Geografía Económica de España: Dinámicas Territoriales y Sectores Productivos

Territorio y Actividad Económica en España

1. El Espacio Rural

Es un modo particular de utilización del espacio y de vida social con baja densidad demográfica y escasas edificaciones, donde predominan actividades agrícolas, ganaderas y forestales, y las relaciones sociales suelen ser estrechas.

1.1. El Modelo Agrario Tradicional

A lo largo de los siglos XIX y XX, el éxodo rural y el abandono de la actividad agraria impulsaron la transformación de nuestros espacios rurales. Las transformaciones han sido lentas. Con la expansión del ferrocarril, surgió el mercado nacional. La agricultura española se basaba en un policultivo tradicional, donde la ausencia de maquinaria intensiva favorecía el trabajo manual y el uso de ganado como fuerza de tracción.

Durante el siglo pasado, el incremento de la producción y la productividad era difícil. Las hambrunas eran recurrentes y la emigración se presentaba como una solución.

El modelo agrícola y ganadero tradicional se caracterizaba por:

  • Mucha mano de obra en el campo y escasa mecanización.
  • Baja productividad.
  • Desempleo estacional.
  • Valorización de las tierras, manifestada en la existencia de latifundios.
  • Baja capitalización de las explotaciones.
  • Ganadería tradicional extensiva, con predominio de razas autóctonas y ovinas.
  • Oferta y demanda propias de un país subdesarrollado.

1.2. El Modelo Agrario Moderno

Tras la Guerra Civil, la crisis del modelo agrario tradicional dio origen a políticas productivistas, proteccionistas y modernizadoras, que incluyeron:

  • Expansión del regadío.
  • Progresiva mecanización y motorización de la agricultura.
  • Potenciación del cultivo del trigo.
  • Mayor especialización productiva comarcal y regional.
  • Eliminación del barbecho mediante la rotación y sustitución de cultivos.
  • Uso de productos fitosanitarios y fertilizantes químicos.
  • Mejora genética mediante la selección de semillas y animales.
  • Técnicas de producción ganadera más intensivas que implicaban una selección de razas para aumentar los rendimientos de carne, leche y huevos.

Las transformaciones técnicas durante el siglo pasado supusieron la intensificación de la producción y el aumento de los rendimientos. Estas políticas modernizadoras fueron acompañadas de una necesaria reestructuración de los espacios agrarios, cuyas consecuencias fueron:

  • La concentración parcelaria, buscando explotaciones más rentables y competitivas.
  • La capitalización del campo, la mecanización y las mejoras de las instalaciones, que produjeron un endeudamiento de agricultores y ganaderos.
  • La especialización de los diferentes espacios agrarios.
  • La internacionalización de la actividad agraria por la acción de las multinacionales.

Todos estos cambios se produjeron en un contexto general de despoblación del medio rural. El fin del aislamiento tuvo como consecuencia una etapa de desarrollismo que impulsó la migración de la mano de obra del campo hacia la ciudad, donde se ofrecían mejores salarios. El campo se quedó sin jornaleros y muchos propietarios con explotaciones pequeñas y poco rentables abandonaron sus tierras en busca de mayores rentas.

La industrialización y el proceso de urbanización trajeron consigo el declive de las actividades agrarias. Sin embargo, a pesar del éxodo rural, la productividad agraria aumentó como consecuencia del mencionado proceso de modernización y especialización. Las dos crisis del petróleo marcaron un punto de inflexión en el ritmo de vaciamiento de los espacios rurales españoles. La subida de los costes energéticos se tradujo en un incremento del desempleo urbano.

Hubo menos oportunidades de empleo en la ciudad, lo que llevó a algunos a buscar refugio en sus zonas rurales de origen. Estos movimientos de retorno intensificaron la agricultura o contribuyeron a desarrollar el sector servicios, mientras que los flujos de antiguos emigrantes jubilados envejecieron la población.

1.3. Nuestra Incorporación a la Política Agraria Común (PAC)

Para afrontar el proceso de globalización económica, los gobiernos democráticos plantearon una política agraria destinada a proteger su sector y reducir la dependencia de abastecimientos externos. En 1958, se inició la Política Agraria Común (PAC), cuyo fin era la libre circulación de los productos agrarios en su ámbito geográfico. Sus objetivos principales eran:

  • Aumentar la productividad de la agricultura.
  • Asegurar un nivel de vida equitativo a la población agraria.
  • Estabilización de mercados.
  • Garantizar la seguridad de los aprovisionamientos.
  • Asegurar precios razonables a los agricultores.

