Absolutismo y Liberalismo en España (1814-1868): El Reinado de Fernando VII e Isabel II

Absolutismo frente a Liberalismo. Evolución Política del Reinado de Fernando VII (1814-1833)

Introducción

Por el Tratado de Valençay de 1813, Napoleón acuerda devolver el trono a Fernando VII, quien regresa a España en marzo de 1814 y dicta un Real Decreto por el que suprime las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Este golpe de Estado fue posible gracias al apoyo de gran parte del ejército, la nobleza y el pueblo llano.

A través del Manifiesto de los Persas, la nobleza y el clero absolutista proclaman la necesidad de volver al Antiguo Régimen.

El absolutismo y el liberalismo pugnarán durante el reinado de Fernando VII (1814-1833), triunfando el primero con el breve paréntesis del Trienio Liberal. El absolutismo triunfa en consonancia con las ideas del Congreso de Viena de 1815, tras la derrota de Napoleón.

Desarrollo

1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)

  • A. Suspensión de las Cortes de Cádiz y de la Constitución de 1812.
  • B. Se restituyen los privilegios de la nobleza y el clero.
  • C. Se restablece el Tribunal de la Inquisición y la Mesta.

Se desarrolló una intensa represión hacia afrancesados y liberales. La economía experimentó un retroceso con la caída de los precios, lo que arruinó a los campesinos. El Estado estuvo en quiebra porque los gastos eran superiores a los ingresos. El comercio colonial se hundió.

El ejército se vio perjudicado por el envío de tropas a América para sofocar movimientos independentistas. Los militares cobraban con retraso y su situación era precaria. Entre 1814 y 1819, militares impregnados por la ideología liberal, como Espoz y Mina, Porlier y Richard, se pronunciaron contra el Estado.

2. El Trienio Liberal (1820-1823)

El 1 de enero de 1820, el comandante Rafael de Riego, que iba a ser enviado con sus tropas a sofocar movimientos independentistas en América, se pronuncia contra Fernando VII. Se restituye la Constitución de 1812.

La agitación política se movió en dos direcciones:

  1. División Liberal:
    • Moderados: Partidarios del sufragio censitario, el derecho de propiedad y defensores del orden.
    • Radicales (Exaltados): Partidarios del sufragio universal, las libertades y el anticlericalismo.
  2. Involucionistas: Con el rey a la cabeza, presencia de ministros absolutistas que se enfrentaron a las Cortes y a los ministros liberales.
2.1. Reformas del Trienio Liberal
  • Reformas Agrarias: Desamortización de las tierras de propios y baldíos (ayuntamientos), desamortización eclesiástica y reducción del diezmo. Las reformas beneficiaron a los propietarios, y los campesinos se mostraron contrarios al liberalismo.
  • Política Religiosa: Anticlericalismo y defensa de la autoridad del Estado. Se exigió la jura de la Constitución. Se suprime la Inquisición y la Compañía de Jesús. La Ley de Supresión de Monacales (conventos) supuso su disolución y la desamortización de sus bienes.
  • Reforma Militar: Para mejorar su formación, sueldos y ascensos. Se someten a la Constitución.
  • Reforma Educativa: Secularización de la enseñanza. Se establecen tres niveles: primaria, secundaria y superior.
  • Reforma de la Hacienda: Se devalúa la moneda y se piden préstamos al extranjero. Se recortaron los gastos.

Los campesinos siguieron viviendo de forma precaria y se mostraron contrarios a las ideas liberales.

2.2. Contrarrevolución y Caída del Gobierno Liberal

En abril de 1823, entran en España los Cien Mil Hijos de San Luis, apoyados por 35.000 voluntarios realistas, y reponen a Fernando VII como rey absoluto.

3. La Década Ominosa (1823-1833)

Supone la vuelta al absolutismo y la represión a los liberales. Fernando VII deroga toda la obra reformista del Trienio e impone los organismos del Antiguo Régimen. Los liberales son perseguidos, unos ejecutados y otros encarcelados. Se desmantela el cuerpo de oficiales y la Milicia Nacional, sustituida por el Voluntariado Realista.

