El Franquismo: Política, Represión y Relaciones Internacionales (1940s)
El régimen franquista, establecido tras la Guerra Civil Española, se caracterizó por una estructura política fuertemente centralizada, determinada por tres factores clave:
- Diseño y construcción del nuevo Estado: En la cúspide del Estado se encontraba el dictador, generalísimo de los ejércitos, jefe de Estado, del Gobierno y del partido único. Franco concentraba los tres poderes, redactaba las leyes y nombraba a los ministros. En 1942, creó las Cortes Españolas, un sucedáneo del parlamento, para colaborar con el Jefe de Estado.
- Represión de todas las fuerzas contrarias: Todos los partidos, sindicatos y entidades, con la excepción de la FET y de las JONS, estaban prohibidos y sus miembros perseguidos. Desaparecieron los derechos de asociación y expresión. La represión continuó después de la guerra. Desde el inicio del franquismo, apareció una importante oposición política que fue derrotada. La principal forma de lucha antifranquista fue la guerrilla, iniciada por los restos del ejército republicano a los que se sumaron partisanos españoles que formaron el Maquis. Sin embargo, la guerrilla fracasó.
- Evolución de la política internacional: España se declaró ni neutral ni beligerante, ya que favoreció a las potencias del Eje, pero no entró en guerra. Cuando Alemania perdió, el gobierno declaró la neutralidad, acercándose a los países democráticos y aprobando tres leyes fundamentales:
- Fuero de los Españoles (1945): Una declaración de derechos que, en la práctica, no eran respetados.
- Ley del Referéndum (1945): Permitía al Jefe de Estado convocar un referéndum.
- Ratificación de la Ley de Sucesión: Establecía el mecanismo de sucesión en la Jefatura del Estado.
Economía Franquista: De la Autarquía al Plan de Estabilización
La economía durante el franquismo fue deficiente. En 1950, los españoles seguían siendo más pobres. Aunque el régimen culpaba a los destrozos de la guerra, la verdadera responsable fue la autarquía. La autarquía es la política económica que pretende generar en un país una estructura productiva independiente y autosuficiente respecto a los demás. Su origen se encuentra en las teorías fascistas, que defendían un nacionalismo excluyente en los aspectos económicos. Se basaba en criterios políticos sin calcular los costes.
El Estado creó organismos como el Instituto Nacional de Industria (INI) y el Servicio Nacional del Trigo, que decidían qué producir y a qué precio. Esto provocó un atraso en la agricultura, agravado por la sequía, y se impuso el racionamiento de los bienes de consumo más necesarios.
Con la aprobación del Plan de Estabilización en 1959, el gobierno, que había emprendido una nueva política económica en 1957, liquidó la autarquía definitivamente. España entró en el sistema monetario internacional, se redujo la intervención del gobierno y se abrieron las fronteras al comercio, sentando las bases para un futuro desarrollo económico y social.
Sociedad bajo el Franquismo: Control y Represión Social
La sublevación de 1936 y el régimen político que produjo tenían como objetivo el mantenimiento de la sociedad capitalista. Las tierras volvieron a sus dueños. Los principios sociales quedaron claros con el Fuero del Trabajo, que consagraba la propiedad privada de los medios de producción combinada con el intervencionismo estatal en la economía y en las relaciones sociales (salarios).
En 1940, se estructuró el sindicalismo vertical, copiado del modelo italiano. Se basaba en el principio fascista de la superación de la lucha de clases, buscando la consecución de un fin común para todos los miembros de la nación. Las manifestaciones estaban prohibidas. Las mujeres retrocedieron en la igualdad de derechos.
Este contexto provocó un empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores, lo que a su vez generó un movimiento obrero, siendo el más importante el de 1947 en la Ría de Bilbao.
Últimos Años del Franquismo: Crisis, Oposición y Transición (1970s)
Desde finales de los años 60, el franquismo padeció crisis políticas. A pesar de la mejora económica, su capacidad de responder a las demandas sociales era insuficiente. La crisis del franquismo se debió a sus propias limitaciones y a que la oposición comenzó a conquistar la iniciativa política. A esto se sumó la vejez de Franco.
El régimen intentó combinar medidas democratizadoras con un fortalecimiento de la represión. Desde 1967, se convocaron elecciones para elegir parte de los procuradores en Cortes. Sin embargo, también se decretaron diversos estados de excepción, reaparecieron leyes antiguas, consejos de guerra y condenas a muerte, que no eran ejecutadas hasta después del atentado de ETA que, en diciembre de 1973, mató al almirante Luis Carrero Blanco, quien era presidente del gobierno tras la muerte de Franco.
El rasgo fundamental de los últimos años del franquismo fue el desgobierno. Desde 1970, hubo una crisis económica mundial; la inflación y el paro crecían, y el gobierno no tomó las medidas oportunas. En 1975, se cedió la colonia del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania. El 20 de noviembre de 1975, murió Franco, tras casi 40 años de régimen caracterizado fundamentalmente por el desprecio a los derechos humanos.
Oposición Política al Franquismo
Desde finales de la década anterior, la oposición había pasado a la ofensiva, impulsando movimientos unitarios de las fuerzas opositoras. En Cataluña, en 1969, se creó una coordinadora de partidos que formó la Asamblea de Cataluña. A nivel nacional, surgieron dos organismos clave: la Junta Democrática de España y la Plataforma de Convergencia Democrática.
En el País Vasco, el régimen se enfrentaba a las acciones armadas de ETA. El Juicio de Burgos contra 16 etarras provocó grandes movimientos de protesta, y Franco se vio obligado a indultar de la pena de muerte a estos condenados. Además de ETA, operaban otros grupos como el GRAPO, el FRAP y el MPAIAC.
Asimismo, algunos sectores que habían dado apoyo al franquismo comenzaron a retirarlo, como la jerarquía eclesiástica, parte del ejército y la oligarquía que tenía el apoyo de Estados Unidos.
El Desarrollismo: Crecimiento Económico y sus Consecuencias
El Desarrollismo fue la fase de la evolución económica en la que se produjo un espectacular crecimiento. Sin embargo, este crecimiento tenía aspectos negativos, ya que fue muy rápido, desordenado, dependiente del exterior y concentrado en el espacio, lo que provocó un gran déficit.