Recorrido por la Literatura Española del Siglo XX: Movimientos, Autores y Obras Clave

El Modernismo y la Generación del 98: Un Panorama Literario

Contexto y Surgimiento

Desde finales del siglo XIX y hasta aproximadamente 1915, emerge en España una nueva generación de escritores que encarna la llamada crisis de fin de siglo de la cultura europea. Este periodo se caracteriza por la coexistencia y, a menudo, la interconexión de dos movimientos fundamentales: el Modernismo y la Generación del 98.

La Generación del 98: Autores y Temas

Entre los autores más influyentes de la Generación del 98, destacan José Martínez Ruiz «Azorín», Pío Baroja y Miguel de Unamuno.

  • Pío Baroja: Sus novelas están organizadas fundamentalmente en forma de trilogías, en las que aborda el tema de España desde una visión profundamente crítica. Entre sus obras más notables se encuentran La Busca y El árbol de la ciencia, ambas consideradas novelas de formación con un profundo pesimismo. En sus narraciones predominan el conflicto interior, la acción esquemática y el uso de diálogos y monólogos.
  • Miguel de Unamuno: Niebla y San Manuel Bueno, mártir son dos de las mejores novelas de Unamuno, representativas de su preocupación por la existencia, la fe y la inmortalidad.

El Modernismo: Características y Poetas

El Modernismo, por su parte, se distingue por una intensa renovación del lenguaje poético. Sus características principales incluyen:

  • La utilización de un léxico exquisito.
  • Abundantes referencias sensoriales.
  • La búsqueda constante de la musicalidad y el ritmo en el poema.

Pese a que el lenguaje modernista, a veces considerado exagerado, fue paulatinamente abandonado alrededor de 1915, sirvió de impulso y ejemplo a las novedades vanguardistas que en la década de los años 20 se impondrían en el panorama de la poesía española.

Poetas Modernistas Destacados

  • Rubén Darío: Es el autor más representativo de este movimiento, tanto por la calidad de su obra como por el magisterio que ejerció sobre otros poetas hispanoamericanos y españoles.
  • Antonio Machado: En España, la figura más importante de la poesía de este periodo es Antonio Machado. Su lenguaje está cuajado de símbolos, mientras que la métrica principal es la silva-romance. La influencia de Machado es enorme en la cultura popular gracias a Joan Manuel Serrat y a otros cantautores, y en otros poetas como los de medio siglo o los de la experiencia ya en los años 80.
  • Otros poetas: Manuel Machado, hermano de Antonio, en cuya obra se mezclan modernismo y andalucismo, como se aprecia en el poemario Cante hondo. También Ramón María del Valle-Inclán, quien en La pipa de Kif ya desarrolla la deformación del lenguaje propia del esperpento teatral que perfeccionaría en sus grandes obras.

El Teatro Español hasta 1936: La Edad de Plata

Introducción y Contexto Histórico

El teatro de este periodo se desarrolla en España desde el inicio del siglo XX hasta la Guerra Civil, un lapso que, por la calidad de la cultura y la ciencia española, recibe también el nombre de Edad de Plata. En España, el periodo comienza bajo el reinado de Alfonso XIII y dentro de la Restauración borbónica. Tras la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República dará expresión al anhelo de justicia social en España, un proceso cortado de raíz por la victoria del bando nacional en la Guerra Civil.

El Teatro Comercial

El teatro comercial de la época gozó de gran éxito, adaptándose a los gustos del público burgués.

Jacinto Benavente y la Comedia Burguesa

Jacinto Benavente es un exponente clave de la comedia burguesa. Su obra más conocida es Los intereses creados, en la que expone la tesis de que la sociedad es un teatro de títeres cuyos hilos son tirados por las más groseras ambiciones morales.

El Teatro Cómico

El teatro cómico fue también muy exitoso. Inspirado en el costumbrismo del «género chico» y el sainete popular, incluyó obras mediocres, pero también piezas en las que se mostraba una crítica social a través de la caricatura.

El Teatro Anticomercial y de Renovación

El éxito del teatro comercial hizo que los intentos por crear un teatro más arriesgado fueran sistemáticamente rechazados por los empresarios. Ni los autores del 98 (Azorín, Unamuno y especialmente Valle-Inclán), ni Lorca o Alberti más tarde, consiguieron el merecido reconocimiento del público en su momento.

