Explorando la Teoría de las Ideas de Platón: Un Viaje al Conocimiento y la Realidad

La Teoría de las Ideas de Platón: Un Análisis Profundo

La filosofía de Platón, al igual que la de su discípulo Aristóteles, intenta responder a los problemas planteados por Parménides. La respuesta se caracteriza por:

  • Identificar la realidad con lo permanente.
  • Identificar la realidad con lo inteligible.

La Teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica. El Mito de la Caverna nos muestra las dificultades para pasar de la ignorancia al conocimiento de la Idea de Bien. El pensamiento griego concluye que la información de los sentidos no nos permite captar la realidad.

Las Ideas tienen las características del ser de Parménides: únicas, inmutables y eternas. Para Platón, las Ideas son realidades perfectas. Platón diferencia distintos niveles de realidad: las Ideas son el modelo de las cosas que se parecen a las Ideas, pero tienen características muy diferentes. Solo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento, mientras que las cosas solo nos proporcionan opinión. Platón admite que el conocimiento sensible es relativo y cree que hay otra forma de conocimiento propia de la razón. La ciencia solo puede versar sobre objetos permanentes. Platón explica el conocimiento por la reminiscencia. Las Ideas solo pueden ser conocidas por contemplación directa en el mundo inteligible; el alma ha estado en este mundo contemplando las Ideas, pero las ha olvidado.

Platón distingue cuatro grados de conocimiento: el conocimiento del mundo sensible solo proporciona opinión, dividida en imaginación y creencia. El conocimiento del mundo inteligible proporciona la matemática y la dialéctica. Las matemáticas nos ayudan a pasar del conocimiento sensible al inteligible. Con la dialéctica podemos llegar a conocer la Idea de Bien, la cual es la causa del ser y el conocimiento en el mundo de las Ideas. Además, existe una dialéctica descendente que permite conocer la jerarquía de las Ideas. La Idea del Bien es la idea suprema, que representa el máximo grado de realidad, seguida de las ideas de los objetos éticos y estéticos, las ideas de los objetos matemáticos y, finalmente, las ideas de las cosas.

Las Ideas son el modelo que nos permite llevar una vida recta en lo privado y lo público. Platón, siguiendo a Sócrates, quiere fundar la virtud en el saber, un concepto conocido como “intelectualismo moral”. Las tres partes del alma se corresponden con las clases sociales de la polis: los filósofos, los guerreros y los artesanos.

Los Prisioneros y las Sombras: El Mito de la Caverna

Los prisioneros son hombres encadenados dentro de una caverna. Según Platón en el mito, la caverna equivale al mundo sensible, el fuego al sol y la salida de la cueva a la ascensión del alma al mundo inteligible. Platón introduce la idea del alma inmortal, preexistente al cuerpo. El cuerpo es la cárcel del alma, que pertenece al mundo sensible y es, por tanto, imperfecto; sus conocimientos son meras sombras. Platón explica los grados de conocimiento mediante la alegoría de la línea. Se representa en una línea recta los dominios de lo sensible y lo inteligible, dividida en dos: la primera corresponde a las imágenes de los objetos materiales (sombras) y la segunda a los objetos materiales (las cosas). Estos dos grados de conocimiento proporcionan doxa (opinión). Del mismo modo, sobre la parte de la línea que representa el mundo inteligible, la primera división corresponde a las imágenes y la segunda a los verdaderos objetos reales (las Ideas). El verdadero conocimiento debe tratar sobre el ser, y el conocimiento sensible no es verdadero conocimiento. El conocimiento de las sombras es el primer grado de opinión (la imaginación); cuando un prisionero es liberado de la caverna, alcanza el segundo grado de opinión (la creencia). Para los sofistas, el conocimiento sensible es el conocimiento; la verdad o falsedad no pueden existir como absolutos. Si prescindimos de la sensación, prescindimos del conocimiento.

