Partidos políticos en España del siglo XIX

CARLISTAS

Absolutistas o carlistas conocidos por su apoyo al que denominan Carlos V.Principios políticos e ideológicos:

  • Defensa de la religión católica
  • Absolutismo monárquico
  • Defensa de los fueros
  • Idealización del mundo rural
  • Un ideario arcaico y conservador que pretendía mantener a España en el pasado

Socialmente:

  • Se nutre de la nobleza
  • Miembros del ejército
  • Parte del clero
  • Una base social campesina
  • Algunos miembros de la administración

Aspecto Territorial:

  • Arraigó en el País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia
  • Muy vinculado a las zonas rurales en las que el pequeño campesino era importante y el bajo clero ejercía una gran influencia

Plano Internacional:

  • Contó con el respaldo de absolutistas que les ayudaban con envíos de armas y dinero

Las guerras carlistas son por tanto distintos conflictos civiles a lo largo del siglo XIX que enfrentan a los partidarios de Carlos V como legítimo heredero al trono y a dos modelos de país muy diferente.


PARTIDO MODERADO

Líder el General Ramon Maria Narvaez.

Liberalismo francés y conservadurismo inglés.

Defienden la soberanía compartida entre las Cortes y el rey

El derecho a veto, limitar los derechos individuales

Defensores del sufragio censitario muy restrictivo, capitalismo y centralismo

Son herederos de los doceañistas

Sus apoyos sociales los encuentran entre las clases más acomodadas, los terratenientes, alta burguesía, clase media-alta

La Constitución de 1845 plasma sus ideas

Francisco Martinez de la Rosa


PARTIDO PROGRESISTA

Destaca Baldomero Espartero

Recogen las ideas de los liberales exaltados del Trienio Liberal

Defensores de la soberanía nacional, representada por las Cortes y que limita el poder del rey

Rechazan las revoluciones al temer por el fin de sus logros y conquistas personales

Se inclinan por el sufragio censitario, pero menos restrictivo que en el caso de los liberales moderados

Pretenden mayores derechos individuales y el apoyo a políticas económicas de tipo librecambista

Sus apoyos se encuentran entre las clases medias (pequeña y mediana burguesía) integrada por profesiones liberales, pequeños y medianos artesanos y comerciantes

Las constituciones de 1837 y la “non nata” de 1856 recogen su ideario

De entre sus líderes destacan Juan Álvarez Mendizábal, Agustín de Argüelles Álvarez


PARTIDO DEMÓCRATA

Aparece como escisión dentro del Partido Progresista por los efectos de las revoluciones de 1848 en Europa

No participa en la vida política por su oposición a la reina Isabel II. Su programa, recogido en el Manifiesto de 1849, defiende la soberanía nacional, sufragio universal masculino, libertad de reunión y asociación, instrucción primaria universal y gratuita, abolir el sistema de reclutamiento (quintas), desamortización de los bienes de la Iglesia

Terminan apoyando el modelo republicano e influyendo en el Sexenio Democrático y en el movimiento obrero

Entre sus apoyos sociales buscan el respaldo de las clases populares y de intelectuales

Destaca Manuel Becerra como unos de sus líderes destacados


UNIÓN LIBERAL

Se presenta como partido de centro, intenta atraer al ala más radical dentro del moderantismo y al más moderado dentro de los liberales progresistas

Fundado por Leopoldo O’Donnell como alternativa al Partido Progresista y al Moderado

Defiende la soberanía compartida entre las Cortes y el rey, lograr estabilidad social y política frenando cualquier chispa revolucionaria

En lo económico se inclinan por la participación del Estado a través de inversiones públicas

Sus apoyos son las clases medias principalmente

Entre sus líderes destacan Francisco Serrano, Juan Silvela


REPUBLICANOS

Hasta la caída de la monarquía de Isabel II el republicanismo no goza de muchos apoyos, la proclamación de la Primera República (1873-1874) les lleva a un mayor respaldo

Son claramente antimonárquicos y se divide en dos opciones en base a la organización del Estado

Federalismo, que defienden un modelo de república descentralizada

Unitarismo, partidarios de un Estado centralizado

Por último podemos destacar el Carlismo, los carlistas no configuran un partido político, pero en sus filas aglutinan a los defensores del absolutismo. Respaldados por la nobleza, parte del clero y el campesino pequeño propietario del norte que teme las reformas impulsadas por los liberales


