reduccionismo:
Los procesos complejos, como la conciencia o la sociedad, pueden explicarse reduciéndolos a sus elementos físicos más simples. Nada escapa a la explicación naturalista.
Conciencia como fenómeno físico:
La postura materialista sostiene que el pensamiento y la conciencia son funciones del cerebro. No existe alma ni yo inmaterial: la mente es resultado de la actividad neuronal.

Idealismo: La Conciencia como Fundamento de la Realidad

El Idealismo es una corriente filosófica presente a lo largo de la historia que defiende la preeminencia del pensar sobre el ser. Es decir, entiende que la realidad material y su evolución tienen un carácter lógico o eidético.

Como escuela filosófica, alcanzó su máximo desarrollo en los siglos XVIII-XIX en Alemania, de la mano de Immanuel Kant (idealismo trascendental), Johann Gottlieb Fichte (idealismo subjetivo), Friedrich Schelling (idealismo objetivo) y Georg Wilhelm Friedrich Hegel (idealismo absoluto). El idealismo hegeliano, en particular, desarrolla una concepción dialéctica de la historia como desarrollo de la Idea o Espíritu Absoluto.

La inversión de este planteamiento por parte de Karl Marx (quien entiende que el pensamiento es efecto de los procesos materiales) está en el origen del materialismo histórico. La historia de la filosofía puede entenderse, en gran medida, como un constante enfrentamiento entre idealismo y materialismo.

Conceptos Clave del Idealismo

Primacía del pensamiento sobre el ser:
El idealismo sostiene que la realidad depende de la mente o la conciencia: el ser está fundado en el pensar. El mundo externo se configura desde o dentro del pensamiento.
Fenómeno y noúmeno:
Kant distingue entre el mundo tal como lo experimentamos (fenómeno) y la cosa en sí (noúmeno), que existe pero no puede ser conocida directamente por la razón humana.
Dialéctica:
En el idealismo hegeliano, la realidad se desarrolla mediante procesos dialécticos: contradicciones y oposiciones conducen a una síntesis, que eleva el conocimiento y la autorrealización del espíritu (Geist).
Realidad como construcción mental:
Lo que llamamos “realidad” está, según el idealismo, estructurado por las categorías cognitivas o por la mente absoluta. El idealismo niega que exista un mundo independiente de la percepción o del pensamiento.

Marxismo: Materialismo Histórico y Lucha de Clases

El Marxismo es una escuela filosófica que tiene su origen en el siglo XIX con el pensamiento de Karl Marx y Friedrich Engels. Es un discurso de carácter materialista que entiende que la realidad material es la que se halla detrás de las formas de pensar, en contraposición al discurso idealista.

El marxismo desarrolla una concepción materialista de la historia, en la que esta es entendida como fruto del constante enfrentamiento entre clases sociales. Además, posee una dimensión práctica y política, pues defiende que la filosofía no es solo un instrumento de análisis teórico, sino también de transformación de la realidad.

A lo largo del siglo XX, el marxismo ha conocido múltiples desarrollos, en ocasiones vinculados a acontecimientos políticos como la Revolución Rusa, en la que destacan figuras como Lenin o Trotski. También se ha asociado con otras corrientes como el psicoanálisis (Wilhelm Reich, Herbert Marcuse), el existencialismo (Jean-Paul Sartre) o el estructuralismo (Louis Althusser).

Conceptos Clave del Marxismo

Materialismo histórico:
La historia está impulsada por fuerzas económicas materiales y la lucha de clases, no por ideas. Las estructuras sociales cambian cuando cambian los modos de producción.
Alienación:
En el capitalismo, el trabajador se ve separado de su trabajo, del producto que crea, de los demás y de sí mismo. El trabajo deja de ser una expresión del ser humano para convertirse en mera supervivencia.
Infraestructura y superestructura:
La base económica (*infraestructura*) determina las estructuras ideológicas, políticas y culturales (*superestructura*). La conciencia es modelada por las condiciones materiales.
Conciencia de clase:
Es la toma de conciencia por parte de una clase social de su situación de explotación y de su papel en el cambio histórico. La emancipación comienza cuando el proletariado reconoce su fuerza colectiva.

