El Manifiesto y los Objetivos del Golpe de Estado
En el tercer párrafo del manifiesto, se explican los objetivos que Miguel Primo de Rivera se propuso durante su mandato. Con el fragmento “gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina”, se refiere al mandato de los militares, junto con hombres civiles que compartan sus mismos principios y valores. Esta etapa dictatorial se dividió en dos periodos: el primero fue denominado el Directorio Militar, dada la composición de su gobierno (1923-1925), y el segundo, en el que incluyó a hombres civiles, se extendió entre los años 1926 hasta su dimisión en 1930.
Primo de Rivera afirmó que no pensaba permitir sublevaciones que pudieran dañar su dictadura, justificando sus actos por España y por el rey. Esta etapa se caracterizó por ser un régimen político autoritario, con un programa de gobierno de corte regeneracionista, tradicional, conservador y católico. Era anticomunista y antiseparatista. Creó un partido a su medida en 1924, la Unión Patriótica, del que quiso que fuera la verdadera columna vertebral de su dictadura.
Consideraba que había llegado el momento de asumir el poder, dando a entender que contaba con el respaldo del ejército y del pueblo español. Indicó que este poder se asumiría con fuerza, dejando atrás los intentos de protestas débiles, haciendo así alusión a las Juntas Militares de Defensa creadas durante la Restauración con el fin de presentar quejas y de luchar por la mejora del ejército español.
En el último párrafo del manifiesto, nombra con mayor énfasis, de forma que consiga llegar hasta el pueblo, los males que sacudían al país y que pensaba impedir. Destaca:
- Asesinatos y atracos.
- Malversación de fondos públicos.
- El problema de Marruecos.
- La “indisciplina social”.
Situaba al comunismo y al nacionalismo separatista como dos elementos enemigos a combatir.
Consecuencias y Características del Régimen
En efecto, este último párrafo nos lleva a las consecuencias más directas de la dictadura de Primo de Rivera, que se resumen de la siguiente manera:
- La represión de los movimientos obreros y los nacionalistas.
- La censura de prensa.
- La derogación de la Constitución de 1876.
- La disolución de las Cortes.
- El fin del turnismo.
En política exterior, se centró en entablar relaciones con Portugal y con Hispanoamérica.
La Política Económica y la Pacificación de Marruecos
El plano económico fue el que más éxito le reportó: coincidió con una etapa de euforia económica internacional, la llamada Belle Époque o los “Felices Años 20”. Primo de Rivera sustentó su política económica en un proteccionismo a ultranza que implicó elevadísimos aranceles. Llevó a cabo una ambiciosa política de obras públicas y de políticas hidráulicas, al tiempo que se produjo la expansión industrial y se crearon grandes empresas monopolistas. También fomentó la creación de empresas privadas. La pacificación africana de El Rif, con la ayuda francesa, fue también uno de los hechos más destacados de su dictadura.
Declive, Caída y Transición a la Segunda República
Finalmente, el dictador fue perdiendo apoyos. Al mismo tiempo, la situación económica empezó a empeorar, siendo en este sentido crucial el impacto negativo del Crack de Nueva York de 1929, así como el elevado déficit de sus políticas proteccionistas. Se exilió a Francia en enero de 1930, muriendo poco después.
Su sucesor, el general Berenguer, no pudo encauzar España hacia una democracia constitucional. A Berenguer le sustituiría el almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931, que fueron interpretadas como un plebiscito entre monarquía y república. Finalmente, el día 14 de abril fue proclamada la Segunda República Española, produciéndose el exilio del rey Alfonso XIII, que nunca más regresaría a España.
Reflexiones Finales sobre el Legado de la Dictadura
En conclusión, este manifiesto nos muestra las circunstancias y objetivos de un golpe de Estado que se pronuncia contra la legalidad constitucional. La reflexión sobre este periodo nos ayuda a valorar la importancia de la democracia y la representación popular, basadas en el consenso y la negociación, y no mediante la imposición unilateral de un solo ideal político.