Fundamentos y Límites del Saber Humano

Actitud frente a la verdad según Descartes

La concepción de la verdad y el conocimiento en la filosofía cartesiana se articula a través de diversas actitudes frente a la verdad, distinguiendo entre ignorancia, duda, opinión, certeza y error.

Ignorancia y Nesciencia

La ignorancia se refiere a la falta de conocimiento sobre algo que uno debería saber. Permite diferenciarla de la nesciencia, que es simplemente la falta de saber, sin implicar una culpa. Somos culpables por ignorancia, pero no por nesciencia, ya que no nacemos sabiendo. Un ejemplo de ignorancia sería no saber quién fue el Conquistador de América, mientras que la nesciencia sería no saber construir un avión.

Duda

La duda se manifiesta cuando no se puede decidir entre afirmar o negar algo, lo que impide emitir un juicio. Si bien la duda puede ser útil para evitar acciones inciertas, la duda escéptica representa un obstáculo para el conocimiento. Descartes, sin embargo, empleó la duda metódica, dudando incluso del método para alcanzar certezas.

Opinión

La opinión implica inclinarse hacia la verdad de algo, aceptando la posibilidad de error, pero sin estar completamente convencido.

Certeza y Error

La certeza se alcanza cuando se está convencido de algo sin temor a equivocarse. El error surge cuando la certeza se basa en una verdad que no se corresponde con la realidad.

Definición de Epistemología

La epistemología es la rama filosófica que estudia el origen, la naturaleza y la validez del conocimiento.

Criterios de Verdad

Existen diversos criterios para determinar la veracidad de una proposición:

  • Autoridad: Aceptar como verdad lo que afirma alguien con credibilidad.
  • Tradición: Aceptar como verdad el conocimiento transmitido entre generaciones. Estos dos criterios (autoridad y tradición) fomentan una actitud pasiva ante la verdad.
  • Coherencia: Establecer la veracidad de una proposición en función de su consistencia con otras proposiciones dentro de un sistema.
  • Evidencia: Algo es real cuando se presentan pruebas irrefutables. La evidencia racional se considera verdadera cuando es intuida (percibida de forma clara y distinta por la mente) o deducida (inferencias realizadas a partir de proposiciones intuidas). Descartes sugiere que Adán, al no poder intuir o deducir que el fuego quemaba, tuvo que haberlo observado y experimentado.
  • Utilidad: La verdad se establece en función de su adecuación para resolver un problema. Este criterio es pragmático.
  • Consenso: La verdad se considera el resultado de un diálogo que culmina en un acuerdo. Las teorías científicas a menudo surgen de este criterio.

La Naturaleza de la Verdad

Friedrich Nietzsche postuló que “no hay hechos, sólo interpretaciones”, sugiriendo que para que algo sea un hecho, primero debe tener un sentido para nosotros. Los hechos, en este sentido, son el resultado de nuestra interpretación; nada es definitivo. Esta perspectiva se conoce como perspectivismo, donde nuestro punto de vista moldea nuestra comprensión del mundo. Nietzsche compara esto con una “tela de araña” en la que solo aquello que se enreda en ella puede ser comprendido.

Etimológicamente, el concepto de verdad varía según su origen:

  • Griego: Significa “lo no oculto”. Alcanzar la verdad implica despojarse de lo que la oculta.
  • Latino: Distingue entre “verdad” (correspondencia entre lo dicho y lo real) y “veracidad” (cualidad de decir la verdad). El opuesto de la verdad es el error, y el de la veracidad es la mentira.
  • Hebreo: Se asocia con “lo fiel”, la promesa cumplida, la fidelidad frente a la infidelidad.

Teorías sobre la Verdad

Existen diversas teorías que intentan explicar la naturaleza de la verdad:

Verdad Ontológica

Considera la verdad como una propiedad intrínseca de las cosas, independientemente de si son conocidas. Su origen se remonta a la Grecia clásica y fue reformulada por Tomás de Aquino.

