Grandes Corrientes Filosóficas y la Evolución del Arte: Perspectivas Esenciales

Pensadores Clave en la Historia de la Filosofía

Aristóteles: Alma, Cuerpo y Sociedad

Aristóteles afirma que el cuerpo y el alma constituyen una única sustancia y están relacionadas entre sí de la misma manera que la materia y la forma. El alma es la forma del cuerpo, el principio de toda la actividad del ser vivo, aquello por lo que “vivimos, sentimos y pensamos”. El alma no es el cuerpo, pero no puede existir sin él, formando ambos una única sustancia.

Tipos de Alma según Aristóteles

Aristóteles distingue tres tipos de alma, organizadas jerárquicamente:

  • Alma vegetativa: Propia de las plantas, su función principal es la nutrición.
  • Alma sensitiva: Característica de los animales, además de la función nutritiva, posee las funciones de sensación, deseo y movimiento.
  • Alma intelectiva o racional: Exclusiva del ser humano, incluye las funciones del alma vegetativa y sensitiva, sumando la capacidad de reflexión racional y la voluntad libre.

La función superior presupone las inferiores, pero no a la inversa. A diferencia de los Pitagóricos y Platón, Aristóteles niega la inmortalidad del alma humana.

El Hombre como Ser Político y la Felicidad

Aristóteles define al hombre como un animal político o social, concluyendo que el bien supremo o la felicidad solo es alcanzable dentro de una sociedad. La sociabilidad es un rasgo esencial de la naturaleza humana, cuya condición es intermedia entre las bestias y los dioses.

La vida en comunidad, para el ser humano, tiene lugar en distintos niveles:

  • Familia
  • Aldea
  • Estado (polis): La forma más perfecta de comunidad, autosuficiente y diseñada para facilitar a los ciudadanos una vida buena, digna y feliz. Solo en el Estado puede el hombre alcanzar la perfección y vivir una vida plenamente humana.

San Agustín: Dualismo, Gracia y Voluntad

San Agustín adopta el dualismo platónico, afirmando que “el hombre es un alma racional que se sirve de un cuerpo mortal y terreno”. Rechaza la preexistencia del alma y la pluralidad de almas en el hombre. Para él, el alma es inmortal, simple y espiritual (inmaterial), presente íntegramente en todo el cuerpo y unida a él por su propia actividad.

Como consecuencia del pecado original, el alma, hecha para dirigirse a Dios, se vuelve exclusivamente hacia la materia, el mundo terrenal, sus imágenes y sensaciones. Así, el alma termina siendo prisionera del cuerpo, dominada por la ignorancia y los malos deseos. Solo puede ser liberada por la gracia de Cristo.

Aunque el hombre nunca ha perdido el libre albedrío, como consecuencia del pecado original no puede evitar el mal: la auténtica libertad, que consiste en poder hacer el bien, ya no está en manos del hombre. La humanidad es una “masa destinada a la condenación”, y solo se salvan quienes reciben la gracia de Cristo que libera la voluntad.

El alma es una imagen de la Trinidad divina (Dios es una única naturaleza y tres personas). El alma humana es una, pero tiene tres facultades:

  • Memoria
  • Entendimiento
  • Voluntad

El cuerpo también es obra de Dios. La inmortalidad no es solo del alma; según los cristianos, el cuerpo está llamado a resucitar al final de los tiempos. San Agustín defiende la primacía del amor sobre el conocimiento: es el amor lo que mueve al hombre.

El Humanismo en el Renacimiento: El Hombre como Centro

Los humanistas fueron un grupo heterogéneo de pensadores con doctrinas muy dispares. Sin embargo, compartían principios fundamentales:

  • Antropocentrismo: El ser humano constituye el principal centro de interés de la reflexión filosófica.
  • Confianza en las capacidades humanas: Se reivindica el valor y la dignidad del ser humano.
  • Individualismo: Se fomenta la capacidad creativa, se valora la originalidad y se promueve la manifestación de las propias emociones y opiniones.

Descartes: Dualismo Sustancial y la Glándula Pineal

Descartes afirma: “Yo estoy cierto de que existo, pero solo en la medida en que pienso”. Estoy seguro de mi pensamiento, pero sí puedo dudar de la realidad del mundo y de la realidad de mi cuerpo. Pensamiento y cuerpo (alma y cuerpo) son sustancias distintas. El alma no necesita del cuerpo para existir; existe independientemente de él. La muerte del cuerpo no afecta al alma, y por tanto, la inmortalidad de esta se encuentra garantizada frente a cualquier objeción.

