Conocimiento Perceptivo: Nuestro Contacto con la Realidad
Nuestro contacto con las cosas y con los demás se produce a través de nuestros sentidos. A este contacto es a lo que llamamos conocimiento sensible. En el conocimiento se da una relación entre un sujeto y un objeto que se conoce.
El sujeto se apropia del objeto; aunque en esta apropiación el objeto no cambia, sí lo hace de algún modo el sujeto que conoce, modificándose a sí mismo.
Desde el punto de vista psicológico, se ha tratado de analizar el proceso por el que nuestros órganos sensoriales son activados y obtenemos información sobre lo que nos rodea. La psicología habla de un estímulo que afecta a las terminaciones nerviosas de los sentidos, activa nuestro cerebro y produce una sensación o conocimiento de aspectos de los objetos.
Pero estas sensaciones no se nos presentan aisladas, sino referidas a objetos que identificamos como tales. Lo que captamos al conocer no es solo el color, sino que identificamos el objeto. La psicología habla del conocimiento perceptivo.
Podemos definir la percepción como el proceso organizador de los datos que reciben nuestros sentidos, influido por la experiencia, que nos permite captar objetos o totalidades y, en general, tener conciencia del mundo.
El Proceso Perceptivo: De los Estímulos a la Interpretación
Los órganos de los sentidos están estructurados de tal modo que transforman las diversas ondas de energía de los estímulos físicos del medio en una variada gama de impulsos nerviosos. Estos impulsos nerviosos llegan como señales a la zona cortical del cerebro.
El cerebro es una compleja red de neuronas y de sustancia e interacción. Mediante esta interacción se analizan las señales, se combinan, se relacionan y se interpretan de acuerdo con la información de los objetos y de su comportamiento que se encuentra allí almacenada, procedente de experiencias anteriores.
Cuando percibimos, desarrollamos una actividad configuradora cuyo resultado son los diversos objetos o realidades significativas. Teniendo como material de trabajo las sensaciones, mediante una serie de mecanismos individuales, vamos relacionando con percepciones que se van haciendo progresivamente más complejas al intervenir la experiencia con el mundo de los objetos y de sus relaciones.
Entre los mismos hombres, las diferencias de grupo e incluso las diferencias individuales son considerables. No percibe igual una moneda un niño pobre que uno rico.
Las Leyes de la Percepción: Cómo Organizamos la Realidad
Percibimos objetos y procesos. De este modo, aprendemos la realidad a través de los sentidos, configurando los objetos que adquieren un valor constante o una identidad propia. La psicología asociacionista pretendió explicar la percepción como una suma de sensaciones.
Los psicólogos de la Gestalt advirtieron cómo operaban en nosotros una serie de mecanismos organizativos que, incidiendo directamente sobre los estímulos, daban como resultado figuras estructuradas.
La percepción comporta, pues, un cierto saber acerca de los objetos percibidos y de sus relaciones que se va adquiriendo dentro de un marco histórico-cultural.
El resultado perceptivo depende también de la práctica del lenguaje. La hipótesis de Sapir-Whorf es que el lenguaje, al proyectar su red de conceptos sobre la realidad, determina el conocimiento de la misma.
Factores Subjetivos de la Percepción: La Influencia Interna
Nuestra respuesta perceptiva, además de la configuración de los objetos, lleva consigo también la comprensión de esos objetos, su reconocimiento y, sobre todo, la atribución de un significado a lo percibido. Esto se diferencia según el grupo social y la situación personal. Cada uno de nosotros tiene su propio modo de percibir los objetos.
Entre los aspectos subjetivos que intervienen en la percepción cabe señalar la atención, los intereses individuales y las necesidades culturales.
La Atención: Selección de Estímulos
Solo somos capaces de procesar una pequeña parte de lo que incide sobre nuestros órganos sensoriales. La percepción, por tanto, es selectiva y esta selección se realiza mediante la atención. En la atención influyen factores propios de la naturaleza del estímulo y también factores propios del sujeto que percibe.
