La Síntesis Tomista: Filosofía, Ética y Política de Santo Tomás de Aquino en el Siglo XIII

1. Vida, Contexto Histórico y Síntesis Filosófica

Vida de Santo Tomás de Aquino

Tomás de Aquino nació en 1224 en una familia noble napolitana. A los 20 años ingresó en la orden de los Dominicos, trasladándose al año siguiente a París para continuar sus estudios. Tras graduarse, dedicó su vida a la docencia y a la investigación, ejerciendo como profesor en las Universidades de París y de Nápoles. Desarrolló una intensa labor intelectual en continua polémica tanto con los averroístas como con los franciscanos agustinistas. Murió en 1274 (a los 49 años) cuando se dirigía a Lyon para participar en el Concilio al que había sido invitado por el Papa Gregorio X.

Contexto Histórico: El Esplendor del Siglo XIII

El Siglo XIII, época en la que vivió Santo Tomás, es considerado el siglo de mayor esplendor cultural, político y económico de la Edad Media, siendo Francia el país de mayor estabilidad política y cultural. Es conocido como el siglo de la Gran Escolástica.

Economía

La economía goza de cierta estabilidad y el comercio es floreciente, lo cual permite que muchos campesinos y burgueses se enriquezcan.

Política y la Relación Iglesia-Estado

Se comienzan a diseñar los Estados de la Europa Moderna y la idea de un Imperio entra definitivamente en crisis. La relación entre la Iglesia (poder religioso) y el Estado (poder civil) sigue pasando por épocas de tensión, pues algunos reyes reivindicarán la independencia del poder civil respecto al religioso.

Tomás de Aquino defenderá la tesis de que el poder del monarca proviene de Dios e intentará delimitar y armonizar las competencias de ambos poderes. Establece que la Iglesia y el Estado deben estar separados, aunque, en último caso, el Estado debe estar subordinado a la Iglesia. Si el monarca establece alguna ley contraria a la Iglesia, esta debe desobedecerse.

Cultura y el Averroísmo Latino

El hecho cultural más importante es la fundación de las universidades, que luchan por conseguir su autonomía y no depender únicamente de la tutela del Papa. La más importante es la Universidad de París, donde enseñará Santo Tomás y que se conmocionó con la llegada de los comentarios de Averroes a las obras de Aristóteles.

Se creó así un movimiento aristotélico denominado averroísmo latino, que se distinguió por defender la existencia de una doble verdad (una filosófica o de razón y una teológica o de fe). Santo Tomás rechazará la tesis de la doble verdad averroísta y defenderá que fe y razón se complementan a la hora de explicar la realidad.

No obstante, la fe será siempre un criterio de verdad más seguro que la razón y, por ello, servirá de norma o criterio extrínseco para el filósofo cristiano. En caso de llegar a conclusiones incompatibles con la fe, el filósofo deberá rechazar tales conclusiones por ser falsas y revisar sus razonamientos.

La Síntesis Filosófica de Santo Tomás

Frente al aristotelismo vigente en su época (el averroísmo latino, cargado de rasgos musulmanes), Santo Tomás estaba firmemente convencido de que el sistema de Aristóteles era perfectamente compatible con la fe cristiana y que, además, aportaba una interpretación de la realidad valiosa y aceptable.

Por ello, decidió recuperar las obras aristotélicas originales (para evitar que sus doctrinas fueran consideradas averroístas y propiciar su aceptación por la Iglesia) y, partiendo de presupuestos cristianos, adaptó la doctrina aristotélica al dogma cristiano, logrando con ello una síntesis de filosofía y teología en la que ambas se aunaban para dar una explicación de todo lo real.

2. Glosario de Conceptos Clave en la Filosofía de Santo Tomás

Hombre (Teoría Antropológica)

Santo Tomás toma el concepto de hombre de Aristóteles y lo adapta al dogma cristiano, admitiendo la inmortalidad del alma y la creación por parte de Dios. El hombre es una sustancia compuesta de cuerpo y alma.

  • El cuerpo es la materia, que al morir deja de estar informado por el alma y se corrompe.
  • El alma es la forma sustancial del cuerpo, es principio de vida, pero puede existir sin necesidad del cuerpo.

Frente a otros filósofos que afirmaban la existencia de varias “almas”, Santo Tomás afirma la existencia de una sola alma en el ser humano, que es la que regula todas las funciones del hombre (vegetativa, sensitiva y racional) y determina su corporeidad. Además, rechaza la interpretación platónica del cuerpo como cárcel del alma y defiende que la relación alma-cuerpo es una relación natural, no un castigo.

