El teatro en la década de los 40

Está condicionado por la sociedad burguesa del momento y dirigido a su ideología. Representa una realidad falsificada, formalmente es anticuado y desprecia las experimentaciones. Las dos líneas de gramáticas que sobresalen en los escenarios son la comedia burguesa y el teatro del humor o comedia del absurdo. Con autores como Miguel Mihura y su obra ‘Tres sombreros de copa’, y Enrique Jardiel con ‘Eloísa está debajo de un almendro’. Ambas obras tenían como rasgo la evasión de la realidad de la época. Mientras, los dramaturgos exiliados continúan su producción en España, como Alberti con ‘El adefesio’ o Alejandro Casona con ‘La dama del alba’. Al final de los años 40 irrumpió el teatro social, de protesta y denuncia de la realidad. El detonante fue ‘Historia de una escalera’ de Antonio Buero Vallejo, y la tendencia quedó confirmada con la puesta en escena de ‘Escuadra hacia la muerte’ de Alfonso Sastre. Las obras de este tipo de teatro se caracterizan por la complejidad de los espacios escénicos y la profundización de los caracteres de los personajes.

ANTONIO BUERO VALLEJO

Es uno de los autores más importantes del teatro español de la segunda mitad del siglo XX. Su papel en el teatro de posguerra es doble. Por una parte, le devolvió la función testimonial, social y moral que otros autores le negaban; y por otra, actualizó el género trágico. ‘Historia de una escalera’ marcó un antes y un después en el panorama del teatro español contemporáneo. Su concepción humanista del hombre y el compromiso político social determinan los temas, la estética y el propósito de toda su dramática. Utiliza un lenguaje realista y simbólico para reflejar la tragedia del individuo y la esperanza. Por otra parte, su inquietud por los problemas de la técnica teatral explica el carácter innovador de muchas de sus obras.

Etapa de Buero Vallejo

En su trayectoria se pueden señalar tres etapas: Primera época con un enfoque existencial y estética realista. Destacan ‘Historia de una escalera’ y ‘En la ardiente oscuridad’. Segunda época social, con obras como ‘Un soñador para un pueblo’ y ‘El tragaluz’. Tercera época, con innovaciones experimentales en obras como ‘La llegada de los dioses’ y ‘La detonación’.

ALFONSO SASTRE

Pertenece al realismo social y teatro. Se caracteriza por una actitud de denuncia social y una fuerte renovación social. Concibe el teatro como un arte social que sirve para agitar la conciencia. Aborda temas como la libertad, la culpa, el arrepentimiento, y recoge elementos de la tragedia clásica, del esperpento y del teatro épico de Brecht. Su producción teatral se divide en varias etapas: dramas de frustración y dramas de posibilidad.

Teatro independiente

En los años 60, el teatro social convivía con obras experimentales. Destacan grupos como Els Joglars, El Comediants y La Fura dels Baus, que se alejan de la cultura oficial y buscan un lenguaje teatral moderno e innovador.