Evolución del Pensamiento Filosófico y Ético: De la Antigüedad al Renacimiento

Filosofía y Ética en la Antigüedad Tardía y la Edad Media

El Imperio romano ocupaba un vastísimo territorio que iba desde el desierto del Sahara al sur, hasta el río Rin en Europa. Los romanos se alimentaron de las tradiciones de los pueblos que conquistaron, entre ellos, la filosofía griega, Egipto y la región que hoy conocemos como Turquía.

La Expansión del Cristianismo

  • Los predicadores cristianos comenzaron a extenderse por el Mediterráneo Oriental hasta que el emperador romano decidió convertirse al cristianismo. Posteriormente, bajo el emperador Teodosio, el cristianismo se impuso como la religión oficial del Imperio en el año 380.

Agustín de Hipona (354-430)

  • Se dedicó al estudio del latín y la retórica. Terminó siendo consagrado obispo de Milán en 397. Posteriormente, fue nombrado obispo de su Hipona natal, donde permaneció hasta su muerte.

El Pecado: Ética y Moral

  • La moral es un conjunto de normas obligatorias para los miembros de un grupo determinado (en este caso, los cristianos). La ética, por su parte, no contiene norma alguna, sino que pretende analizar y evaluar racionalmente las propuestas normativas de las diversas morales.

Placer y Reproducción

Condenó el placer sexual sin fines reproductivos y el control de la natalidad. Los cristianos ya manifestaban una aversión hacia el placer sexual, y Agustín añadió un motivo teológico, vinculando el placer sexual con la transmisión del pecado original.

Consolidó, igualmente, la tesis de que las mujeres no tienen otra función que la procreación. La condena del placer sin reproducción y de cualquier tipo de control de natalidad produjo una explosión demográfica entre los cristianos, quienes, al tener más hijos que los paganos, acabaron superándolos en número.

Amor, Amistad y Caridad

  • Los griegos clásicos distinguían entre el amor erótico (éros) y la amistad (philía). Ambos conceptos sustentan la vida en pareja. Los cristianos, sin embargo, y en particular Agustín, rechazaban el amor erótico y despreciaban la amistad, exaltando en cambio la caridad (agápe), que abarca tanto el amor a Dios como la piedad y el sacrificio por los débiles.

Filosofía y Teología

  • La filosofía surgió como una “búsqueda de la verdad” por parte de los griegos, pero Agustín se burlaba de aquellos que pretendían saber algo. Consideraba al cristianismo como la única filosofía verdadera.
  • La filosofía era la sierva de la teología.

Obras de Agustín de Hipona

  • Las principales obras de Agustín de Hipona fueron: Confesiones, Sobre la Trinidad y La Ciudad de Dios.

La Filosofía Cristiana Medieval: Patrística y Escolástica

  • La filosofía cristiana se divide en dos grandes periodos: la Patrística, donde se enmarca Agustín de Hipona, y la Escolástica, propia de filósofos como Tomás de Aquino.
  • La Patrística es el estudio del cristianismo de los primeros siglos y de sus primeros autores, conocidos como Padres de la Iglesia.
  • La Escolástica fue la corriente teológico-filosófica predominante del pensamiento medieval, posterior a la Patrística de la Antigüedad tardía. Se basó en la coordinación entre fe y razón, que en cualquier caso siempre suponía una clara subordinación de la razón a la fe (Philosophia ancilla theologiae – ‘la filosofía es sierva de la teología’).

La Edad Media: Un Periodo de Transición

  • Tras la caída de Roma, debido a las invasiones y migraciones bárbaras, comenzó un periodo de la historia conocido como la Edad Media, también denominado Oscurantismo.
  • La filosofía de la Antigüedad fue progresivamente desplazada por los textos cristianos.

Tomás de Aquino (1225-1274)

  • Decidió ingresar a la orden de los dominicos, dedicándose a la predicación y enseñanza. Su orden decidió enviarlo a París a estudiar teología, donde profundizó en el estudio de la filosofía aristotélica bajo la dirección de Alberto Magno. El objetivo de Tomás fue conciliar la filosofía y la ciencia aristotélica con la teología, en un gran sistema de pensamiento cristiano.

Razón y Fe en Tomás de Aquino

La obra más importante de Tomás de Aquino es la Suma Teológica. Para Tomás de Aquino, la teología podía ser “científica” en el sentido aristotélico, partiendo de principios y deduciendo sus consecuencias mediante razonamientos lógicos y racionales. Así, el teólogo aceptaría a la vez la razón y la fe, mientras que el filósofo procede solo a partir de la razón.

Tomás distinguía entre la razón humana, que puede conducirnos a ciertas verdades, y la revelación divina, que directamente nos transmite otras verdades.

