El Reinado de Fernando VII: Entre el Absolutismo y el Liberalismo
Este documento explora dos momentos cruciales en la historia de España durante el reinado de Fernando VII: la anulación de la obra del Trienio Liberal y la promulgación de la Constitución de 1812. Ambos textos, fuentes primarias de carácter jurídico y político, nos ofrecen una visión profunda de la compleja lucha entre el absolutismo y el liberalismo en la España del siglo XIX.
Comentario de Texto: La Anulación de la Obra del Trienio Liberal
Contexto y Naturaleza del Documento
Este texto es una fuente primaria, de naturaleza jurídica y de contenido político. Su autor es el rey Fernando VII, quien apoyaba la forma de gobierno de monarquía absolutista y, por lo tanto, se oponía firmemente a la Constitución de 1812. Su destinatario es público.
Ideas Principales y Secundarias
- Idea Principal: Crítica a la Constitución de Cádiz de 1812 por parte de Fernando VII.
- Ideas Secundarias:
- Regreso de Fernando VII al trono tras el Trienio Liberal.
- Intervención de la Santa Alianza para acabar con el régimen liberal.
- Anulación de todos los actos del gobierno constitucional.
Desarrollo Histórico
Cuando Fernando VII llegó al trono después de la firma del Tratado de Valençay, impuso un gobierno absolutista, el cual recibiría varios ataques por parte de los liberales. Este fue el caso de Rafael del Riego, quien se sublevó y dio un golpe de Estado con éxito, consiguiendo que Fernando VII aceptase la Constitución de 1812. Es aquí cuando comienza el Trienio Liberal (1820-1823), momento en el que la España de Fernando VII adoptó como forma de gobierno una monarquía constitucional.
Los liberales podían dividirse en dos grupos:
- Los moderados: Pensaban que el apoyo se podía conseguir por parte de la nobleza y el clero.
- Los radicales: Pensaban que el apoyo podría conseguirse en las clases populares.
Los liberales, al llegar al poder, decidieron cambiar varias cosas en España, como la supresión de la Inquisición, la expulsión de los jesuitas o la desamortización y expropiación de bienes al clero. Aun así, los liberales recibieron poco apoyo por parte de la población. Los Voluntarios Realistas se enfrentaron a los liberales, pero sin conseguir nada decisivo. En cambio, la Santa Alianza sería la encargada de derrotar a los liberales, mandando a los Cien Mil Hijos de San Luis, exiliándolos y haciendo que Fernando VII volviese al trono para restaurar un régimen absolutista.
Relevancia y Consecuencias
Este texto es relevante debido a que es una fuente primaria que nos permite conocer el punto de vista del rey Fernando VII hacia los liberales, el cual se expresa como algo “sucio y traidor”. Como consecuencia del Trienio Liberal y de la victoria de Fernando VII, se inició una nueva etapa en la historia de España, conocida como la Década Ominosa (1823-1833), momento en el que Fernando VII decidió realizar una gran purga contra los liberales y en el que se cuestionó la sucesión al trono de España. Carlos María Isidro no aceptaría la Pragmática Sanción, por la que su sobrina Isabel II sucedería en el trono a su padre, lo que llevaría a la Primera Guerra Carlista.
Comentario de Texto: La Constitución de 1812
Contexto y Naturaleza del Documento
Este texto es una fuente primaria, de naturaleza jurídica y de contenido político. Su autor es colectivo, ya que fue redactada por un grupo de diputados de las Cortes de Cádiz entre 1810 y 1812. Su destinatario es público.
Ideas Principales de la Constitución de 1812
- La nación española la forman también los habitantes de las colonias.
- El reconocimiento de la soberanía nacional.
- El reconocimiento de derechos como el de propiedad.
- La religión oficial de España es la católica.
- La definición de España como una monarquía moderada.
- La implantación de la división de poderes (rey: ejecutivo, las Cortes: legislativo, jueces: judicial).
- La representación del pueblo español en las Cortes mediante diputados elegidos por los ciudadanos.
- El reconocimiento de la igualdad de todos ante la ley.
Desarrollo Histórico y Promulgación
El documento pertenece a la Constitución de 1812. Durante la ocupación napoleónica, el pueblo español se organizó en juntas locales y provinciales que fueron coordinadas por una Junta Central Suprema. Este organismo gobernaba y dirigía la guerra en las regiones que resistían a Napoleón. Al principio, su sede estaba en Aranjuez, pero luego se trasladó a Cádiz. Allí recibió críticas por la derrota de España, así que se disolvió en 1810 y dio lugar al Consejo de Regencia de cinco miembros, que se atribuyó el mismo poder que el rey.
Este consejo promovió iniciativas liberales, como la convocatoria de Cortes y, por tanto, la consulta al pueblo español sobre las reformas que necesitaba el país. La primera reunión de estas Cortes, elegidas por sufragio censitario, fue en septiembre de 1810 y tomaron medidas para abolir el Antiguo Régimen, como la supresión de la Inquisición, los gremios o los diezmos. Pero su gran labor fue la Constitución de 1812.
Esta Carta Magna se aprobó el 19 de marzo de 1812 y fue la primera de España. Es muy extensa, con 384 artículos distribuidos en 10 títulos, y recoge las claves del liberalismo, que son las que figurarán en el texto. Así, España se convertía en una monarquía parlamentaria donde el poder legislativo recaía en las Cortes, el ejecutivo en manos del rey y de siete secretarios, y el poder judicial se otorgaba a los tribunales. España quedaba dividida territorialmente en provincias. A nivel social, establecía una educación general.
También creaba la Milicia Nacional, un cuerpo militar para garantizar el orden. Este documento tendría que ser asumido por Fernando VII a su vuelta de Francia.
Relevancia y Legado
Este texto es relevante como fuente primaria para conocer gran parte de la labor de las Cortes de Cádiz y las claves de la Constitución de 1812. Se aplicó en áreas no controladas por los franceses entre 1812 y 1814. Cuando Fernando VII llegó a España, anuló la Carta Magna y todo el trabajo de las Cortes por recomendación de varios diputados absolutistas que se oponían al régimen liberal y que exponían sus razones en un documento conocido como el Manifiesto de los Persas. El rey promulgó los Decretos de Valencia. La Constitución tampoco tenía el apoyo de la mayoría de españoles, ya que no la entendían. No obstante, se volvería a utilizar durante el Trienio Liberal junto con Fernando VII.