Immanuel Kant nació en 1724 en Königsberg. Entre sus obras más influyentes se encuentran Crítica de la Razón Pura, Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, Crítica de la Razón Práctica y Crítica del Juicio. Kant encarnaba en su propia persona el ideal de la Ilustración: el desarrollo de una racionalidad autónoma, libre y secularizada que hiciera posible el progreso y la libertad de los individuos y las sociedades. Kant se encuentra en el cruce de grandes corrientes ideológicas como el racionalismo, el empirismo y la Ilustración.
Kant consideró que la racionalidad no se limitaba al campo del conocimiento, sino que también se extendía al de la acción. La razón constituye el medio del que nos servimos para conocer (razón teórica) y es la facultad que dirige y orienta nuestra acción (razón práctica).
Antecedentes Racionalistas y Empiristas
En Alemania, la filosofía que estudió Kant era el racionalismo. La lectura de las teorías de Hume le llevó a cuestionarlas. Esto situó a Kant en una encrucijada, ya que la filosofía en la que fue educado y la de Hume eran contradictorias:
- Los racionalistas defendían que la razón, partiendo de sí misma y de los contenidos innatos que posee, puede alcanzar un conocimiento universal.
- Los empiristas defendían que la razón solo actúa con el material proporcionado por la experiencia.
Kant encontró la solución a este problema realizando una síntesis entre ambas corrientes:
- Los empiristas tenían razón: sin experiencia no hay conocimiento.
- Los racionalistas también tenían razón: no todo es experiencia. El sujeto que conoce aporta algo imprescindible para que sea posible el conocimiento.
El Giro Copernicano de Kant
Kant afirma que la posibilidad de conocer no depende del objeto externo sino del propio sujeto que conoce. A este cambio de perspectiva en la interpretación de qué es el conocimiento es a lo que Kant llama giro copernicano. Kant establece dos elementos o condiciones necesarias que debe tener todo conocimiento científico:
- Condición material: Es lo dado por la experiencia, lo a posteriori.
- Condición formal: Los elementos que “pone” el sujeto en el acto de conocer son elementos a priori, que proporcionan al conocimiento las características de universalidad y necesidad.
En la suma de estas dos condiciones encontramos el modelo de lo que Kant entiende por conocimiento: una síntesis entre un elemento de origen empírico y un elemento aportado por el sujeto que conoce.
Clases de Juicios
Según Kant, el conocimiento se expresa en juicios. Los considera un enunciado en el que se relaciona un sujeto y un predicado: en él se atribuyen cualidades o propiedades a un sujeto determinado. Entre los diferentes tipos de juicios se encuentran los juicios científicos. Kant entiende que para que un juicio sea científico tiene que cumplir dos condiciones:
- Debe ampliar el conocimiento.
- Debe ser necesario y universal.
Clasificación de los juicios:
Teniendo en cuenta el fundamento de su verdad, los juicios pueden ser:
Juicios a priori:
- Su verdad no puede confirmarse o fundamentarse en la experiencia.
- Se trata de juicios universales, ciertos para todos los individuos.
- Su negación da lugar a contradicciones. Son juicios necesarios.
Juicios a posteriori:
- El fundamento de verdad de estos juicios es la experiencia: válidos únicamente en la medida en que los confirma la experiencia sensible.
- Su negación no da lugar a contradicciones porque es posible que puedan existir sus contrarios. Son juicios contingentes.
Teniendo en cuenta si amplían o no el conocimiento:
Juicios analíticos:
- No amplían el conocimiento, pues en ellos el predicado está incluido en el concepto del sujeto. No dan información nueva.
- Son juicios explicativos: el predicado solo explica o repite de otra forma lo que dice el sujeto.
- Todos los juicios analíticos son a priori: dependen de la actividad de nuestra razón. Son independientes de la experiencia, universales y necesarios.
Juicios sintéticos:
- Sí amplían el conocimiento, pues el predicado no está incluido en el concepto del sujeto: dan información nueva del sujeto, afirman o niegan algo del sujeto que no está implícito en él.
Hasta Kant, se afirmaba que los juicios sintéticos eran a posteriori. Kant entiende que existen juicios sintéticos a priori, pues son los que cumplen las dos condiciones de los juicios científicos: ampliar conocimiento y ser universales y necesarios.
Crítica de la Razón Pura
1.1 Estética Trascendental
1.1.1 Análisis de la Sensibilidad
La sensibilidad proporciona el conocimiento fundamentado en los sentidos, nos permite captar fenómenos, es decir, la realidad tal como es para mí.
Se entiende por noúmeno, por el contrario, la realidad tal como es en sí misma y que no puede ser conocida por el sujeto.
