Aristóteles: Vida, Obras y Pensamiento Filosófico
1. Vida y Obras
Aristóteles, hijo del médico de la corte macedónica, ingresó en la Academia de Platón. Posteriormente, fue preceptor de Alejandro Magno y fundó su propia escuela en un lugar conocido como el Liceo. Durante su vida, se produjeron insurrecciones antimacedónicas, lo que fue motivo para que fuera acusado de impiedad.
Obras más importantes
- Exposiciones exotéricas: Escritos antes de la fundación del Liceo; la mayoría estaban redactados en forma de diálogo, a la manera platónica.
- Exposiciones pedagógicas: Escritos como material para sus clases o con el objeto de dejar constancia escrita de estas.
En el siglo I a.C., Andrónico de Rodas clasificó estos escritos por temas y los publicó.
La Influencia Socrático-Platónica
A) Coincidencias con Platón
- La concepción del conocimiento como conocimiento de lo universal.
- Se centra en el mundo de las cosas individuales y trata de explicar en qué reside su ser, su esencia (Sócrates en las definiciones universales, Platón en las ideas y Aristóteles en la forma).
B) Diferencias
- El abandono del método dialéctico: Aristóteles rechaza la dialéctica por considerar que su proceder no es de lo necesario, tan solo de lo posible, y la sustituye por la demostración.
- La distinta concepción y valoración de la physis: La naturaleza vuelve a tener un papel central en su pensamiento.
- Rechazo de la teoría de las ideas:
- En primer lugar, Aristóteles rechaza que las ideas estén separadas de las cosas, ya que de la consideración de las ideas como trascendentes no se consigue explicar la relación de las ideas con las cosas sensibles.
- En segundo lugar, dado que no se puede explicar la relación de las ideas con las cosas sensibles, tampoco se puede explicar el origen de estas.
- En tercer lugar, la teoría de las ideas conduce a ideas no admisibles: ideas de cosas que ya no existen, ideas de relaciones o ideas de objetos inmundos y nunca perfectos.
En definitiva, con la doctrina de las ideas, lo único que se consigue es una duplicación de los problemas a resolver. Frente a la concepción platónica, Aristóteles sostiene que el ser de las cosas, su esencia, no está en las ideas, en un mundo trascendente, sino en este mundo físico y sensible; y el ser por excelencia, la auténtica realidad, es concebida como sustancia.
2. Física: Filosofía de la Naturaleza
La física trata de la naturaleza (physis). Para los presocráticos, la physis es la totalidad de las cosas surgiendo de un origen común. Para los sofistas y Sócrates, la physis aparece subordinada al mundo de las ideas, recibiendo de ellas su ser. La physis es, según Aristóteles, aquello que tiene en sí mismo un principio de movimiento y de reposo, lo que se contrapone, por un lado, a aquello que es en virtud del arte (tekné) y, por otro, al primer motor inmóvil.
Aristóteles no concibe al universal como algo trascendente, separado del mundo físico, sino como algo inmanente a este. A este universal lo denomina forma, que junto con la materia constituye las cosas del mundo físico. Se denomina hilemorfismo a esta teoría aristotélica, según la cual todo se compone de materia y forma.
La Materia y la Forma
La materia prima o primera tiene las siguientes características:
- Es el sustrato indeterminado que compone todas las cosas físicas.
- Es eterna, no existe independientemente de la forma.
- Posibilita que los seres cambien.
- La materia primera es pura potencia, es decir, es capacidad para ser.
- Es un principio de individualización, es decir, es la materia la que hace al individuo.
Las formas son universales y constituyen la esencia de las cosas, y también son eternas. Las formas están en las cosas mismas y no son nada aparte de la materia (solo tienen existencia unidas a la materia, aunque se hace una excepción con el primer motor inmóvil). Todos los seres naturales tienen una forma que los hace ser lo que son; en el caso de los seres vivos, la forma es el alma.
