Estructura y Evolución del Régimen de Franco (1939-1975): Política, Economía y Sociedad

I. Fundamentos Ideológicos y Estructura Política del Franquismo

El nuevo régimen instaurado en 1939 se basó en unos principios muy claros, caracterizados por la concentración del poder y la negación de las libertades democráticas:

Principios Fundamentales de la Dictadura

  • Concentración del poder político: El poder se concentró en manos de Francisco Franco, quien ostentaba la Jefatura del Estado y del Gobierno.
  • Anticomunismo: Este principio fue reforzado por el contexto de la Guerra Fría.
  • Antiparlamentarismo y Antiliberalismo: Rechazo total a la democracia representativa y a las libertades individuales.
  • Nacionalcatolicismo: La Iglesia Católica jugó un papel central en la legitimación y control social del régimen.
  • Defensa de la unidad de la patria: Se prohibió el uso de las lenguas regionales en el ámbito público.
  • Militarismo: Se manifestaba a través de desfiles, uniformes y una fuerte presencia castrense en la vida pública.
  • Tradicionalismo: La dictadura defendió sus raíces históricas y adoctrinó a la población, especialmente a los niños, a través de la educación.
  • Rasgos fascistas: Se adoptaron uniformes, símbolos y la violencia como medio político.

La dictadura basó su sistema político en una estricta prohibición de los partidos. En 1937 se había establecido el partido único, la FET-JONS (Movimiento Nacional).

Las Familias Políticas del Régimen

A pesar de la existencia de un partido único, hubo diferentes familias políticas, grupos con diversa sensibilidad que intentaron influir en las decisiones de Franco:

  • Los Falangistas: Controlaron la vida social y económica del país a través del Frente de Juventudes, la Sección Femenina y la Organización Sindical.
  • Los Militares: Gozaron de prestigio y poder, aunque siempre estuvieron subordinados a Franco (ejemplo: Carrero Blanco).
  • Los Católicos: Provenían de instituciones religiosas como el Opus Dei. Con el tiempo, se produjo un cierto distanciamiento entre la dictadura y la Iglesia.
  • Los Monárquicos: Colaboraron con la dictadura en los primeros años del régimen, buscando la restauración borbónica.

Franco siempre impidió que alguna facción acaparara demasiado poder, buscando un equilibrio que consolidara su propia autoridad.

Las Leyes Fundamentales del Movimiento

En su evolución política, el dictador asumió la función constituyente, aprobando progresivamente las Leyes Fundamentales del Movimiento:

  • Fuero del Trabajo (1938): Prohibía los sindicatos libres. La Organización Sindical se configuró como el sindicato único, controlado por la Falange.
  • Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Establecía unas Cortes elegidas por sufragio indirecto (basado en la familia o el municipio), con elecciones controladas.
  • Fuero de los Españoles (1945): Teórica declaración de derechos, imbuida de una mentalidad tradicionalista y católica.
  • Ley de Referéndum Nacional (1945): Permitía convocar plebiscitos.
  • Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1946): España fue declarada Reino, y Franco se reservó el poder de proponer a su futuro sucesor.

II. Política Exterior: Del Eje al Reconocimiento Internacional

1. Alianza con Potencias Fascistas (1939-1945)

Durante la Segunda Guerra Mundial, Franco hizo pública su adhesión al Eje. Para mostrar apoyo a las potencias fascistas, España envió a la División Azul a luchar junto a las tropas nazis en el frente oriental. Las derrotas del Eje hicieron que, a partir de 1942, Franco cambiara su política internacional, buscando la conciliación con los países aliados.

2. Aislamiento Internacional y Cambios Internos (1945-1953)

En 1946, las Naciones Unidas (ONU) votaron contra el ingreso de España por ser considerada aliada de los fascistas. Pese a ello, España no recibió ayuda del Plan Marshall ni fue admitida en la OTAN. La dictadura trató de lavar su imagen internacional, y el apoyo de la Santa Sede fue esencial para romper el aislamiento.

3. Fin del Aislamiento: Acuerdos con Estados Unidos (1953-1955)

El inicio de la Guerra Fría salvó al régimen de Franco. En 1950, la ONU recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. En 1953 se firmaron los acuerdos bilaterales con los Estados Unidos (EE. UU.), que permitieron el establecimiento de bases militares americanas en España (como la de Morón). A cambio, España recibió ayuda económica norteamericana, aunque no comparable a la destinada a otros países.

4. Conflictos Políticos Internos y Consolidación (Años 50)

En estos años aparecieron las primeras protestas de la oposición, como las huelgas obreras en Barcelona o las protestas universitarias en Madrid entre estudiantes antifranquistas y miembros del SEU. Sin embargo, esta oposición fue muy débil. El hecho más importante fue el acceso al gobierno de ministros del Opus Dei en 1957. El inmovilismo político quedó consagrado en 1958 con la aprobación de la Ley de Principios del Movimiento Nacional. El fin del aislamiento quedó expuesto con la visita del presidente norteamericano a España en 1959.

III. La Economía Franquista: De la Autarquía al Desarrollo

Bases Sociales y Represión de Posguerra

Franco asentó su nuevo régimen sobre las siguientes bases sociales:

  • La oligarquía terrateniente y financiera, que recuperó su hegemonía social.
  • Las clases medias rurales del norte, bajo influencia católica.