La PAC se organizó sobre la base de tres principios fundamentales:

  • a) La Unidad de Mercado: Hacía necesaria la regulación del mercado interior a través de la fijación de precios únicos y garantizados para los productos agrarios.
  • b) La Preferencia Comunitaria: Favorecía y protegía las producciones comunitarias frente a las extracomunitarias mediante medidas proteccionistas.
  • c) La Solidaridad Financiera: Implicaba la aplicación de recursos presupuestarios de la CEE para cubrir los costes de la aplicación de la PAC. Para ello, se creó el Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA). El FEOGA ha representado una partida central del presupuesto comunitario y ha sido objeto de constantes debates en las decisiones presupuestarias de la Unión. El FEOGA se compone de dos secciones: FEOGA-Orientación y FEOGA-Garantía.
  • FEOGA-Orientación: Recibe los recursos comunitarios asignados a la política estructural. Junto con el FEDER y el FSE, esta sección financia las medidas de desarrollo rural.
  • FEOGA-Garantía: La mayor parte de los créditos se destinan a esta sección, y de ellos, la mitad se gasta en pagos directos para ayudas a los agricultores y ganaderos. Esta sección financia la política de precios y mercados, garantizando a los agricultores la venta de su producción a precios subvencionados y facilitando la exportación mediante subvenciones que cubren la diferencia entre el precio comunitario y el precio mundial.

Existen programas como el Programa LEADER, que intenta paliar los efectos de la reconversión agraria resultante de la PAC, buscando que las zonas rurales sean capaces de diversificar sus economías y desarrollar, por ejemplo, la artesanía, el turismo o las agroindustrias.

La PAC tuvo efectos no deseados, como el aumento de los gastos de intervención y la aparición y crecimiento de excedentes. Con la PAC, se favorecieron las explotaciones grandes y productivas. Los pequeños agricultores participaron en el aumento de la producción con capitales ajenos, lo que llevó a un incremento de las rentas agrarias y a la intensificación de los métodos productivos, con un mayor uso de fertilizantes químicos, productos fitosanitarios, herbicidas y biocidas que degradaron el medio ambiente. Cuando España entró en la CEE, la PAC era un modelo financiera y ambientalmente insostenible: financieramente, porque cada vez se necesitaban más fondos comunitarios para subvencionar los excedentes que no encontraban salida en el mercado; y ambientalmente, por el deterioro en la calidad de las aguas subterráneas y de los suelos, por la incidencia de los biocidas no selectivos en los ecosistemas, y por el abandono de tierras marginales con el consiguiente aumento del riesgo de erosión. Además, era democráticamente insostenible, ya que la mecanización contribuía al éxodo rural y los territorios perdían los mínimos de población necesarios para seguir siendo “territorios vivos”.

Hasta hoy, la PAC ha marcado nuestra política agraria, al sumarnos a un mercado comunitario que cuenta con una Organización Común del Mercado (OCM) que fija los precios máximos y mínimos de los productos agrarios. Nuestros precios estaban por debajo de los comunitarios. Los intercambios con la UE se liberalizaron y se fijaron aranceles para productos de terceros países, por lo que nuestro país tuvo que reorientar la producción y las importaciones en beneficio de la UE y en detrimento de áreas tradicionales como América Latina.

Se aprobó la reforma MacSharry, que, aunque inspirada en los objetivos de unidad de mercado, preferencia comunitaria y solidaridad financiera, introdujo cambios drásticos, sobre todo en el modo de apoyar las rentas de los agricultores. Para compensar los precios garantizados y las cuotas de producción, estos iban a recibir subvenciones de forma directa. Otras medidas adoptadas para corregir los problemas de la PAC fueron:

  • Regulación de la producción.
  • Cese anticipado de la jubilación.
  • Subvenciones directas a las explotaciones familiares.
  • Reforestación de tierras agrícolas.
  • Fomento de prácticas agrícolas y ganaderas más extensivas.
  • Reducción en el uso de fertilizantes químicos y sustitución por abonos.
  • Promoción de la agricultura biológica.
  • Impulso del desarrollo rural.

Con la Agenda 2000, la PAC se transformó en la PAARC (Política Agraria, Alimentaria y Rural Común), haciendo hincapié en aspectos medioambientales, territoriales y sociales.

