Contexto Histórico y Social de la España Contemporánea
Tras vencer en la Guerra Civil (1936-1939), Francisco Franco se autoproclamó Caudillo. En la década de 1940, España experimentó un aislamiento internacional debido al rechazo de una dictadura que, aunque aparentaba neutralidad, apoyó a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Esto conllevó pobreza y represión política. La década de 1950 marcó el fin de este aislamiento. En la década de 1960, se produjo un desarrollo económico, aunque con una notable falta de libertades. El contacto con otras democracias alentó a la oposición contra un régimen que se debilitó progresivamente hasta la muerte de Franco en 1975. Posteriormente, en 1978, se instauró la democracia y se aprobó la Constitución.
La Novela Española en la Posguerra (1940-1975)
La Novela en la Década de 1940
Durante la década de 1940, surgieron dos corrientes principales:
Novela del Exilio
Como consecuencia directa de la censura impuesta durante la Guerra Civil, esta corriente literaria mostró una clara tendencia hacia el realismo y lo social. Entre los autores más destacados se encuentran:
- Max Aub: Con una narrativa testimonial, crítica y comprometida con el ser humano, como en El laberinto mágico.
- Francisco Ayala: Con una gran carga intelectual en obras como El jardín de las delicias.
- Ramón J. Sender: Con gran fuerza creadora, ejemplificada en Réquiem por un campesino español.
- Rosa Chacel: Que realizó un profundo estudio psicológico de los personajes, como en Memorias de Leticia Valle.
Novela Existencial
Paralelamente, se desarrolló la novela existencial, caracterizada por su tono inquietante y cargado de angustia. Reflejaba la amarga vida cotidiana, el desencanto del ser humano, su destino trágico y la frustración inherente a la posguerra. Estos temas se plasmaron en personajes marginales, desarraigados y angustiados, que reflejaban la trágica realidad española de posguerra y el ambiente opresivo y sin horizontes que vivía la sociedad. Los autores más representativos fueron:
- Camilo José Cela: Con su obra La familia de Pascual Duarte, en la que desquicia la realidad en un sentido violento.
- Carmen Laforet: Con su obra Nada, un reflejo de la ruina moral sufrida.
- Miguel Delibes: Con La sombra del ciprés es alargada.
La Novela en la Década de 1950: La Novela Social
En la década de 1950, emergió la novela social, fuertemente influenciada por el neorrealismo italiano. Sus autores, conocidos como “los niños de la guerra”, escribieron obras comprometidas que reflejaban, con una clara intención de denuncia, la realidad social y las difíciles condiciones de las clases más desfavorecidas.
Estos autores mostraron preferencia por una estructura sencilla y una narración lineal, de modo que la acción transcurría en un corto espacio de tiempo y en lugares concretos de la vida cotidiana. Se otorgó una importancia fundamental al diálogo, ya que era la única forma de expresar el mundo interior de los personajes y de caracterizarlos. Estos personajes, en la mayoría de las obras, pasaron a ser colectivos, representativos de una clase social concreta. Todo ello lo plasmaron con un lenguaje sencillo y accesible a todo el público. Los autores más representativos fueron:
- Camilo José Cela: Con su obra La colmena, en la que retrata la miseria de la posguerra en un mosaico de personajes con expresión popular y objetiva.
- Miguel Delibes: Con El camino, que trata el tema del campo y la infancia.
- Gonzalo Torrente Ballester: Con su trilogía sobre un pueblo gallego, Los gozos y las sombras.
- Rafael Sánchez Ferlosio: Con El Jarama.
- Juan Goytisolo: Con Juegos de manos.
- Juan García Hortelano: Con Tormenta de verano.
- Alfonso Grosso: Con La zanja.
- Carmen Martín Gaite: Con Entre visillos.
- Ana María Matute: Con Primera memoria.
La Novela Experimental en la Década de 1960
A partir de entonces, comenzó a producirse un rechazo creciente hacia la novela social, debido a su percibida inutilidad como instrumento de cambio social y al empobrecimiento de su calidad. Esto impulsó un proceso de renovación narrativa que culminó en la novela experimental durante la década de 1960, con una notable influencia de autores como Joyce y Proust. Esta nueva corriente se preocupó más por los aspectos formales y lingüísticos del relato.
Se introdujeron nuevas técnicas narrativas, como la recuperación del individualismo a través de un análisis introspectivo de los personajes mediante el monólogo interior. El argumento perdió importancia, y se hicieron frecuentes los saltos temporales al pasado y las anticipaciones de acontecimientos futuros. Como autores destacados, encontramos a:
- Luis Martín Santos: Con la obra Tiempo de silencio, que critica el atraso científico y el desprecio a la cultura.
- Juan Goytisolo: Con Señas de identidad, donde se observa la omnisciencia, la prosa poética y el uso de otros idiomas.
- Miguel Delibes: Con su obra Cinco horas con Mario, un monólogo interior en el que una mujer le reprocha constantemente a su marido, Mario.
- Juan Benet: Con Volverás a Región.
- Gonzalo Torrente Ballester: Con La saga/fuga de J.B.
- Eduardo Mendoza: Con La verdad sobre el caso Savolta.
- Francisco Umbral: Con Mortal y rosa.