Entre las obras que representan bien este tipo de teatro innovador, destaca El señor de Pigmalión de Jacinto Grau, que trata el tema de la relación entre el artista y los personajes que inventa, y que contiene rasgos de lo que sería más adelante el teatro del absurdo.

Ramón María del Valle-Inclán: Innovación y Esperpento

La obra dramática de Valle-Inclán constituye la principal aportación de la literatura española a la renovación del teatro europeo. Su teatro se divide en varios ciclos:

Ciclo Mítico

En el ciclo mítico se incluyen obras ambientadas en una Galicia arcaica, violenta y patriarcal. La trilogía Comedias bárbaras está formada por las obras Cara de Plata, Águila de blasón y Romance de lobos. La más conocida de este ciclo es Divinas palabras, que trata sobre el hidrocefálico Laureaniño, quien, tras la muerte de su madre, se convierte en objeto de codicia de sus dos hermanos, que pretenden explotarlo en ferias y caminos.

Ciclo del Esperpento

El ciclo del esperpento es la aportación más original de Valle-Inclán al teatro europeo. Consiste en la deformación caricaturesca de la realidad que pone de relieve lo absurdo y miserable de la sociedad. Junto a Martes de carnaval, Luces de Bohemia es la obra más destacada de este ciclo. Esta última es una crítica feroz sobre la realidad de España.

Federico García Lorca: Poesía y Drama

Federico García Lorca es el principal dramaturgo de la Generación del 27 y uno de los más reconocidos en la escena nacional e internacional. El lenguaje teatral de Lorca es intensamente poético y con frecuencia mezcla el verso y la prosa, introduciendo la música y la danza en una idea de espectáculo total muy contemporánea. Las obras de teatro lorquianas se pueden dividir en los siguientes cuatro grupos:

  • Primeras obras: Entre las que se encuentran El maleficio de la mariposa y Mariana Pineda.
  • Farsas: Obras burlescas para guiñoles, como El Retablillo de don Cristóbal, o para personas, como La zapatera prodigiosa.
  • Teatro de vanguardia, experimental o simbólico: Destacan Así que pasen cinco años y El público.
  • Tragedias rurales: Obras como Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. En La casa de Bernarda Alba, Bernarda, madre y cabeza de familia, decreta el luto a la muerte de su marido, lo que condena a sus cinco hijas a no salir a la calle en ocho años. Una noche, Bernarda descubre a Pepe el Romano esperando a Adela, y le dispara con una escopeta. En la última escena, Bernarda, ante el cadáver de su hija, grita «¡Silencio!», para que nadie en el pueblo sepa lo que ha ocurrido. En la obra se expresa toda la frustración y la furia de un mundo femenino obligado a someterse a las convenciones.

La Generación del 27: Poesía de Vanguardia y Tradición

Nómina y Relaciones

La Generación del 27 incluye a autores como Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Constituyen un grupo homogéneo que tuvo como magisterio común a Juan Ramón Jiménez y a Ortega y Gasset, miembros de la generación anterior.

Influencias: Tradición y Vanguardia

Estos poetas supieron aunar la tradición y la vanguardia en su obra:

Tradición

Su conocimiento de los clásicos se debe a la profunda formación filológica de algunos de ellos, como la de Pedro Salinas, Dámaso Alonso o Luis Cernuda. También al conocimiento de la poesía tradicional, especialmente presente en la obra de Rafael Alberti (Marinero en tierra) o en el Romancero gitano de Lorca. Asimismo, todos ellos compartieron la admiración por la poesía de Góngora, cuyo estilo intelectual y metafórico sería modelo de imitación para, por ejemplo, Luis Cernuda.

Vanguardia

Los primeros “ismos” que cultivaron estos autores fueron el creacionismo, el ultraísmo y el futurismo, seguidos especialmente por Pedro Salinas, Gerardo Diego o Rafael Alberti. La influencia de las vanguardias, especialmente el surrealismo, se manifiesta en obras como Espadas como labios de Vicente Aleixandre, Sobre los ángeles de Rafael Alberti, Poeta en Nueva York de Lorca o La realidad y el deseo de Luis Cernuda.

Trayectoria Poética

Pese a que cada poeta posee una voz propia, se puede apreciar en ellos una evolución similar hasta la Guerra Civil. En los años 20, las primeras obras de estos autores combinan el neopopularismo y la poesía pura.

