El Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XX
Su objetivo era provocar al espectador con la crueldad o el absurdo de las situaciones, haciéndole consciente de hallarse en un teatro.
Durante la Guerra Civil Española, surgió un «teatro de urgencia», caracterizado por su brevedad, escasa calidad y contenido a favor de los bandos. (Valle-Inclán, García Lorca)
El teatro en España estuvo condicionado por la censura, que afectaba tanto al texto como a la representación. A menudo, se aplicaba la autocensura y los intereses comerciales, sometidos a los gustos de un público burgués muy conservador. El teatro soterrado rara vez conseguía acceder a los escenarios, lo que propició el surgimiento del teatro independiente y de ensayo.
1. Teatro en el Exilio
- Max Aub: Cultiva el drama del aquí y ahora español. Su obra San Juan aborda los problemas de un contingente de emigrados judíos que huyen de los nazis en un barco.
- Alejandro Casona: Realiza dramas atemporales, como La dama del Alba.
- J. M. Camps: Escribe teatro para el nuevo público.
2. Teatro en la Península
Teatro en los Años 40
a) Teatro Convencional: Comedia Neobenaventina
- Causas de su éxito:
- Sociológicas: Halagaba a la burguesía.
- Literarias: Obras bien hechas con diálogos cuidados y estructuras clásicas.
- Temas: Aborda el adulterio, la soltería, la nostalgia del pasado, entre otros.
- Direcciones:
- Comedia de evasión: Con temas intranscendentes.
- Drama ideológico: Defiende los valores tradicionales.
Algunos autores destacados:
José María Pemán: Por la Virgen capitana, Callados como muertos.
Joaquín Calvo Sotelo: La visita que no llamó al timbre.
José López Rubio: Celos del aire, La venda en los ojos.
Edgar Neville: El baile.
b) Teatro de Humor
De carácter evasivo, presenta piezas sin gran trascendencia cuyo objetivo principal es provocar la risa. Se caracteriza por escenas costumbristas, sucesos inverosímiles, y el recurso a la sarta de chistes y situaciones disparatadas.
Enrique Jardiel Poncela: Pretende renovar el humor español, oponiéndose al realismo y al humor burgués. Utiliza un material serio al que le coloca un caparazón cómico, recurriendo para ello a episodios extraños y divertidos. Sus personajes a menudo son tratados como objetos. Se centra en asuntos amorosos sin caer en lo sentimental. Obras destacadas: Los ladrones somos gente honrada y Un marido de ida y vuelta.
Miguel Mihura: Su obra representa un rechazo al realismo, acercándose al «teatro del absurdo». Parodia y caricaturiza las costumbres, logrando el humor con giros lingüísticos inesperados, respuestas absurdas y una cómica caracterización de los personajes.
Temas y obras:
- Relaciones entre solteros: A media luz los tres.
- Relaciones matrimoniales: El caso de la mujer asesinadita, Melocotón en almíbar.
- Rebeldía: Sublime decisión.
- Integración problemática: El caso del señor vestido de violeta o Tres sombreros de copa (esta última combina el humor amargo y la ternura).
El Teatro en los Años 50: Realismo y Compromiso Social
Obras clave como Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo marcaron un cambio hacia el drama realista en el teatro español. Por su parte, Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre, ejemplifica cómo lo social se consideraba una categoría superior a lo puramente artístico.
Surgió un público nuevo, juvenil y universitario, que demandaba «otro teatro» y abordaba temas como:
- Burocracias deshumanizadas.
- La alienación del trabajador.
- Las angustias de los jóvenes opositores.
- La situación de los obreros obligados a emigrar o a soñar con quinielas.
- La brutalidad de los aldeanos instigados por fuerzas retrógradas.
Este teatro reflejaba la violencia y la injusticia de la España de posguerra.
En cuanto a su estética y técnicas realistas, se caracterizaba por:
- Un lenguaje directo y elemental.
- Apoyo en recursos y lenguajes del sainete.
- Rasgos del esperpento o estilización expresionista de la realidad con fines críticos.
Los autores de esta corriente tuvieron considerables dificultades en la difusión de sus obras.
Surgieron dos posturas enfrentadas:
- Los que defendían la crítica abierta y directa, aun a riesgo de no ser representadas (el «teatro de agitación social», defendido por Alfonso Sastre).
- Los que disfrazaban el lenguaje para poder representarlo (la «actitud posibilista», defendida por Antonio Buero Vallejo).
Algunos autores y títulos representativos son:
Carlos Muñiz: El tintero.
Lauro Olmo: La camisa.
Ricardo Rodríguez Buded: La madriguera.
Alfonso Sastre: En su teatro investiga la condición del hombre de nuestro tiempo y examina sus relaciones con la sociedad. Su obra sirve de protesta e invita a la reflexión. Utiliza recursos como la suspensión del espacio que media entre el escenario y los espectadores, la utilización de carteles, pancartas, proyecciones, y la introducción del autor en escena como un personaje más.
En sus «dramas de frustración» presenta un mundo en el que el hombre no puede actuar: Uranio 235 y Cargamento de sueños.
En sus «dramas de posibilidad»: Escuadra hacia la muerte, La mordaza, La cornada.
El Teatro en los Años 60
1. Teatro Vanguardista
Influenciado por el Teatro del Absurdo (Beckett, Ionesco), que denuncia el absurdo social en el que se encuentra el hombre, y por el Teatro de la Crueldad, que expone situaciones que subrayan la incomunicación.
Aboga por un espectáculo total, donde el texto es un elemento más junto con las luces, el sonido, la danza, etc. Estos autores siguieron enfrentándose a la censura, y su audacia los alejó de los teatros convencionales.