Se creó el Consejo de Ministros, se recortaron gastos y se introdujo un presupuesto para regular la Hacienda. Fernando VII se alejó de los absolutistas más radicales y en el Pirineo Catalán estalló la insurrección de los Agraviados, que apoyaba a D. Carlos, hermano de Fernando VII, como sucesor al trono. Esta insurrección fue reprimida. Comenzaba el Carlismo.

En 1830 se dieron pronunciamientos militares que fracasaron.

4. La Crisis Sucesoria

Fernando VII deroga la Ley Sálica, que impedía reinar a su hija Isabel, a través de una Pragmática Sanción. A su muerte, la reina María Cristina se convertirá en Regente porque su hija es menor de edad.

Conclusión del Tema 10

  • Las ideologías absolutistas y liberales se enfrentaron durante el reinado de Fernando VII.
  • Los privilegiados aspiraban a conservar los privilegios del Antiguo Régimen a través de sus organismos e instituciones.
  • Los liberales, que procedían de las clases acomodadas, deseaban implantar los principios básicos de la Ilustración y la Revolución Francesa.
  • La muerte de Fernando VII supuso una oportunidad para los liberales de extender su ideología y arraigarla, circunstancia que se llevaría a cabo durante el reinado de Isabel II, hija de Fernando VII.

La Revolución Liberal en el Reinado de Isabel II. Carlismo y Construcción del Estado Liberal (1833-1868)

Introducción

Con la muerte de Fernando VII comienza una nueva etapa en la historia de la España contemporánea. Se abre un proceso dual y paralelo: por un lado, la consolidación del liberalismo burgués y, por otro, la Guerra Carlista, que supuso el intento de los absolutistas, liderados por D. Carlos, hermano de Fernando VII, de frenar las reformas. La Guerra Carlista comienza durante la regencia de la reina María Cristina, esposa de Fernando VII y madre de la futura reina Isabel II, durante cuyo reinado se implantará el liberalismo.

Desarrollo

1. La Regencia de María Cristina (1833-1840)

Primeros años de la Regencia

María Cristina se había educado en el seno de una familia absolutista, pero las pretensiones de su cuñado D. Carlos la obligaron a abrazar la causa liberal, sin duda para proteger a su hija Isabel. Los liberales, a su vez, vieron la oportunidad de implantar su ideología.

El deseo de la Regente era tranquilizar a los absolutistas que no apoyaban a D. Carlos y ganarse a los liberales con reformas. Este deseo no prosperó y se dio una ruptura que provocó la Guerra Carlista.

1.1. La Política Reformista

Se llevó a cabo con Javier de Burgos, quien desarrolló una nueva división territorial de España en 49 provincias, que ha llegado hasta la actualidad. Los liberales (Martínez de la Rosa, Istúriz, Mendizábal y los generales Llauder y Quesada) pedían reformas a la Reina Regente.

En 1834 dimite Cea Bermúdez al frente del gobierno y le sucede Martínez de la Rosa, liberal moderado.

1.2. La Primera Guerra Carlista

Tras la muerte de Fernando VII, su hermano D. Carlos se consideró el legítimo sucesor al trono y no reconoció a su sobrina Isabel como futura reina. Por el Manifiesto de Abrantes, justificó sus aspiraciones al trono. Los carlistas obtuvieron el apoyo del País Vasco, Navarra, Cataluña y Castellón. Fueron apoyados por propietarios, parte del clero y el campesinado del norte. Su ejército no estaba muy organizado. Internacionalmente fueron apoyados por Austria, Rusia y Prusia.

El bando cristino (isabelino) contaba con el apoyo del resto de España, campesinos del sur, liberales, la alta jerarquía de la Iglesia y el ejército. Internacionalmente fueron apoyados por Francia, Reino Unido y Portugal.