1.4. Las Actividades Agrarias

Son las labores realizadas para obtener productos de la tierra, distinguiéndose tres actividades principales: agricultura, ganadería y explotación forestal. Es un sector estratégico de gran importancia social, territorial, medioambiental y económica para el país. La industria agroalimentaria es el primer sector industrial. Nuestro espacio agrario se divide en tierras de cultivo, prados y pastizales, bosques y terrenos improductivos. Con 25 millones de hectáreas de superficie agrícola, España es el segundo país comunitario con mayor peso en la actividad agraria, representando el 12 % de la producción final agraria de la UE. La agricultura tiene mayor importancia que la ganadería. Dentro de la producción agraria, destacan la hortofrutícola, el viñedo, el olivar y los cereales.

En España, predominan las pequeñas explotaciones, con una mayor presencia de minifundios y una menor de latifundios.

Respecto a la ganadería, predominan las actividades avícolas, porcinas, bovinas y ovinas.

Con la modernización de la actividad agraria, se observa una tendencia hacia la mano de obra asalariada, ya que crecen las explotaciones grandes y disminuyen las pequeñas. Este problema se ha paliado en parte con la incorporación de trabajadores inmigrantes.

Tendencias Actuales de la Agricultura

Está emergiendo una agricultura donde se imponen con fuerza los criterios de productividad y competitividad en el mercado. Nuestra agricultura se caracteriza por:

  • Reducción de explotaciones agrarias debido al proceso emigratorio y el envejecimiento de la población rural.
  • Modernización de las explotaciones con el aumento de las inversiones.
  • Incremento de la superficie regada y modernización de los sistemas de riego, aumentando la rentabilidad.
  • Gran capacidad exportadora de los cítricos, hortalizas, vinos y aceites.
  • Balanza comercial del sector deficitaria debido a las importaciones de maíz, soja, fertilizantes y maquinaria agrícola.
Producciones Destacadas
  • Sector de frutas y hortalizas: El valor de estas producciones subió en 2007. Nuestra balanza comercial en este sector es positiva, siendo la UE el principal destino de nuestros envíos.
  • Sector vitivinícola: Supera los 40 millones de hectolitros de vino y mosto. De estos, 13 millones corresponden a vinos de calidad y 21 millones a vinos de mesa. El mercado comunitario es el destino principal de nuestras exportaciones, recibiendo las tres cuartas partes del volumen exportado.
  • Sector del aceite de oliva y aceituna de mesa: España es el principal país productor de aceite de oliva de la UE, con una gran superficie de olivares. La UE es el principal destino e Italia nuestro principal cliente.
  • La aceituna de mesa y la de oliva tienen una balanza comercial positiva.
  • Otras producciones: España cuenta con otras producciones más marginales pero localmente importantes, como la remolacha azucarera, el arroz, el algodón, el tabaco y la alfalfa.
  • La agricultura ecológica también ha experimentado un aumento, dedicándose a cultivos biológicos.
Tendencias Actuales de la Ganadería

La ganadería es una actividad de gran tradición en la producción agraria. En 2007, la producción ganadera superó los 15.000 millones de euros. La porcinocultura y la avicultura son las actividades ganaderas con mayor industrialización e intensificación productiva. El sector porcino es el principal, representando un tercio del valor total de la producción ganadera. Es un sector competitivo y muy activo en el mercado internacional. Las exportaciones de carne de cerdo han aumentado hasta el 21 % de la producción nacional. La intensificación del porcino ha acarreado la desaparición de algunas razas autóctonas de capa blanca, aunque el tronco ibérico se ha recuperado hasta el 10 % del censo nacional, debido a la elevada calidad de sus productos cárnicos.

  • Sector Bovino: Es importante, con 6,5 millones de animales. España es el tercer país de la UE en número de bovinos. La carne de bovino supone un 6,2 % de la Producción Final Agraria (PFA), y la leche un 6,6 % de la PFA. El vacuno de leche disminuye frente al de carne.
  • En España coexisten la producción tradicional, con empleo de razas autóctonas, y la producción intensiva moderna, con nuevas tecnologías y razas foráneas (como Charolais o Limousin). La producción de leche se concentra en la Cornisa Cantábrica. Contamos con un bajo número de ganaderos que suministran leche. En 2005, se implementó el Plan de Reestructuración del Sector Lácteo para ampliar las explotaciones.
  • Sector Ovino y Caprino: Tiene un censo de 25 millones de cabezas, representando el 12 % del valor de la producción final ganadera. La producción de carne ovina y caprina representa un 22 % de la producción comunitaria.
  • El ganado ovino destaca por su triple aptitud productiva (leche, carne y lana), su resistencia y su capacidad de adaptación a terrenos marginales, habiéndose profundizado en la producción de carne y leche.
  • El ganado caprino ha iniciado una ligera disminución, al igual que el ovino, en los últimos años. Se ha producido una especialización productiva, sobre todo en la leche para elaborar quesos, ya que la demanda de carne de cabrito es inferior a la del cordero.
  • Sector Avícola: La carne de aves representa el 12 % de la producción final ganadera y la producción de huevos supone el 6 %. La producción de carne de aves fue de 1,31 millones de toneladas y la de huevos de 1,13 mil millones de docenas. Estas producciones están aumentando. El resultado final es que, en pocos años, los sectores ganaderos han pasado de exportaciones esporádicas a una situación en la que el nivel de producción supera con creces el consumo interno.
  • El sector de la carne presenta una balanza comercial favorable.
La Producción Forestal

