Primo de Rivera y su dictadura en España

Introducción

En 1923 muchas circunstancias ensombrecían el panorama del reinado de Alfonso XIII: la parálisis e inoperancia del régimen canovista y sus partidos producen cansancio e indignación; el problema social estaba más enconado que nunca; derrotas en Marruecos, etc. En 1922 el autoritarismo del primer fascismo parece dar soluciones tranquilizadoras. Ante un estado de cosas tan desastroso, el golpe de Primo de Rivera contó con aprobación casi universal.

Causas del golpe

  • Agotamiento del sistema canovista. Tras la Crisis de 1917, los gobiernos de concentración fracasan por sus discordias. Eran efímeros: hubo 23 crisis de gobierno de 1917 a 1923.
  • Crisis económica y gran agitación social La I Guerra Mundial trajo expansión económica. Acabado el conflicto, la recesión, el paro y el impacto de la Rev. Rusa radicalizan al máximo la lucha obrera. Arrecian las huelgas; CNT, anarcosindicalista, alcanza gran fuerza. Ante el pistolerismo entre “sindicatos libres” de la patronal y obreros, el gobierno aplica la “Ley de Fugas”; los patronos castigan cerrando fábricas. Esta salvaje guerra social asoló Barcelona. Eduardo Dato, presidente del gobierno, es asesinado en 1921. Ese año nace el P.C.E. (Comunista).
  • Desastre de Annual, 1921 El Rif resiste encarnizadamente. La acción temeraria del general Silvestre acaba en desbandada y horrible masacre, una derrota total ante Abd el Krim: 14.000 muertos.El congreso depura responsabilidades: implica a políticos, militares y al mismo rey, además descubre anomalías, corrupción y negligencias. Detractores y partidarios de la ocupación del Rif polemizan agriamente.

1923 Pronunciamiento, intenciones y apoyos

A los graves problemas, se suman las críticas al rey y al ejército. Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, para salvar la situación, encabeza un pronunciamiento incruento en Barcelona. Alfonso XIII, al aceptar complacido y encargarle formar gobierno, se deslegitimó. En Europa las democracias entraron en crisis, Primo no era fascista, más bien un regeneracionista autoritario, el “cirujano de hierro” paternalista y nada tiránico, sensible a “los de abajo, para remediar los males de la Restauración. Su dictadura sería un paréntesis reformista transitorio hasta “poner España en orden” y retornar a la constitución. Lo apoyan sobre todo burgueses y terratenientes para frenar la marea obrera; pero tuvo el voto de confianza y la buena acogida de casi toda España, deseosa de orden y soluciones. Hasta los socialistas colaboran en nombre de la clase obrera.

La obra de los directorios

Primo de Rivera presidió dos gobiernos: el Directorio Militar, sólo con altos mandos del ejército (1923-25), y el Directorio Civil (1926-1930).

Su régimen

Tuvo elementos regeneracionistas y del corporativismo católico que puso en boga el fascismo. Su ideología la define mejor su tono “anti”: no al desorden, separatismo e ineficacia. Calvo Sotelo, su más activo y valioso colaborador, hizo propuestas muy avanzadas.

  • Suspende la constitución y sus garantías, cortes cerradas; el estado de guerra dura hasta 1925.
  • Nace Unión Patriótica, movimiento apolítico de regeneración, aglutinador de gente “de ideas sanas”: una especie de partido único.
  • Defensa del corporativismo. Se plasmó en los comités paritarios por oficios: reunían a patronos, obreros y representantes del gobierno para resolver conflictos. Mejoró la protección social y la estabilidad del trabajo.
  • El Estatuto Municipal para eliminar el caciquismo con más autonomía local: la vitalidad del municipio sería un pilar del régimen y de la reconstitución política de España. Pese a esto se mostró muy centralista y eliminó la Mancomunidad Catalana.

Sus logros

Afrontó con decisión y éxito los enormes retos. Logró la paz social con los comités paritarios, la colaboración socialista y la legislación social. Prohíbe la protesta obrera y somete a la ley a CNT y PCE 1925 Desembarco de Alhucemas: Primo, que había defendido el abandono del Rif, ante una ofensiva victoriosa de Abd el Krim, decide acabar la pesadilla de Marruecos con apoyo francés. Primera operación conjunta tierra, mar y aire, este gran éxito le granjeó enorme popularidad. Crece el gasto educativo: crea 4000 escuelas, 25 institutos y nuevas escuelas de trabajo (FP).En economía fueron espectaculares El estado, proteccionista e intervencionista, se endeuda y rebaja el paro fomentando las obras públicas: electrificación rural, moderniza el ferrocarril, 7000 km de carreteras con firmes especiales, obras hidráulicas mejoras en las poblaciones. Favorece la inversión extranjera y las grandes empresas bajo control de la banca o monopolios estatales (Telefónica). El esfuerzo modernizador aprovechó la buena coyuntura internacional Como muestra de prestigio, las exposiciones internacionales de 1929 en Barcelona y Sevilla. Vigilada y obligada a cumplir la ley: un sector anarquista sindicalista era moderado dispuesto a entrar en los comités paritarios; FAI era revolucionaria.

Caída de Primo de Rivera

Más que la hostilidad de la izquierda, la causó la pérdida de apoyo de la derecha. La reforma fiscal por renta de Calvo Sotelo fracasa por el rechazo de la oligarquía, empeorando la deuda pública. Primo no supo crear un modelo institucional alternativo ampliamente aceptado. Por eso, el tiempo de constitución en suspenso y cierre de las cortes corría en su contra, y al primer embate de la crisis del 29 muchos le retiran su apoyo. A la oposición inicial (republicanos, anarquistas, nacionalistas, comunistas, intelectuales) se suman luego otros sectores cuyas aspiraciones no pudo satisfacer enteramente (ejemplo: los socialistas pasan a la oposición, militares descontentos por el apoyo al sistema de ascensos africanistas). La burguesía catalana, antes entusiasta de Primo, se aleja por su torpe hostilidad al herir los sentimientos del catalanismo (suprime la Mancomunidad, prohíbe la senyera, el uso público del catalán). Enero de 1930: Primo dimite; en marzo muere en París.

Conclusión

Pese a los avances y la colaboración de políticos muy dispares, la hegemonía oligárquica se mantuvo, impidiendo cambios más profundos (las estructuras agrarias seguían intactas). Fracasó al querer institucionalizar su régimen y por su falta de tacto ante el catalanismo (que se vuelve más radical) y los “viejos políticos”. La dictadura de Primo con el Rey acabaría con la caída de ambos. Alfonso XIII encargó al general Berenguer volver al régimen de 1876 como si nada hubiese sucedido; este paréntesis acaba con la llegada de la II República y el exilio del rey. Con el fracaso de Primo de Rivera se abortó lo que hubiese sido su gran misión histórica: detener el proceso que llevaría a los pocos años a la Guerra Civil. Los hombres de la Dictadura, marginados por la República, acabarán en el bando nacional en 1936, al compartir su modelo autoritario.