Alma (Teoría del Alma)

El alma es la forma sustancial del cuerpo y el principio de vida, pero puede existir sin necesidad del cuerpo. Santo Tomás afirma la existencia de una sola alma en el ser humano, que regula todas las funciones y determina la corporeidad. La relación alma-cuerpo es natural.

Dada la necesidad de explicar la inmortalidad del alma, Santo Tomás afirma que, después de la muerte, el cuerpo se corrompe, pero el alma puede seguir existiendo, ya que en ella existen ciertas facultades que son independientes del cuerpo.

Santo Tomás no distingue tres tipos de “alma” (como Platón), sino tres facultades o potencias de la misma alma racional:

  1. Funciones vegetativas: Se ocupan de la nutrición y el crecimiento.
  2. Funciones sensitivas: Se encargan del funcionamiento de los sentidos externos, la imaginación y la memoria.
  3. Funciones racionales: Facultades propias del alma, como el entendimiento (agente y paciente) y la voluntad, con la que trata de explicar el deseo intelectual.

Razón y Fe

Para Santo Tomás, la razón carece de iluminación, conoce de “abajo-arriba” y es fuente de verdad. La razón y la fe son dos fuentes de conocimiento distintas, autónomas e independientes, que a menudo informan sobre parcelas distintas de la realidad, aunque a veces coinciden en los mismos contenidos.

Ambas se prestan una colaboración mutua:

La Razón al servicio de la Fe (Tres Maneras)

  1. Es un instrumento para alcanzar verdades de fe mediante comparaciones.
  2. Es un instrumento para rebatir las objeciones contra la fe que provienen de los herejes.
  3. Demuestra los preámbulos de la fe.

La Fe al servicio de la Razón

La fe sirve a la razón como norma o criterio extrínseco, pues es la “regla” del recto proceder de la razón. Si la razón llegara a conclusiones incompatibles con la fe, tales conclusiones serán necesariamente falsas y el filósofo deberá revisar sus razonamientos.

Gobierno o Régimen Político

Respecto a las formas de gobierno citadas por Aristóteles (monarquía, aristocracia y democracia, con sus degeneraciones en tiranía, oligarquía y demagogia), Santo Tomás considera que el mejor régimen es la monarquía, porque es la que mejor garantiza la unidad y la paz, y es la más semejante al gobierno divino. Aunque no descarta otras formas de gobierno válidas, no considera que ninguna de ellas sea especialmente deseable por Dios.

El Rey y el Poder

Al ser el Estado y sus gobernantes algo querido por Dios, es una “sociedad perfecta” con todos los medios necesarios para la consecución de su fin natural: el bien común. Para alcanzarlo, necesita un guía o monarca, cuyo poder deriva de Dios, pero no de modo directo, sino a través del consenso popular.

El rey debe dirigir las acciones de los individuos hacia el bien común y tiene que:

  • Garantizar la paz dentro del Estado.
  • Orientar todas las acciones hacia el bienestar general.
  • Satisfacer adecuadamente todas las necesidades de la vida humana.
  • Evitar los ataques exteriores a través de fuerzas armadas.

El Tirano

Santo Tomás indica en su Gobierno de los Príncipes que el tirano es quien desprecia el bien común y busca el bien privado. Añade que “la tiranía debería tolerarse para evitar mayores males”, argumentando que cada persona o grupo que pretenda eliminar a un tirano podría terminar en otra tiranía, cometiéndose arbitrariedades más dañinas.

Subraya que esto concuerda con la doctrina de los apóstoles, pues según Pedro: hay que ser súbditos reverentes no solo de los gobernantes buenos y humildes, sino también de los señores díscolos. Se cuenta con la “gracia de Dios” para soportar los sufrimientos.

No obstante, Santo Tomás también deja claro que: el poder está justificado únicamente en la medida en que sirve al bien común; por tanto, el gobierno tiránico no está nunca justificado.

Bien Común

Según Santo Tomás, el buen gobernante debe estar dedicado en mente y corazón al bien común. En la Suma Teológica agrega: “es imposible que el bien común de la Nación vaya bien, si los ciudadanos no son virtuosos, al menos aquellos a quienes compete mandar”.

La ciencia política estudia esa actitud virtuosa y educa para ella, pues “se ocupa efectivamente del bien común, que es mejor y más divino que el bien de los particulares”. El hombre tiene una necesidad natural de autoridad que le dirija al bien común.

Sociedad y Estado

Para Santo Tomás, la sociedad o el Estado es la institución natural de la vida del hombre (al igual que para Platón y Aristóteles), porque el hombre es por naturaleza un ser social y político, nacido para vivir en comunidad, ya que por sí solo es incapaz de satisfacer sus necesidades básicas.

