La Creación del Estado Franquista
La configuración del Estado Franquista, en cuanto que dictadura personal, debe mucho a la personalidad del hombre que estuvo a su frente durante cuarenta años.
Francisco Franco (1892-1975)
Nacido en El Ferrol en una familia de marinos, Franco fue el militar que se puso al frente de los sublevados en el golpe de julio de 1936. Tras ganar sin concesión alguna la Guerra Civil (650.000 muertos, medio millón de exiliados, 30.000 fusilados después de acabada la guerra...), marcó completamente la política y la vida del país durante casi 40 años.
Frío, a menudo implacable, inexpresivo, mal orador, pero también bajito, rechoncho y con voz de falsete, hizo su carrera militar en Marruecos, llegando a general a los 34 años. Era director de la Academia Militar de Zaragoza cuando el primer gobierno de Azaña decidió cerrar el centro, lo que le afectó mucho. Durante el gobierno de las derechas, fue Jefe del Estado Mayor y dirigió la represión de la revolución de 1934 en Asturias.
Evolución Política y Coyuntura Exterior
El general Franco estableció una dictadura personalista, derogó la Constitución de 1931, pero no volvió a restablecer la constitución monárquica de 1876, por su oposición a Don Juan de Borbón.
La Institucionalización del Régimen Franquista: Las Leyes Fundamentales
En lugar de constitución, la dictadura se dotó de una serie de Leyes Fundamentales que vinieron a recoger algunas de las normas básicas que normalmente aparecen en las constituciones. Pero para nada definían un Estado democrático: no existían en la práctica las libertades individuales ni la división de poderes. En definitiva, se trató de dar cierta apariencia de legalidad al hecho de que el Caudillo acaparara todos los poderes. Además de las Leyes Fundamentales, Franco contó con dos órganos consultivos para apoyar su labor de gobierno.
El régimen de Franco tuvo como máxima más importante la perpetuación en el tiempo. Fue un régimen totalmente personalista, antiliberal y represor que no dudó en variar sus “leyes fundamentales” según los acontecimientos internacionales para que no cambiara nada.
Adaptación a la Coyuntura Internacional (Años 30 y 40)
Así, cuando en los años treinta y cuarenta los fascismos parecían que iban a dominar el mundo, el régimen se dotó de leyes e instituciones inspiradas en el fascismo italiano:
- Fuero del Trabajo (1938): Una declaración de principios sociales paternalistas que suprimía los sindicatos obreros.
- Organización Sindical: Se creó para integrar a trabajadores y empresarios.
Esto permitió más adelante el desarrollo de un sistema de Seguridad Social (seguro de enfermedad, invalidez, maternidad, jubilación, desempleo…), que en gran parte fue obra del Ministro de Trabajo falangista José Antonio Girón.
El Viraje Político tras Stalingrado (1942)
A partir de 1942 (Batalla de Stalingrado), cuando los aliados comenzaron a derrotar a los ejércitos nazis, Franco transformó su régimen para adecuarse a la nueva situación:
Ley de Cortes (1942)
Restablecía el parlamento, pero de una sola cámara, en la que la representación era corporativa: miembros de ayuntamientos, miembros de la Organización Sindical, miembros de otras instituciones y nombrados directamente por Franco. Solo podían deliberar propuestas del gobierno y asesorarle.
Fuero de los Españoles (1945)
Venía a ser una declaración de derechos (igualdad ante la ley, derecho a la defensa legal, libertad de expresión y asociación…), pero todos los principios enunciados acababan en una coletilla que los limitaba: Art. 16.- “Los españoles podrán reunirse y asociarse libremente para fines lícitos de acuerdo con lo establecido por las Leyes”.
Ley de Referéndum (1945)
Establecía un método de votación directa (pero no secreta) de todos los españoles, para aprobar leyes de mucha importancia, dado que las Cortes no podían legislar. Se suponía que eso era más “democrático”.
El Contexto de la Guerra Fría y la “Democracia Orgánica”
El estallido de la Guerra Fría le permitió a Franco presentarse ante el bloque liderado por EE. UU. como el único general que había derrotado al comunismo en el campo de batalla. Trató de disfrazar a su régimen con el nombre de “democracia orgánica”.
Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947)
Fijaba a un rey como sucesor de Franco, tras su muerte. Para ello, Franco, en contra de los deseos de Don Juan, hizo venir a España al príncipe Juan Carlos, para educarle con preceptores adictos al régimen que hicieran de él un futuro dictador (menos mal que en todas partes existe el “fracaso escolar”…).
Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958)
Establecía las bases de la representación corporativa, a través de la familia, el sindicato, el municipio y “otras entidades de carácter orgánico”, prohibiendo cualquier partido político o corriente que no se integrara en el Movimiento Nacional, cuyo primer principio era ese de que “España es una unidad de destino en lo universal”…
Ley Orgánica del Estado (1967)
Modificaba en parte las leyes anteriores, estableciendo, por ejemplo, que a partir de entonces un tercio de los procuradores en Cortes serían elegidos por los “padres de familia” y “mujeres casadas”. Preveía, además, cómo se regiría el país a la muerte de Franco.