La lírica en el siglo XV: corrientes poéticas y autores destacados

LA LÍRICA EN EL SIGLO XV



La poesía recibe en esta época un gran impulso gracias a la protección que se ejerce desde las distintas cortes a las artes y a las letras. En la Corona de Aragón, Alfonso V el Magnánimo, en su corte de Nápoles, puso los medios para que humanistas y escritores cantaran sus hazañas, además de acoger en ella a numerosos poetas. En Castilla ese mismo papel fue desempeñado por Juan II, a cuyo servicio trabajó Juan de Mena. Numerosos nobles le imitaron, su valido don Álvaro de Luna, los duques de Alba, que protegieron a Juan del Encina o el maestre de Alcántara, que acoge a Antonio de Nebrija. Tras la unión de ambas coronas, los Reyes Católicos, cuyo patronazgo se extiende a buena parte de los intelectuales de su tiempo, lograron traer a España a humanistas como Pedro Mártir de Anglena y Lucio Marineo Sículo. Durante el siglo XV se desarrollan varias corrientes poéticas; las más importantes son la poesía cortesana o de cancionero, la poesía crítica y satírica y la poesía de tipo tradicional.


La poesía cortesana o de cancionero


Esta poesía culta, compuesta para ser leída, recitada o cantada en la corte, es la corriente más característica del siglo XV. Este tipo de lírica adquiere su forma definitiva en tiempos de Juan II de Castilla, con la generación a la que pertenecen el marqués de Santillana y Juan de Mena. Se forja una poesía que seguirá vigente a lo largo de todo el siglo. Esta lírica cortesana presenta las siguientes características:

  • Gran variedad de estrofas y temas:
    • La canción trovadoresca. Traía el tema amoroso.
    • El decir. Se especializa en temas morales, filosóficos, políticos o religiosos.
    • La esparza. Expresa brevemente un pensamiento de forma ingeniosa.
    • La glosa. Cultivada en la segunda mitad de siglo, es una composición en la que diversas estrofas comentan y amplían el contenido de un poemilla inicial, de origen popular o culto y repiten como remate uno o más de sus versos.
    • Las preguntas y los debates. Poemas dialogados de tema filosófico, moral, científico o teológico.

El lenguaje de la poesía cortesana se caracteriza por su artificiosidad, juegan con los diversos significados de las palabras o con palabras de la misma raíz, emplean numerosas figuras retóricas y la sintaxis es sumamente latinizante, con gran abundancia de hipérbatos. En cuanto a la métrica, estos poetas cultivaron sobre todo el verso de arte mayor castellano, generalmente de doce sílabas y con esquema acentual fijo cada tres sílabas y, el octosílabo. Esta poesía se recogió en numerosos cancioneros entre los que destacan:

  • Cancionero de Baena. Recoge la poesía de la primera mitad de siglo.
  • Cancionero de Estúñiga. Es realejo de la corte napolitana de Alfonso V.
  • Cancionero general. Reúne obras de tiempos de los Reyes Católicos.
  • Cancionero musical de palacio. Recoge textos de la corte castellana de Juan II y de la aragonesa de Alfonso V.

Dentro de los círculos cortesanos castellanos adquieren especial relevancia el marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique:

  • Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana. En su obra, alegre y sencilla, recoge la tradición moralista medieval, la sabiduría popular, la importancia de Dante y Petrarca y la innovación métrica. Algunas de sus obras son: Diálogo de Bías contra Fortuna, Comedieta de Ponga o sus Sonetos techos al itálico modo.
  • Juan de Mena. Compuso en honor a Juan II el Laberinto de Fortuna, en coplas de arte mayor castellano, con un estilo artificioso y una sintaxis latinizante.

La poesía crítica y satírica

La situación política en Castilla propicia la aparición de obras de corte crítico que emplean la sátira y la parodia.

  • Versión castellana de la Danza de la Muerte. Aparece a principios del siglo XV. En ella, la muerte va llamando a bailar a diversos personajes, empezando por el Papa y el Emperador. La intención satírica se manifiesta en la idea de que todos somos iguales ante la muerte.
  • Coplas de la panadera, de irónico sentido antinobiliario. Las Coplas de Mingo Revulgo y las Coplas del Provincial tratan temas sociales y críticos.

La poesía de tipo tradicional

Son poemas que recogen la herencia medieval, con temas y motivos característicos como la belleza femenina, la niña enamorada, el alba, la mujer morena que se siente poco apreciada. Esta poesía se caracteriza por el uso de diminutivos y posesivos, por la ausencia de elementos ornamentales, por la repetición de palabras, fonemas y estructuras y por el empleo de estructuras yuxtapuestas.