DÉCADA MODERADA

Narváez se encuentra al frente, establecen un estado moderado, centralista y uniforme

Su labor legislativa se plasma en la Constitución de 1845 en la que se recoge: Soberanía compartida, Cortes bicamerales, recorte de libertades (imprenta, asociación), Se establecen los tres niveles educativos (primaria, secundaria, universidad), fiscalidad más uniforme, según la reforma de Alejandro Mon

Aparece la Guardia Civil en 1844 con estructura militar y finalidad civil, para mantener el orden público en las áreas rurales. Fundada por el duque de Ahumada

Firma del Concordato con la Santa Sede en 1851, supone la normalización de relaciones entre el gobierno español y la Iglesia. Se devuelven las tierras no vendidas con la desamortización, se decide la financiación pública del culto y clero, se les concede el control de la educación

Ley de prensa por la que se recorta la libertad de expresión (1845)


BIENIO PROGRESISTA

El general O’Donnell protagoniza un pronunciamiento en Vicálvaro (vicalvarada) con apoyo popular (Antonio Cánovas del Castillo redactó el Manifiesto del Manzanares)

La reina llama a Espartero a formar gobierno

La llegada de los progresistas al poder trajo una oleada de cambios, se restablece la libertad de prensa, la Milicia Nacional, se concede la tolerancia religiosa y se pone en marcha el proyecto para elaborar la Constitución de 1856 (non nata), ya que nunca llegó a ser promulgada, la de 1845 seguirá vigente a lo largo del Bienio

Lo más destacado del período son las medidas económicas, entre ellas destacan: Ley General de Desamortización, Ley General de Ferrocarriles de 1855, Ley de Sociedades Anónimas de Crédito

Espartero decide dimitir y la reina confía de nuevo el gobierno a O’Donnell dando lugar el tercer período del reinado de Isabel II


Sep.Gloriosa: EL 18 de septiembre de 1868, el brigadier Juan Topete se subleva en Cádiz al grito de “Viva España con honra” y da comienzo la revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”. A consecuencia de todo esto la reina se ve obligada a exiliarse a Francia.Ferrocarriles: el siglo XIX fue un periodo de crecimiento a nivel económico en la minería y la industria lo que contribuyó a que los gobiernos buscaran modernizar el país con la creación de un tendido ferroviario que pudiese facilitar el transporte de mercancías principalmente con la Ley General de Ferrocarriles de 1855, se regulaba la construcción del mismo y ofrecía incentivos a las empresas que interviniesen. Pero el negocio demostró ser de poca rentabilidad, llevando a muchas compañías a quebrar. Durante las desamortizaciones, parte del dinero de su venta se empleó para finalizar la construcción de ferrocarril.Mani.d Sandhurts: escrito firmado en una academia militar británica del mismo nombre, en el que Alfonso XII explicaba cuál sería su programa político y expresaba su deseo de convertir España en una monarquía constitucional. Fue redactado por Canovas del Castillo. Gracias a un pronunciamiento militar en Sagunto (Valencia) dirigido por el general Martinez Campos impone la restauración borbónica en la persona de Alfonso XII según como estableció el manifiesto.


Pacto de Ostende: pacto firmado por progresistas y demócratas al que más tarde se unirá la Unión Liberal para poder derribar la monarquía durante un periodo de crisis en el que la reina se vio obligada a destituir a Narvaez y O’Donell y aprovechar esta delicada situación para derrocar a Isabel II. Se reunieron en Bélgica y se comprometieron a convocar elecciones constituyentes mediante sufragio universal masculino y decidir la forma de gobierno. Este proceso fue adelantado por la Revolución de la Gloriosa, estableciendo así el gobierno provisional.Revolución Cantonal: se inicia en Cartagena y desde allí se extiende por el Sur y Este peninsular. Aparecen pequeñas unidades territoriales independientes que tratan de llevar a ejecución la forma de estructura federal con acuerdos entre los cantones y peticiones obreras influidas por ideas de la AIT. Pi y Margall se ve incapaz para lograr soluciones y ante la disyuntiva de tener que sofocar las revueltas por las armas, presenta su dimisión. Le sustituye Nicolás Salmerón que se limita a tratar de establecer el orden. Suprime la AIT y acaba con el cantonalismo con el empleo del ejército. Pero dimite al negarse a firmar las penas de muerte para los insurrectos cantonalistas.