Fundamentos de la Filosofía de Platón: Realidad, Conocimiento y Política

El Problema de la Realidad y el Conocimiento en Platón

El problema de la Realidad y el Conocimiento en Platón está muy influenciado por algunos de los filósofos anteriores. Platón realiza una síntesis filosófica que comprende la Teoría de las Ideas, basándose en la claridad racional sobre la physis y sobre el ser humano. En su teoría de las ideas, Platón distingue como objetivo final el conocimiento de las ideas; busca la organización justa e ideal de la vida social y política, estableciendo la realidad y viendo qué se puede hacer con ella, reuniendo la concepción de Parménides (realidad eterna e inmovible) y la de Heráclito (perpetuo fluir de las cosas).

Mirar con los «ojos de la mente» es conocer los modelos, las formas, la esencia de las cosas y lo que tienen en común con los objetos del mismo tipo; es decir, captar su Idea. Esta realidad de las ideas pertenece al mundo inteligible, siendo universales e independientes del mundo físico. Platón postula un dualismo metafísico:

  1. El mundo perfecto y eterno.
  2. El mundo imperfecto y fugaz.

Las ideas para Platón no son meras nociones o conceptos que forma la mente, sino realidades que existen por sí mismas. La teoría establece una jerarquía de las ideas, donde la jerarquía natural es una réplica de la jerarquía ideal. Podríamos construir un mapa jerárquico de todas las ideas de la siguiente manera:

  • En la cúspide: las ideas de Bien y Belleza.
  • A continuación: las ideas de Justicia y Valentía.
  • Más abajo: las ideas o conceptos matemáticos.
  • Subordinadas a estas: las ideas de las cosas naturales.

Relación entre el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible

Existe una relación directa entre las cosas sensibles y las ideas, definida por tres conceptos clave:

  • Presencia (Parousía): las ideas están presentes en las cosas.
  • Participación (Koinonía): las cosas participan de las ideas.
  • Copia o imitación (Mímesis): las cosas imitan a las ideas.

Niveles de Conocimiento y la Reminiscencia

El conocimiento consiste en acercarse a la verdad, que se encuentra en el mundo inteligible; es un proceso de aproximación y contemplación de las ideas. Platón diferencia dos niveles principales:

  • La Episteme (Ciencia): se divide en noésis (intuición directa) y dianoia (conocimiento discursivo y representaciones).
  • La Doxa (Opinión): se divide en pistis (percepción directa de los objetos) e eikasia (imagen reflejada o conjetura).

Mediante la reminiscencia (anámnesis), recordamos lo que ya conocemos en nuestra alma; esto lo explica detalladamente en el diálogo de Menón a través del ejemplo del esclavo conocedor de las matemáticas.

La Realidad en el Mito del Demiurgo

Platón habla de la realidad en el Mito del Demiurgo, en el que explica de forma muy gráfica la relación existente entre el mundo sensible y el mundo de las ideas. El mito narra que, en el origen, se hallaba el mundo de las ideas, el Demiurgo y una masa caótica informe. El Demiurgo tomó el mundo de las ideas como modelo para trabajar esa masa caótica, actuando igual que un escultor para introducir en ella el orden y la armonía propias de lo inteligible. Fue incorporando la estructura del mundo de los arquetipos eternos e ideales, generando lo que denominamos el mundo sensible.

El Conocimiento en el Mito de la Caverna

En el Mito de la Caverna, Platón habla del conocimiento como una alegoría de la teoría de las ideas y un relato antropológico de la conflictiva situación humana, representando dos mundos que corresponden a los dos niveles de su metafísica.

Antropología Platónica: El Dualismo del Alma y el Cuerpo

En la antropología platónica, el Mito del Carro Alado aparece en el diálogo de madurez Fedro. Este mito nos muestra el alma como una fuerza, como una entidad dinámica que integra tres partes (alma tripartita):

  • La parte racional.
  • La parte irascible (sensible/ánimo).
  • La parte concupiscible (deseos).

La ética platónica se basa en esta división tripartita. Platón habla de tres virtudes que corresponden a estas partes: la sabiduría, la fortaleza y la templanza. Podemos resumir la concepción platónica del ser humano afirmando que este es, fundamentalmente, su alma. En este mundo, el alma está unida al cuerpo de manera incómoda y accidental: alma y cuerpo son dos entidades totalmente distinguibles y desiguales. Mientras que el cuerpo pertenece al mundo de las cosas sensibles y temporales, el alma es originaria del mundo de las ideas eternas.

El Problema de la Ética: Virtud y Justicia

El problema de la ética en Platón se basa en la reflexión sobre la virtud (areté), cultivándola para la búsqueda de la justicia y del equilibrio. La virtud se entiende como la realización excelente de una función determinada:

  • La sabiduría es la perfección del alma racional.
  • La Andreia (valentía) es la excelencia de la parte irascible.
  • La moderación (sofrosine) es la virtud de la parte concupiscible.

Estas cualidades permiten al alma alcanzar la armonía en la justicia del individuo. Platón se ve muy influenciado por Sócrates, quien le inculca la necesidad intelectual de la búsqueda de las esencias y el intelectualismo moral, concretado en el método mayéutico, pues es la razón la que anhela el conocimiento de las esencias con el propósito de abandonar la ignorancia. Cabe añadir que, para Platón, la idea suprema es la Idea del Bien, que identifica con la perfección y que es fuente del ser y de la verdad. Es también el fundamento de las virtudes, que son tales porque contribuyen al Bien, de modo que en la Idea de Bien culmina toda su ética.

El Problema del Estado: La Organización Política Ideal

En el problema del Estado, Platón busca una organización sociopolítica ideal. La capacidad de ejercer el poder político requiere de una larga preparación para acceder al conocimiento más elevado. Es necesaria una sociedad estructurada en clases sociales, ya que los seres humanos no son autosuficientes y el origen de la polis radica en la impotencia individual para satisfacer las propias necesidades.

Platón propone la coexistencia de tres clases sociales en la convivencia ciudadana:

  1. Trabajadores (productores).
  2. Militares (guardianes).
  3. Gobernantes (filósofos).

Según Platón, la propia naturaleza y el carácter personal nos predisponen y nos hacen especialmente aptos para un determinado tipo de tareas. Esta estructura tripartita del Estado es paralela a la estructura tripartita del alma. En cuanto a la educación y selección de los mejores, Platón propone la teoría del Rey Filósofo por dos razones: porque es necesario que los gobernantes conozcan las ideas de justicia y bien, y porque los filósofos, debido a su trato continuo con las ideas, codician menos los bienes materiales, siendo así más difícil que se puedan corromper.