La Restauración Borbónica en España

El Manifiesto de Sandhurst

El golpe de Pavía disolvió las cortes republicanas y dio paso a un gobierno dirigido por Serrano, en el que se restauró la monarquía en la dinastía borbónica. Cánovas encabezó el partido alfonsino y fue elaborando un programa conservador, a este también se suman militares y el lobby esclavista cubano. Cuando estaba a punto de acabar el gobierno de Serrano, Alfonso de Borbón hizo público el manifiesto de Sandhurst, en el que se presentaba a los españoles como un príncipe católico, español, constitucionalista, liberal y deseoso de servir a la nación. Este es el primer documento, se trata de una fuente primaria. Es un Manifiesto firmado por Alfonso de Borbón, pero redactado por Cánovas, político liberal moderado que durante el sexenio programó la vuelta de los borbones a España. Cánovas le pide a Alfonso que firme la carta, para restaurar la monarquía y crear un nuevo régimen que solucione el fracaso del Sexenio Democrático. Es una carta dirigida al pueblo para convencer a la nación de las intenciones. Alfonso defiende un sistema monárquico parlamentario, dando a entender que solamente el pueblo podrá contar con la soberanía a través de las cortes, y sólo de forma parlamentaria, se pueden solucionar los problemas de España. En las primeras líneas, aporta la legitimidad dinástica a un vacío político y jurídico aumentado con la desaparición de la República y en las siguientes muestra su carácter abierto e integrador. Después de que se hiciera público se inició el pronunciamiento militar de Martínez Campos. Se aceptó y se formó un gobierno provisional que preparó la vuelta de Alfonso XI. Se instaura la Restauración que se trataba de una monarquía liberal doctrinaria controlada por la oligarquía por el fraude electoral.


La Constitución de 1876

En la Restauración podemos diferenciar 2 etapas, la primera en la que se produce el perfecto funcionamiento del sistema, el reinado de Alfonso y la regencia de María Cristina; y la segunda en la que se pierde la estabilidad la cual dura hasta que acaba la segunda república. Los objetivos eran crear un sistema compartido por todos los burgueses y asegurar la exclusión de las clases bajas de la vida política. Los puntos fundamentales para su funcionamiento eran la monarquía hereditaria, constitucional y doctrinaria; la existencia de dos partidos, el liberal y el conservador los cuales aplican la lealtad entre partidos; el turnismo, la alternancia entre los partidos; el fraude electoral y el caciquismo; el ejército, que se mantiene al margen de la política y entra solamente a defender el orden; el mantener fuera del proceso político a los movimientos nacionalista y obrero; y la constitución de 1876. La constitución de 1876 es de carácter moderado y se inspira en la anterior, aquí se sitúa el segundo documento, se trata de una fuente primaria, de carácter jurídico que recoge partes de la constitución, la cual fue la más duradera de España. Cánovas quería una constitución que durase y que permitiese gobernar a los 2 partidos. Mantiene principios tradicionales e incorpora principios de la constitución de 1869. La Soberanía es compartida entre la Corona y las cortes. Se proclama la confesionalidad del Estado en el artículo 11 pero se permiten otras religiones en el ámbito privado. La potestad legislativa está en las Cortes y el Rey según el artículo 18. El Art.19 habla de las cortes bicamerales y dice que están formadas por el Senado y el Congreso. El artículo 50 establece que el poder ejecutivo reside en el Rey.


El Fraude Electoral en la Restauración

Texto fundamental para el bipartidismo y el turnismo entre el Partido Conservador y el Liberal durante la Restauración, creando un sistema estable para la alternancia entre los dos partidos. Este sistema permitía garantizar una estabilidad política y evitar que la oposición recurriese a los pronunciamientos. Cuando el partido que gobernaba tenía problemas el rey llamaba al jefe del otro partido para que formase un gobierno. Este mecanismo en el que el gobierno no es elegido por la mayoría parlamentaria, sino por los partidos del sistema y el rey, llevó a un proceso de fraude electoral. Para fabricar los resultados el ministro de Gobernación reúne a los gobernadores civiles de cada provincia para nombrar a los candidatos y los escaños que le tocarían a cada partido, esto era el encuadramiento pero a esto se sumó el caciquismo. Este sistema corrupto fue criticado por el Regeneracionismo y por la oposición política como podemos ver en el documento 3, este texto es un artículo de prensa escrito por Benito Pérez Galdós que denunciaba el fraude electoral del sistema canovista. Este artículo se escribe poco antes de la muerte de Alfonso XII, momento en el que Cánovas y Sagasta, acuerdan mediante el “Pacto del Pardo” dar estabilidad al sistema reafirmando el turnismo. Pero esto se hizo cometiendo fraude electoral. Pérez Galdós desvela esta trampa. En el documento se describen algunos procedimientos empleados por los caciques.


El Caciquismo en la Restauración

El cacique se encargaba de conseguir los votos necesarios para que ganara el partido elegido. La consecución de estos votos se lograba, como se dice en el documento, en unos casos a base de favores y promesas, en otras ocasiones bajo amenazas y coacción, recurriendo a la violencia, no sólo del “pucherazo”, que consistía en romper las urnas, sino también de romper algunos huesos. Cuando estaban muy desesperados se podía acudir a que votaran los muertos, “con bastantes resurrecciones de muertos”. En las últimas líneas Galdós se refiere al encasillado. Este es el triste panorama que describe en su artículo Pérez Galdós, unas elecciones decididas de antemano para un país que, como conoce el problema dejó de creer en la política al no poder acabar con la corrupción.

La Crisis en los Últimos Años de la Regencia de María Cristina

Con esto aumentaron los conflictos sociales y políticos sumados al desastre del 98 provocaron una gran crisis en los últimos años de la regencia de María Cristina.