Las clases medias urbanas y trabajadoras no respaldaron inicialmente la dictadura debido a la represión y la miseria. La situación cambió en los años 60, cuando el desarrollo económico generó un mayor consenso social, aunque también propició el surgimiento de la oposición.

Años 40: El Hambre y la Autarquía

Los años 40, hasta bien entrados los 50, fueron conocidos como los años del hambre, caracterizados por:

  • Racionamiento de alimentos.
  • Expansión del mercado negro (el estraperlo fue el único medio para obtener bienes).
  • Corrupción generalizada.

La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 se utilizó para una dura represión al final de la guerra. Hubo miles de prisioneros políticos, campos de concentración y ejecuciones masivas. La represión de posguerra generó un terror generalizado en el país, lo que explica la debilidad de la oposición durante años.

La solución económica adoptada fue el modelo copiado de Mussolini: la Autarquía, una política económica basada en la búsqueda de la autosuficiencia económica y la intervención estatal. El intervencionismo se extendió ampliamente: el Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar sus excedentes.

Se creó el INI (Instituto Nacional de Industria) en 1941 para mejorar la deficiente industria y ejercer control. Posteriormente, hubo una gran regresión económica, donde el sector primario volvió a superar el 50% de la renta nacional. Esto se agravó por la coyuntura internacional y el aislamiento derivado de la condena internacional al régimen de Franco.

Años 50: El Giro Económico y la Estabilización

El fracaso de la autarquía provocó un giro en la política económica en los años 50. Se aplicó una liberación parcial de precios y mercancías. En 1952 finalizó el racionamiento de alimentos, lo que trajo una expansión económica. En 1954 se superó la renta por habitante de 1935.

La Guerra Fría y el cambio en la política internacional permitieron que, desde 1951, llegara ayuda económica norteamericana, aunque fue menor que la de los países del Plan Marshall. Esta ayuda permitió la importación de bienes necesarios para la industria. El desarrollo trajo consigo una fuerte inflación y malestar social. La necesidad de reformas estructurales era evidente.

Finalmente, Franco permitió el acceso al gobierno de los Tecnócratas en 1957, un grupo de jóvenes economistas y políticos, la mayoría pertenecientes al Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el Plan de Estabilización de 1959, buscando financiación extranjera y el ingreso del país en estructuras económicas internacionales para modernizarlo.

IV. Transformación Social y Desarrollo (Años 60)

Cambio Social Acelerado

Tras los años de posguerra, en los que la sociedad española había permanecido arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social:

  • Masiva emigración: Se produjo un éxodo rural y muchos españoles se marcharon a países de Europa para desempeñar trabajos no deseados por los nativos.
  • Incremento demográfico: La tasa de natalidad se mantuvo muy elevada.
  • Déficit de servicios públicos: El gobierno no aumentó el gasto público, lo que hizo que los servicios (educación, sanidad) fueran insuficientes para la gran población infantil.
  • Déficit de vivienda: El crecimiento demográfico provocó un gran déficit de vivienda, que se intentó resolver con operaciones inmobiliarias en las ciudades.

El desarrollo económico provocó la aparición de la sociedad de consumo en España. La gran extensión de electrodomésticos (la televisión se popularizó en 1969) y el coche ejemplificaron esta nueva sociedad. La sociedad de consumo trajo entre los jóvenes una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen, manifestada en la relajación de la importancia de la Iglesia, nuevos hábitos de relación social y un cambio en el papel de la mujer en el mundo laboral. La familia tradicional iba dando paso a ser más reducida, influenciada también por las modas y costumbres llegadas a través del turismo.

La emigración trajo consecuencias positivas, como la reducción del paro o el ingreso de grandes remesas de divisas, pero también provocó desarraigo humano y la agudización de las diferencias de riqueza entre las diversas regiones del país.

El Plan de Estabilización de 1959

A pesar de un ligero avance de la producción desde 1950, España era, junto a Portugal, el país más pobre de Europa. Los problemas y desequilibrios que aquejaban la economía española eran provocados por la equivocada política autárquica:

  • Incremento del coste de la vida (el aumento de salarios para compensar la inflación solo la incrementó).
  • Aumento de la deuda pública.
  • Déficit comercial muy elevado y reducción de divisas.

En 1957 se produjo un cambio de gobierno, amparado por Carrero Blanco, donde entraron ministros como López Rodó, Mariano Navarro Rubio y Alberto Ullastres, pertenecientes al Opus Dei. Estos tecnócratas empezaron pronto a poner orden en la política económica y rompieron con la política autárquica franquista.

Diseñado por los tecnócratas y siguiendo indicaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el Plan de Estabilización de 1959 supuso un cambio radical. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo, a la vez que se abría la economía al exterior, devaluando la peseta.

A partir de 1961, tras recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico. Entre 1961 y 1973 hubo un gran crecimiento industrial y de servicios, impulsado por la llegada de inversiones extranjeras atraídas por los bajos salarios. El desarrollo industrial provocó una emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y Europa. En el comercio, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos, compensado por los ingresos del turismo y las inversiones extranjeras.

Para encauzar el crecimiento, el gobierno aprobó en 1963 varios Planes de Desarrollo basados en incentivos fiscales y ayudas estatales. Aunque la economía siguió creciendo, la planificación no funcionó eficazmente. El mejor ejemplo de su fracaso fue el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país.