La superficie forestal española es considerable, abarcando el 51 % del territorio nacional. Se divide en zonas arboladas y no arboladas. La mayor parte de los terrenos forestales son de propiedad particular, perteneciendo el resto a la Administración Pública. El sector forestal solo representa el 2,4 % de la PFA. Los rendimientos de los bosques y montes españoles son bajos, ya que no se les presta suficiente atención para explotar sus recursos.

2. Los Paisajes Agrarios

2.1. España Atlántica

Se localiza en el norte y noroeste de la península, con un clima oceánico. Su paisaje tradicional es el bocage, donde predomina el minifundio.

  • Agricultura: Se practicaba el policultivo; en las tierras de peor calidad se cultivaba o sembraba el centeno. En la actualidad, predominan los cultivos de huerta y el policultivo tradicional ha desaparecido.
  • Ganadería: Es la actividad económica más importante. El ganado bovino se destina a la producción de leche y carne. En Galicia, Cantabria, Asturias y País Vasco, las explotaciones son más intensivas y modernas, buscando máximos rendimientos.
  • Sector Forestal: La madera obtenida se destina a la industria papelera (pinos y eucaliptos) y a las industrias del mueble (especies autóctonas como hayas y castaños).

2.2. España Mediterránea Interior

Comprende ambas mesetas, la depresión del Ebro y la del Guadalquivir. Predominan las grandes extensiones de cereales. El paisaje es de openfield y la población está concentrada.

  • Agricultura: Existe una trilogía mediterránea (cereal, vid, olivo). La expansión del regadío ha permitido un mayor aprovechamiento del suelo. Se observan diferentes paisajes entre Castilla y León, Castilla-La Mancha, la depresión del Ebro, la del Guadalquivir y Extremadura. Hay una captación masiva de aguas subterráneas.
  • Ganadería: Las penillanuras occidentales son los espacios ganaderos por excelencia, donde predomina la dehesa. Muchas dehesas se han utilizado para la caza. En Castilla y León, ha aumentado el vacuno de leche y el ganado porcino.
  • Sector Forestal: Las tierras son predominantemente pinariegas. Ha sufrido un descenso importante en las últimas décadas. Existen ayudas por parte de las industrias con implantaciones de plantas de biomasa.

2.3. España Mediterránea Litoral

Predominan las explotaciones pequeñas y medianas, con población concentrada. El regadío tiene un gran peso, siendo una de las grandes tradiciones.

  • Agricultura: El paisaje es mediterráneo de huertas, con técnicas modernas de riego que han suplantado a las tradicionales. Lo más importante es la horticultura y fruticultura. El secano se encuentra en zonas como Cataluña y Baleares, donde se da la trilogía mediterránea y el almendro.
  • Ganadería: En Cataluña, destacan el porcino y el bovino. En las demás regiones, la actividad ganadera es poco relevante, excepto en el Bajo Guadalquivir y en Menorca. En los secanos del sur y del suroeste, predomina el caprino debido a la escasez de pastos.

2.4. Canarias

La población está concentrada en pueblos pequeños, con explotaciones grandes y medianas. Existen zonas con grandes limitaciones físicas y escasez de agua.

  • Agricultura: Predomina el monocultivo destinado a la exportación. Donde hay más precipitaciones, pervive el secano para el autoabastecimiento. En las islas orientales, se recubre el suelo con “picón” (lapilli volcánico), que retiene la humedad.
  • Ganadería: Está asociada a la agricultura y predomina el ganado caprino, al ser el más adaptado a la escasez de pastos y a los terrenos abruptos.
  • Sector Forestal: Se utiliza la madera del pino canario, del fayal-brezal y de la laurisilva para carbón, construcción y soportes de cultivo. La actividad agraria está en retroceso debido a la presión urbanística y la escasa rentabilidad.

