La evolución de la poesía española desde 1939

Poesía de 1939 hasta la actualidad

La Guerra Civil deja devastado y aislado al país en lo político, social y cultural. La cultura resultó muy afectada ya que la mayoría de los autores eran contrarios al régimen. Tras el conflicto, el grupo del 27 se disuelve. Y después de la muerte de Lorca y Machado deben elegir entre el exilio interior y el exterior.

La poesía del exilio

Preocupación por la patria perdida (España), al principio se reflejan los sentimientos de rabia, dolor, odio. Luego la añoranza de la Tierra y el deseo de volver y la poesía vuelve a un tono más lírico u personal. Destacan León Felipe, Pedro Garfias y Juan Gil-Albert.

La poesía en los años cuarenta

Destaca Miguel Hernández, epígono del 27 y escritor de obras como Perito en lunas, 1933 y El hombre acecha, 1939. La poesía de los cuarenta deriva en dos tendencias: Poesía arraigada y poesía desarraigada.

Años cincuenta

La poesía como instrumento de transformación política y social cuyo tema es la base del poema, la denuncia de la injusticia y de la falta de la libertad, dirigida al mayor número de gente posible, utilizando un lenguaje claro, directo y coloquial. Destacan Blas de Otero, Gabriel Celaya y José Hierro.

La poesía del medio siglo: años sesenta

Conocidos como la generación del 50 y con Machado como modelo ético y estético. Destacan poetas como Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, José Agustín Goytisolo, Antonio Gamomeda, Francisco Brines y Claudio Rodríguez.

Los novísimos

Autores con gran preparación cultural, inspirados en personajes históricos y referencias a la cultura de masas. Esteticismo y decadentismo son características de esta corriente.

La poesía tras la llegada de la democracia

Con la aprobación de la constitución de 1978, destaca la coexistencia de diversas tendencias poéticas, como la corriente culturalista, clasicista, experimental, de la experiencia y del silencio.

Los últimos años

La poesía tiene diversos frentes, los portas de la experiencia y los de la poesía del silencio evolucionan hacia un espacio compartido a la vez que cultivan una poesía meditativa y se produce en algunos poetas una vuelta al tratamiento de los temas humanos y sociales. Destacan poemarios de Eloy Sánchez, Vicente Gallego y Lorenzo Olivan.