Al ser el Estado algo querido por Dios, es una “sociedad perfecta”, pues tiene todos los medios necesarios para la consecución de su fin natural, que es el bien común. Aunque para alcanzarlo necesita un guía o monarca.

El Estado aparece como una institución independiente en lo que se refiere al bien común, aunque su soberanía no es absoluta, sino que está limitada, puesto que la ley positiva (que rige en las ciudades y constituye la política) tiene que legislar de acuerdo con la ley natural (que rige en el hombre y da lugar a la ética).

Principios Naturales (Ley Natural)

La ley natural es la ley que rige en el hombre y que da lugar a la ética. Para establecer el contenido y las normas de la ley natural, Santo Tomás parte de las inclinaciones naturales del hombre y señala:

  1. En tanto que sustancia: El hombre (al igual que otras sustancias) tiende a la conservación de su propia existencia y la de su especie. De ahí se derivan ciertas normas morales para procurar su conservación.
  2. En tanto que animal: El hombre (al igual que otros animales) tiende a la procreación. De ahí se derivan ciertos deberes morales relacionados con el cuidado y la protección de los hijos.
  3. En tanto que ser racional: El hombre tiende a conocer la verdad y a vivir en sociedad. De ahí surgen las obligaciones morales de buscar la verdad y respetar las exigencias de la justicia.

La ética tomista es una ética basada en la ley natural, que es:

  • Una ley accesible a la razón humana, que coincide con la ley divina.
  • Evidente, universal e inmutable, porque se deduce de nuestras propias tendencias naturales.
  • Una ley que obliga a practicar el bien y evitar el mal mediante las virtudes morales.
  • De ella emanan las leyes humanas positivas, que serán aceptadas si no contradicen la ley natural y rechazadas o consideradas injustas si la contradicen.

3. Las Grandes Teorías de Santo Tomás: Ética y Política

La Teoría Ética: Finalismo y Ley Natural

Tomás de Aquino acepta del aristotelismo la concepción teleológica de la naturaleza y elabora una ética finalista y eudaimonista, afirmando que el fin al cual está orientado el hombre es la felicidad, que se alcanza con la contemplación beatífica de Dios (diferenciándose de Aristóteles, que identificaba la felicidad con el ejercicio de la actividad contemplativa).

La ética de Santo Tomás es una ética natural, pues está basada en la Ley Natural, que a su vez está basada en la Ley Eterna Divina, definida como la ordenación de Dios de la naturaleza entera. En el hombre existen ciertas tendencias o inclinaciones naturales a partir de las cuales se deducen los preceptos o normas de la Ley Natural:

  1. En tanto que sustancia, tiende a la conservación de su propia existencia.
  2. En tanto que animal, tiende a la procreación.
  3. En tanto que ser racional, tiende a conocer la verdad y a vivir en sociedad.

De estas tres tendencias humanas se deducen ciertas normas morales que concretan la ley natural. Por tanto, la ley natural es accesible a la razón, universal, inmutable y obliga a practicar el bien y evitar el mal. De ella emanan las leyes humanas positivas.

La Teoría Política: El Estado como Institución Natural

Las circunstancias sociales del Siglo XIII llevaron a Santo Tomás a elaborar un planteamiento político inspirado en Aristóteles, adaptado al cristianismo. Para Santo Tomás, la sociedad o el Estado es la institución natural de la vida del hombre, porque el hombre es por naturaleza un ser social y político.

Como la naturaleza humana ha sido creada por Dios, el Estado y sus gobernantes son queridos por Dios. Por tanto, el poder político de los gobernantes deriva de Dios, pero no de modo inmediato o directo, sino a través del consenso popular.

El Estado es una “sociedad perfecta” con el fin natural del bien común. Santo Tomás es partidario de una monarquía como guía o monarca. El Estado aparece como una institución independiente, aunque su soberanía no es absoluta, sino que está limitada, puesto que la ley positiva tiene que legislar de acuerdo con la ley natural, la cual señala los límites morales de la convivencia humana.

Las Relaciones entre la Iglesia y el Estado

Santo Tomás defiende la autonomía política del Estado con respecto a la Iglesia porque tienen fines distintos:

  • El Estado es una institución natural con un fin natural (el bien común).
  • La Iglesia es una institución con fines sobrenaturales (el bien sobrenatural).

Por ello, el Estado es autónomo en su esfera (el bien común). Sin embargo, el Estado y la Iglesia no pueden estar totalmente separados, ya que el fin último del hombre es alcanzar la felicidad, que consiste en la contemplación beatífica de Dios. En esta tarea definitiva, el monarca ha de someterse al sacerdote, lo que implica que, en último término, el Estado debe estar supeditado a la Iglesia para la consecución del bien sobrenatural.