Vanguardia y Tradición: La Generación del 27 y la Renovación del Teatro Español

La Generación del 27: Síntesis de Vanguardia y Tradición

La Generación del 27 es un conjunto de autores que desarrollan su obra a partir de la segunda década del siglo XX, caracterizados por conciliar la renovación aportada por las vanguardias con la tradición española. La denominación de generación surge en Sevilla al celebrar el tricentenario de la muerte de Góngora en 1927. Este grupo está integrado por autores nacidos en fechas cercanas que convivieron en Madrid, cuyos intereses literarios y estéticos coincidían.

Características y Referentes Estéticos

Los autores de la generación buscaron conjugar la vanguardia con la tradición, como señaló Gerardo Diego en la introducción a la antología de poetas del 27. Esto se manifiesta en varios aspectos:

  • Neopopularismo: Retoman las formas de poesía tradicional española e inician una tendencia al neopopularismo.
  • Referentes Clásicos: Toman como referentes a Bécquer y a Góngora.
  • Influencias Contemporáneas: También influyen los autores de la Generación del 98, además de encontrar motivos de inspiración en los poetas simbolistas franceses, en el magisterio de Juan Ramón Jiménez y en las ideas sobre la deshumanización de Ortega y Gasset.

Aunque cada autor desarrolla temas propios, la mayoría de ellos abordan el amor, temas existenciales y el mundo moderno, poniendo de manifiesto los aspectos negativos de su desarrollo. También se ve reflejado el deseo de unir tradición y renovación, como el uso de metros tradicionales y el uso del verso libre.

Evolución Temática (1928-1936)

Desde 1928 hasta el inicio de la Guerra Civil (1936), se observa primero una corriente surrealista que se refleja en obras como Poeta en Nueva York de García Lorca. Posteriormente, se produce una rehumanización de los temas, de modo que adquieren importancia los temas sociopolíticos.

Autores Principales de la Generación del 27

Pedro Salinas
Desempeña una labor docente y crítica. Su tema principal es el amor trascendental, reflejado en la trilogía La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento.
Jorge Guillén
Representante de la poesía pura, estuvo marcado por su visión optimista y serena del universo, que se agrupa en su obra Aire nuestro.
Gerardo Diego
Destacó por su dualidad, cultivando tanto la poesía tradicional como la vanguardista.
Vicente Aleixandre
Adopta un surrealismo intimista, al que pertenecen libros como Espadas como labios y La destrucción o el amor.
Dámaso Alonso
Emprende una labor de crítica literaria y no es hasta después de la guerra cuando escribe su obra principal, Hijos de la ira.
Federico García Lorca
Considerado uno de los autores principales, conjuga tradición y vanguardia. Está caracterizado por su musicalidad y capacidad evocadora, también por el empleo de la técnica impresionista y de un lenguaje simbólico propio. Su producción se divide en dos etapas: en la primera, neopopularista, escribe Poema del cante jondo; en la segunda, adopta el surrealismo para retratar la deshumanización de la civilización, como en Poeta en Nueva York.
Rafael Alberti
Busca transmitir su experiencia vital mediante la poesía. Sus temas son recurrentes a la nostalgia del paraíso perdido, la angustia o la preocupación social. Se diferencian composiciones neopopulistas como Marinero en tierra y vanguardistas como Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos.
Luis Cernuda
Su obra está marcada por el desajuste entre la realidad y su deseo. En ella trata temas como el amor como razón de la existencia, pero asociado a la frustración, la soledad y la lucha contra ella.
Manuel Altolaguirre y Emilio Prados
Altolaguirre se inclina por la poesía pura y el neopopularismo y destaca por su labor de difusión junto con Emilio Prados en la revista Litoral.
Miguel Hernández
Es considerado el epígono de la Generación del 27, ya que comparte con estos autores la influencia de la literatura clásica, reflejada en Perito en lunas.

Los autores de esta generación integraron en sus obras la tradición lírica con las innovaciones propias de la vanguardia, transformando así las formas de expresión poética y dando lugar a algunas de las mejores obras de la lírica española.

El Teatro Español a Principios del Siglo XX (Hasta 1939)

A comienzos del siglo XX se produjeron intentos de renovación teatral, de influencia europea, siendo el teatro comercial determinado por las preferencias burguesas. Por ello, distinguimos dos tendencias principales: el Teatro Comercial y el Teatro Innovador.

El Teatro Comercial: Reflejo de la Burguesía

Dentro del teatro comercial distinguimos tres variedades:

  1. La Comedia Burguesa

    Mantuvo el realismo y el naturalismo, siendo su máximo exponente Jacinto Benavente, con comedias burguesas como Lo cursi, y su obra principal Los intereses creados. También destacan Linares Rivas y Gregorio Martínez Sierra (Canción de Luna).

  2. El Teatro de Humor

    Se recuperan del Siglo de Oro el “género chico”, sainetes y zarzuelas de ambiente popular y temas amorosos con final feliz. El autor principal es Carlos Arniches, cuya preocupación por el problema de España es visible en obras como El santo de la Isidra o la tragedia grotesca La señorita de Trevélez. Son esenciales los hermanos Álvarez Quintero y Muñoz Seca.

  3. El Teatro Poético en Verso

    Es antirrealista, de estilo modernista y temas románticos, dándose dramas tanto históricos como rurales. Son importantes Marquina (En Flandes se ha puesto el sol), Villaespesa (Judith) y los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos).

El Teatro Innovador: Ruptura y Vanguardia

Frente al teatro comercial, surgieron autores que realizaron un teatro intelectual y renovador, tanto de la Generación del 98 como de la del 27.

Autores de la Generación del 98

Se utilizó el teatro intelectual y complejo para expresar sus conflictos religiosos, sociales y existenciales. Son destacables:

  • Unamuno: Con su teatro desnudo para desvelar el interior humano (Fedra).
  • Pío Baroja: Y el esperpento en El horroroso crimen de Peñaranda del campo.
  • Azorín: Con su trilogía Lo invisible, antirrealista sobre la muerte, el tiempo y la felicidad.
  • Gómez de la Serna: Y Los medios seres, de estilo vanguardista.
Ramón María del Valle-Inclán y el Esperpento

Principalmente, fue Valle-Inclán quien reformó el teatro desde sus inicios modernistas con El marqués de Bradomín, pasando por dramas de ambiente galaico (Las comedias bárbaras) y la farsa (La marquesa Rosalinda), hasta desarrollar el nuevo género del esperpento o deformación de la realidad como una crítica social en Luces de bohemia.

Autores de la Generación del 27

Los autores del 27 pretendieron incorporar elementos vanguardistas y la poesía al teatro, además de acercárselo a la población. Así, son destacables:

  • Miguel Hernández: Y su teatro social (Los hijos de la piedra).
  • Max Aub: En obras antirrealistas como Narciso.
  • Rafael Alberti: Desde autos sacramentales al inicio (El hombre deshabitado) hasta una obra más vanguardista (Fermín Galán).
Federico García Lorca: El Teatro Poético

Principalmente, fue Federico García Lorca quien creó el verdadero teatro poético, teniendo una primera fase modernista para derivar a las farsas (La zapatera prodigiosa) hasta una etapa vanguardista (El público) y, finalmente, realizar tragedias andaluzas (Bodas de sangre) de ambiente rural y simbolismo. Dio gran importancia a la escenografía, la música y la danza.

Conclusión

Podemos decir en conclusión que el teatro renovador, de mano de Valle-Inclán y Lorca, supuso la superación de las formas tradicionales y la creación de algunas de las principales obras de la literatura española, con gran repercusión posterior.