  • Neopopularismo: Se manifiesta de forma más evidente en el Romancero gitano de Lorca y Marinero en tierra de Rafael Alberti. En Marinero en tierra, Alberti contrapone el mar como paraíso de la infancia y la inocencia, a la tierra o ciudad como mundo hostil. Destaca en él el uso del verso corto y popular que remite a la poesía de los cancioneros.
  • Poesía Pura: Dio frutos en la obra de Pedro Salinas y Jorge Guillén. El primero, en La voz a ti debida, escribe un poemario amoroso en el que el poeta busca el ser esencial y verdadero de los amantes, una realidad invisible que trasciende a los nombres y a los seres concretos. En Cántico, Jorge Guillén celebra la plenitud del instante y el asombro ante el mundo de las cosas que existen.

La Generación del 27 tras la Guerra Civil

El asesinato de Lorca y la marcha al exilio de muchos de ellos conllevó la dispersión del grupo y el alejamiento estilístico. En 1944, Dámaso Alonso publicó Hijos de la ira y Vicente Aleixandre Sombra del paraíso, libros fundamentales para la poesía de posguerra. Ambos constituyen el punto de partida de la llamada poesía desarraigada de los años 40.

La Novela Española (1939-1975): Posguerra y Renovación

Panorama General y Contexto

La Guerra Civil produjo un corte drástico en la vida cultural y literaria en España. La cultura se vio afectada por la censura oficial y la autocensura, el aislamiento de las novedades que venían del exterior y, especialmente, por la muerte o el exilio de muchos de los narradores de la generación anterior.

La Novela de los Años Cuarenta: Existencialismo y Desencanto

Durante la Guerra Civil y los primeros años 40, se publicaron muchas novelas que trataban los hechos del conflicto desde un punto de vista propagandístico. Al margen de esta novela triunfalista, surgieron otras de tipo existencial en las que se reflejan una realidad asfixiante y una inconcreta sensación de fracaso. Aunque no hay en ellas una crítica social explícita, el panorama vital que muestran de la posguerra es totalmente descorazonador. Es el caso de Nada, de Carmen Laforet, publicada en 1944 y una de las mejores novelas del periodo, o La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.

La Novela Social de los Años Cincuenta

Para los autores de esta corriente, la literatura debía tener un valor instrumental y, por tanto, debía servir para transformar la situación social y económica. El cine neorrealista de los años cincuenta proponía planteamientos similares de desnudez formal y compromiso con el cambio social.

Autores y Obras de la Novela Social

En la llamada Generación de Medio Siglo, que practicó la novela social, se distinguen dos grupos:

  • Aquellos que expresan explícitamente su compromiso social, como Antonio Ferres con La piqueta, o Alfonso Grosso con La zanja.
  • Aquellos más preocupados por la construcción formal de la novela que por la mera voluntad de denuncia. En este grupo destacan Ana María Matute con Los Abel, Ignacio Aldecoa con El fulgor y la sangre, Carmen Martín Gaite con Entre visillos, o Rafael Sánchez Ferlosio, quien en El Jarama, máxima expresión del objetivismo, produjo una de las mejores novelas de este periodo.

La Novela Experimental de los Años Sesenta y Setenta

Los temas de esta novela no son muy distintos a los del realismo, pues conservan su intención crítica, pero sí lo es su forma de expresión. Su tesis básica es la independencia del arte respecto a la acción política y la crítica social. Estos autores dotan de un nivel más elaborado al lenguaje y a la construcción novelística, y se alejan del realismo y del objetivismo, pues consideran que estos no pueden reflejar la conciencia del sujeto. El lenguaje se vuelve barroquizante y hermético.

Principales Obras y Autores Experimentales

Tiempo de silencio del psiquiatra Luis Martín Santos es la primera de las novelas experimentales y una de las más importantes del periodo. En ella, el protagonista, derrotado por los acontecimientos, decide escapar de Madrid a un oscuro puesto de provincias. El tema de la novela es el subdesarrollo y el encanallamiento moral del país. Está influida por la novela del 98 a través de su subjetivismo crítico y por la novela experimental europea. Su lenguaje está repleto de recursos expresivos y de un léxico inusual que mezcla cultismos, tecnicismos y vulgarismos.

La Narrativa en el Exilio

La marcha al exilio de la mayor parte de los narradores contemporáneos con la Generación del 27 no impidió que estos continuaran su obra fuera de España, pese a que sus novelas no fueran conocidas en el país hasta los últimos años de la Dictadura. Esta novela en el exilio sigue, en general, dos ejes temáticos: la memoria de la guerra y el exilio, y la reflexión autobiográfica como una necesidad de dar testimonio de la experiencia del destierro.