La Literatura Española Post-Franco y la Transición (1975 en adelante)
El ambiente de libertad que comenzó a desarrollarse en la cultura española tras la muerte del general Franco (20 de noviembre de 1975) permitió un mayor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en España. Esto se debió, en gran medida, a la desaparición de la censura, lo que posibilitó la publicación en España de novelas de autores exiliados o que habían sido prohibidas y editadas únicamente en el extranjero. Juan Carlos I fue nombrado rey de España, se celebraron las primeras elecciones democráticas y se inició una etapa de Transición en la que se elaboró la Constitución de 1978. Posteriormente, España ingresó en la Unión Europea (entonces CEE). La literatura se volvió heterogénea, influida por las leyes del mercado.
La Novela en la Década de 1970
En la década de 1970, la novela experimental e intelectual continuó su desarrollo, con raíces en obras como Tiempo de silencio de Luis Martín Santos. Se prestó más atención a la forma que al contenido; el argumento llegó casi a desaparecer, por lo que abundaron las historias fragmentadas y los monólogos interiores. Estaba dirigida a un lector inteligente y culto, con formación suficiente para comprender las dificultades sintácticas que los autores planteaban. Esta corriente se asocia a la generación de 1975, con autores como Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta) y José María Guelbenzu (El mercurio), quienes se centraron en problemas individuales en detrimento de lo social. No obstante, gran parte de estos autores regresaron posteriormente a la narración tradicional, similar a la de los realistas y los de la Generación del 98.
La Novela a partir de la Década de 1980: Diversidad y Mercado
A partir de la década de 1980, comenzaron a surgir nuevos subgéneros como el cuento, el microrrelato o el diario. El mercado impuso su peso en la literatura, lo que llevó a una mayor publicación de obras con la finalidad de alcanzar grandes ventas, introduciéndose el término ‘best seller’ como sinónimo de éxito. Los aspectos más significativos de este periodo fueron: su carácter aglutinador, que acogió prácticamente todas las tendencias, y la individualidad, por la cual cada novelista elegía la orientación que le resultaba más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.
En las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, convivieron novelistas importantes de toda la posguerra (como Delibes y Cela), algunos novelistas de la “Generación del 50” (como Goytisolo y Carmen Martín Gaite), los novelistas de la generación de 1975, y nuevos escritores que se dieron a conocer tras el franquismo, identificados por ciertas tendencias temáticas. Entre las tendencias más destacadas, encontramos:
Tendencias Temáticas y Géneros Recientes
- Novela policíaca y de intriga: Destacan Arturo Pérez-Reverte (El club Dumas) y Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa).
- Novela histórica: Ejemplos notables incluyen El hereje de Miguel Delibes, la saga protagonizada por el Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte (ambientada en el Siglo de Oro), y Historia del rey transparente de Rosa Montero (ambientada en la Edad Media). En los últimos años, han sido frecuentes las novelas históricas contextualizadas en épocas más cercanas, como la Guerra Civil, con obras como El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina y El corazón helado de Almudena Grandes.
- Novela de la reflexión íntima: Se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia. Obras representativas son Mortal y rosa de Francisco Umbral, una sentida reflexión sobre la muerte, y La lluvia amarilla de Julio Llamazares, que narra el abandono de los pueblos a través de un emocionado monólogo.
- Novela de la memoria y del testimonio: Destacan Te trataré como a una reina de Rosa Montero, una defensa de la condición femenina, y La fuente de la edad de Luis Mateo Díez, una crítica humorística de la vida provinciana.
- Enfoque realista: Tras el experimentalismo, algunos autores recuperaron el arte de narrar la realidad, pero desde una perspectiva más amplia y abierta, que abarcaba el mundo irracional o absurdo. Destacan el realismo carnavalesco de Luis Mateo Díez y el imaginario de Luis Landero con Juegos de la edad tardía.
- Novela de la juventud urbana: Los autores más jóvenes tendieron a una novela que aborda los problemas de la juventud urbana, con una estética cercana a la contracultura, como se observa en Historias del Kronen.
Autores Clave de la Narrativa Española Contemporánea
Por la coherencia de su trayectoria y el reconocimiento crítico, sobresalen tres autores clave:
Eduardo Mendoza
Con obras como La verdad sobre el caso Savolta, considerada un punto de partida de la narrativa actual por su argumento que atrapa la atención del lector. En La ciudad de los prodigios, su obra más lograda, recrea la evolución histórica y social de Barcelona entre las dos exposiciones universales, tomando como hilo conductor la progresión social del protagonista. Su estilo retoma y renueva la novela realista decimonónica, con el propósito de reflejar y explicar el mundo real, y un profundo análisis psicológico de los personajes.
Javier Marías
Sus cuentos y novelas se distinguen por sus temas obsesivos, como la reflexión sobre el tiempo. Su estilo, muy elaborado, difumina y transforma la realidad. Destacan Mañana en la batalla piensa en mí y la trilogía Tu rostro mañana.
Antonio Muñoz Molina
En su narrativa se conjugan el rigor en la construcción del relato y la preocupación por elaborar un argumento atractivo. Destaca la calidad de su prosa, que se desarrolla en períodos amplios con un ritmo cuidado. Sobresalen entre sus obras El invierno en Lisboa, una novela de intriga. Con Sefarad, se aleja del argumento tradicional para desarrollar, en clave literaria, personajes y situaciones históricas. Su novela La noche de los tiempos, bucea en los orígenes de la Guerra Civil española.