Contexto Histórico y Social del Teatro Español (1898-1936)
La complicada situación, heredada del siglo XIX, compone el marco en que se desarrollará la creación literaria. La crisis de fin de siglo, marcada por el Desastre del 98, consuma la decadencia española.
En 1914, comienza la Primera Guerra Mundial, lo cual empeora la situación, llevando a una crisis total. Se implanta la dictadura del general Primo de Rivera, pero los problemas de fondo siguieron pendientes, lo que desemboca en su dimisión y la posterior proclamación de la Segunda República.
Finalmente, Francisco Franco provoca un golpe de Estado en 1936, en el cual los sectores conservadores terminan triunfando.
La Dualidad del Teatro Español en el Primer Tercio del Siglo XX
En general, el Teatro Español vivió bastante ajeno a las corrientes renovadoras europeas, debido, entre otras razones, a la presencia de un público burgués inmovilista y deseoso de evasión. Este público solo mostraba interés en el teatro comercial, de poca calidad, y se oponía a las tendencias experimentales y minoritarias que se daban en el contexto europeo.
Así pues, el teatro español del primer tercio del siglo se reparte en dos frentes:
- El Teatro Comercial
 - El Teatro Innovador
 
El Teatro Comercial: Éxito y Evasión
El teatro comercial es continuador del que se daba a finales del siglo XIX, orientado a un público burgués escasamente crítico y que aporta pocas novedades técnicas. Es el teatro que triunfa en las salas de la época. En este grupo se incluyen:
- Comedia Burguesa
 - Teatro en Verso
 - Teatro Cómico
 
1. Comedia Burguesa
Jacinto Benavente (1866-1954) es la figura más representativa de las limitaciones y posibilidades de la escena española a principios de siglo. Su obra, de gran éxito, fue reconocida con la concesión del Premio Nobel en 1922.
Los temas y personajes de la comedia burguesa se corresponden con los de las clases medias y altas de la sociedad de entonces y con los conflictos típicos de esos grupos sociales: amores insatisfechos, infidelidades, hipocresía, murmuraciones, etc., presentes en obras como La noche del sábado.
De estas características se escapan dos obras suyas:
- Los intereses creados: Desarrolla en tono de farsa el tema del poder del dinero, contraponiendo el mundo del interés al mundo del amor.
 - La malquerida: Sigue el modelo del drama rural, ambientado en un mundo campesino dominado por la fatalidad.
 
2. Teatro en Verso
Se trata de un teatro de pura evasión, con escasa relación inmediata con la realidad, que recupera temas históricos y legendarios. Destacan las obras de Eduardo Marquina, como En Flandes se ha puesto el sol.
3. Teatro Cómico
Incluye la comedia costumbrista y el sainete, cuyo único objetivo es divertir al público. Sus características principales son:
- Ambientación popular.
 - Historia amorosa con final feliz.
 - Humor y lenguaje sencillo.
 
El Teatro Innovador: Crítica y Vanguardia
El teatro innovador pretende ofrecer un nuevo tipo de obras, bien por su carga crítica, por sus innovaciones técnicas, o por ambas razones. Esta tendencia fue, en su mayoría, un fracaso comercial. En este grupo se incluye el teatro de los autores de la Generación del 98 y el teatro del Grupo del 27.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Valle-Inclán tenía, ante todo, una vocación teatral. Sus inicios en la literatura se dan en este campo, pero su concepción del teatro era tan novedosa que sus obras resultaban irrepresentables, lo que lo obligó a dedicarse a otros géneros literarios para poder ganarse la vida.
La actividad teatral de Valle se desarrolla a lo largo de treinta años, siendo muy compleja y acorde con las corrientes europeas del momento. Esta evolución tiene mucho que ver con su propia trayectoria personal, partiendo del conservadurismo (modernismo en literatura) para ir radicalizándose progresivamente.
Su obra supone una revolución en la historia del teatro español y la semilla de los nuevos caminos abiertos por el teatro actual. Suele agruparse en ciclos, destacando:
- El ciclo del Mito (ej. Divinas palabras)
 - El ciclo de la Farsa (ej. Farsa y licencia de la Reina Castiza)
 
Federico García Lorca (1898-1936)
Lorca escribió teatro a lo largo de toda su vida, aunque su producción se hizo especialmente intensa en los últimos seis años. Su relación con el teatro se estrechó durante su estancia universitaria en Madrid y, durante la Segunda República, fue el impulsor de “La Barraca”, un proyecto cultural dedicado a representar obras del teatro clásico español por todo el país con la intención de acercarlas al pueblo.
Temática Lorquiana
El teatro de Lorca se desarrolla esencialmente en torno a un tema central, manifestación literaria de sus preocupaciones vitales: el conflicto de autoridad (libertad), el amor imposible, la violencia, la muerte y las normas sociales que reprimen los instintos. Además, aborda la esterilidad, la opresión de la mujer y la homosexualidad. Uno de los rasgos fundamentales de su obra dramática es el sentido lírico que la anima, no en vano Lorca es ante todo poeta.
Clasificación de la Producción Teatral
La producción teatral lorquiana puede sintetizarse en cinco grandes grupos de obras, que siguen una línea cronológica:
- Dramas modernistas: Destacan obras como El maleficio de la mariposa (1920) y Mariana Pineda (1925).
 - Farsas: Con obras como La zapatera prodigiosa (1926) y El Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín.
 - Comedias imposibles: Con obras como El público (1936) y Así que pasen cinco años (1931).
 - Tragedias rurales: Una trilogía que constituye la cumbre del teatro lorquiano:
- Bodas de Sangre (1933)
 - Yerma (1934)
 - La casa de Bernarda Alba (1936)