Aristóteles entiende por sustancia primera el compuesto de materia prima o primera más la forma, aunque a veces también denomina así a la forma por sí sola y, en este caso, la llama sustancia segunda. A esta sustancia segunda también la llama forma sustancial, porque constituye la sustancia, lo que la distingue de las formas accidentales que producen modificaciones de la sustancia.
El compuesto de materia prima y forma sustancial existe realmente (con la excepción del primer motor inmóvil, que es pura forma). En ocasiones, denomina a la sustancia primera materia segunda (las sustancias más simples que existen en el mundo son tierra, agua, aire y fuego, que unidos entre sí y con una nueva forma sustancial, dan origen a otros elementos mixtos).
El Movimiento o Cambio
Según Parménides, el movimiento no es. Aristóteles va a contestar a la objeción de Parménides distinguiendo dos tipos de no ser:
- No ser absoluto: Es el no ser sin más.
- No ser relativo: Aquello que no es, pero puede llegar a ser.
El paso del no ser en sentido absoluto al ser es imposible; pero sí es posible el paso del no ser relativo al ser, y en esto consiste el movimiento. Al no ser relativo lo denomina ser en potencia y al ser en sentido pleno, ser en acto. Esta distinción permite definir el movimiento como el paso de ser en potencia a ser en acto.
Clases de Movimiento
Hay dos tipos de cambio:
- Cambio sustancial: Es el paso de una cosa a ser otra de distinta especie.
- Cambios accidentales: Se llaman así a aquellos en que ni se corrompe ni se genera la forma sustancial, pero en los que se dan modificaciones cualitativas (pérdida o modificación de alguna cualidad), cuantitativas (aumento o disminución de la sustancia que cambia) o locales (desplazamiento de la sustancia que cambia). En el caso de los cambios accidentales, la sustancia permanece y cambia la forma accidental. En todo cambio, lo que cambia es siempre la forma.
Causas del Movimiento
Aristóteles distingue cuatro tipos de causas:
- a) Causas intrínsecas: Afectan al cambio desde dentro de la sustancia que cambia. Son:
- Causa material: La materia, que es potencia, recibe la nueva forma y en ese sentido es causa del movimiento.
- Causa formal: La nueva forma sustancial, en el caso de cambios sustanciales; o forma accidental, en el caso de cambios accidentales.
- b) Causas extrínsecas: Afectan al cambio desde fuera de la sustancia que cambia. Son:
- Causa eficiente: Es el agente o motor del movimiento. Si se trata de un ente natural, el agente del movimiento es la forma; si se trata de un ente artificial, el agente también es la forma.
- Causa final: Es el fin hacia el que se cambia. Si se trata de un ente natural, el fin es determinado por la forma; si se trata de un ente artificial, el fin es también la forma.
3. La Filosofía Primera (Metafísica) como Teología
Aristóteles usa la expresión filosofía primera, que es básicamente dos cosas:
- Ciencia de la primera causa del movimiento: Aristóteles considera necesario que exista una primera causa de todo movimiento, y a esta le llama Dios. A la parte de la filosofía primera o metafísica que trata de Dios se la puede denominar teología.
- Una ciencia del ser en tanto ser: Se la suele denominar ontología.
La teología es la ciencia que trata de Dios, pero el Dios aristotélico no es un Dios creador; tampoco se concibe como un demiurgo al estilo platónico.
Dios como Primer Motor Inmóvil
Aristóteles definió el movimiento como el paso de la potencia al acto. La potencia es algo pasivo, de ahí que para que algo pase de la potencia al acto tiene que ser movido por algo ya en acto. En consecuencia, se establece una cadena causal. Si la cadena se prolongase hasta el infinito, tendría que pasar un número infinito de cambios; pero una sucesión infinita no acaba de pasar nunca. Por lo tanto, si la cadena causal fuese infinita, nada se movería en el presente; eso no es así, por lo que la cadena causal no puede ser infinita: tiene que haber un primer motor inmóvil.