1.3. Razones de la Guerra Carlista
  1. A. La Cuestión Foral: Contó con el apoyo de los territorios forales frente al centralismo liberal.
  2. B. Socioeconómicas: Es la lucha del campo frente a la ciudad. El carlismo estuvo arraigado en zonas rurales.
  3. C. Ideológicas: Defendía las ideas tradicionales: monarquía de derecho divino, religión e Iglesia.
1.4. El Desarrollo de la Guerra Civil (1833-1839)
Primera Fase

Tomás de Zumalacárregui al mando del ejército carlista y el general Sarsfield al mando del ejército cristino. No llegaron a enfrentarse a campo abierto porque los carlistas rehuían el combate. Zumalacárregui fracasó en la toma de Bilbao.

Expediciones Carlistas

Expediciones carlistas recorrieron España de norte a sur. En 1837, la Expedición Real intentó llegar a Madrid y negociar con la reina, pero no lo hicieron y volvieron al norte ante generales liberales muy experimentados como Espartero y Narváez.

Tercera Fase y el Abrazo de Vergara

El general carlista Maroto fue obligado a firmar el Convenio de Vergara el 31 de agosto de 1839, ante el general Espartero. Los carlistas reconocieron a la futura reina Isabel II a cambio del compromiso de mantener los fueros y las pagas de los militares carlistas. En septiembre de 1839, D. Carlos abandonó España.

1.5. El Fin de la Regencia de María Cristina y la Consolidación del Régimen
A. Martínez de la Rosa y el Estatuto Real (1834)

El Estatuto Real era una concesión de la Corona. No había soberanía nacional y establecía unas Cortes bicamerales con un Estamento de los Próceres y un Estamento de los Procuradores. Los liberales se dividieron en dos tendencias:

  • Moderada: Partidaria de reformas que no supusieran una ruptura con el pasado.
  • Progresista: Partidaria de reformas profundas y de poner en vigor la Constitución de 1812.

Ante las manifestaciones en Madrid y Barcelona, la reina se decantó por poner a un progresista al frente del gobierno en 1835.

B. La Revolución Liberal (1835-1836)

Con Mendizábal se llevaron a cabo las siguientes reformas:

  • Reclutamiento forzoso y reforma del ejército.
  • Préstamos extranjeros e impuestos extraordinarios.
  • Desamortización Eclesiástica.
  • Supresión de conventos.

El proyecto de Reforma de Ley Electoral chocó con las Cortes. La Regente puso en vigor la Constitución de 1812 por la sublevación de los sargentos de la Guardia Real de La Granja.

C. Constitución de 1837 y Fin de la Regencia

Se llevaron a cabo nuevas reformas:

  • Abolición del régimen señorial, mayorazgo y gremios.
  • Se restablece la elección popular de los alcaldes.
  • Libertad de imprenta.

La Constitución de 1837 era menos progresista que la de 1812 (debido a la presencia de un gobierno moderado).

Características de la Constitución de 1837:

  • Soberanía nacional y derechos individuales.
  • Presencia de un poder ejecutivo fuerte con competencias legislativas, derecho a veto y suspensión de las Cortes, que serían bicamerales:
    • Congreso: Elegido por sufragio censitario.
    • Senado: Designación real.

La regente dejó paso a un general progresista: Espartero.

2. La Regencia de Espartero (1840-1843)

Durante la regencia se acentuó la división entre los progresistas, más radicales y partidarios de reformas profundas, y el resto de partidarios, que pretendían consolidar el poder de los propietarios.

En 1842, el temor a un acuerdo comercial con Inglaterra que podía hundir la industria textil catalana provocó desórdenes en Barcelona, que fue bombardeada.

Espartero salió del Gobierno y entró el General Narváez, de tendencia moderada.

3. El Reinado de Isabel II (1843-1868)

En 1843, las Cortes decidieron adelantar la mayoría de edad. Isabel II fue coronada antes de cumplir los 14 años.