La Poesía Española (1939-Finales del Siglo XX): Evolución y Tendencias

Introducción y Contexto Histórico

En 1975 muere el dictador Francisco Franco y, bajo el reinado de Juan Carlos I, se inicia la Transición que consolidó, no sin dificultades, la democracia en España. Este proceso trajo la normalización social y cultural al país y la completa integración en las democracias occidentales.

Panorama General de la Poesía de Posguerra

La Guerra Civil produjo un corte drástico en la vida cultural y literaria en España, lo que condicionó la poesía hasta la llegada de la Democracia. Los factores anómalos fueron, principalmente, la muerte o el exilio de muchos de los poetas de la generación anterior, la censura oficial y la autocensura, y el aislamiento de la literatura europea del momento.

La Poesía de los Años Cuarenta: Arraigada y Desarraigada

La poesía de los años cuarenta se divide en dos tendencias distintas:

  • Poesía Arraigada: Es la poesía oficial fomentada por la política cultural del Régimen. Se caracteriza por ser una poesía intimista y formalmente clásica, cuyos temas principales son Dios, el amor y el paisaje.
  • Poesía Desarraigada o Existencial: Presenta una visión pesimista y angustiada del mundo, reflejando el desencanto de la posguerra.

La Poesía de Medio Siglo

Con este nombre se conoce a una promoción de poetas nacidos antes de la Guerra Civil que inicialmente practicaron la poesía social, para después distanciarse hacia poéticas más personales. Estos autores propusieron que la poesía debía ser vehículo de conocimiento e indagación en la propia experiencia, más que un mero vehículo de comunicación. Sus características comunes son, por ejemplo, el autobiografismo (en un intento de compaginar la experiencia personal y la circunstancia), la diversidad temática (que incluye el amor, la amistad, el paso del tiempo o las vivencias de la Guerra Civil, entre otros), y un lenguaje conversacional e intimista, expresado muchas veces desde la ironía, lo que contrasta con el tono exaltado de la poesía social.

Los Novísimos (Años Sesenta y Setenta)

La poética de estos autores presenta rasgos comunes, aunque las trayectorias de casi todos ellos discurrieron por distintos caminos. En casi todos ellos destaca la admiración por una tradición poética elitista, especialmente del Modernismo o de autores anglosajones, y un esteticismo decadente que se ha denominado también venecianismo. En contraste con el prosaísmo de la poesía social, los Novísimos buscan un lenguaje rico y elaborado, para lo que recuperan las técnicas del surrealismo y las vanguardias.

Autores y Obras de los Novísimos

  • Entre los autores más destacados de esta tendencia, sobresale Pere Gimferrer, con obras como Arde el mar y La muerte en Beverly Hills.
  • La huella de las vanguardias es especialmente notoria en Leopoldo María Panero (Así se fundó Carnaby Street) y José-Miguel Ullán (Maniluvios).

La Poesía en Democracia (Años Ochenta y Noventa)

Durante la década de los ochenta y noventa, la poesía estuvo marcada por la oposición de la poesía de la experiencia y la poesía del silencio.

  • Poesía de la Experiencia: Surgió como oposición al exhibicionismo cultural de los Novísimos, en defensa de una poesía más realista y figurativa, que renovara el vínculo con el lector y el placer por contar historias. Su lenguaje recupera formas más tradicionales que ya estaban presentes en los poetas de Medio Siglo o en Antonio Machado. Los poetas más importantes de esta corriente son Luis García Montero (Habitaciones separadas), autor del manifiesto La otra sentimentalidad y fundador del movimiento; Miguel D’Ors (La música extremada); o Almudena Guzmán (Usted).
  • Poesía del Silencio: Fue una poesía más metafísica y trascendente, que hunde sus raíces en la poesía de Medio Siglo y en la tradición mística. José Ángel Valente con Material memoria inició esta corriente, que han cultivado, entre otros, Jaime Siles (Columnae) o Andrés Sánchez Robayna (Sobre una piedra extrema).

