1. El Origen y la Evolución Humana
Solemos preguntarnos por nuestro origen, intentamos averiguar algo más que lo que somos hijos de nuestros padres. No se trata solo de árboles genealógicos o filiación biológica. Se han elaborado mitos que tratan de explicar cómo surgieron nuestros antepasados, buscando aclarar el origen y comprender lo que nos define.
1.1. La Teoría de la Evolución de Darwin
La teoría de la evolución de Darwin, a mediados del siglo XIX, dio un vuelco a la comprensión del origen humano. En principio, fue rechazada por las religiones, pero poco a poco se fueron aceptando los datos facilitados. Aunque los detalles no están del todo resueltos, hay algunos aspectos que están firmemente establecidos:
- Nuestros antepasados, los homínidos, aparecieron en África. Sus rasgos distintivos incluyen:
- Bipedismo
- El pulgar oponible
- Encéfalo más desarrollado
- Transformación de la laringe
- La especie de los neandertales supuso un avance en la fabricación de instrumentos.
- El Homo sapiens sapiens aparece en África, con rasgos como:
- Encéfalo más desarrollado
- Línea del perfil vertical
- Los mecanismos básicos que explican la evolución son:
- Adaptación selectiva
- Mutaciones genéticas
1.2. Implicaciones Filosóficas de la Evolución
Darwin encontró una profunda oposición, ya que su teoría implicaba acabar con el antropocentrismo. La humanidad, según esta perspectiva, carece de todo tipo de proyecto específico. Esto plantea el problema de cuál es el destino de la evolución humana: ¿apareció el ser humano por casualidad y necesidad?
Un enfoque distinto plantea el principio antrópico: las condiciones necesarias para la aparición de la vida humana son tan complejas que parece difícil que puedan haberse dado de puro azar.
2. La Continuidad y Diferencias con los Primates
La continuidad entre los seres humanos y sus parientes animales, los primates, es notable. Los etólogos detectan formas de comportamiento similares.
2.1. Diferencias Físicas
- Postura erecta y bipedismo
- Pulgar oponible
- Encéfalo desarrollado
2.2. Diferencias de Comportamiento
- Lenguaje articulado
- Uso del fuego y la capacidad de fabricar y utilizar instrumentos
- Modificación del medioambiente
- Gran capacidad de aprendizaje
- Capacidades cognitivas de alto nivel: autoconciencia, capacidad de reconocer y hacer cálculos
Aristóteles definió al ser humano como “animal racional”.
2.3. Proximidad a los Grandes Simios
- La lucha a favor del reconocimiento de los derechos de los animales, como el Proyecto Gran Simio, exige que se les reconozca plena personalidad jurídica y moral.
- La capacidad transformadora, como la ingeniería genética, plantea grandes avances que requieren una cuidadosa reflexión ética.
3. La Relación con Nuestro Cuerpo
La relación con nuestro cuerpo se ha vivido con un cierto nivel de conflictividad.
3.1. El Cuerpo como Problema
Existen fuerzas que nos desbordan y nos ponen en un aprieto (la desmesura). Pitágoras, en el origen antropológico, planteó que estamos formados por cuerpo y alma. Platón lo desarrolla más, utilizando la metáfora del carro alado para explicar la unión del alma con el cuerpo como un castigo del que nos libramos con la muerte. Los seres humanos encajamos mal la muerte, el cadáver, y usamos metáforas para ello.
3.2. El Cuerpo como Carga
Un rasgo físico infrecuente puede suponer una pesada carga. El proceso del paso de la infancia a la vida adulta plantea problemas a los adolescentes con la aceptación de los cambios. En la vejez, la persona no es quien era. El debate sobre las relaciones entre el cuerpo y el alma se ha centrado en las relaciones entre el cerebro y la mente.