El Gobierno de González Bravo llevó una política represiva basada en:

  • Disolución de la Milicia Nacional.
  • Restablecimiento de la Ley de Ayuntamientos de 1840.
  • Detención de los principales políticos progresistas y cierre de clubes y periódicos.
3.1. La Década Moderada (1844-1854)

En mayo de 1844, el general Narváez fue nombrado presidente del gobierno. Se promulgó la Constitución de 1845.

Principales Características de la Constitución de 1845:

  • Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey.
  • Declaración teórica de derechos a la espera de regularlos posteriormente.
  • Carácter confesional del Estado: Catolicismo.
  • Senado formado por miembros vitalicios de designación real para limitar las reformas del Congreso.
  • Ayuntamientos y diputaciones sometidos al poder central.
  • Facultad del rey para disolver el Congreso y supresión de la Milicia Nacional.

Otras medidas desarrolladas durante este periodo:

  • La Ley Electoral limitaba el sufragio a 99.000 personas en una población de 12 millones (sufragio censitario muy restringido).
  • Fundación de la Guardia Civil en 1844 por el duque de Ahumada.
  • Elaboración de un Código Penal (1852) y un Proyecto de Código Civil.
  • Implantación de gobernadores civiles y militares y las Diputaciones provinciales.
  • Reforma de la Hacienda.
  • Normalización en la relación con la Iglesia (Concordato de 1851). El Estado se comprometió a no vender los bienes no desamortizados y se creó un impuesto para mantener al clero y el culto. La Iglesia reconoció a la reina Isabel II y controló el sistema educativo.
3.2. El Bienio Progresista (1854-1856)

En 1854, las Cortes estaban suspendidas. El general O’Donnell se sublevó en la Vicalvarada, que inicialmente fue un fracaso, y redactó el Manifiesto de Manzanares con Cánovas del Castillo.

Espartero fue nombrado jefe del gobierno y O’Donnell ministro de la Guerra. Surge la Constitución Non Nata de 1856.

En 1855 se aprobó la Ley de Desamortización de Madoz. Pretendía reducir la deuda del Estado. Se desamortizaron los bienes del clero y de los ayuntamientos (propios y baldíos). Las propiedades fueron adquiridas por terratenientes. En 1855 se aprobó la Ley de Ferrocarriles y en 1856 la Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias.

La Ley Laboral o del Trabajo reguló el trabajo de niños a media jornada y el de menores de 18 años a 10 horas. Se establecieron jurados para solucionar problemas entre obreros y patrones.

3.3. El Gobierno de la Unión Liberal y la Caída de la Reina (1856-1868)
A. Primera Etapa (1856-1863)

O’Donnell mantuvo el mismo gobierno. Se trató de una época de expansión económica. Se desarrollaron el ferrocarril, la bolsa y los bancos. Se aprobó una Ley de Instrucción Pública en 1857.

En materia de política exterior, se enviaron expediciones militares a Indochina, Marruecos, Santo Domingo, Perú, Chile y México. Fracasaron.

B. Segunda Etapa y Caída de la Reina (1863-1868)

O’Donnell presentó la dimisión y le sucedieron gobiernos inestables. Los progresistas se retiraron del parlamento, liderados por el general Prim, junto a demócratas y republicanos. Se oponían a la reina. La crisis se desarrolló en los siguientes ámbitos: ferrocarril, industria textil, bolsa y precios agrícolas.

La situación política se agravó por los siguientes acontecimientos:

  • En la Noche de San Daniel (1865), la policía disparó contra los estudiantes que se oponían a la destitución del rector por el gobierno.
  • Sublevación del cuartel de San Gil en 1866.

En 1866, todas las fuerzas políticas se unieron en el Pacto de Ostende, que provocó la caída de la Reina.

Conclusión del Tema 11

  • El reinado de Isabel II supuso la consolidación del liberalismo en España.
  • La burguesía liberal excluyó de la vida política y económica a la mayor parte de la población.
  • Las desamortizaciones consolidaron el poder de los terratenientes.
  • Obreros y campesinos vivían en una situación precaria.