Contexto Histórico y Cultural del Primer Tercio del Siglo XX
La Generación del 27 desarrolla gran parte de su labor cultural y literaria en el primer tercio del siglo XX (hasta la Guerra Civil). Sus miembros, por lo tanto, conviven con un panorama histórico marcado por la inestabilidad. A nivel político, los primeros treinta años del siglo XX experimentan el fracaso del sistema de la Restauración y una creciente polarización social (la cuestión obrera, los abusos del ejército, etc.).
El sistema de la Restauración se sume en la corrupción y en la ineficacia, Miguel Primo de Rivera instaura una dictadura (1923-1930) y en 1931 se conforma la Segunda República, que en 1936 deberá hacer frente a una sublevación que desencadenó una Guerra Civil (1936-1939) que culminó con la instauración de una nueva dictadura. La etapa en la que se desarrolló la obra poética y dramática de estos autores es conocida, por la calidad de sus integrantes, como la Edad de Plata de las Letras españolas.
La Generación del 27: Renovación Poética
El Término “Generación del 27” e Integrantes
El concepto de “Generación” (discutido por algunos filólogos, que prefieren hablar de “Grupo poético del 27”) se aplica a este grupo de escritores que comparten una serie de rasgos generacionales:
- Nacieron alrededor de 1900.
- Compartieron un suceso histórico clave: la reunión en el Ateneo de Sevilla para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora (1927).
- Reconocieron a Juan Ramón Jiménez como su maestro en sus inicios.
- Frecuentaron espacios comunes, como la Residencia de Estudiantes de Madrid (donde se conocieron y trabaron amistad los intelectuales de la época de la dictadura de Primo de Rivera).
- Publicaron en revistas comunes, como Litoral, Revista de Occidente y Caballo verde para la poesía.
Para la Generación del 27, el suceso cultural que determinará su aparición pública en el panorama nacional fue la publicación de la antología Poesía española. Antología 1915-1931, organizada por Gerardo Diego (miembro de la Generación), en la que se difunden poemas de estos jóvenes escritores.
Miembros Representativos
Como miembros más representativos de la Generación del 27 destacan:
- Pedro Salinas
- Jorge Guillén
- Gerardo Diego
- Federico García Lorca
- Rafael Alberti
- Dámaso Alonso
- Vicente Aleixandre
- Luis Cernuda
- Manuel Altolaguirre
- Emilio Prados
Características Generales de la Generación
La Generación del 27 comparte el hecho indudable de que se volcaron en la creación poética con la intención de renovarla, participando de los caminos abiertos por las Vanguardias en aquellas mismas fechas. Sin embargo, la obra de esta generación nunca renuncia a la tradición, que en todos los autores actuará como inspiración del mismo modo que las Vanguardias. Por ello, es imprescindible mencionar la unión de la tradición y la vanguardia en la Generación del 27. Dentro de esta característica global, cada escritor de la Generación desarrolló su propia visión poética, muchas veces vinculada a su evolución personal.
Evolución de la Obra de la Generación
En el devenir de la Generación del 27 se pueden señalar tres etapas, marcadas por diferentes sucesos históricos que determinarán su evolución:
1. Primera Etapa (Hasta 1927: Homenaje a Góngora)
Los poetas optan por diferentes caminos:
- Neopopularismo: Poesía popular aparentemente sencilla (ejemplo: Marinero en tierra de Alberti).
- Vanguardia Creacionista y Ultraísta: Ruptura de la métrica y uso de la metáfora para crear imágenes de gran belleza (ejemplo: Manual de espumas de Gerardo Diego).
- Poesía Pura: Reduce el poema a la mínima expresión y busca la esencia intelectual (ejemplo: Cántico de Jorge Guillén).
2. Segunda Etapa (1927 hasta 1939: Guerra Civil)
Esta etapa está marcada por la crisis y la inestabilidad, lo que lleva a una poesía más humana y comprometida:
- Surrealismo: Los poetas utilizan imágenes visionarias y próximas a la escritura automática para trasladar sentimientos de angustia, crítica social o deseo sexual (ejemplo: Espadas como labios, de Aleixandre).