Distinguía entre la teología sagrada, que parte de las verdades reveladas, y la teología natural, que se basa en la mera razón y es una parte de la filosofía. Su obra pretendía defender la doctrina católica de los ataques de la filosofía racional, utilizando para ello los conceptos y argumentaciones de la propia filosofía.

Las Cinco Vías para Probar la Existencia de Dios

  • En la teología natural, antes que nada, hay que probar la existencia de Dios. Tomás de Aquino propuso cinco vías:
  1. La vía del motor inmóvil (Dios como primer motor inmóvil).
  2. La vía de la causa eficiente (Dios como primera causa eficiente).
  3. La vía de la contingencia (Dios como el ente necesario con necesidad incausada).
  4. La vía de los grados de perfección (Dios como el más verdadero y bueno de los entes).
  5. La vía de la finalidad o teleología (Dios como la inteligencia que impulsa a las cosas naturales inconscientes hacia fines intencionales).

El Renacimiento y el Humanismo: Un Giro Antropocéntrico

El Renacimiento es una época que vuelve la mirada al mundo grecorromano. Tras la caída de Constantinopla en 1453, el estudio de los textos clásicos aumentó en Italia, debido a la llegada de diversos académicos bizantinos que, en su equipaje, llevaban consigo dichas obras.

Con la intención de estudiar y traducir a los antiguos filósofos griegos, los estudiosos europeos, como Erasmo de Rotterdam, favorecieron la consolidación de la Filología.

Filología: ciencia de las lenguas, de su historia, literatura y de su gramática.

Erasmo de Rotterdam (1466-1536)

Erasmo de Rotterdam (1466-1536) decidió recurrir a los textos antiguos de los evangelios en griego y traducirlos nuevamente al latín culto, con el objetivo de realizar una edición crítica en 1516. Sin embargo, su contenido era tan distinto de la tradicional Biblia (la Vulgata) que amenazaba con provocar una crisis social.

Erasmo también criticó la corrupción de la Iglesia y la necesidad de reformarla desde dentro. Uno de sus textos más famosos al respecto fue Elogio de la Locura, donde, a través de la ironía, criticaba la falta de razón.

La Academia Platónica de Florencia

Cosme de Médici comisionó la apertura de la Academia Platónica de Florencia a Marsilio Ficino (1433-1499), con el interés en el estudio, definición y comprensión del alma humana. Ahora buscaban la naturaleza, y en el centro de ella: el hombre. Se dirigieron excavaciones en busca de monumentos y estatuas clásicas.

En el Renacimiento, estaba latente la idea del Hombre Universal (Uomo Universale), según la cual cada individuo debía dejar de ser un especialista para aspirar al conocimiento universal.

Ahora, a cada individuo le parecía posible alcanzar una “perfección” o una “Edad de Oro”, y ya no el fin del mundo. Un ejemplo emblemático de este espíritu es Leonardo da Vinci.

Antropocentrismo vs. Teocentrismo

Teocentrismo

El hombre medieval provenía de una tradición donde la filosofía estuvo relegada o subordinada a la religión. La filosofía, en el concepto de Santo Tomás de Aquino, se situaba como “sierva de la teología”. La filosofía perdió autonomía como medio hacia la verdad, pues se creía que esta sería revelada únicamente por Dios.

De esta manera, en la Edad Media, el sentido de la vida, la trascendencia y las diversas actividades humanas estaban transversalmente dirigidas y “gobernadas” por la fe, por las creencias y por Dios, constituyendo un modelo teocentrista.

En este periodo, el tema de la razón y la fe, sus vínculos y diferencias, era materia de estudio entre los filósofos.

Antropocentrismo

En el Renacimiento, se abrió paso a una nueva visión del mundo donde el ser humano sería el centro de atención y ya no Dios (antropocentrismo).

Se presentaron diversos acontecimientos que impulsaron este cambio, entre ellos:

  • a) El descubrimiento de nuevos mundos, que propició una nueva “imagen” del planeta.
  • b) El surgimiento de nuevos problemas políticos, geográficos y antropológico-teológicos, como el descubrimiento de América y Oceanía.
  • c) Inventos clave, como la imprenta.
  • d) El fin del feudalismo.
  • e) La ruptura de la unidad religiosa europea. El mundo religioso europeo vivió una gran transformación en el siglo XVI. A este proceso se le denominó Reforma Protestante. Martín Lutero denunció la práctica de la venta de indulgencias como medio para escapar del Purgatorio y conseguir la salvación. Inició un movimiento que proponía la fe como instrumento de salvación, en contra de la concepción católica de que las buenas obras (como comprar indulgencias) son la garantía de la salvación.

