Definiciones Clave en la Poesía del Siglo XX
A continuación, se presentan algunas definiciones fundamentales para comprender los movimientos poéticos del siglo XX:
Metáfora Visionaria
Es aquella en donde el reconocimiento de una palabra real con otra que es imaginaria se da por medio de una base emotiva y subjetiva, más que objetiva.
Poesía Pura
Es un término utilizado en historia y crítica literaria para designar una estética poética que, en el periodo de entreguerras, reaccionó contra el nuevo romanticismo que pretendía introducir el decadentismo. Busca la palabra perfecta, aquella que contenga en sí misma toda la densidad y significado.
Alegoría Disémica
Conviven el significado racional con otro irracional. Consiste en dejar de lado el sentido denotativo de la palabra y poner en práctica el sentido figurado de la misma, es decir, representa una idea o concepto a través de imágenes alusivas o metafóricas, dando a entender algo diferente a lo que se está expresando.
El Novecentismo: Entre el 98 y el 27
El Novecentismo es una etiqueta historiográfica que designa a un grupo de escritores españoles intermedio entre las generaciones del 98 y del 27. Se caracteriza por su sólida formación intelectual y por ver en lo europeo un modelo a imitar, situándose dentro del reformismo burgués. Reaccionan contra el arte del siglo XIX a través de tres mecanismos principales: la huida del sentimentalismo, la preferencia por posturas intelectuales y la práctica de una literatura de minorías.
Características del Novecentismo
- Selección lingüística rigurosa.
- Tendencia al clasicismo como oposición al romanticismo.
- Lo sentimental está bastante refrenado, marcado por la razón.
- Búsqueda de la belleza por un proceso más intelectual que vital.
- La poesía anterior (modernista) se va extinguiendo y va declinando hacia un tipo de poesía más sintética, intelectual, depurada y equilibrada.
Los principales poetas novecentistas son José Moreno Villa, Ramón de Basterra y Juan Ramón Jiménez.
Las Vanguardias Literarias: Experimentación y Ruptura
Las vanguardias son el conjunto de manifestaciones artísticas que la cultura occidental experimentó en el primer tercio del siglo XX. Parten casi siempre de un corpus teórico explícito en sus manifiestos. El futurismo, el cubismo, el surrealismo, el creacionismo y el ultraísmo son los “ismos” con mayor repercusión en la poesía española de principios de siglo.
Características Principales de las Vanguardias
- Revalorización de la imagen.
- Esencialización de la poesía en la metáfora, metaforización de la realidad, suprimiéndose lo anecdótico, lo personal y lo sentimental.
- Incorporación futurista de nuevos elementos de la modernidad.
- Afán de originalidad.
- Experimentación estética.
- Disposición tipográfica cubista que trata de ofrecer distintos planos de manera simultánea, llegando al poema visual (Guillermo de Torre) a partir del caligrama de Apollinaire.
- Supresión de signos de puntuación para favorecer el montaje arbitrario (dadaísmo) o alcanzar la velocidad futurista.
- Aparición de la imagen visionaria surrealista.
- Intrascendencia y ludismo (ultraísmo).
Vanguardias Hispanas Destacadas
El Ultraísmo
Nace en 1919, recogiendo en gran medida las aportaciones del futurismo italiano y del cubismo. Su máximo difusor fue Guillermo de Torre.
El Creacionismo
Está vinculado a un nombre hispanoamericano, Vicente Huidobro, quien dio a conocer el movimiento en 1918.
Principales Vanguardias Europeas
El Futurismo (1909)
Con el Manifiesto futurista de Marinetti, este movimiento es un canto a la belleza de la tecnología, las máquinas y la velocidad. Su lema: «Un automóvil de carreras es más bello que la Victoria de Samotracia».
El Cubismo
Desde el punto de vista literario, su principal aportación son los caligramas o poemas visuales de Apollinaire.
El Dadaísmo
Este movimiento supone un escepticismo radical frente al arte, negando la posibilidad misma de una manifestación artística convencional. El Manifiesto dadaísta fue publicado en París por Tristan Tzara. El nombre «Dadá» evoca las primeras sílabas al abrir un diccionario o el balbuceo de un bebé, reflejando su rechazo a la lógica. Muestran su escepticismo con la ruptura de la coherencia del discurso, lo que lleva al absurdo. Desde el punto de vista formal, crean un collage arbitrario.
El Surrealismo
Quizá la vanguardia más importante por sus influencias posteriores. André Breton fue el creador del Primer Manifiesto surrealista. Pretende crear una realidad superior, influida enormemente por Freud y los estudios sobre el subconsciente. Lo onírico (el mundo de los sueños) tiene gran importancia para ellos, así como la técnica de la escritura automática, no filtrada por la razón. Este movimiento influirá enormemente en la Generación del 27, especialmente en Federico García Lorca y Rafael Alberti.
La Generación del 27: Contexto y Características
La Generación del 27 fue un grupo de poetas que inició su actividad literaria en España en los años 20 del siglo pasado. Recibieron este nombre debido a las estrechas relaciones de amistad que mantuvieron durante su juventud y a que, en 1927, se presentaron formalmente como grupo en el Ateneo de Sevilla.
