El Segundo Franquismo: Aperturismo y Desarrollismo (1959-1975)
Debido al contexto de la Guerra Fría, se produjo un aperturismo internacional que fomentó un desarrollismo económico importante, acompañado de un incipiente éxodo rural debido al crecimiento industrial de las ciudades. Franco intentó cambiar la imagen del país, sustituyendo cargos políticos militares por técnicos especializados (los tecnócratas), muchos de ellos miembros del Opus Dei.
La Renovación Política y la Apertura Internacional
Entre los tecnócratas destacan:
- Manuel Fraga, responsable de la creación de la red de Paradores Nacionales.
- Laureano López Rodó, quien impulsó el Plan de Desarrollo.
Estos tecnócratas tenían un carácter conservador. En 1969, Franco nombró vicepresidente a Carrero Blanco y también designó a Juan Carlos de Borbón como sucesor en la Jefatura del Estado.
La amenaza comunista española llamó la atención de Estados Unidos. Se reanudaron las relaciones diplomáticas y España ingresó en organismos internacionales, como la ONU (1955) y la Unesco. Estados Unidos proporcionó ayudas económicas y militares mediante el Pacto de Madrid (1953). También en 1953 se retomó el Concordato con la Santa Sede, afianzando el Nacionalcatolicismo. Se inició el proceso descolonizador con el fin del Protectorado de Marruecos, Río Muni y Fernando Poo, culminando con la Guerra de Ifni en 1969.
El Desarrollismo Económico (1959-1975)
El Desarrollismo supuso el fin de la autarquía, aunque la intervención estatal en la economía se mantuvo. Para ello se contó con ayuda técnica y económica de Estados Unidos y organismos internacionales como el Banco Mundial. Se puso en práctica el Plan de Estabilización de 1959, promovido por Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio.
Esto generó una etapa de gran crecimiento económico gracias a medidas como:
- Control de la deflación.
- Reducción de créditos y supresión de subvenciones.
- Reducción del gasto público.
- Normalización del valor de la peseta, que se fijó en un cambio estable de 60 Pts = 1 dólar.
Todo ello liberalizó la economía y atrajo capital extranjero, impulsando la Marca España, promoviendo exportaciones, turismo, el desarrollo de transportes y una fuerte hostelería inicial. La economía española, entre 1960 y 1975, experimentó el Milagro Económico, creciendo a un ritmo del 7% anual. La agricultura perdió importancia frente a otros sectores, produciéndose un drástico envejecimiento del mundo rural debido al éxodo rural.
El despegue económico de los 60 se reflejó en bienes de consumo (como las vacaciones o el Seat 600), que simbolizaron el ascenso de la clase media. La Crisis Mundial del Petróleo de 1973 (Guerra del Yom Kipur) provocó un freno del crecimiento económico. El crecimiento demográfico decreció debido a la incorporación de la mujer al trabajo.
Oposición y Crisis Final del Régimen
El gobierno intentó expulsar al obispo Añoveros por reivindicaciones nacionalistas, y la Iglesia amenazó con excomulgar a los responsables.
ETA (Euskadi Ta Askatasuna) nació en los seminarios vascos, escindiéndose del PNV (Partido Nacionalista Vasco) en 1959, derivando en un terrorismo radical. En 1975, se reconvirtió en la exigencia de independencia de Euskal Herria. Además de ETA, existían otros grupos terroristas como el FRAP y el GRAPO.
Partidos Políticos Clandestinos
Los partidos políticos tradicionales resurgieron organizándose en la clandestinidad:
- PCE (Santiago Carrillo)
- PSOE (Felipe González)
- PNV
- CDC (Jordi Pujol)
Represión y Muerte de Franco
Para paliar esta creciente oposición, se creó el Tribunal de Orden Público (TOP). En 1963 se declaró el estado de excepción. El aumento de la represión fue una respuesta del búnker (los sectores más inmovilistas), que provocó consejos de guerra y condenas que se convirtieron en escándalos internacionales, como el fusilamiento del comunista Julián Grimau (1963) y el Proceso de Burgos (1970).
En diciembre de 1973, el presidente del gobierno, Luis Carrero Blanco, fue asesinado por ETA. Fue nombrado Arias Navarro, cuyo mandato estuvo marcado por el terrorismo y la ejecución del anarquista Salvador Puig Antich en 1974. Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
El Reinado de Carlos II: El Hechizado (1665-1700)
Regencia y Validos
Carlos II (1665-1700) heredó el trono a la muerte de su padre, Felipe IV, con solo cuatro años, lo que obligó a la regencia de su madre, **Mariana de Austria**. Ella se apoyó en validos, entre los que destacó su confesor, **Juan Everardo Nithard**.
Nithard fue un hombre impopular que acrecentó su mala fama en 1668 con la independencia portuguesa y la pérdida de importantes plazas en el sur de Flandes, tras la firma de la **Paz de Aquisgrán**, a causa de la **Guerra de Devolución**. Dicha guerra fue una derrota pírrica para España, conocida como el ‘paseo francés’.
Esto provocó la intervención del hermanastro del rey, **Don Juan José de Austria**, quien apartó a Nithard. No sería la única vez que Don Juan José se vería obligado a intervenir: en 1675 y 1677, apartó al siguiente valido, **Fernando de Valenzuela**, condenado por robo y corrupción. Mariana de Austria fue desterrada de la corte, y Don Juan José asumió el poder.
Don Juan José tuvo que hacer frente a las intrigas internas de la corte y a la **Guerra Franco-Holandesa**, que terminó con la **Paz de Nimega** en 1678 y la pérdida del Franco Condado.
Reformas y la Cuestión Sucesoria
Hubo otros validos importantes, como el **Duque de Medinaceli** y el **Conde de Oropesa**, quienes sentaron las bases de la futura reforma borbónica y lograron una recuperación económica. Estos hechos contrastaron con una nueva derrota frente a Francia, que llegó a invadir Cataluña en 1691. Los enfrentamientos con la Iglesia y la burocracia precipitaron la caída de Oropesa en 1691.
Carlos II murió en 1700 sin descendencia, tras dos matrimonios. En su testamento, que había modificado poco antes de morir, legó el trono al nieto de Luis XIV, **Felipe de Anjou**, lo que impuso en España una nueva dinastía: la **Borbón**.