- Neorromanticismo: Basado en la visión y experiencia subjetivas del amor (ejemplo: Donde habite el olvido, de Cernuda).
- Poesía Social o Comprometida: La instauración de la Segunda República y la Guerra Civil supusieron que algunos autores adoptaran una poesía dirigida a la masa social, a un “nosotros”, para conseguir la movilización de los oprimidos, obreros o campesinos (ejemplo: De un momento a otro de Alberti).
3. Tercera Etapa (Posterior a la Guerra Civil)
Cada autor emprende su evolución particular, marcado por el exilio de algunos de ellos (Salinas, Guillén, Alberti, Cernuda), por su oposición callada al Régimen franquista (Dámaso Alonso y Aleixandre) o por sus simpatías hacia la Dictadura (Gerardo Diego). Todos ellos, sin embargo, compartirán el tema de España, ya sea desde la nostalgia del exilio (ejemplo: Retorno de lo vivo lejano de Alberti) o desde la angustia existencial de los que permanecen en España y contemplan impotentes las consecuencias de la guerra (ejemplo: Hijos de la ira de Dámaso Alonso).
Conclusión de la Generación del 27
La Generación del 27 es un grupo de escritores muy variado al que marcaron los acontecimientos históricos y sociales del primer tercio del siglo XX. Aunque a lo largo de los años sus estilos evolucionan hacia la expresión genuina de cada poeta, es indudable que en todos ellos la tradición y la vanguardia se unieron para que los nombres de estos autores sean considerados parte imprescindible de la Edad de Plata de las Letras españolas.
El Teatro Español del Primer Tercio del Siglo XX
Contexto Dramático y Público
Al igual que sucedía en el ámbito narrativo, la literatura dramática de finales del siglo XIX se encontraba dominada en España por el Naturalismo, centrado en reproducir fielmente la realidad del individuo y en analizar su psicología en un ambiente creíble (burgués o proletario), siguiendo el modelo del noruego Henrik Ibsen. Ante este maestro, los dramaturgos españoles optarán por mantener un teatro comercial en la línea naturalista o, por el contrario, por innovar y arriesgarse en la creación de un teatro rompedor.
En España, a diferencia de en otros países europeos, no había una gran masa de población que apostara por el teatro innovador. El público que asistía al teatro era mayoritariamente burgués, y disfrutaba viéndose reflejado en argumentos que satirizaban algún mal vicio o costumbre presente entre su propia clase social (hipocresía, obsesión económica…). Solo una minoría intelectual y de tendencias vanguardistas aceptará, a principios del siglo XX, acudir al teatro a ver obras rupturistas y revolucionarias artística y políticamente.
Corrientes del Teatro Comercial
También llamado “teatro burgués”, puesto que la burguesía y la aristocracia eran las que acudían a estas representaciones. Su finalidad era reflejar cómo era la vida de esta misma clase social elevada y ponerla ante un espejo que les muestre conductas erróneas que deben rectificar. La ideología de este teatro es, por supuesto, conservadora.
1. La Alta Comedia de Jacinto Benavente
Jacinto Benavente (premio Nobel de Literatura, 1922) evoluciona desde una apuesta rupturista y crítica hacia un teatro del gusto burgués o “alta comedia” (por la mala acogida de sus primeras obras). Sin llegar a denunciar, Benavente sí señala los vicios y malos hábitos de la burguesía, muchas veces mediante un humor ligero, para que se vea retratada en el teatro y mejore como clase social. Destaca su obra La comida de las fieras (1898), en la que refleja la ruina de una familia aristocrática y cómo, al final, las amistades del pasado se pierden si se pierden los privilegios y la riqueza (critica, por lo tanto, la hipocresía de las clases adineradas).
2. El Teatro Cómico del Astracán
Florece, de la mano de Pedro Muñoz Seca, el teatro cómico del astracán, de humor ingenioso y con tendencia a la parodia (como La venganza de don Mendo, en la que se burla de un teatro grandilocuente que exaltaba el pasado glorioso de la patria y sus héroes).
