Claves Temáticas y Estilísticas de El árbol de la ciencia de Pío Baroja y la Generación del 98

Cuestiones sobre El árbol de la ciencia de Pío Baroja

1. El significado del título y su relación con la biografía del autor

El título El árbol de la ciencia hace referencia al pasaje bíblico del Génesis, donde el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal provoca la pérdida de la inocencia y el sufrimiento humano. En la novela, simboliza el **saber racional** que lleva a Andrés Hurtado —y a Baroja— a la duda, la desilusión y el **pesimismo**. El conocimiento no aporta felicidad, sino angustia ante la incomprensión del mundo. Esta idea se relaciona con la biografía de Pío Baroja, médico de formación y hombre escéptico, que experimentó el **desencanto intelectual y vital** propio de su generación.

2. El papel de Venancia y Doña Virginia

En El árbol de la ciencia, Venancia representa a la **mujer popular**, humilde e instintiva. Es la sirvienta del tío Iturrioz y encarna la **resignación del pueblo**, viviendo sin reflexionar, bajo el “árbol de la vida”. Doña Virginia, madre de Andrés Hurtado, simboliza la **mujer tradicional**, sumisa y religiosa, que vive dominada por su marido. Ambas reflejan el papel subordinado de la mujer en la sociedad de la época y sirven a Baroja para contraponer la vida sencilla y la fe (Venancia) frente a la reflexión y el sufrimiento (Andrés y su madre).

3. Dos rasgos significativos (temáticos o formales) de la narrativa de Pío Baroja

En El árbol de la ciencia destacan dos rasgos muy representativos de la narrativa de Pío Baroja:

  • Plano temático: Sobresale el **pesimismo existencial** y la **crítica social**. A través de Andrés Hurtado, Baroja expresa la angustia ante la falta de sentido de la vida y la miseria moral y material de la España de su tiempo. Se critica el atraso educativo, la hipocresía de la religión y la injusticia social, especialmente visibles en las escenas del hospital y en la vida rural de Alcolea.
  • Plano formal: Se aprecia un **estilo sencillo, directo y antirretórico**, con frases breves, lenguaje natural y abundantes diálogos. Baroja evita la ornamentación y busca la claridad expresiva. Además, la novela tiene una **estructura abierta y fragmentaria**, propia de su estilo narrativo, combinando narración, reflexión filosófica y crítica social.

4. Debate sobre el título y el personaje de Montaner

El sentido del título se debate en la **segunda parte** de la novela, durante una conversación entre Andrés Hurtado y su tío Iturrioz. En ella se contraponen el árbol de la ciencia (el conocimiento racional que conduce al sufrimiento) y el árbol de la vida (la acción y la fe que permiten vivir sin angustia).

Montaner es un compañero de estudios de Andrés, **superficial y conformista**. Representa al joven burgués sin inquietudes intelectuales ni morales, opuesto al espíritu crítico y atormentado del protagonista.

5. Característica de la Generación del 98 en la obra

Una característica fundamental de la Generación del 98 es la preocupación por la **decadencia de España** y el deseo de **regenerarla moral y culturalmente**. Los autores del 98 muestran un profundo pesimismo ante la situación del país, pero también una voluntad crítica y reflexiva. En El árbol de la ciencia, esta preocupación se refleja cuando Andrés Hurtado, durante su estancia en el hospital o en el pueblo de Alcolea, observa la miseria, la ignorancia y el atraso del pueblo español. Esa visión crítica de la realidad social y la impotencia ante el cambio encarnan el espíritu del 98: el desencanto y la necesidad de regeneración intelectual y moral de España.

6. Estructura de la obra y rasgo del movimiento literario

La novela El árbol de la ciencia presenta una estructura en **siete partes**, que siguen la evolución vital e intelectual de Andrés Hurtado:

  1. Las tres primeras narran su formación como estudiante de Medicina y su desengaño ante la enseñanza universitaria.
  2. La cuarta y quinta muestran su experiencia profesional y sus reflexiones filosóficas junto a su tío Iturrioz.
  3. La sexta recoge su matrimonio con Lulú y un intento de felicidad.
  4. La séptima culmina con la muerte de su hijo y su suicidio.

Esta estructura combina la narración autobiográfica con el ensayo filosófico. La obra pertenece a la **Generación del 98**, y un rasgo característico de este movimiento es el **pesimismo existencial y social**, reflejado en la visión crítica de la España atrasada y en la angustia vital del protagonista.

7. Dos personajes femeninos importantes en la vida de Andrés Hurtado

Dos personajes femeninos fundamentales en la vida de Andrés Hurtado son Lulú y doña Virginia.

  • Lulú: Su esposa, representa la **inteligencia práctica**, la sinceridad y el sentido común. Es una mujer fuerte y realista, capaz de aportar equilibrio y afecto a la vida de Andrés. Su relación supone el único intento de felicidad del protagonista. Sin embargo, la muerte de Lulú y de su hijo destruye definitivamente su esperanza y lo conduce al **suicidio**.
  • Doña Virginia: Su madre, simboliza la **mujer tradicional**, sumisa y religiosa, producto de una sociedad conservadora. Su actitud pasiva y su fe ciega contrastan con el racionalismo de Andrés y reflejan el conflicto entre razón y creencia que recorre toda la novela.