3.3. El Cuerpo como Tarea
Encargarnos de nuestro cuerpo, tratarlo bien, nos hace maduros. El antiguo dicho en latín Mens sana in corpore sano (mente sana en cuerpo sano) refleja esta idea. Buscamos un cuerpo perfecto. Cuidar la alimentación, la higiene y el ejercicio físico ayuda a tener un cuerpo equilibrado. Sin embargo, la preocupación por el cuerpo perfecto puede convertirse en una obsesión. El lema olímpico citius, altius, fortius (más rápidos, más altos, más fuertes) ilustra esta búsqueda de superación, pero es crucial reconocer la frontera que separa la salud de la obsesión.
4. La Temporalidad y la Personalidad
Los seres humanos somos seres temporales, conscientes de ello. La muerte es el final natural.
4.1. Las Etapas de la Vida
- Primera infancia
- Infancia
- Pubertad y adolescencia
- Juventud
- Vida adulta
- Vejez
El ciclo vital es continuo y no resulta sencillo poner fronteras precisas; es difícil determinar cuándo comienza la vejez.
4.2. Niños y Adultos
La distinción más importante es la que existe entre la infancia y la vida adulta, que a menudo se enmarca en una tipificación jurídica. Los psicólogos, sin embargo, señalan que existe una profunda continuidad entre las capacidades cognitivas y afectivas de los niños y los adultos. Los niños nacen con una dotación genética, influyen en su medio y son influidos por él. Los psicólogos distinguen entre el temperamento (parte innata de nuestro comportamiento) y el carácter (lo que se adquiere en la interacción entre lo innato y el ambiente). La personalidad es el conjunto dinámico de rasgos y características que nos definen.
4.3. La Personalidad
En psicología, existen varias teorías sobre la personalidad. Algunos rasgos comunes incluyen:
- Apertura a nuevas experiencias
- Responsabilidad
- Extroversión
- Amabilidad
- Estabilidad emocional
La clave del ciclo vital reside en su comienzo y su fin.
5. La Identidad Personal
El tema de la identidad es complejo. David Hume afirmaba que carecemos de una percepción clara de nosotros mismos, de nuestro yo. Gabriel Marcel sostenía que entender al ser humano es un misterio que solo podemos reconocer.
5.1. Llegar a Ser Quien Eres
Píndaro exclamó: “¡Llega a ser quien eres!”. Nietzsche plantea la vida del superhombre como una tarea y un esfuerzo de alguien para superarse. Hannah Arendt, siguiendo a Aristóteles, señala que tenemos una vida que es bios (tenemos una biografía). La vida humana es la identidad personal. La memoria desempeña un papel fundamental en esto. El dominio del lenguaje hace posible esta capacidad. En la adolescencia, desarrollamos los hitos vitales que nos definen.
5.2. Contamos Historias
Los seres humanos no somos algo, somos alguien. Paul Ricoeur propone que tenemos una identidad narrativa y que el hilo conductor es la búsqueda del sentido de nuestra propia existencia. La vida es el resultado de la práctica (praxis). El nacimiento y la muerte son un comienzo y un final. El mundo, que tiene un margen de libertad, es capaz de iniciar un nuevo comienzo. Nuestra mismidad es lo más permanente (idem), pero debemos crear nuestra identidad narrativa. El tiempo para nosotros no es una pura repetición, sino un margen para decidir la clase de persona que queremos ser.
5.3. La Vida como Obra de Arte
Una vida que tenga sentido merece la pena ser vivida. Nietzsche nos invita a afrontar la propia existencia y nuestra identidad personal como una obra de arte.
6. Evolución del Comportamiento y el Mundo Simbólico
Los paleontólogos estudian las modificaciones anatómicas que nos caracterizan. Por ejemplo, el hueso hioides permite el lenguaje articulado.
6.1. Cambios en el Comportamiento
- El control del fuego
- La modificación profunda de las relaciones sexuales
- La aparición del sentido del humor, que implica destrezas cognitivas y la capacidad de crear chistes
- El lenguaje: su aparición marca el inicio de un mundo simbólico, transformando al ser humano en un animal simbólico y distanciándolo del mundo salvaje.
