La división de San Agustín: Ciudad Terrenal y Ciudad de Dios

La división se hace porque la **Ciudad de Dios** está presente en la Iglesia, y la **ciudad terrenal** está presente en los Estados políticos.

La demostración racional de Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino intentó hacer una demostración racional de la **existencia de Dios**. Pensaba que no tiene por qué haber contradicción entre la **razón** y la **fe**; podemos, con la ayuda de la razón, llegar a las mismas verdades que las que nos cuenta la fe. Opinaba que existían “**verdades teológicas naturales**”, a las que se puede llegar a través de la fe y a través de la razón; una de estas verdades es la existencia de Dios.

Se puede llegar a Dios por dos caminos: a través de la fe y a través de la razón y de las observaciones hechas con los sentidos. Creía que, basándose en la filosofía de **Aristóteles**, se podía probar la existencia de Dios. Con la razón reconocemos que todo lo que hay alrededor tiene una **causa original**. Dios se nos revela a través de la Biblia y a través de la razón. Existe una **teología revelada** y una **teología natural**.

El problema de la relación mente-cuerpo en Descartes

Según Descartes, el **cuerpo** y la **mente** son entidades distintas, cuyos comportamientos son fundamentalmente diversos. La mente está esencialmente vinculada al acto de **pensar**, sin espacio definido, y puede decidir libremente. El cuerpo, en cambio, está situado en el espacio, sin pensamiento, y lo gobiernan las **leyes del movimiento**. En cada persona, el cuerpo y la mente están unidos y cada uno de ellos influye constantemente sobre el otro.

La crítica de Hume a las leyes de la naturaleza

Hume ataca todas las ideas que no tengan su origen en su correspondiente **sensación**. Él piensa que cuando hablamos de las **leyes de la naturaleza**, en realidad hablamos del **hábito** de las personas y no de lo “racional”.

Hume y la Falacia Naturalista

Hume decía que nunca se debe partir de frases que utilicen el verbo **ser** (esto es así…) para llegar a frases que utilicen el verbo **deber** (esto debe ser así). La **falacia naturalista** decía que se igualaba lo bueno con una propiedad natural. Hay un paso ilegítimo del **ser** (los hechos) al **deber ser** (la moralidad).

La igualdad de las mujeres en la Ilustración

Las mujeres lucharon por los mismos derechos que los hombres a través de **manifestaciones**, pero no consiguieron el fin esperado, ya que muchos personajes de la Ilustración despreciaban la **igualdad de las mujeres**. Por lo tanto, no obtuvieron la igualdad. Algunas de las mujeres que defendieron el papel de la mujer en la Ilustración fueron:

• Mary Wollstonecraft
• Olympe de Gouges

Conceptos clave en la filosofía de Kant

Formas a priori de la sensibilidad

Son el **espacio** y el **tiempo**, que no proceden de la experiencia ni son cosas en sí, pero son los que hacen posible el conocimiento en nuestro intelecto.

Giro copernicano en el conocimiento humano

El **giro copernicano de Kant** consiste en que él cree que la filosofía, para entrar en el camino seguro del progreso en el conocimiento, ha de hacer lo mismo que hizo Copérnico en astronomía: si este entendió que era mejor partir del supuesto de que era el espectador quien giraba, de manera parecida Kant cree que solo podemos tener un verdadero conocimiento de las cosas si el **objeto depende del pensamiento** para ser conocido, y no a la inversa.

Cosas en sí (Noúmeno)

El **noúmeno** para Kant es un término problemático que se introduce para referir a un **objeto no fenoménico**, es decir, que no pertenece a una intuición sensible, sino a una intuición intelectual o suprasensible.

Cosas para mí (Fenómeno)

En Kant, el **fenómeno** es la realidad tal como la conocemos, a partir de las **formas a priori de la sensibilidad** y del entendimiento aplicado a las intuiciones empíricas, y se opone a lo que la realidad es “en sí misma”, al margen de nuestro modo de conocerla, a la que denomina “noúmeno”.

El espacio y el tiempo como parte de la constitución humana

Para Kant, el **espacio** y el **tiempo** son las **formas de nuestra sensibilidad** o intuiciones puras, que le otorgan a las cosas que conocemos su estructura.

Noúmeno y Fenómeno en el ser humano según Kant

Para Kant, en el ser humano, la parte que es el **noúmeno** es la **cosa en sí**, es decir, la cosa en su existencia pura independientemente de cualquier representación. Mientras que el **fenómeno** para Kant es la parte que las cosas ofrecen ante nuestros sentidos, es decir, el primer contacto que tenemos con las cosas, en lo que denominamos **experiencia**.

Diferencias en la explicación de la ley de la causalidad: Hume vs. Kant

La **ley de la causalidad**, según Hume, no podía ser percibida por el ser humano; forma parte, según Kant, de la **razón humana**. Hume había afirmado que solo es nuestro **hábito** el que hace que percibamos una conexión necesaria de causas detrás de todos los procesos de la naturaleza. Kant lo incluye como una **cualidad de la razón humana**. La ley causal rige siempre y de manera absoluta simplemente porque la razón del hombre capta todo lo que sucede como una relación **causa-efecto**.

El Imperativo Categórico de Kant: Formulación y Significado

Kant formuló la **ley moral** como un **imperativo categórico**, con lo cual quiso decir que la ley moral es «**categórica**», es decir, válida en todas las situaciones. Además, es un «**imperativo**», es completamente ineludible.

Primera formulación: La Ley Universal

«Siempre debes actuar de modo que al mismo tiempo desees que la regla según la cual actúas pueda convertirse en una **ley general**».

Esto quiere decir que cuando yo hago algo, tengo que asegurarme de que desearía que todos los demás hicieran lo mismo si se encontrasen en la misma situación. Solo así actúas de acuerdo con la **ley moral** que tienes dentro.

Segunda formulación: El Fin en Sí Mismo

«Siempre debes tratar a las personas como si fueran una **finalidad en sí** y no solo un medio para otra cosa».

No debemos «utilizar» a otras personas con el fin de conseguir ventajas para nosotros mismos, pues toda persona es una finalidad en sí. Pero no solo se refiere a los demás; también es válido para uno mismo. Tampoco tienes derecho a usarte a ti mismo como un mero medio para conseguir algo.