El Teatro Español (1939-Finales del Siglo XX): De la Censura a la Democracia

Introducción y Contexto Histórico

El periodo literario que vamos a tratar se inicia con la dictadura de Franco, quien durante treinta y seis años impuso por la fuerza un régimen totalitario que le permitió mantener la Jefatura del Estado hasta su muerte en 1975. Bajo el reinado de Juan Carlos I, se inicia la Transición que consolidó, no sin dificultades, la democracia en España, lo que trajo la normalización social y cultural al país y la completa integración en las democracias occidentales.

Panorama General

La Guerra Civil produjo un corte drástico en la vida cultural y literaria en España, lo que condicionó el teatro hasta la llegada de la Democracia. A la muerte o exilio de figuras de referencia como Federico García Lorca o Alejandro Casona, hay que añadir la fuerte censura que dificultó la aparición de un teatro crítico o renovador.

El Teatro Escapista de los Años Cuarenta

Por comedia burguesa se conoce un tipo de teatro basado en el modelo de Jacinto Benavente, que siguió estrenándose con éxito durante los años cuarenta y cuyas características son ser ideológicamente conservador y estéticamente convencional. Además del citado Benavente, destacan autores como Juan Ignacio Luca de Tena con Dos mujeres a las nueve y el cineasta Edgar Neville con El baile.

Junto a este teatro se desarrolla la comedia del disparate, inspirada en el humor absurdo de la vanguardia. Sus principales representantes son Miguel Mihura y Enrique Jardiel Poncela.

  • Miguel Mihura: Es el autor de Tres sombreros de copa, obra escrita en 1932, pero no estrenada hasta 1952, y una de las obras más relevantes de este periodo.
  • Enrique Jardiel Poncela: Inició su carrera teatral antes de la guerra con un teatro cómico que se alejaba de la fórmula popular y grotesca del sainete, por la incorporación de elementos inverosímiles o fantásticos, la agudeza verbal y la eliminación de elementos castizos. Una de sus mejores obras es Cuatro corazones con freno y marcha atrás, en la que el doctor Bremón inventa una pócima para la inmortalidad que solo provoca tedio en quienes la toman. Tras la guerra, estrenaría Eloísa está debajo de un almendro, otra de sus grandes comedias.

El Teatro Comprometido de los Años Cincuenta

En los años cincuenta surge en España un teatro comprometido con la realidad social y política que oscila entre el posibilismo de Antonio Buero Vallejo y el teatro de agitación de Alfonso Sastre.

  • Antonio Buero Vallejo: Dentro de los límites de la censura, plantea un teatro simbólico que pretende remover las conciencias del espectador. Su teatro busca que el espectador tome conciencia de la trágica condición del ser humano, arrojado a una existencia presidida por el dolor y la muerte. Sus obras son tragedias simbólicas con una base realista, lo que permite una lectura social. Con La mordaza, su teatro se hace más explícitamente crítico con la situación política y social del país.
  • Alfonso Sastre: Sus dramas denuncian de un modo más explícito las injusticias sociales y políticas.

Otros dramaturgos propiamente realistas que inician sus obras a finales de los años cincuenta son Lauro Olmo, quien con La camisa indaga en la marginalidad y miseria de la emigración, o José Martín Recuerda con Las salvajes del puente San Gil, en la que muestra la mojigatería y barbarie de la España profunda.

El Teatro Experimental (Finales de los Cincuenta en adelante)

Desde finales de los años cincuenta, e influidos por el teatro del absurdo y el teatro de la crueldad europeos, Fernando Arrabal y Francisco Nieva renuevan la escena teatral española a través del experimentalismo.

  • Fernando Arrabal: Hace un teatro provocador por medio de la violencia, el sexo o la locura, en el que se muestra una imagen atroz de la condición humana.
  • Francisco Nieva: Destaca por las obras que el propio autor denominó «teatro furioso», escritas especialmente en los años sesenta pero no estrenadas hasta la Democracia, como Pelo de tormenta o Nosferatu.

El Teatro en Democracia (Años Ochenta y Noventa)

El apoyo institucional al teatro de calidad y la tendencia a destacar la representación por encima del texto son los dos factores que pueden caracterizar este periodo, en el que es difícil encontrar unos rasgos comunes. El apoyo institucional se concreta en la creación por las distintas administraciones del Estado de compañías como el Centro Dramático Nacional, el Centro Nacional de Nuevas Tendencias o la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y la creación de festivales tan importantes como el de Teatro Clásico de Mérida. Grupos de creación colectiva y de teatro no verbal se desarrollan en toda España, especialmente en Cataluña con Els Joglars o La Fura dels Baus, o Animalario en Madrid. Esto no significa que se abandone el teatro de texto y, al menos, dos generaciones de autores aparecen en las décadas de los ochenta y noventa.