2.5. Montaña

De elevada altitud y grandes pendientes, el paisaje es similar al de la España Atlántica, con clara vocación silvo-pastoril. La población tiene baja densidad y existen parcelas cerradas y praderas comunales.

  • Agricultura: Los cultivos ascienden por las vertientes en bancales y terrazas hasta altitudes considerables, dando lugar a un paisaje de montaña humanizada.
  • Ganadería: El ganado bovino y ovino aprovecha los pastizales naturales. En la montaña mediterránea, domina la ganadería ovina y caprina que practica la trashumancia local.
  • Sector Forestal: Tiene relevancia en Pirineos, Montes Vascos, Sistema Ibérico y Sistema Central. En la actualidad, se tiende a abandonar los usos tradicionales del suelo, dando lugar a actividades de ocio (esquí, escalada, etc.).

2.6. Nuevos Paisajes Agrarios

Surgen con nuevas técnicas de cultivo. Suelos antes ocupados por matorrales, pinos o cultivos mediterráneos tradicionales han sido convertidos en huertas de fresas, cítricos y frutales. Los campesinos han revolucionado la agricultura y modificado el paisaje gracias a la técnica del enarenado y los cultivos bajo plástico.

3. Desequilibrios y Relaciones Interterritoriales en España

A pesar de que estas diferencias inter e intrarregionales se han acortado en las últimas décadas, las nuevas políticas reequilibradoras chocan con una economía global cuyo sentido es hacia un crecimiento económico que reproduce y amplía las desigualdades, alejando la periferia de los espacios centrales del país. Los territorios periféricos representan dos tercios del territorio, pero son los centros económicos del país los que tienen economías más complejas y diversificadas.

Las mayores aglomeraciones metropolitanas de nuestro país son consideradas espacios privilegiados de globalización, donde mejor se revalorizan sus capitales.

Madrid y Barcelona son las provincias con mayor participación en el VAB (Valor Añadido Bruto), superando el 30 %, lo que es un indicador de ese desequilibrio territorial que, gracias a medidas de las administraciones públicas y de la UE, no ha llegado a ser mayor. Las áreas periféricas están mucho más especializadas en la explotación de sus recursos naturales.

3.1. Regiones con Mayor Dinamismo Económico

Comunidad de Madrid

A pesar de ser uniprovincial, su peso en la economía nacional es muy elevado debido a su localización en el centro de la península. Destaca el sector terciario, sobre todo los servicios financieros, servicios a empresas, empresas de consumo y tecnología punta.

Eje del Mediterráneo

Cataluña es el principal motor económico de esta área. Posee una economía muy diversificada con un gran nivel de desarrollo en los tres sectores, predominando el terciario. El sector primario es competitivo y ha posibilitado las exportaciones hortofrutícolas.

Sin embargo, existen ciertos problemas a tener en cuenta:

  • La mayor parte de las empresas son de pequeño tamaño.
  • Inversión extranjera que resta autonomía a las empresas.
  • En Valencia, son muy importantes las industrias tradicionales.
  • La degradación medioambiental del litoral puede afectar negativamente al turismo.
El Eje del Ebro

En torno al Ebro se ha creado un área demográfica y económica de cierta potencia gracias a cuatro aspectos básicos:

  • Su situación como corredor que conecta Cataluña y País Vasco, siendo una zona de gran crecimiento económico.
  • La calidad de las comunicaciones y el fácil acceso a mercados nacionales e internacionales.
  • Disponen de infraestructuras y bienes modernos, y sus empresas son de tamaño medio y muy diversificadas.
  • Una agricultura bastante competitiva, que ha dado lugar a una importante industria agroalimentaria.
País Vasco

Ha demostrado desde 1993 una gran recuperación económica, aumentando su renta per cápita por encima de la media nacional. Ha superado su dependencia de la industria base. Bilbao produce el 50 % del PIB del País Vasco.

Territorios Insulares

Su desarrollo está vinculado al crecimiento del sector servicios, concretamente el turismo. Sin embargo, esto puede conllevar grandes riesgos para su economía: fuerte competencia de otros destinos turísticos mundiales, sacrificio de otros sectores y deterioro medioambiental por la excesiva urbanización del litoral.

3.2. Las Regiones Industriales en Declive

Son Asturias y Cantabria, que tuvieron un gran peso económico en el pasado y que han sufrido una regresión económica, producida por una excesiva especialización productiva en minería e industrias básicas.