Verdad Lógica

Define la verdad como la adecuación entre el intelecto y la cosa, es decir, entre lo que se dice y lo que es. La filosofía griega y medieval, especialmente Aristóteles y Tomás de Aquino, otorgaban primacía a la cosa en el acto de conocer. Se alcanza la verdad cuando el sujeto se adecua a la realidad.

Verdad como Evidencia Racional

Propia del racionalismo, esta teoría, representada por René Descartes, sostiene que la razón es la facultad humana capaz de distinguir lo verdadero de lo falso. Esta facultad es innata, y las diferencias en el pensamiento se deben a la orientación (correcta o incorrecta) de la razón.

Verdad como Evidencia Empírica

Esta teoría fundamenta la verdad en la experiencia sensible. El conocimiento cierto y válido se obtiene a través de los sentidos, extendiéndose más allá de la experiencia inmediata.

Verdad como Utilidad

Teorizada por William James, la verdad se identifica con la utilidad práctica. Una idea es verdadera si resulta útil para resolver problemas, evitando así discusiones complejas.

Verdad como Consenso

Sostenida por filósofos como Jürgen Habermas, la verdad es el resultado de un acuerdo alcanzado a través del diálogo.

Verdad como Suma de Perspectivas

José Ortega y Gasset propuso que cada individuo percibe la realidad desde su propia perspectiva. Dado que no existe una perspectiva única y privilegiada, la verdad se concibe como la suma de todas las posibles perspectivas sobre una misma realidad.

Procesos del Conocimiento

Conocimiento Sensible

El conocimiento se desarrolla a través de un proceso estructurado:

  1. Sensaciones: El conocimiento inicia con los datos captados por los sentidos (vista, oído, etc.).
  2. Percepción: Las sensaciones, que no llegan de forma aislada sino organizada, constituyen la percepción. La percepción unifica e interpreta las sensaciones, estando limitada por el espacio y el tiempo.
  3. Memoria e Imaginación: La memoria permite reconocer lo percibido y proporciona conocimiento. La percepción se divide en memoria y imaginación, siendo esta última capaz de manipular libremente las imágenes y sucesos evocados.

Conocimiento Intelectual

La percepción por sí sola no explica qué es lo percibido. La inteligencia es fundamental para crear conceptos, sin los cuales no podríamos nombrar las cosas. Este conocimiento, denominado intelectual, también implica la formación de juicios (afirmar o negar algo) y razonamientos (enlazar conocimientos para llegar a una conclusión).

Conocer un objeto intelectualmente implica poseerlo de manera intencionada y con autoconciencia. El ser humano, al conocer intelectivamente, es consciente de su propio acto de conocer, apropiándose así de la realidad.

La filosofía del lenguaje estudia las relaciones entre lenguaje, realidad y conocimiento.

Ludwig Wittgenstein, en una de sus etapas, postuló que el pensamiento existe gracias al lenguaje y está limitado por él. El lenguaje, a su vez, condiciona y permite el pensamiento. El lenguaje se refiere al mundo que conocemos y que podemos expresar. La posibilidad de que el lenguaje se refiera a la realidad se basa en una estructura lógica compartida. Posteriormente, Wittgenstein reconsideró su postura, enfatizando el valor del lenguaje en su uso.

Fundamentos y Límites del Conocimiento

El conocimiento, como resultado del proceso descrito, permite el pensamiento filosófico. Históricamente, se ha debatido sobre la base del conocimiento (sentidos o razón) y el papel del sujeto cognoscente, así como sus límites. Estas cuestiones alcanzaron su máxima expresión en la Edad Moderna con el giro epistemológico.

Edad Antigua

La filosofía antigua se centró en la realidad objetiva. Se asumía que la realidad es tal cual es y que conocer consiste en adaptarse a ella, relegando al sujeto a un papel pasivo. La razón era vista como el medio para alcanzar el conocimiento objetivo de la realidad. Platón y Aristóteles defendieron esta tesis con matices propios.