La Novela Española (1975-Finales del Siglo XX): El Regreso a la Narración

Introducción y Contexto Histórico

El periodo se inicia con la muerte de Franco en 1975, que da lugar a la Transición democrática, cuyo hito fundamental es la aprobación de la Constitución en 1978.

Panorama General de la Novela Post-Transición

El experimentalismo del periodo anterior entra en crisis, y desde entonces se puede observar un regreso al placer de narrar, en el que prima la historia sobre la trama. Al margen de esta tendencia, es difícil establecer generalizaciones para el periodo, pues la producción es enorme y diversa.

La Continuidad de los Grandes Nombres

Autores consagrados del periodo anterior continúan su producción con obras significativas. Es el caso de Miguel Delibes, quien en 1981 publica una de sus grandes obras, Los santos inocentes, donde trata las enormes desigualdades sociales que persisten en el mundo rural extremeño.

El Placer de Narrar y el Auge del Realismo

La tendencia más evidente de los primeros años de la Transición fue el regreso a las narrativas del realismo, que reivindican el placer de contar historias capaces de entretener y atrapar al lector. Tal es el caso de Eduardo Mendoza, con El misterio de la cripta embrujada, Almudena Grandes y Rafael Chirbes.

Almudena Grandes: Dos Ciclos Narrativos

En la obra de Almudena Grandes se distinguen dos ciclos:

  • Uno en el que, a modo de los Episodios Nacionales de Galdós, pretende novelar el pasado reciente de España a través de personajes sencillos, como en El corazón helado.
  • En el otro ciclo, retrata la intrahistoria de las clases medias de la España actual, con especial protagonismo de los personajes femeninos, como en Malena es un nombre de tango.

Los mejores ejemplos de la recuperación del placer de narrar son la novela negra o policíaca, que ha cobrado una importancia extraordinaria en España y en muchos otros países, y la novela histórica.

Estrategias de Renovación y Nuevas Tendencias

Casi al mismo tiempo, en la novela de este periodo también se reconocen algunas de las estrategias de renovación presentes en los principales narradores europeos y norteamericanos, como el autobiografismo, la metaficción y la fusión de géneros, pero también el llamado realismo sucio de la Generación X.

  • Autoficción y Fusión de Géneros: Enrique Vila-Matas y Javier Cercas son dos de los autores que más han incidido en este tipo de narrativa. La fusión de géneros y la ruptura de los límites de la novela es otra constante de este periodo. La novela se mezcla con todo tipo de géneros, desde el ensayo, el reportaje o el libro de viajes. Muchas de las novelas de Javier Cercas surgen de la indagación biográfica de un personaje histórico. También destacan Antonio Muñoz Molina con Como la sombra que va, o Rosa Montero con La ridícula idea de no volver a verte, en la que el descubrimiento de los diarios de Marie Curie se superpone al duelo de la autora por el fallecimiento de su pareja.
  • Realismo Sucio y Generación X: Se puede hablar de otro tipo de renovación en la novela de la llamada Generación X, formada por autores que empezaron a publicar en los años noventa.

Autores Más Relevantes

Más allá de estas tendencias, es necesario reconocer la trayectoria de los grandes novelistas de este periodo.

  • Javier Marías: Tampoco es ajeno a la autoficción, como en Todas las almas o Negra espalda del tiempo.
  • Enrique Vila-Matas: Su obra Bartleby y compañía es una mezcla de ficción y ensayo en la que el narrador hace un inventario de aquellos autores que decidieron dejar de escribir, mientras que El mal de Montano es un ejemplo de autoficción en el que un padre se queja de su hijo obsesionado por la escritura que acaba siendo él mismo.
  • Javier Cercas: Ha irrumpido en el panorama actual tras el éxito de su novela Soldados de Salamina, en la que el propio Cercas actúa como periodista en busca de la identificación del miliciano que salvó al escritor falangista Rafael Sánchez Mazas de morir fusilado pocos días antes de la ocupación de Barcelona por las tropas franquistas.