6.2. Vivir en un Mundo Simbólico
Los primeros seres humanos crearon un universo simbólico, manifestado en:
- La fabricación de instrumentos, un signo de avance evolutivo
- El control del fuego, otro signo crucial
- El uso de pieles para protegerse
- Especial atención al cuidado de sus muertos
- La creación artística, como las pinturas rupestres
- La creencia en una realidad trascendente
6.3. La Explosión del Paleolítico Superior
Los paleontólogos hablan de una auténtica explosión cultural y tecnológica en el paso del Paleolítico Medio al Paleolítico Superior, hace aproximadamente 50.000 años. El cambio fue de gran calado. La aparición de la agricultura y la ganadería, sin embargo, tuvo lugar en el Neolítico.
7. Sociedad, Diálogo y Apoyo Mutuo
7.1. La Lucha por la Vida y el Apoyo Mutuo
- Piotr Kropotkin (siglo XIX) defendió el apoyo mutuo como un factor clave que explica la evolución de las especies. Argumentaba que las especies mejor adaptadas son las que practican el apoyo mutuo, no la lucha por la vida, y que las dificultades naturales son superadas si se coopera.
- El darwinismo social extrapolaba la teoría de la selección natural de Darwin al campo de la vida en sociedad. Se inició una dura polémica entre quienes defendían la lucha por la vida y quienes optaban por el apoyo mutuo y la solidaridad. Edward Wilson (biólogo norteamericano) propuso una explicación que intenta mediar entre ambas posturas.
7.2. El Animal Político
Aristóteles definía al ser humano como el animal político. Es necesario construir normas de convivencia que regulen cómo se reparten las actividades y el trabajo, cómo se toman decisiones, qué parte aporta cada persona y qué beneficios puede obtener de esa vida en común. Hannah Arendt afirmó que el derecho básico y primero de los seres humanos es el derecho a tener derechos.
7.3. El Animal Dialógico
Somos seres dialógicos, dialogamos con otros seres humanos. Descubrir nuestra propia identidad es, en gran medida, descubrir la identidad de los otros. Martin Buber enfatizó la dimensión dialógica del ser humano. Viktor Frankl creó una práctica terapéutica encaminada a ayudar a otras personas cuya vida carece de sentido o que atraviesan situaciones sumamente dramáticas: la Logoterapia.
8. Temporalidad, Muerte y Finitud
8.1. La Subjetividad Temporal
Los seres humanos tenemos una dimensión temporal y estamos marcados por los ritmos temporales. Tenemos conciencia de la propia temporalidad, lo que nos permite distinguir un tiempo vivido y un tiempo medido. El tiempo marcado se distingue del tiempo que percibimos, lo que hace que la percepción de la duración sea diferente. Los griegos distinguían entre:
- Cronos: el tiempo que se puede medir.
- Kairós: un periodo indeterminado en el que ocurren cosas importantes.
8.2. Conciencia de la Muerte
Primero, la muerte no es natural en el sentido de que la vida es finita. Segundo, los seres humanos llegamos a la conclusión de que en determinadas circunstancias es preferible morir a seguir viviendo. Damos la vida para proteger a otros seres humanos o por algunas ideas. En la pubertad, ya les queda claro que la muerte es el momento final de un proceso interno inevitable e irreversible, un proceso natural y un hecho universal.
8.3. Finitud y Fragilidad
La conciencia de la muerte va vinculada a la conciencia de que somos seres frágiles y caducos.
- En la enfermedad: Paul Ricoeur habla de la plenitud de la vida a pesar de la fragilidad.
- En la muerte: Es el momento final y definitivo, percibido a menudo como algo malo o infeliz. Heidegger afirmó: “El ser humano es un ser para la muerte”. Somos proyecto, posibilidad, y la muerte significa que se acaban los proyectos, que no hay futuro.
- En el envejecimiento: Se manifiesta la aparición de la dependencia, y vamos perdiendo facultades.
Epicuro sostenía que mientras vivimos no tiene sentido hablar de la muerte. Spinoza creía que una persona libre y sabia no debe pensar en la muerte, solo en la vida. Montaigne decía que la filosofía debía entenderse como el arte de aprender a morir.