Fernando Arrabal: Caracterizado por decorados mínimos, personajes primitivos y lenguajes con rasgos de humor absurdo. En su «teatro pánico» reúne amor, confusión, azar, religión, sexualidad, política, etc. Obras: Pic-Nic, Los hombres del triciclo.
Francisco Nieva: Defiende un teatro catártico y liberador que muestre la esencia del hombre. Utiliza una escenografía compleja y separa su teatro en tres tipos:
- El influido por Valle-Inclán: Coronada y el toro.
- El que tiene un argumento más trabajado: Malditas sean Coronada y sus hijas.
- El que es meramente «informático»: Sombra de quimera de Larra.
2. Teatro Poético y Simbólico
Adopta un enfoque simbólico para eludir la censura, con frecuencia utilizando simbología animal y empleando elementos provocadores como la sexualidad.
Antonio Gala: Emplea un lenguaje poético-simbólico y reflexiona sobre temas humanos intemporales. Obras: ¿Por qué corres, Ulises?, Petra Regalada.
José Ruibal: Los mendigos, La máquina de pedir.
Luis Riaza: Retrato de dama con perrito, El emperador de los helados.
3. Teatro Heredero de la Comedia Burguesa
Se caracteriza por un alto grado de evasión, con personajes totalmente alejados de las circunstancias sociales del momento.
Alfonso Paso: Aborda el tema del amor romántico. Obras: Los pobrecitos, Enseñar a un sinvergüenza.
Jaime de Armiñán: La pareja, El último tranvía.
Jaime Salom: El mensajero, Una hora ante el televisor.
Juan José Alonso Millán: El cianuro ¿solo o con leche?, Capullito de alhelí.
4. Teatro Independiente
Adquieren gran importancia los grupos de teatro independiente. Se autofinancian y pretenden vencer las limitaciones con formas audaces, creando espectáculos provocadores. Siguen modelos inconformistas, sintetizan lo popular con lo experimental, y representan tanto obras «de autor» como creaciones colectivas. Se dirigen a amplios sectores de público, creando espectáculos sin texto preciso, pudiendo improvisar con la participación del público. En estas propuestas, los elementos verbales ceden espacio a los elementos visuales, acústicos, gestuales y musicales.
Destacan grupos como:
- Catalanes: Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus.
- Madrid: Tábano, Ditirambo.
- Sevilla: La Cuadra, Esperpento.
- Bilbao: Akelarre.
El Teatro en los Años 70
Con el fin de la censura, se inicia una nueva política teatral.
Se crea el Centro Dramático Nacional y el Centro de Experiencias Escénicas, proliferan los festivales de teatro, se subvencionan los espectáculos teatrales, se restauran viejos edificios teatrales y se toman medidas para atraer al público.
Se continúa representando a los clásicos y el teatro comercial sigue triunfando.
Se observa un retorno al teatro tradicional, reviviendo episodios de la Guerra Civil, como en Las bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez.
El teatro innovador aborda realidades actuales como la droga: Bajarse al moro de José Luis Alonso de Santos, o Caballito del diablo de Fermín Cabal.
Continúa la presencia de autores de éxito como Antonio Buero Vallejo y Antonio Gala.
Aparecen dramaturgos más jóvenes:
María Manuela Reina: Lucero o la libertad esclava.
El teatro independiente mantiene su relevancia, con la continuidad de los grupos ya mencionados.
Antonio Buero Vallejo: Figura Clave del Teatro Español
Antonio Buero Vallejo defendía que la tragedia no es pesimista. Devolvió al teatro de posguerra su función testimonial, social y moral, actualizando el género trágico. Su concepción humanista del hombre y su compromiso sociopolítico determinan toda su obra. Su temática es actual y la trata con un lenguaje realista y simbólico. Rasgos que le caracterizan:
- Personajes complejos, con contradicciones propias del ser humano.
- Los problemas de los personajes adquieren una dimensión universal al ser extraídos de su entorno espacio-temporal.
- Siempre parte de una actitud esperanzadora.
- El espectador percibe la realidad del mismo modo que el personaje (efecto de inmersión).
- La temática gira en torno al anhelo de la realización humana y a sus dolorosas limitaciones.
- Cuida con esmero la estructura de las piezas y el lenguaje es sencillo y sin adornos superfluos.
Podemos distinguir su obra en tres etapas:
1. Etapa Existencial
Se inicia con Historia de una escalera, obra que nos sitúa en una casa de vecinos cuyos habitantes van perdiendo con el tiempo las ilusiones de la juventud. La historia de los protagonistas se repite en sus hijos, configurando un drama de frustración. En En la ardiente oscuridad, sus personajes ciegos encarnan la resignación o la rebeldía ante su privación.
2. Etapa Social
Abundan dramas históricos como Un soñador para un pueblo o Las Meninas. En Hoy es fiesta, los personajes depositan sus esperanzas en un «gordo» de la lotería que coincide con el número de los vecinos de la azotea, pero que no ha sido comprado. En Las cartas boca abajo, un matrimonio decide aclarar su tortuosa situación sin éxito. El tragaluz desvela las heridas nunca cerradas que la Guerra Civil ocasiona a los miembros de una familia y que se reabren treinta años después.
3. Etapa Experimental
Los contenidos sociales y políticos adquieren mayor peso, y el espectador percibe la realidad desde el punto de vista de ciertos personajes. La Fundación es un drama amargo en el que el protagonista, tras confesar bajo tortura, se imagina encerrado en una fundación para escribir un libro. También encontramos La detonación y Lázaro en el laberinto.