Cuestiones:
1. Contexto Filosófico-Cultural del Autor
Describa el contexto filosófico-cultural que influye en el autor del texto. Kant vive en pleno siglo XVIII, un siglo que inicia con la guerra de sucesión a la corona española, lo que supone la caída definitiva del poder español. La Inglaterra del siglo XVIII está dominada por el ascenso definitivo de la burguesía francesa, que vive consolidada por un gran pacto de Estado con la nobleza. La revolución industrial provocará en Inglaterra una época de esplendor económico muy notable. La burguesía francesa accede al poder a costa de una nobleza en horas bajas. Kant reinará a cuatro monarcas: Federico Guillermo I, que le sucede Federico II, quien mantuvo contacto con Voltaire. Este monarca se dedicó, en su contestación a la pregunta «¿Qué es ilustración?». Entre 1786 y 1797 reina Federico Guillermo II, que trae de nuevo el despotismo como forma de gobierno, donde Kant sufre la censura y un catálogo de pensamiento políticamente correcto. La ilustración es el fenómeno cultural del siglo que tiene como matices nacionales. Newton es la figura central de la ilustración inglesa, dominada por la enciclopedia dirigida por d’Alembert y Diderot. Kant pertenece a un siglo que nace filosóficamente marcado por la dicotomía entre las ideas innatas y las sensaciones empíricas, y los racionalistas Locke y Descartes. Es encontrar un fundamento muy diferente para el conocimiento científico. La obra de Kant nace como el intento de charlar sobre este crucial asunto; sin embargo, Kant abandonará estas posturas clásicas y racionalistas dogmáticas gracias a Hume y Rousseau. Las obras de Rousseau recogen uno de los mayores rangos de la ilustración: la esperanza de mejorar al ser humano mediante la labor educativa. El criticismo kantiano supera el debate del empirismo y el racionalismo.
2. Ideas Contenidas en el Texto
La fundación de la metafísica de las costumbres es el esfuerzo de Kant para mostrar que no todo está perdido, que existe en el hombre algo más que el conocimiento de los fenómenos. Detrás de la metafísica de las costumbres se esconde el debate religioso con el calvinismo, la negación de cualquier libertad para el ser humano. El hecho de que sea Dios quien determine nuestro destino choca con las tesis de la metafísica de las costumbres. La Crítica de la razón pura (KRV) contestó a la pregunta «¿Qué puedes conocer?». La Crítica de la razón práctica (KPV) intenta responder a «¿Qué puedo hacer?». Kant ha influido en prácticamente todos los autores posteriores a él. Estas palabras pueden resumir su filosofía: «Dos cosas me llenan de un inmenso respeto: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí».
3. Justificación de las Ideas del Texto
Kant critica a las éticas materiales y propone una ética formal. Kant denominaba «éticas materiales» a aquellas cuya elaboración de principios morales y contenidos están sujetos a humanos. Las éticas materiales presentan las siguientes diferencias: son empíricas a posteriori (experiencia), contienen preceptos hipotéticos, es decir, que no valen para todo, solo para conseguir un cierto fin. Son heterónomas: el sujeto recibe la ley desde fuera de la propia razón. El deber y la buena voluntad son el problema fundamental en la ética formal. La pregunta es: «¿Qué debo hacer para lograr en cualquier situación?» y no en una situación concreta. Kant distingue tres tipos de acciones en relación con el deber:
- Acciones contra el deber (se aprovecha de los desfavorecidos).
- Acciones conforme al deber (ayuda a los débiles por su imagen).
- Acciones por el deber (por respeto a la dignidad humana).
Solo las acciones por deber son normalmente buenas en sentido estricto y solo ellas son las propias de lo que Kant denominaba buena voluntad, lo único bueno con independencia de cualquier cosa. El deber y la buena voluntad son la necesidad de una acción por respeto a la ley, sin más. Las acciones son morales por su valor intrínseco. El imperativo categórico, con la formulación de la ley moral, quiso responder a la pregunta que iniciaba su ética. Este imperativo categórico es una exigencia para obrar moralmente que no puede ser hipotético. El imperativo categórico es formal porque no establece ninguna norma concreta, sino la forma de poseer cualquier norma concreta. Este imperativo pone a la humanidad en su conjunto por delante del individuo y somete cualquier acción a una prueba definitiva para determinar su moralidad. Según Kant, es la propia razón la que nos impone estas leyes morales. Además, seguir este tipo de leyes nos hace verdaderamente autónomos y libres.
4. Relación con Otras Posiciones Filosóficas
Libertad, inmortalidad y existencia de Dios: la Crítica de la razón práctica (CRP) había puesto de manifiesto la imposibilidad de la metafísica como ciencia, es decir, como conocimiento objetivo del mundo, del alma y de Dios. Kant se limitó a establecer que el alma y Dios no son fenómenos que se den en la experiencia, por lo que son asequibles al conocimiento científico. La libertad, la inmortalidad y la existencia de Dios son, según Kant, postulados de la razón práctica (algo no demostrable). La exigencia moral de obrar por respeto al deber supone la libertad. La inmortalidad del alma se argumenta así: la razón nos ordena aspirar a la virtud. Esta perfección es inalcanzable en una existencia limitada. En cuanto a la existencia de Dios, Kant afirma que la disconformidad que encontramos en el mundo entre el ser y el deber exige la existencia de Dios como realidad, en quien el ser y el deber se identifican y en quien se da una unión perfecta de virtud y de felicidad.
5. Relación con un Filósofo Diferente
La ética formal dialógica de Habermas: la ética kantiana es la primera ética formal, pero no es la única, ya que después del filósofo prusiano habrá otros que también formulen éticas formales, solo que con una gran diferencia respecto a la kantiana, porque superan la soledad de la razón a la que este se ve limitado. ¿Cómo? A través del diálogo. Serán las denominadas éticas formales del diálogo, donde uno de sus mayores aportes lo hizo Habermas. Consiste en lo siguiente: representa una nueva forma de entender el pensamiento de Kant, que, utilizando el diálogo, pretende superar lo individual para intentar conseguir una ética colectiva, basada en el diálogo racional. El problema que hallamos en Kant es que su pensamiento no trasciende el ámbito individual, limitación superada por la ética de la justicia de Rawls (Teoría de la justicia, 1981) o la de Habermas (ética discursiva).
En la ética formal kantiana, la autonomía es la condición de la moralidad; en Habermas, es el diálogo la condición de la legalidad. El diálogo es el único mecanismo legítimo que nos permite establecer normas de convivencia. En Rawls, ese diálogo implica el velo de la ignorancia o la necesidad de que nadie sepa sus circunstancias personales para garantizar la imparcialidad. En Habermas, el diálogo ha de cumplir las siguientes condiciones:
- Que participen todos los afectados por esta norma.
- Que haya igualdad de oportunidades a la hora de participar en el diálogo.
- Que todos acepten, sin coacción, las consecuencias de la aplicación de las normas.
- No tener intereses particulares, sino el que todos podrían tener.
Este diálogo es calificado por Habermas como discurso, de ahí que se conozca como ética discursiva.
6. Respuesta a la Opción Seleccionada
Responda solamente a una de las opciones siguientes con la condición de que se refiera a un filósofo diferente del autor del texto elegido. Complete los espacios en blanco de las siguientes frases con la palabra o expresión correcta:
5.3. La duda metódica es una estrategia con la que Descartes pretende combatir el escepticismo. Su objetivo es alcanzar una idea clara y distinta.
Ramia Mohamed El Ouafrassi