La independencia del alma respecto al cuerpo permite a Descartes defender la libertad del hombre. La concepción mecanicista del mundo y de la materia no deja espacio para la libertad, por lo que el alma ha de estar en una esfera independiente de la materia.

La independencia alma/cuerpo plantea a Descartes el problema de la comunicación de las sustancias: cuerpo y alma son sustancias distintas, pueden existir separadas, pero están unidas; hay un “yo” que las une. Esa unidad ha de ser accidental, no sustancial. Descartes concibe el alma conectada con el cuerpo a través de la glándula pineal, ubicada en el cerebro.

Nietzsche: El Superhombre y la Voluntad de Poder

Nietzsche considera al hombre como un ser inacabado, que está aún por hacer, no ha llegado a consolidarse. Esta tendencia a la superación es propia del ser humano. El hombre es capaz de superarse y puede y debe intervenir en la orientación de su evolución. El superhombre aparece aquí como una tendencia, algo a lo que el hombre aspira.

Nietzsche proclama al superhombre como la expresión de su gran deseo de ver al ser humano elevándose sobre sí mismo. Tender al superhombre significa sentir inconformismo con la situación presente y despertar toda capacidad de esfuerzo para conseguir algo mejor, una característica que no se da en otros seres vivos.

Las Tres Transformaciones del Espíritu

Nietzsche simboliza el proceso hacia el superhombre como resultado de tres transformaciones del espíritu:

  1. El Camello: El espíritu del hombre es en primer lugar su camello, el animal de carga que obedece sin quejarse. Carga con el peso de la moral tradicional, del deber.
  2. El León: El camello, cansado de la carga, se rebela y se libera, arrojando los antiguos valores. Se transforma en león, dueño de sí mismo, que impone su libertad.
  3. El Niño: No es por la fuerza del león, sino por la inocencia del niño como se accede a una vida realmente libre y nueva. El león se transforma en niño para crear nuevos valores.

El superhombre posee la inocencia del niño, está más allá del bien y del mal, es el “primer hombre”, un nuevo comienzo del eterno retorno, capaz de crear valores y vivir fiel a la tierra.

Características Fundamentales del Superhombre

  • Ansia de vivir: Se preocupa por la vida, valora la salud, el placer, la pasión. Las virtudes que ama son la fuerza física, el poder, la rebeldía del fuerte y del poderoso.
  • Superación: Es la máxima posibilidad del ser humano. No está sometido a ningún precepto moral, porque se sitúa por encima del bien y del mal.
  • Superioridad: Es un ser superior. Acepta las jerarquías entre los hombres. La igualdad solo lleva a la moral del rebaño, de esclavos.
  • Valores: Ha roto con la jerarquía de valores tradicionales, cuestiona los valores espirituales. Cambia su forma de valorar y vivir.
  • Fidelidad a la Tierra: Es fiel a la tierra, lejos de la idea de Dios. Olvida las elucubraciones espirituales. Le preocupa vivir intensamente el “más acá”.
  • Voluntad de Poder: Vive la voluntad de poder. Es la voluntad de dominar y recrear el mundo y sus valores. Voluntad de ser señor y no esclavo.
  • Eterno Retorno: Vive el eterno retorno. Querer el futuro es volver a querer el pasado; todo ha existido ya.

Concepciones del Arte a lo Largo de la Historia

El Arte como Armonía

La Imitación de la Naturaleza (Antigua Grecia)

En la Antigua Grecia, el arte buscaba reflejar la armonía y la hermosura de la naturaleza. Para los antiguos griegos, la belleza del mundo natural procedía del equilibrio de sus formas y medidas. El arte trataba de imitar ese orden preciso basado en la proporción exacta entre las distintas partes del conjunto. Para los griegos, el cuerpo humano era hermoso cuando sus distintos elementos tenían las proporciones adecuadas y existía una especial armonía en el conjunto. Denominaban canon a esta justa medida entre las partes.

La filosofía griega también recoge la idea de que el arte aspira a representar la armonía natural. Aristóteles afirmaba que la belleza se basa en la mimesis o imitación de la realidad.