La Renovación del Cuento y el Microrrelato

Otro de los rasgos de la narrativa de este periodo es la renovación de la narrativa breve, tanto del cuento como del microrrelato. Curiosamente, los autores más destacados escribieron sus textos en las distintas lenguas nacionales, lo que nos habla de su vitalidad. En primer lugar, destaca Bernardo Atxaga, con Obabakoak, concebido como un conjunto de 16 relatos entre los que destaca «La lengua de las mariposas», sobre la relación de un maestro republicano y un niño antes de la Guerra Civil.

Estudios de Caso: Obras Emblemáticas

El árbol de la ciencia de Pío Baroja: Una Mirada a la Generación del 98

El árbol de la ciencia del donostiarra Pío Baroja es una de las novelas que mejor representa las preocupaciones filosóficas y políticas de la Generación del 98. Dentro de la obra de su autor, es probablemente una de sus obras más acabadas y reconocidas, junto a las novelas de La Busca, Zalacaín el aventurero o las Memorias de un hombre de acción.

Argumento y Personajes Principales

El árbol de la ciencia narra la juventud de Andrés Hurtado, trasunto del autor, desde su llegada a la Universidad hasta su suicidio final unos años después. Andrés comienza sus estudios de Medicina en Madrid, donde conoce a otros estudiantes, como Julio Aracil y Montaner, y, gracias al primero, a Lulú. Poco después, entabla con su tío Iturrioz una larga conversación sobre su desorientación vital y la oposición entre intelectualismo y vitalismo, un tema central en la novela.

Su tío le aconseja que salga de Madrid y le consigue un puesto de médico en un pueblo manchego, Alcolea del Campo. Unos meses después, aburrido del atraso de ese mundo rural, regresa a Madrid, donde retoma el contacto con Lulú, con quien se casa. Poco después, Lulú queda embarazada. Sin embargo, en el parto, el niño y Lulú mueren, y Andrés Hurtado se suicida.

Temas y Estructura

El árbol de la ciencia tiene como centro los conflictos interiores de Andrés, quien busca incansablemente un asidero intelectual para darle un sentido a su existencia. Lulú se aleja de todos los convencionalismos, pues se trata de una mujer inconformista, compleja y ferozmente independiente. Iturrioz, el tío del protagonista, es la voz de la experiencia y el oponente dialéctico de Andrés. Junto a estos, la novela nos ofrece una galería de personajes secundarios bien diferenciados gracias al diálogo y la acción.

Las tres primeras partes y las tres últimas están separadas por una larga conversación de Andrés con Iturrioz (la parte IV), donde se debaten las ideas filosóficas que preocupan al personaje, especialmente la dialéctica entre intelectualismo y vida de acción, tomadas de Schopenhauer. Una de las características más sobresalientes de Baroja es su maestría a la hora de construir los ambientes en los que se desarrolla la acción.

Historias del Kronen de José Ángel Mañas: Retrato de una Generación

Historias del Kronen de José Ángel Mañas se publicó en 1994 y fue finalista del Premio Nadal de ese mismo año. Era la primera novela de su autor y supuso un enorme éxito de ventas. Un año después se estrenó la película homónima, dirigida por Montxo Armendáriz, que obtuvo asimismo un importante éxito comercial, aunque no tanto de crítica. José Ángel Mañas ha publicado posteriormente otras novelas como Mensaka o Ciudad rayada, pero nunca ha obtenido el éxito de Historias del Kronen.

Argumento

El argumento de Historias del Kronen transcurre en el verano de 1992 en Madrid. Carlos, el protagonista, es un joven de clase alta cuyo único móvil en la vida es salir, conseguir droga y el sexo sin compromiso. Acude a conciertos y acaba a altas horas de la noche sus salidas con sus amigos, poniendo en juego su vida y la de los demás. La novela tiene un epílogo, en el que Roberto cuenta a su psicóloga cómo consiguieron ocultar a la policía y a los padres de Fierro lo ocurrido y cómo Carlos desde entonces no le ha respondido las cartas.

Temas y Estilo

Los temas tratados en la novela son el vacío existencial y el nihilismo de una juventud entregada a la superficialidad y a la falta de empatía ante los demás, representada en su protagonista Carlos. Pese a que otros personajes, especialmente los femeninos, quieren hacer entender a Carlos la necesidad de centrarse en la vida y de mantener lazos con los demás, las relaciones entre los personajes no pasan de la superficialidad o del interés. Historias del Kronen es, en definitiva, un relato descarnado de una juventud carente de ideales y de empatía que impresiona por su descripción realista de ambientes y personajes.