8. Caracterización del mundo urbano y del mundo rural

Pío Baroja presenta una **visión crítica y pesimista** tanto del mundo urbano como del rural, reflejando el malestar existencial y social de la España de su tiempo.

  • Mundo urbano: Representado sobre todo por Madrid, aparece **degradado y caótico**: hospitales miserables, enseñanza deficiente, pobreza y mediocridad moral. Es el espacio de la desilusión intelectual y del fracaso del progreso.
  • Mundo rural: Mostrado en la estancia de Andrés en Alcolea, no supone una alternativa positiva: se caracteriza por la **ignorancia, la superstición y el atraso** económico y cultural.

Así, Baroja ofrece una imagen global de una España enferma, sin esperanza ni en la ciudad ni en el campo, reflejo del pesimismo regeneracionista propio de la Generación del 98.

9. Dos temas tratados por Pío Baroja desde una perspectiva crítica

Dos de los temas principales que Baroja aborda críticamente son:

  • Decadencia social y moral de España: Baroja critica la pobreza, la ignorancia y la injusticia que observa en la sociedad española de su tiempo. A través de la experiencia de Andrés Hurtado en hospitales, pueblos y la vida urbana, se muestra un país atrasado, lleno de mediocridad intelectual y corrupción moral.
  • El conflicto entre conocimiento y felicidad: La novela plantea que el saber racional y científico, representado por Andrés, no garantiza la felicidad, sino que genera angustia y desilusión. Baroja muestra críticamente cómo el exceso de reflexión y conciencia del mundo puede aislar al individuo y conducirlo al pesimismo y al sufrimiento.

10. Relación de Hurtado con su padre y personajes cercanos

Andrés mantiene con su padre una **relación distante y conflictiva**, marcada por la falta de entendimiento y la autoridad rígida de este último. Su padre representa la tradición y la autoridad, mientras que Andrés busca la libertad intelectual y el pensamiento crítico, lo que genera tensiones y desencuentros.

Por el contrario, mantiene una relación más estrecha con:

  • Doña Virginia (su madre): A quien respeta y aprecia, aunque no comparta su sumisión y religiosidad.
  • Luisito (su hermano): Cuya inocencia y cariño representan para Andrés un vínculo afectivo sincero y protector en medio de la hostilidad y la incomprensión familiar.

Contexto Literario: La Novela Española de Principios del Siglo XX

3.2 La Generación del 98

El surgimiento de los autores del 98 se debe a la crisis de finales del siglo XIX y al agotamiento de la literatura realista y naturalista. Por ello, manifiestan su rechazo a:

  • Las costumbres de la sociedad española.
  • El objetivismo propio de estas narraciones, centrado más en lo superficial que en lo esencial de la propia realidad.

Un año clave para este grupo es 1902, ya que se publican cuatro títulos que presentan una nueva concepción de la novela: La Voluntad, de Azorín; Camino de perfección, de Pío Baroja; Sonata de otoño, de Valle-Inclán; y Amor y pedagogía, de Unamuno. Pese a que cada autor tiene su forma personal de narrar, destacamos dos rasgos comunes:

Temas Similares

  • España: Pretenden redescubrir a España a través del paisaje (sobre todo el de **Castilla**), las personas que lo habitan y la literatura.
  • El sentido de la vida y la existencia: Los lleva a abordar aspectos como el tiempo o las relaciones del hombre con Dios.

Estilo

Sencillo y claro (**antirretoricismo**), pero con fuerza expresiva, precisión léxica, subjetividad y naturalidad en la sintaxis.

Autores Principales de la Generación del 98

Los dos grandes narradores de esta generación son **Miguel de Unamuno** y **Pío Baroja**. Otros autores importantes fueron Azorín y Valle-Inclán.

José Martínez Ruiz (Azorín)

Este autor dedicó toda su vida al periodismo, utilizó el pseudónimo de Azorín debido al protagonista de sus primeras novelas. Destaca su **estilo lento y lírico**, con gran valor de la descripción, tanto miniaturista (llena de detalles y precisión léxica) como impresionista. Su visión de España y la preocupación por el paso del tiempo se perciben en novelas como La Voluntad, Antonio Azorín o Las confesiones de un pequeño filósofo.

Ramón María del Valle-Inclán

Su aportación más valiosa a la literatura es la creación del género teatral del **esperpento**. Como narrador, se inicia en el modernismo con las Sonatas (cuatro novelas: Sonata de otoño, Sonata de estío, Sonata de primavera y Sonata de invierno). Esta obra destaca por su carácter lírico, sensorial y decadente. Posteriormente, aplica la teoría del esperpento a la novela con obras como Tirano Banderas, que inaugura un subgénero muy importante en la narrativa hispanoamericana, el del dictador, y El ruedo ibérico, trilogía incompleta de tema histórico.