3. Teatro en Verso Modernista
Puede señalarse la pervivencia de un teatro en verso heredado del Modernismo, cuyo máximo exponente es Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas, 1911), de un refinado aristocratismo y léxico musical.
Corrientes del Teatro Renovador
El teatro renovador intenta incorporar a la puesta en escena las nuevas posibilidades que ofrece la iluminación eléctrica, el cinematógrafo, la música automática y las nuevas apuestas estéticas de las Vanguardias (Expresionismo, Cubismo…). En España, este siempre fue un teatro muy minoritario y, debido a su compromiso obrero o de denuncia de la situación del país, fue perseguido por las autoridades.
Miguel de Unamuno: El Teatro de Ideas
Uno de los primeros autores españoles que decidió superar este teatro comercial fue Miguel de Unamuno, quien optó por un teatro de ideas y de diálogos densos antes que por un espectáculo teatral, lo que no resultaba interesante para la burguesía. Un ejemplo es Fedra (1911), que profundiza en el dilema de una mujer enamorada de su hijastro, y que la conducirá al suicidio.
Valle-Inclán y el Esperpento
La gran figura renovadora del teatro español del primer tercio del siglo XX fue Ramón María del Valle-Inclán, a pesar de que se inició con un teatro modernista y simbólico. Su teatro, al que el propio Valle-Inclán bautizó como “esperpento”, conecta con la estética expresionista. Sus características principales son:
- Pesimismo, gusto por lo oscuro y decadente.
- Lenguaje desgarrado y soez.
- Animalización de los humanos y humanización de los animales.
- Deformación grotesca de la realidad para exagerar cuestiones sociales y políticas y realizar una denuncia pública y directa contra el poder.
Su obra más importante es Luces de Bohemia (1920), en la que se trata esperpénticamente el último día de la vida del poeta bohemio y ciego Max Estrella por Madrid en compañía de su compañero don Latino. Vive una serie de escenas (las consecuencias de una carga policial, las conversaciones de borrachos en la taberna y la estancia en un calabozo) que le sirven al autor para reflexionar sobre la opresión del Estado, la incomprensión del artista en España y la decadencia de la nación (porque Valle-Inclán no deja de representar los ideales noventayochistas de regeneración y de denuncia del retraso del país).
García Lorca y la Tragedia Rural Andaluza
Federico García Lorca, además de uno de los poetas más significativos de la Generación del 27, fue el otro gran renovador del teatro antes de la Guerra Civil, tanto con sus obras como con la iniciativa de La Barraca (compañía teatral itinerante para llevar el teatro a los pueblos).
Se inició muy temprano en la creación dramática (El maleficio de la mariposa, 1920), y en sus primeras obras ya se observa su tendencia al teatro poético (repleto de símbolos) y a la mezcla entre la tragedia grecolatina y el mundo rural andaluz, que le inspira en el lenguaje y en las canciones que se incluyen en el texto. Su obra gira alrededor de los problemas humanos, especialmente en los de la mujer: la solterona que no encuentra marido, la represión sexual femenina y la intolerancia, la esposa incapaz de dar a luz…
Sus obras más reconocidas pertenecen a la trilogía de la tragedia rural andaluza:
- Bodas de sangre (1934)
- Yerma (1935)
- La casa de Bernarda Alba (1936)
Todas ellas destacan por la fuerza poética y la tensión dramática, conseguida mediante el uso magistral del diálogo, de los personajes y de los símbolos.
Conclusión del Teatro del Siglo XX
El teatro del primer tercio del siglo XX se desarrolla en un ambiente histórico convulso. Por una parte, existió un teatro comercial y aburguesado; por la otra, una apuesta innovadora y, en algunos casos, revolucionaria. Si el primero gozó de éxito entre las clases medias y altas, el segundo fue un teatro de minorías intelectuales que arriesgó en su mensaje y en su puesta en escena. La Guerra Civil y las muertes de Valle-Inclán y Lorca impidieron que este teatro continuara explorando nuevas formas y temas.