3.3. Regiones Menos Desarrolladas

El atraso económico de Castilla y León (CL), Castilla-La Mancha (CM), Galicia (G), Extremadura (E) y Andalucía (A) se debe a:

  • Su localización periférica y limítrofe con países menos desarrollados que España.
  • La deficiencia de su red de comunicaciones, obsoleta en muchos casos.
  • La pérdida de una parte importante de su población debido al éxodo rural.

Su situación de menor desarrollo se ve indicada por:

  • Renta per cápita inferior a la media nacional.
  • Tasa de desempleo por encima de la media nacional.
  • Desarticulación sectorial de sus economías.

Dentro de estas regiones, se dan grandes desequilibrios debido a la polarización de su economía:

  • En Galicia, hay una gran actividad en las rías frente a la debilidad de la Galicia interior.
  • En Castilla y León, se diferencian dos motores económicos del resto: Valladolid y Burgos.
  • Toledo y Guadalajara, beneficiadas frente al resto.
  • En Extremadura, la actividad se concentra en los núcleos urbanos y en las zonas con mayor potencial agrícola y mejores comunicaciones.
  • En Andalucía, se concentra en el Valle del Guadalquivir y la Costa del Sol.

4. El Fondo de Compensación Interterritorial (FCI)

El Fondo de Compensación Interterritorial (FCI) se compone de ingresos de los Presupuestos Generales del Estado destinados a las Comunidades Autónomas (CCAA) cuya renta es inferior a la media nacional. Se destina a gastos de inversión pública y se trata de un fondo para poner en práctica el principio de solidaridad interterritorial recogido en nuestra Constitución.

5. La Actividad Económica y Desequilibrios en Extremadura

Extremadura se encuentra entre los territorios españoles periféricos y económicamente menos desarrollados. Los extremeños tienen ingresos bajos, lo que implica un menor nivel de renta y menor capacidad de consumo. La menor cuantía de los ingresos hace que el gasto medio por persona esté bastante alejado de la media nacional. El sector terciario es el que más población activa ocupa, seguido del secundario y del primario. Estos datos reflejan un menor desarrollo del sector servicios que en el resto del país y un peso mucho mayor de la actividad agropecuaria. El sector secundario enmascara el importante peso que la actividad constructora tiene en la región.

El mal desarrollo económico no debe hacernos olvidar los desequilibrios territoriales internos, como la coexistencia de zonas de regadío con áreas de secano muy productivas y bien comunicadas (ej. Tierra de Barros).

Por debajo del nivel de renta medio, se sitúan comarcas y subcomarcas deprimidas como Las Hurdes, La Serena, La Campiña Sur y, entre las más pobres, Sierra Suroeste y la comarca de Alburquerque.

  • Comarcas ricas: Presentan mayor diversidad económica, con agricultura intensiva localizada en los Valles del Jerte, Tierra de Barros, etc. Es importante el sector terciario, con comercio y administración.

5.1. Los Principales Espacios Agrarios en Extremadura

  • Las Vegas del Guadiana: Debido a los regadíos del Plan Badajoz, es el área regable más extensa y rica de la región, con cultivos muy variados.
  • Regadíos del Alagón y Valles de Alta Extremadura: Destacan por el cultivo del tabaco, el pimiento, el tomate o el cerezo.
  • Tierra de Barros: Cuenta con un secano muy productivo, especializado en viñedo y olivar.
  • Las Campiñas del sur de la región: Son predominantemente cerealistas.
  • Las zonas de dehesa: Pastadas por ganado vacuno, ovino y porcino ibérico.
  • Las serranías: Principalmente de uso ganadero y forestal.

5.2. La Producción Agrícola

La agricultura extremeña goza de una importante diversidad productiva como consecuencia de sus condiciones climáticas y edáficas.

En 2007, la producción vegetal de cereales representó un 11 %, la producción de hortalizas un 9 % y la de frutales otro 11 %. En conjunto, todas estas producciones supusieron un 33 % de la Producción Final Agraria de Extremadura.

El sector agrícola se concentra en la provincia de Badajoz, destacando la trilogía mediterránea y, en regadío, el maíz, el tomate, el arroz y frutales de hueso y pepita. Cáceres presenta mayores superficies de prados naturales, forrajes, tabaco y frutales.

Las mayores superficies de cultivos son las destinadas a cereales y al olivar. También cabe destacar el barbecho. Con respecto a la evolución de los principales cultivos, se aprecia un descenso significativo del trigo duro y del grupo de las leguminosas en los últimos años. También el viñedo, sobre todo en la provincia de Badajoz, donde se localiza la DO (Denominación de Origen) Ribera del Guadiana.

