Fundamentos de la Filosofía: Sociabilidad, Ética y la Cuestión de Dios

Sociabilidad Humana: Fundamentos Filosóficos

1. Sociabilidad natural del ser humano: Aristóteles

Para Aristóteles, el hombre no puede desarrollar su naturaleza (esencia) viviendo aislado; necesita de los demás. El hombre es un animal que tiene “lógos“. Entendido el lógos como palabra, es lo que le permite ser capaz de expresar sus pensamientos, compartir sus ideas y sentimientos con los demás. La polis (Ciudad-Estado) es la sociedad perfecta, porque es autosuficiente y posee los medios necesarios para conseguir sus fines. La felicidad es el objetivo que todo ser humano desea.

2. Teorías contractualistas

Defienden que la sociedad es el resultado de “un acuerdo”, un “pacto” entre los individuos, de modo que es una “creación” más del ser humano.

2.1. Thomas Hobbes

La sociedad surge de un acuerdo artificial, basado en el propio interés de cada hombre, que busca la seguridad por temor a los demás. Por este acuerdo surge el Leviatán, “dios mortal” o poder absoluto.

2.2. Jean-Jacques Rousseau

2.2.1. El ser humano en su estado natural

Es un ser solitario, independiente, que se basta a sí mismo. Es un ser inocente, libre y feliz, se contenta con lo que tiene y nada ni nadie puede esclavizarle. Solo posee dos sentimientos instintivos y rudimentarios: el amor de sí mismo y un sentimiento natural de compasión hacia el sufrimiento de los demás.

2.2.3. El contrato social

Es necesario un nuevo “contrato social” que dé lugar a una nueva sociedad. Se busca encontrar el fundamento legítimo e ideal del orden social.

Ética y Moral: Conceptos y Teorías

1. La moral y la ética

  • Moral: Compuesta por las normas y valores que orientan la conducta. Establecen lo que se considera bueno, o lo que debe hacerse para ser buena persona.
  • Ética: Una reflexión filosófica sobre la moral. Intenta responder a cuestiones como: ¿Qué es el bien? ¿Cómo debemos vivir?

2. Las teorías éticas

2.1. Las éticas teleológicas (telos – fin)

Las acciones que los hombres pueden realizar no son buenas o malas en sí mismas, sino que lo son en la medida en que consiguen el “fin” propio del ser humano, que es la felicidad. El bien más perfecto para el ser humano es la felicidad, y una acción será “buena” en la medida en que proporcione o no felicidad.

2.1.1. Felicidad como autorrealización: Eudemonismo (Aristóteles)
2.1.1.1. La felicidad como fin último

Aristóteles parte de que todas las acciones humanas se realizan para algo, con vistas a un fin. Los “fines” se consideran como “bienes” que se pretenden conseguir. La felicidad es el fin último que todos deseamos.

2.1.2. La felicidad como placer: El hedonismo

Constituye el placer (hedoné) en bien último o supremo fin de la vida humana, identificándose con el placer y la felicidad. El límite del placer se restringe solo al cuerpo.

2.1.2.1. El hedonismo individualista: El epicureísmo

Epicuro proponía la realización de la vida buena y feliz mediante el goce bien calculado de los placeres y dolores, y los vínculos de amistad. El placer debía ser también intelectual (espiritual), ya que el hombre es una unidad de cuerpo y de alma. El placer puro es el bien supremo, el dolor el mal supremo.

2.1.2.2. El utilitarismo

Para determinar si una acción es moral, uno debe simplemente calcular las consecuencias buenas y malas que resultarán de una acción específica. Si lo bueno supera a lo malo, entonces la acción es moral.

2.2. Las éticas formales

No les interesa determinar qué fines en concreto se deben conseguir. Proponen establecer qué “forma” debe adquirir cualquier acción para que sea correcta. O lo que es lo mismo, cómo ha de realizarse una acción para que cumpla con el deber moral.

2.2.1. La ética kantiana

La felicidad, el placer, es relativo; cambia de una persona a otra. Por lo tanto, lo que es bueno para uno no lo es para otro. Las éticas teleológicas permiten utilizar a los demás como medios, como instrumentos para nuestros fines, algo que la ética kantiana rechaza.

La Existencia de Dios en la Filosofía

1. Argumentos a favor de la existencia de Dios

1.1. San Anselmo

Para San Anselmo, hay una sola verdad, la revelada por Dios, que es objeto de fe. La razón queda situada en una relación de estricta dependencia con respecto a la fe. Dios existe no solo en la mente (como idea) sino también extramentalmente, en la realidad.

1.2. Santo Tomás: Las 5 vías

Santo Tomás de Aquino propuso argumentos para la existencia de Dios, entre ellos:

  1. En el mundo hay cosas que cambian (movimiento).
  2. Todo lo que se mueve tiene que ser movido por otro (que esté en acto).
  3. No se puede seguir indefinidamente la cadena causal del movimiento porque entonces no habría un primer motor y no existiría el movimiento.
  4. Es necesario un primer motor que no sea movido por nadie (inmóvil). Ese motor es Dios. Dios existe.

2. Argumentos en contra de la existencia de Dios

2.1. El origen de la creencia: Ludwig Feuerbach

Es el hombre quien ha creado a Dios a su imagen, proyectando en él su imagen idealizada. El hombre atribuye a Dios sus cualidades y refleja en él sus deseos realizados. Cuanto más engrandece el hombre a Dios, más se empobrece a sí mismo. El hombre proyecta en un ser ideal (irreal) sus cualidades, negándoselas a sí mismo. De este modo, reserva para sí lo que en él hay de más bajo y se considera nada frente al Dios que ha creado.

2.2. Friedrich Nietzsche: La muerte de Dios

  1. Dios no crea al hombre, sino que el hombre crea a Dios.
  2. La creencia en Dios sirve para dar consuelo a los hombres ante la miseria y el sufrimiento existentes en este mundo.
  3. Estamos en un tiempo histórico clave, pues en él observamos la necesidad de su final.
  4. El “Concepto de Dios” se extiende también a todo aquello que puede sustituirle, porque Dios no es una entidad, sino un lugar, una figura posible del pensamiento que representa lo Absoluto.
  5. Consecuencia de la “muerte de Dios”: Vivir sin la aparición del “superhombre”.