Obras destacadas:

  • Doríforo de Policleto
  • Discóbolo de Mirón

El Reflejo de la Perfección Divina (Edad Media)

En la Edad Media, el triunfo del cristianismo introdujo una nueva interpretación del significado y valor del arte en Occidente. Se mantuvo la visión de origen griego que identifica la belleza con la armonía. Para la cristiandad medieval, las obras de arte deben esforzarse en mostrar la belleza de la creación, en la que se manifiesta la grandeza de Dios. Cuando se contempla la obra de arte, la belleza que se percibe acerca al espectador a la sabiduría, bondad y perfección divina. Posee un profundo contenido simbólico que trata de acercarnos a Dios.

Obras destacadas:

  • La Duda de Santo Tomás
  • Claustro de Santo Domingo de Silos
  • Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela

El Arte como Expresión del Gusto

La Experiencia Estética en la Modernidad (Renacimiento en adelante)

A partir del Renacimiento, la cultura europea abandonó el teocentrismo medieval para prestar mayor atención al ser humano. En la estética, esto se manifestó en una nueva forma de entender el arte que destaca la importancia del espectador.

Los artistas trataron de mostrar en sus obras una visión realista de la naturaleza. Se introdujo la técnica de la perspectiva, que permitía representar el mundo desde el punto de vista del espectador.

También hubo cambios sociales. Emergió un sector rico y culto de la población que impulsó el desarrollo de las artes mediante sus encargos, condicionando las tendencias estéticas, que se fueron adaptando a las demandas y preferencias de los clientes. Surgió una nueva forma de valorar las obras de arte basándose en el gusto, la apreciación que estas obras incitaban en los espectadores.

Con el paso del tiempo, fue surgiendo poco a poco un mercado de obras de arte, en el cual las obras podían alcanzar precios muy elevados. En el siglo XVIII, como resultado de estos cambios en el mercado y las variedades estilísticas, aparecieron los primeros críticos, especialistas en valorar las obras de arte. Sirvieron para educar al público y orientar su gusto estético. En esta época también aparecieron los museos, que desempeñan un papel decisivo en la configuración de los gustos del público.

Obras destacadas:

  • La Escuela de Atenas de Rafael
  • El Nacimiento de Venus de Botticelli

La Crítica del Juicio (Kant)

Cuando el gusto del público se convierte en el criterio decisivo para valorar el arte, el problema del carácter objetivo o subjetivo de la belleza adquiere gran relevancia. En el siglo XVIII, Kant trató de responder a estas preguntas analizando las características de nuestras afirmaciones sobre la belleza. Se denominan juicios estéticos a los enunciados en los que expresamos nuestra valoración sobre una obra de arte.

El juicio estético tiene unas características muy peculiares: nuestras afirmaciones sobre la estética son desinteresadas. La apreciación de una obra de arte se basa inicialmente en su belleza, y no en la utilidad, la eficacia, el placer o la comodidad. Los juicios estéticos tienen carácter universal.

Según Kant, existe una gran diferencia entre el gusto y el juicio estético. El gusto tiene que ver con los sentimientos y opiniones personales, mientras que el juicio estético se refiere a la belleza propia de una obra de arte. Una obra de arte muy bella puede no gustarnos, pero aunque no nos guste, somos capaces de reconocer la belleza objetiva de la obra.

Kant pensaba que esto es posible porque la belleza se basa en unas reglas racionales comunes para todos los seres humanos. Cualquier ser racional es capaz de reconocer la belleza cuando la ve. Las normas a las que se ajusta lo bello proceden de la razón y son universales. El gusto, en cambio, es una opinión subjetiva y cambiante, que puede ser diferente entre unas personas y otras.

El Arte y lo Sublime: El Arte Romántico

El Romanticismo fue un movimiento artístico y cultural que se desarrolló en Europa en la primera mitad del siglo XIX. Estos artistas pusieron en primer plano la pasión, el sentimiento y los elementos irracionales humanos, rompiendo con el ideal de armonía y proporción que había caracterizado el arte occidental desde la Antigua Grecia. Valoraron lo sublime como una nueva forma de belleza.

Llamaron sublime a la manifestación terrible y sobrecogedora de las fuerzas naturales, ante las cuales el ser humano se siente empequeñecido y aterrado. Ejemplos sublimes en este sentido incluyen:

  • Una tempestad en el mar
  • Una batalla cruel y sangrienta
  • La erupción de un volcán

Ninguno de estos casos responde al modelo clásico de lo bello. No hay armonía ni equilibrio. Se caracterizan por el desorden, la confusión y la fuerza incontrolable y amenazadora.