Los fenómenos son el resultado de la suma de dos elementos:
- Contenido material: Procede de la realidad exterior, las sensaciones.
- Elemento formal: Procede del sujeto que conoce. Su función es la de organizar las sensaciones. Kant las denomina como “intuiciones puras” y son el espacio y el tiempo.
1.1.2 Intuiciones Puras: Tiempo y Espacio
Son intuiciones puras porque están vacías de contenido empírico. El tiempo y el espacio no son objetos, sino estructuras innatas de nuestra mente.
Su función es ordenar las sensaciones que posee el sujeto, provocadas por el mundo exterior.
Kant está seguro de que no podemos conocer nada que no se dé en un espacio y en un tiempo determinado.
1.1.3 La Posibilidad de los Juicios Sintéticos a Priori en las Matemáticas
Según Kant, el espacio y el tiempo permiten establecer los juicios en las matemáticas:
- El espacio es el fundamento de los juicios de la geometría, ciencia sobre las propiedades del espacio.
- El tiempo es la base de los juicios de la aritmética, cuyas operaciones poseen un orden basado en el tiempo sin el cual no podría existir.
Para Kant es indudable que las matemáticas son una ciencia de valor universal; sus conocimientos tienen la misma validez en todas las culturas y para todos los hombres.
1.2 Analítica Trascendental
1.2.1 El Entendimiento: El Conocimiento Intelectual
Así como la sensibilidad nos permite captar los fenómenos, el entendimiento nos permite comprenderlos.
Entender o comprender significa realizar juicios en relación con los fenómenos. Para esta función, el entendimiento se sirve de los conceptos. Pueden ser de dos clases: conceptos empíricos, que se elaboran a partir de la experiencia; y categorías, que son aportadas por nuestra propia mente.
Al igual que ocurría con los fenómenos, los juicios elaborados por el entendimiento son el resultado de dos condiciones:
- Condiciones materiales: Los fenómenos.
- Condiciones formales: Las estructuras innatas de nuestro entendimiento, las categorías.
Las categorías tienen las siguientes características:
- No están sacadas de la experiencia y por eso se las denomina también “conceptos puros” y “conceptos a priori”.
- Estas categorías solo pueden aplicarse a los fenómenos.
- Categorías principales: cantidad, cualidad, relación, modalidad, sustancia, causa y efecto.
1.2.2 La Posibilidad de los Juicios Sintéticos a Priori en la Física
Respecto a la causalidad, la conexión causal no se encuentra en la realidad física, sino en el modo de conocerla por nuestra mente. Es un concepto puro y una categoría.
La física posee juicios sintéticos a priori. Son sintéticos porque se refieren a la experiencia y, por lo tanto, transmiten información al sujeto sobre ella (ejemplo: “los cuerpos son dilatados por el calor”). Por otro lado, son juicios a priori porque en su elaboración se utilizan las categorías, que son conceptos puros o a priori. Como dichos conceptos son universales y necesarios, automáticamente el juicio adquiere igualmente las características de universalidad y necesidad.
1.3 Dialéctica Trascendental
1.3.1 Análisis de la Razón
Una vez que el entendimiento elabora juicios sobre la realidad, la razón entra en escena con el objetivo de encontrar explicaciones generales de toda la realidad. La razón es la facultad de razonar y su función es encontrar dichas explicaciones.
En su actividad, la razón utiliza ideas sin ninguna base empírica. No provienen de la experiencia y por eso se denominan ideas a priori o trascendentales.
Estas ideas trascendentales son:
- La idea psicológica del yo, entendido como sustrato permanente de toda la actividad anterior.
- La idea cosmológica de mundo, como unidad de la realidad externa, de la naturaleza en general.
- La idea teológica de Dios, unidad absoluta de todo lo que existe, fundamento del “yo” y del “mundo”.
Existe un uso fraudulento de las ideas a priori, que no contribuye al avance del conocimiento, sino al razonamiento falso y contradictorio. Esto resulta de considerar al alma, al mundo y a Dios como realidades objetivas realmente existentes. La razón pretende llegar a conocerlas y traspasa los límites de la experiencia, los límites de lo que es posible conocer.
1.3.2 La Imposibilidad de la Metafísica como Ciencia
La explicación de Kant sobre el conocimiento le lleva a negar la posibilidad de la metafísica como ciencia. Las razones son claras:
La metafísica trata de conocer al yo, al mundo y a Dios, y ninguno de estos tres objetos forma parte del mundo sensible, que es el único campo en el que la ciencia es posible. Son “noúmenos” o cosas en sí, inaccesibles para el ser humano; constituyen el límite de aquello que se puede conocer. La metafísica intenta superar este límite.
Cuestiones como la inmortalidad del alma o la existencia de Dios jamás podrán ser demostradas.