Miguel de Unamuno

Este autor cultiva todos los géneros (narrativo, lírico, dramático y ensayístico) en los que plasma tanto la preocupación por España como sus dudas vitales (relación del hombre con Dios). Su producción narrativa culmina en lo que él denominó **nivola**, cuyo máximo exponente es Niebla. Otras obras importantes son La tía Tula, en torno al sentimiento de maternidad; y Abel Sánchez, que trata el tema del cainismo.

Pío Baroja

Es el gran novelista de la generación. Concibe la novela como un **género abierto** en el que cabe todo: desde la reflexión filosófica a las aventuras. Baroja se preocupa por la continuidad de los episodios, poblados por multitud de personajes. Entre ellos destacan los protagonistas, **seres inadaptados** que se enfrentan al mundo de dos maneras: observando sin actuar o mediante la acción. En cualquier caso, ambas formas de entender la vida acaban en fracaso, de ahí el tono agrio y pesimista de muchas novelas.

Estilo de Baroja

Predominan los **párrafos breves** y la frase corta, el léxico claro y sencillo, con coloquialismos, los diálogos naturales y la maestría en la descripción, que realiza a veces en grandes pinceladas (descripción impresionista).

Obra

Es inmensa (98 volúmenes) y se reúne en trilogías. El árbol de la ciencia, cuyo personaje principal es Andrés Hurtado, comparte rasgos con el propio autor.

Otras figuras femeninas del 98
  • Carmen de Burgos: Escritora y periodista vinculada al 98 por su pensamiento **regeneracionista**. Entre sus obras destacan La misión social de la mujer y la novela Puñal de claveles.
  • Concha Espina: Destaca por su obra periodística y narrativa. En sus ensayos vierte algunas preocupaciones noventayochistas, como en Mujeres del Quijote. Su novela, alejada de tales preocupaciones y con destacados personajes femeninos (La niña de Luzmela), está impregnada de lirismo y rigor estético.

3.3 La Narrativa Novecentista (Generación del 14)

El deseo de hallar un ideal artístico propio del siglo XX y de buscar nuevas fórmulas que se alejasen definitivamente del realismo originó la aparición del **Novecentismo** o **Generación del 14**. Un autor característico del grupo es Ramón Gómez de la Serna, divulgador de los ismos vanguardistas. Su máximo exponente es el filósofo **José Ortega y Gasset**, fundador de la Revista de Occidente y autor de La Deshumanización del arte, ensayo en el que expone los principios del nuevo arte, que podemos resumir en dos: **antirrealismo** y **antisentimentalismo**.

Características Comunes del Novecentismo

  • Liberalismo político.
  • Sólida formación académica: son universitarios.
  • **Europeísmo:** Se oponen al casticismo del 98.
  • **Elitismo:** La minoría mejor preparada debe guiar a la sociedad, también en el arte.
  • **Arte puro:** Huida del sentimentalismo y el ímpetu románticos.
  • Cosmopolitismo y preferencia por la vida en la ciudad.
  • Preocupación por el lenguaje y por la forma: se busca crear una «obra bien hecha».

El género más apropiado para la expresión de estas ideas es el ensayo. En la novela destacan especialmente dos escritores: Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró.

Ramón Pérez de Ayala

Es el creador de las llamadas «**novelas intelectuales**», en las que aplica al género los postulados del nuevo arte. Su obra se caracteriza por la **experimentación formal** (juegos con la estructura y la perspectiva narrativa), pero con un lenguaje cuidado y rico. De su producción resaltamos A.M.D.G., caricatura de la vida en un colegio jesuita; Belarmino y Apolonio, que desarrolla el tema de la necesaria armonía y comunicación entre contrarios; y Tigre Juan y El curandero de su honra.

Gabriel Miró

Cultiva una novela **sensual y lírica**, cercana al modernismo, que se advierte en el ritmo lento, la importancia de la descripción o la musicalidad de su vocabulario. Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso abordan el tema del poder represivo que los clérigos de la época ejercen sobre los miembros de una familia.

Ramón Gómez de la Serna

Es un autor inclasificable, que constituye en sí mismo una vanguardia (el «Ramonismo»). De su obra destacan las **greguerías**, definidas como el «atrevimiento de definir lo indefinible», y como la suma de «humor + metáfora». Sus novelas (El doctor inverosímil) escapan a la definición tradicional de género.

3.4 La Novela en Torno a 1927

La novela no es el género más cultivado por los vanguardistas. No obstante, debemos señalar a Ramón Gómez de la Serna, el escritor del novecentismo más cercano a estos movimientos, que cultiva una novela que no se ajusta a los moldes tradicionales del género por su carácter irracional y lúdico.

En el grupo del 27, compuesto mayoritariamente por poetas, también hallamos novelistas en dos diferentes orientaciones:

  • Los que comienzan siguiendo las directrices de Ortega y Gasset con un tipo de **novela deshumanizada**, como Rosa Chacel (Memorias de Leticia Valle), Francisco Ayala (Muertes de perro) o Max Aub (El laberinto mágico).
  • Los que plantean una **novela social**, muy comprometida políticamente, como Luisa Carnés (Tea room. Mujeres obreras) o Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español, Crónica del Alba).

Todos ellos, sin embargo, culminan su obra en el exilio.