Obras destacadas:

  • La Balsa de la Medusa de Géricault
  • Caminante sobre un mar de nubes de Caspar David Friedrich

El Arte como Juego: El Arte de Vanguardia

A finales del siglo XIX, los artistas aspiraban a crear obras originales y sorprendentes, superando las normas que habían orientado la creación estética durante siglos. Afirmaron el valor supremo de la libertad creativa, con obras atrevidas e impactantes. La creación se interpretó como una especie de juego desarrollado por el artista y basado en reglas y códigos nuevos.

El arte dejó de estar sometido a normas fijas y pasó a convertirse en un espacio de experimentación. Los creadores de la vanguardia elaboraron propuestas estéticas rompedoras que revolucionaron el mundo del arte. La enorme libertad formal característica del arte contemporáneo tuvo como consecuencia el progresivo distanciamiento del público. Los artistas rompieron todas las reglas e inventaron continuamente nuevas formas de expresión, haciendo que sus obras no resultaran fáciles de interpretar.

Obras destacadas:

  • Guernica de Picasso
  • La Persistencia de la Memoria de Dalí

Funciones del Arte

Función Pedagógica

Las obras de arte se han empleado para educar y transmitir conocimiento. El arte egipcio, griego o romano ilustraba acontecimientos relevantes para que los jóvenes aprendieran y recordaran. En la Edad Media, las catedrales se construyeron para mostrar la grandeza de Dios y contenían numerosas obras de arte para transmitir los conocimientos que los creyentes debían conocer.

Función Moral

El arte sirve para purificar al espectador de emociones perniciosas o para realizar una crítica social.

  • Purificación (Catarsis): Aristóteles sostenía que en la tragedia y en la música, el espectador experimenta las mismas pasiones que el artista quiso reflejar. Al finalizar la representación, se libera y se purifica de esas pasiones, gracias a que la obra le proporciona un cauce para darles salida de forma inofensiva.
  • Crítica Social: El realismo del siglo XIX es el estilo artístico que con mayor fuerza reivindicó esta función. Balzac o Galdós, desde la literatura, y Courbet o Daumier desde la pintura, denunciaron en sus obras la injusticia social. El efecto que produce el arte cuando ejerce una función crítica es el contrario al que desempeña una función purificadora: en lugar de liberar, empuja hacia el compromiso social.

Función Política

Podemos encontrar tres variantes de la función política del arte:

  • Evasión: El poder político se ha servido del arte para calmar los ánimos de la población. Al contemplar una obra de arte, el espectador se evade de la realidad, olvidándose momentáneamente de sus problemas.
  • Signo de Poder y Riqueza: Con la ascensión social de la burguesía durante el Renacimiento, la adquisición de obras de arte se convirtió en signo de distinción para exhibir su posición social privilegiada. Las clases desfavorecidas fueron alejadas del arte, y este dejó de cumplir una función pedagógica para ellas.

    Ejemplo: La Virgen del Canciller Rolin, Jan Van Eyck, siglo XVI.

  • Propaganda Política: Monumentos encargados a los artistas más prestigiosos y erigidos para conmemorar hazañas bélicas o éxitos políticos. En la primera mitad del siglo XX, se añadió otro uso propagandístico del arte: la elaboración de carteles publicitarios.

Función Estética

Su consigna es “el arte por el arte”. El artista debe alejarse de consideraciones éticas, políticas, pedagógicas o comerciales y perseguir únicamente fines estéticos.

Ejemplo: Judith, Gustav Klimt, siglo XX.

Filosofía y Arte: La Visión de Nietzsche

Friedrich Nietzsche es el creador de una interpretación sumamente interesante sobre el significado del arte. Según él, existen dos grandes tendencias opuestas en el ser humano que se corresponden con formas de expresión artística distintas:

  • Lo Apolíneo: Relacionado con la luz, la claridad, la racionalidad y el deseo de orden. El arte típicamente apolíneo es la escultura, que se caracteriza por su capacidad para delimitar nítidamente la silueta de las figuras individuales. El nombre está inspirado en el dios griego Apolo, asociado al equilibrio, la mesura, la luz y la creación artística.
  • Lo Dionisíaco: Se corresponde con lo irracional, lo caótico, el desenfreno y lo oscuro. El nombre proviene del dios Dioniso, asociado al vino y a la celebración orgiástica. La música es un arte típicamente dionisíaco, porque evoca lo irreflexivo y lo instintivo.

Estos dos elementos contrarios se unen en la tragedia griega.