Los Intereses Individuales
Llamamos intereses individuales a aquellos que tienen que ver con las actividades e intereses propios del sujeto o generados por las situaciones que este pueda encontrar.
Las Necesidades del Momento
Estudios han constatado que los individuos hambrientos son más propensos a interpretar como alimentos objetos que no lo son cuando se presentan con cierta ambigüedad.
La Situación Emocional
La angustia, el temor, la ansiedad, etc., pueden dar lugar a una percepción distorsionada y llegar así a confundir. Ej.: la sombra con la figura de alguien que corre o una rama que se mueve en la oscuridad.
Las Ocupaciones Profesionales y los Gustos
Orientan la percepción, permitiendo reconocer en los objetos, en función de los conocimientos y preferencias específicas que se poseen, detalles que generalmente se escapan a otras personas. En la percepción de figuras proyectamos nuestra personalidad, lo que se utiliza en psicología para el estudio de la personalidad a través de tests proyectivos.
El Conocimiento como Elaboración Teórica
El conocimiento perceptivo solo nos aporta información sobre objetos sensibles y concretos. Requiere más que esa simple comprensión de las cosas que se presentan a nuestros sentidos. Tenemos que poder clasificarlas, ordenarlas, relacionarlas entre sí y con nosotros mismos. Para desarrollar estas tareas, contamos con una capacidad de analizar todo lo que nos rodea y de reflexionar sobre ello mentalmente.
Para pensar no se necesitan estímulos físicos; se puede utilizar para ello el material de la memoria y, con el apoyo de la imaginación, se pueden realizar proyectos y programas anticipando hechos que nunca han ocurrido. Al pensar se pueden incorporar también percepciones presentes. Pero el pensamiento no se refiere a las cosas, sino a sus significados, por lo que siempre va más allá del presente. El pensamiento, como un proceso interior, utiliza representaciones simbólicas de hechos y cosas no presentes en la realidad inmediata.
El pensamiento puede realizar tres tipos de operaciones:
- Formar conceptos y descripciones.
- Elaborar juicios en los que se establecen tipos de relaciones entre conceptos.
- Realizar deducciones (inferencias, razonamientos) comparando lo expresado en varios juicios para obtener nuevos conocimientos o conclusiones.
Relación entre Lenguaje y Pensamiento
El lenguaje y el pensamiento son dos actividades de la inteligencia estrechamente vinculadas. Los autores no se ponen de acuerdo a la hora de explicar sus relaciones. Las posturas más significativas son las de Piaget y Vygotsky; cabe destacar también la aportación de la sociología.
A) Teoría de Piaget: Pensamiento Precede al Lenguaje
Piaget defiende que el desarrollo del pensamiento es anterior al del lenguaje y, por ello, este sería únicamente un instrumento para la expresión del pensamiento.
B) Teoría de Vygotsky: Interdependencia y Lenguaje Interior
Vygotsky defendía que el lenguaje y el pensamiento eran dos elementos distinguibles, pero con un área común que se manifestaría fundamentalmente en el lenguaje interior (pensamiento), mientras que el lenguaje expresado oralmente, el exterior, sería dependiente, en gran parte, del contexto social del individuo.
C) Teorías Sociológicas: La Influencia del Lenguaje en el Pensamiento
Las teorías sociológicas, como la de Bernstein, han mostrado la dependencia del pensamiento respecto al lenguaje. Su tesis es que los hábitos lingüísticos imperfectos impiden el desarrollo de ciertas formas de pensamiento teórico. Es decir, cuanto peor se habla, peor se piensa.
Las tres posturas destacan la importancia que tiene la sociedad para el desarrollo del lenguaje, mostrando que este no se produce sino dentro de una determinada sociedad humana y que la carencia de un lenguaje adecuado imposibilita un verdadero desarrollo del pensamiento.