Dios como Acto Puro
Si el movimiento es el paso de la potencia al acto, Dios será acto puro; Él es plenamente ser; este Dios es trascendente al mundo. Dios sería la causa final respecto al movimiento del mundo; podría decirse que todo movimiento tiene como finalidad ideal, en el infinito, el ser acto, pues en ser acto radica la perfección. Dios es pensamiento que se piensa a sí mismo.
4. La Filosofía Primera (Metafísica) como Ontología
Aristóteles volverá a plantear como tema fundamental el tema del ser. Su reflexión le llevará a dos planteamientos:
- Intentará explicar cómo se pueden conciliar el ser y el devenir. Esta conciliación permitirá que haya ciencia sobre las cosas que cambian; esta ciencia será la física.
- Intentará determinar de nuevo qué es el ser, y a esto se dedica la ontología.
La primera cuestión ha quedado desarrollada en la física; la respuesta a la segunda pregunta es: Ser es aquello en que coinciden todas las cosas, todas las cosas son, de donde se podría concluir que ser es el género supremo; pero no es así, ya que el ser no es unívoco. El género abarca aquel tipo de cosas que son lo mismo. Estas formas de ser que significan lo mismo entre sí son los géneros supremos y los distintos sentidos de ser que Aristóteles llama categorías.
Aristóteles encuentra diez categorías o sentidos distintos del ser:
- La sustancia: ser algo.
- La cualidad: ser de cierto carácter.
- La cantidad: ser en cierta cantidad.
- La relación: ser en cierta relación a algo.
- La acción: ser haciendo.
- La pasión: ser padeciendo.
- El tiempo: ser en determinado momento.
- El lugar: ser en determinado lugar.
- La posición: ser en determinada posición.
- El hábito: ser llevado o teniendo algo.
La expresión «ser» no es unívoca (no se usa siempre en el mismo sentido); tampoco es equívoca (no nombra cosas totalmente diferentes), y es análoga (nombra muchas cosas diferentes, pero con referencia a algo común).
5. Epistemología: Teoría del Conocimiento
¿Qué es conocer? Aristóteles distingue entre dos grados de conocimiento:
- El conocimiento sensible: Es el conocimiento de lo particular; se adquiere a través de los sentidos; no es científico.
- El conocimiento intelectual (racional): Se caracteriza por ser conocimiento de lo universal; es un conocimiento que solo puede ser dado a través del entendimiento; es conocimiento científico. Podemos distinguir dos grados: a) conocimiento de lo universal, b) conocimiento de lo universal y necesario.
A las formas sustanciales que estructuran la materia de los seres vivos, Aristóteles las llama almas. Distingue tres tipos de almas:
- Almas vegetativas: Con capacidades de nutrición, crecimiento y reproducción.
- Almas sensitivas: Tienen las mismas capacidades que las vegetativas, pero además tienen la capacidad de conocimiento sensible y desplazamiento.
- Almas racionales: Además de tener las capacidades que poseen las vegetativas y las sensitivas, tienen capacidad de conocimiento intelectual y voluntad libre.
Para entender cómo se produce el conocimiento, nos centraremos en aquellas facultades del alma que nos permiten conocer. Estas son: la facultad de conocimiento sensible, que reside en la parte sensitiva del alma, y la facultad de conocimiento intelectual, que reside en la parte racional del alma.
La facultad de conocimiento sensible opera a través de los sentidos; dos tipos de sentidos: externos (5 sentidos) y los internos. Los sentidos internos son:
- El sentido común: Capacidad por la que podemos distinguir entre las cualidades provenientes de diversos sentidos y, además, nos permite agrupar cualidades diversas formando una imagen única de un objeto.
- La imaginación y la memoria: Nos permiten evocar imágenes de los individuos una vez ya elaboradas.
La facultad de conocimiento racional opera a través del entendimiento, que abstrae los conceptos de las imágenes sensibles y elabora juicios.