El Ascenso al Mundo de Arriba y el Sol

El ascenso del prisionero por la subida y su posterior adaptación a la luz en el exterior representan las dificultades del proceso educativo. La dialéctica, el amor y el recuerdo son los medios de ascender al mundo de las Ideas. Las matemáticas son un preludio necesario, ya que arrancan al alma del mundo del devenir y la introducen en la contemplación de los objetos inteligibles. Dentro del mito, corresponden a la subida para salir de la caverna. El alma, al contemplar la hermosura de este mundo, recuerda la verdad y toma alas. Si la educación no ha creado un equilibrio entre las distintas partes del alma y el apetito no está sometido a la razón, el individuo es esclavo del placer y del dolor. Las funciones del bien en el mundo inteligible respecto del alma y las Ideas son similares al comportamiento del sol respecto de la percepción visible; la Idea del Bien es la causa de todo lo recto y bello que hay en las cosas. El alma necesita la Idea del Bien para aprehender los objetos del mundo inteligible.

Las Ideas están jerarquizadas. El primer rango le corresponde a la Idea de Bien, tal como nos presenta Platón en “La República”. A continuación, vendrán las ideas de los objetos éticos y estéticos, seguidas de las ideas de los objetos matemáticos y, finalmente, la idea de las cosas. La dianoia (matemáticas) es el conocimiento indirecto que procede por demostración. La dialéctica es el conocimiento intuitivo por visión directa de las Ideas. Las matemáticas emplean un método discursivo; en cambio, la dialéctica utiliza un método discursivo ascendente. La dialéctica ascendente permite ascender hasta el principio de todo; en esta sensación, no recurre a nada que no sean las Ideas tomadas en sí mismas.

El Retorno a la Caverna y las Tinieblas

El filósofo que ha ascendido hacia las Ideas volverá a descender a la caverna para ayudar a los hombres a salir del sueño en el que se encuentran y aportar sentido a sus vidas. Como señala Platón, no es extraño que se muestre torpe cuando tenga que discutir sobre la apariencia de lo justo, cuando él conoce la justicia en sí. La Democracia es el gobierno de la masa, aparentemente un estado ideal en el que todos son iguales. El libertinaje se considera libertad y la insolencia, grandeza de alma. Las tinieblas representan una existencia en la que solo se concede valor a lo sensible, que es una copia de lo real. En el libro VI de Platón, se habla de la gran paradoja que supone que el Estado perfecto debe ser constituido por el sabio perfecto, el cual no puede serlo más que en el estado perfecto. El mantenimiento del orden armonioso y justo constituye el objetivo de los gobernantes. El gobernante ha de vigilar para que la ciudad se mantenga dentro de unos márgenes moderados de bienestar, para que la ciudad no crezca demasiado y para que los individuos se dediquen a las funciones acordes con el tipo de alma que predomina en ellos. El momento práctico del método dialéctico tiene como objetivo instaurar una sociedad más justa y más feliz.

Análisis de Fragmentos Clave de “La República”

1º Fragmento

En el fragmento del texto que vamos a comentar del libro VII de “La República” de Platón, el autor describe, a través de un relato irracional, la metafísica platónica. En el Mito de la Caverna, Platón señala la existencia de una realidad, “la Idea”, situada en el mundo inteligible, que representa el exterior de la caverna, y una realidad material, copia e imitación de la Idea, situada dentro de la caverna. En el Mito de la Caverna, la teoría platónica define la virtud de la justicia en la polis griega. Los prisioneros representan a la naturaleza humana privada de libertad, que solo puede ser rescatada mediante la educación.

2º Fragmento

En el fragmento del texto que vamos a comentar del libro VII de “La República” de Platón, el autor plantea la denominada dialéctica ascendente, que es el método que permite la ascensión del alma hacia la verdad. Mediante la dialéctica, remontamos a través del conocimiento discursivo. Las cuatro ciencias que deben conducir el ascenso son: la aritmética, la geometría, la astronomía y la música. Solo mediante la razón podemos conocer la esencia de las cosas: las Ideas.

3º Fragmento

En el fragmento del texto que vamos a comentar del libro VII de “La República” de Platón, nuestro autor nos desglosa el momento práctico de la educación, “la dialéctica descendente”. El regreso de los liberadores es un deber, solo el filósofo puede crear polis justas y bellas. Solamente el prisionero liberador que regrese conocerá la Idea de Bien. En la dialéctica descendente, Platón representa la condena y muerte de Sócrates. Liberado el individuo, este se asocia al estado libre.