Nómina del Grupo
Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Entre las figuras femeninas destacadas, conocidas como Las Sinsombrero, se encuentran Ernestina de Champourcin o María Teresa León.
Primera Etapa (Años 20): Poesía Pura y VanguardiaInfluida por las vanguardias y la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, esta fase busca la belleza absoluta del poema. Carece de sentimentalismo, siendo una poesía deshumanizada que persigue la depuración y la experimentación lingüística. Es notable asimismo la influencia de clásicos como Góngora, con la búsqueda de una imagen difícil y audaz. A la vez, puede apreciarse la influencia de la lírica tradicional en obras como:
|
Segunda Etapa (Años 30 – Rehumanización)Las circunstancias históricas (fin de la dictadura de Primo de Rivera, crisis económica, advenimiento de la República) propician que casi todos los miembros del grupo intervengan en política. De este modo, se inicia un proceso de «rehumanización» que se reflejará en su poesía y que culminará con el compromiso social de estos autores. Se acercan más a la lírica de Antonio Machado y se alejan de la poesía pura, fuertemente hermética e intelectualizada, de Juan Ramón Jiménez. En esta etapa también reciben una fuerte influencia de poetas como Pablo Neruda y del Surrealismo.
|
Tercera Etapa (Post-Guerra Civil y Exilio)Tras la Guerra Civil (1936-1939), el grupo se dispersa. Algunos mueren, como Lorca, que fue fusilado; otros permanecen en España (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego); y otros se exilian (Alberti, Cernuda, Salinas, Guillén, Prados y Altolaguirre). Desde sus destinos, escriben sobre la nostalgia de su patria perdida. A pesar de que cada uno toma su propio camino literario, todos coinciden en retomar los temas humanos y sociales, agudizados por la guerra y sus consecuencias (muerte, dolor, miseria, censura y exilio). |
Juan Ramón Jiménez: Poesía, Perfección y Evolución
Juan Ramón Jiménez es la máxima representación del poeta novecentista entregado a su obra. Su concepción de la poesía se articula en torno a una triple búsqueda: belleza, conocimiento y eternidad. Era un obseso de la perfección. Su obra se estructura en tres fases principales:
Época Sensitiva (Modernista)
Esta etapa, de corte modernista, muestra su evolución hacia este movimiento. Comenzó a escribir muy tempranamente, renunciando a sus estudios para dedicarse a la literatura en Madrid y defender el modernismo. En 1903 publica su obra clave Arias tristes. Entre 1903 y 1908 destacan Jardines lejanos. Entre 1908 y 1915 escribe Elejías, La soledad sonora, Sonetos espirituales, entre otras. En estas obras, Juan Ramón Jiménez adopta los “ropajes” del modernismo: el uso del color y otros elementos sensoriales, la adjetivación brillante, imágenes sugerentes y ritmos amplios, siendo muy frecuente el alejandrino.
Época Intelectual (Novecentista y Poesía Pura)
En esta etapa, que prima la influencia novecentista, Juan Ramón Jiménez busca la sencillez y la palabra exacta. En 1915 escribió Estío, un libro que representa el primer paso claro hacia esta depuración. La ruptura definitiva con el modernismo se produce en 1916 con Diario de un poeta recién casado. En este momento, es reconocido como maestro por los poetas más jóvenes, especialmente por la Generación del 27. Su novedad es asombrosa: una poesía desnuda, donde predominan los poemas breves, densos, en versos escuetos y libres, sin rima o con leves asonancias. Introduce prosa y otros elementos heterogéneos en sus materiales. En esta época también escribió Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesía (1923), Belleza (1923) o La estación total (1923-1936). En estas obras, continúa el proceso de interiorización y la esencialización de su poesía se acrecienta, apuntando ahora a la realidad profunda o escondida de las cosas.
Época Suficiente o Verdadera (Misticismo y Trascendencia)
Es la etapa final de su obra, con títulos como En el otro costado (1936-1942) y Dios deseado y deseante (1948-1949). En ella se observa un profundo misticismo. Juan Ramón Jiménez busca en la conciencia el camino hacia lo absoluto y celebra el hallazgo de su búsqueda personal y trascendente.
La Poesía Española Tras la Guerra Civil
La Guerra Civil Española (1936-1939) supuso un antes y un después en la poesía española, cuya producción quedó truncada por diversas razones relacionadas con el conflicto:
- La muerte de autores clave (Lorca, Antonio Machado, entre otros).
- El exilio de numerosos poetas (Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Luis Cernuda, etc.).
Los Novísimos (Poesía de los 70)
- Pere Gimferrer
- Manuel Vázquez Montalbán
- Antonio Martínez Sarrión
- Guillermo Carnero
- José María Álvarez
- Félix de Azúa
- Vicente Molina Foix
- Ana Mª Moix
- Leopoldo Mª Panero
La Generación de los 70 (Poesía de la Experiencia)
- Antonio Colinas: Sepulcro en Tarquinia
- Luis Alberto de Cuenca: Los retratos
- Luis Antonio de Villena: Hymnica
- Antonio Carvajal: Casi una fantasía