5.2.1. La Importancia del Regadío y del Sector Hortofrutícola

El regadío ha supuesto para Extremadura una vía de diversificación de su producción agraria y de asentamiento de la población. La superficie de riego en la región es de aproximadamente 200.000 ha, lo que supone el 6 % de la superficie regional y el 18 % de las tierras de cultivo.

De la superficie de riego, alrededor del 85 % corresponde a zonas regables de iniciativa estatal, siendo el resto regadíos privados o tradicionales. Las zonas regables estatales extremeñas se abastecen de aguas reguladas de embalses, los cuales corresponden a la Cuenca del Guadiana y a la del Tajo.

En cuanto a la superficie regable, el 80 % se destina a cultivos como el maíz, el tomate, el arroz, praderas, tabaco y melocotonero. El otro 20 % se dedica a cultivos como el ciruelo, el olivo, el trigo, el espárrago, etc.

El sector hortofrutícola es el más dinámico del agro extremeño, con gran relevancia para la región, tanto desde el punto de vista económico como social.

Extremadura concentra el 87,9 % de la producción nacional de tabaco y es líder en la producción de arroz. El cultivo hortofrutícola está extensivamente mecanizado.

La superficie total de frutales es de aproximadamente 25.000 ha, con una producción potencial de 290.000 tm. La producción de fruta temprana ha encontrado un hueco para la comercialización entre el 20 de mayo y el 20 de julio, periodo posterior a la producción extratemprana de Andalucía. La mejora de la competitividad ha propiciado un incremento en las exportaciones.

5.2.2. Los Cereales

Los cereales se cultivan en Extremadura fundamentalmente en secano. Los cereales de regadío, por el contrario, garantizan una mayor productividad y aumentan los rendimientos. Dentro del sector, cabe destacar que la superficie dedicada al trigo blando ha ido dando paso, como resultado de las altas subvenciones de la PAC, a superficies dedicadas a trigo duro, hasta superar al trigo blando y considerarse un producto excedentario.

Con la introducción del “Pago Único”, la tendencia apunta a recuperar las superficies dedicadas al trigo blando. Teniendo en cuenta la evolución de los precios y el progresivo recorte de las subvenciones, es probable que en el futuro las superficies vayan disminuyendo.

Uno de los factores que limita la producción de Extremadura es su bajo rendimiento en comparación con otras zonas de España y de Europa, dependiendo del regadío para elevar la productividad.

5.2.3. El Cultivo del Olivar

El cultivo del olivar es uno de los sectores agrícolas extremeños de mayor valoración productiva. Se trata de un cultivo determinante en la actividad económica de algunas comarcas, actuando como generador de empleo.

En términos de producción, Extremadura ocupa el tercer lugar dentro del conjunto de comunidades autónomas. La superficie de olivar en Extremadura es de aproximadamente 250.000 ha. Gran parte de esa superficie está ocupada por un tipo de olivar de baja producción, situado en los extrarradios de los municipios rurales y con variedades adecuadas a las diferentes zonas. Sin embargo, estos mismos olivares constituyen una parte tradicional del paisaje, una importante fuente de ingresos y producción de aceite de calidad. Extremadura cuenta con zonas productoras de aceite de oliva virgen de calidad y actualmente posee dos Denominaciones de Origen (DO): DO Aceite de Monterrubio y DO Aceite Gata-Hurdes.

5.2.4. La Vid

El viñedo tiene una gran importancia económica en los secanos del Valle del Guadiana, en la comarca de Zafra y, sobre todo, en Tierra de Barros. Aunque en un principio se subvencionó el abandono de este cultivo a través de la PAC, otros factores potenciaron su crecimiento: ayudas para la transformación en alcohol o el establecimiento de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana.

La superficie de viñedo en Extremadura en 2008 experimentó una caída en comparación con la de 2007. Esto pone de manifiesto que todavía continúa el proceso iniciado hace casi dos décadas de abandono del cultivo del viñedo destinado a la producción de vino de baja calidad.

5.3. La Producción Ganadera y la Importancia de la Dehesa

El clima desfavorable y la baja calidad de los suelos han limitado el aprovechamiento exclusivamente agrícola en buena parte de la región, lo que ha favorecido históricamente el desarrollo ganadero.