Nihilismo: Sentido, Valores y la “Muerte de Dios”

El Nihilismo es un concepto propio de la filosofía de Friedrich Nietzsche (s. XIX). El nihilismo, que etimológicamente procede de la palabra latina nihil (nada), posee dos sentidos principales en su obra:

  • Nihilismo pasivo: Es el resultado del proceso de decadencia de la cultura occidental. Nietzsche denuncia que, a consecuencia del predominio del platonismo y su versión religiosa (el cristianismo), el pensamiento occidental es la repetición de contenidos agotados, incapaces de producir novedad. En este estado, el mundo y la vida son devaluados hasta devenir nada.
  • Nihilismo activo: Frente a esa decadencia, Nietzsche propone negar los valores tradicionales para producir nuevos valores. La «muerte de Dios» abre la posibilidad de superar la moral tradicional y coloca al individuo ante la necesidad de crearse sus propios valores y recuperar el «sentido de la Tierra».

Conceptos Clave del Nihilismo

Negación del significado inherente:
El nihilismo afirma que la vida carece de sentido, valor o propósito objetivo. No hay una verdad última ni un fin cósmico que dé significado a la existencia.
Rechazo de la moral tradicional:
Los sistemas morales se ven, por los pensadores nihilistas, como invenciones humanas sin fundamento objetivo. El nihilismo pone en duda las normas éticas universales y cuestiona su validez.
Descreimiento en la autoridad:
Las autoridades sociales, religiosas y políticas pierden legitimidad al revelarse como construcciones arbitrarias. El nihilismo genera escepticismo ante todo poder establecido.
Crítica a la religión:
La religión se interpreta como una proyección de necesidades humanas y como ilusión. Nietzsche, por ejemplo, consideró la «muerte de Dios» como la desaparición del fundamento religioso del sentido moderno.

Teoría Crítica y la Escuela de Frankfurt: Cultura y Sociedad

La Teoría Crítica, también conocida como “Escuela de Frankfurt”, surge en la década de 1920 con autores como Theodor W. Adorno, Max Horkheimer, Herbert Marcuse o Erich Fromm. Busca fusionar las tradiciones teóricas de Karl Marx, Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche, así como disciplinas como la filosofía, la sociología y la psicología.

Basada en el marxismo, la Teoría Crítica lo aplica al ámbito de la cultura. Adorno y Horkheimer, en su obra Dialéctica de la Ilustración (1947), acuñaron el concepto de «cultura de masas» para referirse al control social ejercido por los medios de comunicación. Marcuse, por su parte, intentó una fusión de marxismo y psicoanálisis, y denunció los mecanismos ideológicos de dominación. Las obras de estos pensadores influyeron significativamente en movimientos sociales como el de Mayo del 68.

Filosofía Analítica: Claridad Lingüística y Lógica

La Filosofía Analítica, también llamada «análisis filosófico», es el conjunto de tendencias filosóficas —especialmente de la filosofía del lenguaje— derivadas del giro lingüístico del siglo XX. Su idea central es que los problemas filosóficos surgen de confusiones conceptuales y que su solución pasa por clarificar el lenguaje.

Se produce así un cambio de paradigma: de una filosofía de la conciencia (relación sujeto-objeto) a una filosofía del lenguaje (relación enunciado-mundo), es decir, a una teoría del significado. Por ejemplo, la clásica cuestión «¿qué es conocer?» se reformula como «¿qué se quiere decir cuando se dice que conocemos algo?».

El análisis lógico del lenguaje se inició con los trabajos de Bertrand Russell y Alfred North Whitehead en Principia Mathematica (1910-1913), basados en Gottlob Frege. También destaca el Tractatus Logico-Philosophicus (1921) de Ludwig Wittgenstein.

Dentro de esta corriente se encuentra el positivismo lógico, influido por los desarrollos científicos (como los de Albert Einstein y Werner Heisenberg) y representado por el Círculo de Viena (Rudolf Carnap, Otto Neurath). Esta vertiente busca unificar empirismo y lógica formal, y rechaza la metafísica por considerarla carente de sentido.