Edad Media

Agustín de Hipona y Tomás de Aquino adoptaron los presupuestos epistemológicos de la Edad Antigua. Agustín se alineó con las tesis platónicas y Aquino con las aristotélicas. Ambos buscaron armonizar la fe y la razón, superando las posibles discordancias ante las exigencias cristianas.

Edad Moderna: Racionalismo, Empirismo y Criticismo

Estas tres escuelas marcan el giro epistemológico:

Racionalismo

Desarrollado a partir del siglo XVII en Europa, el racionalismo sostiene que la razón es la fuente y fundamento del conocimiento. Los sentidos pueden engañar, mientras que la razón es capaz de alcanzar conocimiento sin necesidad de experiencia sensible.

Empirismo

Originado en Gran Bretaña durante el siglo XVII, el empirismo afirma que la experiencia es la fuente y fundamento del conocimiento. La mente se concibe como una tabula rasa (pizarra en blanco) que se va llenando con la experiencia. El conocimiento está limitado por los datos de los sentidos. David Hume argumentó que un conocimiento objetivo de la realidad no es posible, ya que el conocimiento solo ofrece posibilidades.

Ambas corrientes coinciden en que no se conoce la realidad directamente, sino una representación de ella en la mente, concibiendo la mente como un espejo y la realidad como la imagen reflejada.

Criticismo

La propuesta de Immanuel Kant busca superar la oposición entre racionalismo y empirismo. Kant sostiene que el conocimiento comienza con la experiencia sensible, pero afirma que no todo conocimiento se reduce a la experiencia. En este proceso, intervienen tanto los datos sensibles como la estructuración que realiza el sujeto.

La razón no puede conocer nada a priori sin datos de los sentidos, y la evidencia racional carece de fundamento sin ellos. Los datos sensibles por sí solos son insuficientes; es necesario que el sujeto los procese.

Esto representa el giro copernicano en la teoría del conocimiento: mientras antes se pensaba que el sujeto era pasivo, Kant postula que el objeto está condicionado por la facultad de conocer del sujeto. Conocemos las cosas según la estructura inherente al sujeto. Contrario a Hume, Kant defiende la posibilidad del conocimiento objetivo.

Crisis del Ideal Ilustrado

La filosofía contemporánea se caracteriza por una desconfianza hacia la razón y sus manifestaciones. Tras la Segunda Guerra Mundial, surgió el pensamiento posmoderno, que consolida la crisis del ideal ilustrado anunciada por los “filósofos de la sospecha”.

Los filósofos posmodernos comparten:

  • Una desconfianza hacia las aspiraciones totalizadoras y explicativas de la razón.
  • La observación de que el desarrollo histórico no siempre muestra progreso.
  • Una descripción del ser humano centrada en el interés individual, a menudo en detrimento de la unificación o el progreso colectivo.

Conocimiento y Verdad: Posturas Filosóficas

Las relaciones entre conocimiento y verdad se pueden agrupar en tres posturas principales:

Dogmatismo

Defiende la posibilidad de un conocimiento verdadero y objetivo. Kant calificó la filosofía de Descartes como dogmática. Vivencialmente, es la actitud de atribuir verdad a opiniones sin someterlas a crítica.

Relativismo

Niega la existencia de verdades absolutas. Protágoras afirmó que “las cosas son en cuanto son y de las que no son, en cuanto que no son”. Vivencialmente, sostiene que la verdad es relativa y depende de las circunstancias.

Escepticismo

Filosóficamente, niega la posibilidad de alcanzar la verdad. Surgió en la Grecia antigua con Pirrón, cuyos seguidores no afirmaban ni negaban nada. Vivencialmente, es la actitud de quien se abstiene de intervenir en discusiones y de tomar decisiones.