Al disponer de una importante base territorial como la dehesa, los sistemas ganaderos son principalmente extensivos. En Extremadura, la superficie registrada de parcelas con más de un 20 % de área adehesada es considerable, motivo por el cual la comunidad autónoma goza de una situación privilegiada con respecto a la cría de ganado en régimen extensivo. Se trata de un sistema que permite el aprovechamiento por parte del ganado de pastizales naturales, el ramón y las bellotas, al mismo tiempo que favorece la regeneración y el enriquecimiento del suelo, aumentando su materia orgánica y conviviendo en armonía con la flora y la fauna silvestres. Genera productos de gran calidad cada vez más valorados: carnes con denominación de origen o quesos.

En estos espacios predominan las razas autóctonas, como la oveja merina, la vaca retinta, el cerdo ibérico y la cabra verata. Actualmente, se están revalorizando dichas razas, ya que son las que mejor se han adaptado al medio y presentan una gran rusticidad. Por todo ello, se están llevando a cabo iniciativas tendentes a su recuperación, como ha ocurrido con el vacuno de raza blanca cacereña, casi al borde de la extinción.

Asimismo, este ganado autóctono, al alimentarse de pastos y de la bellota, permite la rentabilización de las labores culturales de poda y limpia, que de otra forma no tendrían justificación económica.

Las dehesas se localizan principalmente en las zonas de penillanura con suelos pobres. Las zonas más destacadas son el sur y el suroeste de Badajoz. La dehesa es una forma de explotación tradicional cuya revalorización se fomenta, ya que supone un aprovechamiento integral, racional y sostenible de los recursos agrarios en una triple vertiente: agrícola, forestal y ganadera.

La situación actual de la cabaña ganadera extremeña es la siguiente:

  • Ovino: Por el número de cabezas, es el más importante en la región. Representa casi el 50 % de la cabaña regional y ocupa el segundo puesto a nivel nacional, muy cerca de Castilla y León. Cuenta con unas 4,5 millones de reproductoras. Su aptitud es mixta (carne/leche), aunque se observa una tendencia a mejorar todos los aspectos relativos a la producción láctea, ya que la elaboración quesera se permite a lo largo de todo el año. El ovino es muy importante en comarcas como La Serena o La Siberia.
  • Porcino: Es el ganado que ha experimentado un mayor crecimiento desde 1997 hasta estacionarse en segunda posición tras el ovino.
  • En Extremadura, el sector está condicionado por el porcino ibérico, aunque se explotan otras razas. Este tipo de porcino, a pesar de no contar con subvenciones de explotación, se ha afianzado como la primera producción ganadera de la región. El aumento de efectivos experimentado se debe a la resolución de problemas sanitarios y a la fuerte demanda de productos alimenticios saludables y de calidad. Los censos han ido aumentando a partir de 2000, debido a una fuerte demanda de productos ibéricos y al aumento de precios.
  • El cerdo ibérico es el que mejor aprovecha la bellota de encina y alcornoque. Gracias a este tipo de alimentación, aporta al mercado productos de elevada calidad y características únicas en el mundo.
  • Extremadura acoge el 50 % del censo nacional de cerdo ibérico. Por provincias, Badajoz dispone del 88 % y Cáceres un 12 %.
  • Bovino: Ha aumentado en los últimos años, sobre todo en la producción de carne. En este sentido, cabe destacar el cruce de las razas autóctonas con foráneas, sobre todo Limousin y Charolais, buscando mayores rendimientos cárnicos.
  • Caprino: Los censos presentan un ligero descenso de cabezas. En cuanto a la producción, mantiene las características señaladas para el ovino, si bien en el caso del caprino la orientación láctea es aún mayor que en el ovino.

6. Los Retos Actuales de la Economía Española

La renta per cápita de los españoles se ha acercado mucho a la media comunitaria, pero ese proceso comienza a frenarse. El aumento de la población inmigrante ha estancado la renta per cápita. Dentro de este contexto, la convergencia con Europa se ha paralizado desde 2006.

En los últimos tiempos, asistimos a un debilitamiento de la demanda interna unido a un deterioro en las condiciones del mercado laboral. El empleo ha sufrido un frenazo y el desempleo ha aumentado.

Uno de los grandes retos de nuestra economía en un futuro inmediato es la convergencia del mercado de trabajo español con el europeo hasta alcanzar el nivel de empleo de la UE. La tasa de empleo femenino ha aumentado, pero persisten desequilibrios entre hombres y mujeres.

En España, nos ha sorprendido nuevamente una crisis económica sin haber alcanzado niveles significativos de inversión en I+D (Investigación y Desarrollo). Ahora, la crisis demanda un cambio importante en el modelo productivo. Aunque el crecimiento de nuestro esfuerzo científico-técnico es notable, resulta insuficiente para alcanzar el objetivo del 2 % del PIB en I+D.