JORGE MANRIQUE Y LAS COPAS A LA MUERTE DE SU PADRE

Jorge Manrique era un noble y un soldado que aspiraba a hacerse un nombre en la sociedad aristocrática de su época. Al igual que otros aristócratas, cultivaba la poesía en los ratos de ocio, una poesía de tema amoroso, burlesco o moral.

Obra

La temática propia de la época dependiendo del tipo de poesía:

  • Poesía amorosa. Se inserta dentro de la temática del amor cortés, con la inevitable repetición de temas, vocabulario y recursos poéticos. En las canciones, esparzas y decires que compuso no falta la exaltación del sufrimiento amoroso.
  • Poesía burlesca. Se reduce a tres composiciones y responde al florecimiento de este tipo de poesía en el siglo XV.
  • Poesía moral. Se incluyen en este apartado las cuarenta coplas formadas por dos sextillas de pie quebrado tituladas Coplas a la muerte de su padre. En ellas aparecen rasgos medievales junto a otros que ya anuncian el Renacimiento.

Coplas a la muerte de su padre

En las Coplas, Jorge Manrique medita sobre el paso del tiempo, la caducidad de los bienes de mundo, la inestabilidad de la fortuna y el poder igualatorio de la muerte.

Temas

En esta elegía por la muerte de su padre se recogen temas y tópicos de la tradición literaria clásica y medieval que el autor selecciona y nos los presenta interrelacionados.

  • La muerte como personaje. A finales del siglo XIV, debido a la peste y a las guerras, la población vivía con temor a una muerte inminente. Por ello, surge el espectáculo de las Danzas de la muerte, en el que la muerte, con su poder igualatorio, convoca a todos los seres humanos. Jorge Manrique emplea la muerte como personaje alegórico que viene en busca de su padre; a diferencia de las Danzas de la muerte, la presenta como un complemento de la vida. Esta actitud muestra la influencia del humanismo.
  • La fama o memoria ejemplar. Se refiere a la huella que dejan las personas en este mundo por sus hechos o virtudes.
  • Vanitas vanitatis. En la Edad Media se creía que nada en este mundo tenía valor, lo sabio era desdeñar todo lo terrenal: ‘Vanidad de vanidades, todo es vanidad’.
  • Ubi sunt? (‘¿Dónde están?’). Tópico de origen bíblico, que quiere expresar el dolor por la pérdida de los que nos han precedido en el mundo.
  • Tempus fugit (‘fugacidad de la vida’). El presente no existe y el futuro se va transformando en presente; ante este hecho, en la Edad Media se reacciona con una acritud que muestra el tópico de contemptu mundi (‘desprecio del mundo’), y el memento mori (‘acuérdate de que vas a morir’).
  • Llanto por la desaparición de seres queridos, así como el elogio a la persona arrebatada por la muerte.

Estructura

Jorge Manrique adopta en las Coplas un esquema que va de lo general a lo particular. Pueden dividirse en tres partes:

  • Coplas I-XIII. Contienen reflexiones sobre la igualdad de todos ante la muerte, la fugacidad de la vida, la vanidad y el menosprecio del mundo. Alude a la vida terrenal.
  • Coplas XIV-XXIV. Son recuerdos del pasado inmediato (tópico del ubi sunt?). Este tópico medieval le vale al poeta para preguntarse por personas ilustres y hechos históricos para demostrar su caducidad. Manrique refleja un verdadero retrato de la corte. Alude a la vida de la fama.
  • Coplas XXV-XL. Recogen la elegía por su padre, don Rodrigo, al que equipara con personajes de la Antigüedad clásica y describe sus virtudes. En ella muestra la vida eterna que prevalece sobre la terrenal y la de la fama. Termina la obra con la aceptación serena de la muerte por parte de don Rodrigo.

Estilo

Uno de los aspectos que más contribuyen al resultado artístico de las Coplas es la perfecta adecuación entre el contenido y la forma. Los rasgos más característicos del estilo de Jorge Manrique son los siguientes:

  • Las coplas están compuestas por seis versos de arte menor, con rima consonante y su estructura es 8a 8b 4c 8a 8b 4c. Se denominan pie quebrado los versos de cuatro sílabas que se encargan de aportar un ritmo funerario.
  • Tono sobrio, exquisito y sosegado mediante un lenguaje llano y sin artificios sintácticos.
  • Gusto por las parejas de sinónimos (‘placeres y dulzores’).
  • Empleo de recursos retóricos: metáforas, alegorías, personificaciones, comparaciones, antítesis, anáforas, hipérbatos, estructuras paralelísticas.
  • En este momento especialmente importante de oscilación en la lengua entre formas viejas y nuevas, Manrique usa ambas: f- inicial y h- aspirada: non y no; las conjunciones e y y; los pronombres tos y os.
  • Adjetivación explicativa, que emplea especialmente en las descripciones: nos caudales.
  • Empleo de formas imperativas que permiten que el lector se involucre y haga suyas las ideas expresadas por el autor.