Literatura Española del Siglo XX: Contexto, Corrientes y Autores Clave

Contexto Político y Social de la España del Siglo XX

En la primera mitad del siglo XX en España, la situación político-social es convulsa, caracterizada, por un lado, por el fracaso del modelo liberal y, por otro, por la radicalización de las posiciones revolucionarias.

Existen dos causas principales de este proceso político. Por una parte, la transformación del capitalismo hacia un capitalismo monopolista, que conllevó cambios sociales, como las luchas entre distintas facciones burguesas. Y, por otro lado, las presiones del movimiento obrero, destacando las Huelgas Generales de 1917 y 1934, que suponían un peligro para los intereses del capital.

El Papel de los Intelectuales

En esta situación, los intelectuales jugaron un papel decisivo. A finales de siglo nos encontramos con un conjunto de escritores, periodistas, artistas, profesores, novelistas, etcétera, que ejercían funciones intelectuales, es decir, de crítica radical. Entre ellos destaca la revista Germinal, dirigida por Joaquín Dicenta, autor de Juan José, una obra de teatro de carácter de crítica radical que triunfó entre el pueblo.

En torno a la coyuntura de 1917, observamos que los viejos intelectuales del 98 se muestran contrarios a las salidas liberales y republicanas, mientras que los jóvenes muestran una doble faceta: por un lado, los vanguardistas y formalistas son seguidores de un arte puro, aséptico y deshumanizado; y, por otro, los intelectuales de avanzada siguen una escritura social de orden pacifista.

La Literatura como Arma en Tiempos de Conflicto

Durante la guerra, el «arma literaria» más utilizada es la poesía y el «teatro de agitación», aunque también aparecen las novelas de guerra, más frecuentes durante la posguerra y en el exilio.

Corrientes Literarias Fundamentales

Modernismo y Generación del 98: Dos Caras de una Misma Moneda

Los principales fenómenos literarios de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX son el Modernismo y la Generación del 98. El Modernismo es expuesto por Manuel Machado en La guerra literaria (una recopilación de artículos) y por Juan Ramón Jiménez, mientras que el concepto de Generación del 98 lo expone Azorín en ABC en 1910 y 1913, y Pedro Laín Entralgo en 1948 en La generación del 98. Se dan disputas entre las corrientes al ser estas dos caras de una misma moneda. Por tanto, podríamos decir que el Modernismo fue el lenguaje generacional de una crisis ideológica que ha sido conceptualizada como ‘Generación del 98’. Hay que decir que ni la crítica radical fue tan típica de la Generación del 98, ni la exaltación de la imaginación y la fantasía fue tan característica del Modernismo. Ambas tendencias van juntas, se forman y se desarrollan conjuntamente.

La Novela de la Generación del 98

  • Miguel de Unamuno (1864-1936)

    Sus novelas han sido valoradas a veces como menores, porque su ritmo y estilo no eran demasiado propios del género; pero su exploración del existencialismo agónico le confiere un apasionamiento todavía vivo. Unamuno centra su atención en el análisis del paisaje humano y sus pasiones más estables. Sus obras destacadas: San Manuel Bueno, mártir; Niebla; La tía Tula.

  • Pío Baroja (1872-1956)

    Concepción abierta de la novela, mezcla de acción con digresiones, estilo expresivo pero sencillo, descripciones impresionistas. Sus obras más destacadas: Camino de perfección; La busca; El árbol de la ciencia.

  • Concha Espina (1869-1955)

    Destaca por su obra periodística y narrativa, con una novela impregnada de lirismo y rigor estético, donde tienen mucha importancia los personajes femeninos. Su obra más importante: Altar mayor.

  • Azorín (José Martínez Ruiz)

    Estilo de ritmo lento y lírico, aunque claro y preciso, realizando descripciones muy valiosas. Sus obras más destacadas: La voluntad; Antonio Azorín.

  • Carmen de Burgos (1867-1932)

    Periodista, escritora, traductora y activista de los derechos de la mujer. Escribió principalmente bajo el seudónimo de Colombine. Su vinculación a la Generación del 98 es tanto cronológica como por su pensamiento regeneracionista, que plasmó en muchos de sus artículos periodísticos. Sus obras más destacadas: La misión social de la mujer; Puñal de claveles.

  • Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)

    Comienzos modernistas: lirismo, sensorialidad, decadencia, erotismo. Evolución hacia el esperpento, perspectiva crítica y de denuncia. Sus obras destacadas: Sonatas; Tirano Banderas.

Costumbrismo y Novela Erótica

El público leía con avidez colecciones económicas de novelas cortas. Es una dificultad agrupar esta ingente cantidad de escritores y obras, pero se han sugerido el grupo costumbrista (Isaac Muñoz con Voluptuosidad y Esmeralda de Oriente) y el erótico (Felipe Trigo con Jarrapellejos), uno entroncado con las preocupaciones realistas de la Generación del 98, y el otro adscrito a la herencia naturalista y al erotismo modernista.

El Novecentismo y la Generación del 14

La Generación del 14, protagonizada por intelectuales con formación universitaria, se caracterizó por la apertura hacia una Europa elitista.

  • Ramón Pérez de Ayala (1880-1962)

    Intelectual de educación jesuítica, con estudios y modelos culturales obtenidos en Inglaterra, y un espíritu mordaz. Sus obras más destacadas: A.M.D.G. y Troteras y danzaderas.

  • Gabriel Miró (1879-1930)

    Artífice del estilo y de la sensación. Autor de novelas líricas (melancolía, plasticidad y sensualidad). Sus obras más destacadas: Las cerezas del cementerio y El obispo leproso.

  • Ramón Gómez de la Serna

    De su obra destacan las greguerías, definidas como el «atrevimiento de definir lo indefinible», y como la suma de «humor + metáfora». Sus novelas (El doctor inverosímil o El incongruente) no responden a la definición tradicional del género.

La Escritura Deshumanizada y la Prosa del 27

Los años posteriores a la Primera Guerra Mundial estuvieron presididos por la influencia intelectual de José Ortega y Gasset, y su instrumento de opinión de mayor influjo, la Revista de Occidente, a la que iba ligado un complejo editorial. En 1925 se publicó La deshumanización del arte e ideas sobre la novela, un manifiesto de influencia extraordinaria, que venía a hacerse eco de los movimientos de vanguardia.

Autores Destacados

  • Rosa Chacel (Memorias de Leticia Valle)
  • Francisco Ayala (Muertes de perro)
  • Max Aub (Campos)

Hacia la Novela Social

Durante la República se produjo una explosión de novelas revolucionarias contra la novela deshumanizada propugnada por Ortega, no solo como creación, sino, sobre todo, como traducción. Destacan:

  • José Díaz Fernández (Ensayo: El nuevo romanticismo)
  • César Muñoz Arconada (Los pobres contra los ricos)
  • Ramón J. Sender (Viaje a la aldea del crimen)
  • Luisa Carnés (Tea rooms. Mujeres obreras)

La Narrativa en la Guerra Civil Española

Durante la Guerra Civil, aunque la producción novelística no se detiene, es inferior a la de la poesía y al teatro de agitación. En la zona republicana aparecen novelas de Muñoz Arconada (Río Tajo) o R. J. Sender (Contraataque). En el bando nacionalista-fascista escribieron relatos de ideología afín a los sublevados Concha Espina (Retaguardia. Imágenes de vivos y muertos) o Agustín de Foxá (Madrid, de Corte a checa).