Proceso del Conocimiento
A través de nuestros sentidos externos recibimos sensaciones provenientes del exterior: colores, olores… El alma, a nivel sensible, tiene capacidad para ser cualquier forma accidental y las adopta de hecho. El sentido común las unifica, con lo que tenemos la percepción de un objeto único. Esta imagen es almacenada por la memoria y la imaginación. Con esto se acaban las posibilidades del conocimiento sensible.
Pero el hombre tiene capacidad de conocimiento intelectual. Lo que hay de universal en las cosas es su forma sustancial. La parte racional del alma encargada del conocimiento es el entendimiento. Ante la presencia de una imagen sensible en la imaginación o en la memoria, el entendimiento saca de esa imagen la esencia, desechando lo sensible. A este proceso se le llama abstracción. Esa forma sustancial que queda en el entendimiento es lo que se llama concepto. Las relaciones entre conceptos dan origen a los juicios y razonamientos que se pueden aplicar a la naturaleza. Hay algunos juicios de carácter universal y necesario que no se obtienen por vía abstractiva a partir de la experiencia, sino que el entendimiento los conoce de un modo directo.
6. Antropología
El tratamiento del alma en Aristóteles carece de las connotaciones religiosas que encontrábamos en Platón. La doctrina platónica del alma ha de comprenderse dentro de su teoría de las ideas. Mientras permanece unida al cuerpo, la tarea fundamental del alma es la de purificarse, y el alma es inmortal.
La teoría del alma de Aristóteles está formulada desde un punto de vista biológico. Aristóteles concibe el alma como principio vital, es decir, como principio de vida. Aristóteles recurre a los conceptos fundamentales de su sistema, definiéndola como forma y como acto. El alma es la forma del cuerpo y es el acto, la actualización (entelequia) de un organismo. La unión del alma y el cuerpo es una unión natural y esencial, ya que el alma (forma) y el cuerpo (materia) constituyen juntos una única sustancia: el viviente; por tanto, el alma es mortal.
El alma humana no puede realizar su función intelectiva sin la actividad sensitiva. Todo conocimiento empieza por los sentidos. Aristóteles abandona cualquier teoría de la reminiscencia y cualquier tipo de innatismo. Para Aristóteles, somos como una tabla rasa donde no hay nada innato. Es necesario distinguir entre entendimiento pasivo o paciente y entendimiento activo o agente. El entendimiento pasivo es el encargado de recibir las imágenes, y el entendimiento activo es el encargado de la elaboración del concepto, abstrayendo las formas.
7. Ética Aristotélica
Aristóteles parte en su ética de que el fin último, la meta de todos los seres humanos, es la felicidad. ¿Cómo determinar en qué consiste la felicidad? Caben dos actitudes: la primera consiste en dejar que cada uno determine qué es lo que puede hacerle feliz, es decir, renuncia a preguntarse por un modo generalizable de felicidad. Si se adopta una actitud teórica, la pregunta solo puede ser contestada analizando la naturaleza humana, estableciendo que cada ser es feliz realizando la actividad que le es propia y natural; este principio es una consecuencia que se sigue de la concepción teleológica de la naturaleza en Aristóteles.
Aristóteles sabe que el hombre no es solo razón, entendimiento. Una vida dedicada por entero a la contemplación solo sería posible si el ser humano no tuviera necesidades corporales, problemas económicos… El ser humano no puede, pues, alcanzar plenamente esta felicidad absoluta propia de Dios, sino que ha de contentarse con una felicidad limitada. La consecución de esta forma de felicidad exige la posesión de ciertos bienes corporales y exteriores, y exige la posesión de las virtudes intelectuales y morales.
Virtudes Intelectuales o Dianoéticas
Son las disposiciones que favorecen la realización de la verdad:
- Ciencia: Conocimiento de lo necesario.
- Arte: Disposición productiva acompañada de razón verdadera.
- Prudencia: Disposición racional verdadera y práctica respecto de lo que es bueno y malo para el hombre.
- Inteligencia intuitiva: Disposición mediante la cual alcanzamos los verdaderos principios científicos.
