Personajes Literarios: Retratos de Conflictos y Emociones
Carmina
Carmina es una muchacha de aire sencillo y pobremente vestida. Está enamorada de Fernando desde que era una niña. Cuando eran pequeños, jugaban a ser novios. Tras un breve titubeo, acepta la proposición de matrimonio de Fernando al final del primer acto. A través de las palabras del joven, la muchacha vislumbra un futuro feliz.
En el acto segundo, Carmina acabará accediendo a la petición de Urbano; tras su declaración, se limita a asentir «tristemente» porque le recordó un momento semejante en el que estaba muy ilusionada (la declaración de Fernando en el acto I). Se casa para librarse de la vida llena de miseria que seguramente le aguardaría tras la muerte de su padre y por compasión. Se nos permite suponer que continúa enamorada de Fernando, quien ya es marido de Elvira.
Carmina nunca se dirige con cariño a Urbano, su marido. Le reconoce que no lo quiso nunca, pero que tampoco lo engañó. Este le había ofrecido apoyo material, y esto es lo que ella aceptó. Su corazón está cansado y gastado «de la edad… y de las desilusiones», según ella misma dice. Su carácter se ha agriado y nos sorprende su manera de hablar, ya que siempre se había mostrado amable y comedida.
Elvira
Elvira, nos dice el autor, es una muchacha vestida de calle. Ella y su padre gozan de una posición económica superior a la de los demás vecinos. Está enamorada de Fernando, a quien ayuda económicamente cuando tiene ocasión y a quien «persigue» sin recato, a pesar de la aversión que él le muestra. En el paso del primer al segundo acto, Elvira ha conseguido su propósito: la encontramos casada con Fernando. Pero también observamos enseguida que el matrimonio no se lleva bien.
Elvira se ha arrepentido de su elección y reprocha a su marido: «¡Si hubiera sabido lo que me llevaba…! ¡Si hubiera sabido que no eras más que un niño mimado!» (Acto II). Fernando, cansado de sus continuas recriminaciones, contesta diciéndole lo que, por su parte, piensa de ella: «(Entre dientes.) Siempre has sido una niña caprichosa y sin educación.» (Acto II). Se encapricha de Fernando y después no lo acepta por ser como todo el mundo le había dicho que era, atacándolo constantemente.
Desde que se casó con Fernando, Elvira ha descendido en la escala económico-social que disfrutaba cuando vivía con su padre. Solo por un momento deja de disimular ante los demás, casi al final de la obra, y reconoce el desastre de su matrimonio. Aunque hasta entonces había simulado mantener unas relaciones «correctas» con el resto de los vecinos, al insultar a Urbano y Carmina manifiesta sus prejuicios de clase y pregunta a su marido para que todos la oigan bien: «¿Por qué te avienes a discutir con semejante gentuza?»
El odio, el rencor y el desprecio de Elvira se hacen incontenibles. Ya no puede disimular durante más tiempo y se desborda en la pelea final del acto tercero.
La Poesía Española de Posguerra: Movimientos y Autores Clave
La Poesía de los Años 50: Compromiso Social
- Esta poesía surge en 1950 con la intención de denunciar las injusticias sociales, la marginación, el paro y la falta de libertad. Es una poesía que busca cambiar la sociedad.
- Se trata de una lírica comprometida, profundamente humana, que rechaza el formalismo, ya que busca la utilidad de la poesía. Los temas que se abordan son los problemas cotidianos.
- Blas de Otero es considerado el mejor poeta de su generación, con obras como Pido la paz y la palabra (que trata de España). Otros autores destacados son José Hierro con Quinta del 42 y Gabriel Celaya con Cantos Íberos.
Contexto y Evolución de la Poesía Española
- La poesía sufre un cambio parecido al de la novela. Lorca fue asesinado y Miguel Hernández murió encarcelado. La mayoría de poetas marcharon al exilio, desde Juan Ramón Jiménez hasta muchos de los integrantes del grupo poético del 27.
- Sin embargo, hay un grupo de autores que permanece en España y plasmará lo que siente, sobre todo, por medio de revistas como Garcilaso. Otros, por el contrario, mostrarán con los años su profunda angustia existencial por la situación que les ha tocado vivir, su desarraigo en esa España rota, y lo harán en la revista Espadaña.
- Finalmente, surgirá otro grupo en los años cuarenta en torno a la revista Cántico, más preocupado por la renovación estética que por reflejar una realidad que no les gustaba.
- En los años cincuenta, los poetas evolucionan: por un lado, los afines al régimen escriben un tipo de poesía más metafísica y profunda; por otro, los que han cultivado una poesía existencial encuentran una vía de escape a su angustia a través del compromiso y la solidaridad con los demás: pasan del «yo» al «nosotros». Este cambio produce una poesía social.
- En los años sesenta, se inicia un leve proceso de apertura y, también, de renovación formal.
- Este proceso de renovación y la tímida apertura exterior que se estaba dando en el país son determinantes para que, a finales de los años sesenta, surja un grupo, denominado los Novísimos, que recoge los postulados de los poetas de Cántico y rompe definitivamente con la literatura social para abrazar una poesía estetizante y decadente que, por otro lado, dé cabida a otras modalidades artísticas como el cine o el cómic, la música pop o la publicidad.