- Sabiduría: Es el más perfecto de los modos de conocimiento; lo que deriva de los primeros principios y poseer la verdad sobre los principios.
Virtudes o Excelencias Morales
- Son disposiciones estables (hábitos).
- Nos facilitan elegir lo más correcto.
- Lo correcto y lo conveniente consiste siempre en un término medio.
- Debe ser racionalmente establecido, de ahí la importancia de la prudencia: es la prudencia la sabiduría práctica.
La Justicia en Aristóteles
Aristóteles concede un lugar destacado a la justicia. Para Platón, la justicia no es una virtud particular. En Aristóteles, la justicia no es una virtud particular, sino general, la virtud integral del hombre que posee todas las virtudes. Esta justicia general, denominada justicia legal, consiste en el cumplimiento de las leyes; el conjunto de las leyes determina prudentemente los modos virtuosos de comportarse.
Aristóteles se refiere a la justicia como virtud particular, que regula las relaciones interpersonales imponiendo un trato equitativo. Puede revestir dos formas: como igualdad aritmética y como proporcionalidad geométrica.
- La justicia aritmética exige que a los implicados se les dé exactamente lo mismo; rige los intercambios.
- La justicia geométrica exige que a los implicados se les dé en proporción a sus méritos y rige la distribución social de honores y premios.
Conclusión: Características de la Ética Aristotélica
La ética de Aristóteles es:
- Teleológica: Porque busca un fin.
- Eudemonista: Porque su fin es la felicidad.
- Mesotética: Porque busca el término medio.
- Intelectualista: Porque incorpora virtudes intelectuales.
- Material: Porque es una ética de contenidos.
8. Política Aristotélica
Ética y política se identifican; son los aspectos de un mismo conocimiento práctico que se ocupa del bien humano y que se rige por la prudencia; esto procede del carácter esencialmente social del ser humano. Aristóteles está convencido de que solamente en el seno de la sociedad le es posible al ser humano alcanzar su bien, es decir, una vida digna y feliz. El Estado no tiene otro fin que facilitar a los ciudadanos el logro de una vida buena, digna y satisfactoria.
La Sociabilidad y el Estado
La naturaleza humana es esencialmente social. Frente a teorías de origen sofístico que consideraban que la sociedad es un producto de la convención, Aristóteles afirma que la sociabilidad es un rasgo esencial de la naturaleza humana. Esta tesis de que el ser humano es por naturaleza sociable pone de manifiesto la concepción teleológica en que se asienta todo el pensamiento aristotélico. Afirmar que el hombre es, por naturaleza, social equivale a decir que el ser humano tiende por naturaleza a la vida en comunidad.
La vida comunitaria tiene lugar en distintos niveles: en la familia, en la aldea y en el Estado. El Estado (la polis) es la forma más perfecta de comunidad. Al igual que la familia y la aldea, el Estado surge con el fin de asegurar la vida de los ciudadanos, para que estos puedan vivir. Su función no se limita a que los ciudadanos puedan vivir, sino que procura que puedan vivir bien. Solo en el Estado puede el hombre alcanzar su perfección y vivir una vida plenamente humana.
Los Regímenes Políticos
Aristóteles distingue tres tipos de constitución, tres clases de regímenes políticos: la monarquía (es uno el que gobierna), la aristocracia (gobierno de los mejores) y la democracia (gobierno de todos los ciudadanos), que Aristóteles denomina politeia. Cualquiera de estas formas puede considerarse correcta cuando el poder se ejerce justamente.
La democracia se acerca al ideal de justicia aritmética, mientras que la aristocracia y la monarquía se inclinan del lado de la justicia geométrica. Por lo demás, las tres formas de gobierno pueden pervertirse y se hallan pervertidas cuando el poder no se orienta a la realización de la justicia, sino al provecho del que gobierna. Estas tres formas injustas de gobierno son, respectivamente, la tiranía, la oligarquía y la demagogia.