La Reforma de Lutero buscaba establecer una relación individual con Dios, sin intermediarios terrenales, por lo que consideró fundamental la lectura de la Biblia. Al hallarse esta únicamente en latín, decidió traducirla al alemán para que todos pudieran tener acceso a ella y conseguir la salvación.

  • f) Nuevos métodos de explicación, impulsados por el desarrollo de instrumentos de observación y medición más precisos.

Pensadores Humanistas y Precursores de la Modernidad

Dentro de estas propuestas humanistas, se encuentran obras como el Discurso sobre la dignidad del hombre de Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494), un ejemplo de las ideas antropológicas de la época a favor de la excelencia humana. También destacan Pietro Pomponazzi (1462-1525), autor de un tratado sobre La inmortalidad del alma, y Tommaso Campanella (1568-1639), autor de La Ciudad del Sol, donde recupera ideas platónicas de un Estado ideal.

La Modernidad defiende las ideas de progreso, libertad y tolerancia. La razón lo explica y gobierna todo; no es un concepto cualquiera, sino un criterio firme de verdad y un instrumento crítico para acabar con la tradición y el viejo orden. Estas cualidades las encontramos en las obras de autores como Tomás Moro y Francis Bacon.

Tomás Moro (1478-1535)

Humanista, su obra Utopía describe una sociedad en la que el interés individual se subordina al de la sociedad: la tierra es propiedad de la comunidad, todos los habitantes gozan de un trabajo, la educación es universal y se practica la tolerancia religiosa.

La forma de organización en Utopía contrastaba con la situación sociopolítica concreta de Inglaterra, denunciando el individualismo radical característico de la sociedad real inglesa que empezaba a dibujarse en las páginas de la historia moderna.

El término utopía hace alusión a un “no-lugar”, a un “lugar perfecto”. Representa una respuesta y una propuesta de quienes están en desacuerdo con las condiciones de vida material y espiritual de la sociedad real, y realizan una crítica de los principios que la rigen.

Francis Bacon (1561-1626)

Precursor de la Revolución Científica que después continuarían filósofos como René Descartes. Se interesó por la felicidad humana y afirmaba que el conocimiento genera poder, describiendo que “la naturaleza, para ser gobernada, debe ser obedecida”.

Bacon quiere decir, ante todo, que el ser humano debe dominar la naturaleza para poder alcanzar la felicidad. Pero para eso es primero necesario entenderla, es decir, estudiarla, “obedecerla”. Bacon, en su obra La Nueva Atlántida, describe una sociedad perfecta donde los seres humanos son felices porque han aplicado una técnica que les permite dominar el mundo y dominarse a sí mismos.

En La Nueva Atlántida, sus habitantes han alcanzado la felicidad por medio de una técnica avanzada que les ha permitido “obedecer” y “mandar”. Describe procedimientos de refrigeración, de fertilización de la tierra, torres, lagos artificiales, laboratorios de estudio y disección de animales, máquinas que imitan el movimiento de las aves, etc., configurando una sociedad ideal. Otra obra importante de Francis Bacon es Novum Organum.

Señala la necesidad de dudar de diversos tipos de pensamiento falso, que llama metafóricamente “falsos ídolos”, los cuales representan ideas que solemos considerar verdaderas sin darnos cuenta de que proceden de falsos orígenes y conducen a falsas conclusiones.

Los ídolos que Bacon enumera son cuatro: el ídolo de la caverna (Idola specus), el ídolo del mercado o foro (Idola fori), el ídolo de la tribu o especie (Idola tribus) y el ídolo del teatro (Idola theatri). Estos representan prejuicios y falsedades que debemos evitar, ideas que nublan o dificultan la capacidad para entender y conocer el mundo. El conocimiento genera poder, progreso y felicidad; sin embargo, Bacon también realiza una crítica respecto a ciertos tipos de conocimiento.

El Surgimiento del Pensamiento Político Moderno

Nicolás Maquiavelo (1469-1530)

La política en el sentido moderno sienta sus bases en la famosa obra de Nicolás Maquiavelo (1469-1530), El Príncipe. Esta obra establece la autonomía de la política respecto de la religión y, sobre todo, de la moral.

En El Príncipe, se describen los medios de los que un gobernante debe valerse para adquirir y conservar el poder político, no necesariamente sin vicios ni ambiciones egoístas, sino para lograr construir un Estado nacional, un cuerpo jurídico-político y militar capaz de enfrentar a los Estados enemigos. Su importancia radica en la tesis según la cual la acción política no se somete a ninguna consideración ética o moral. Por ejemplo, se plantea: ¿es mejor ser amado que temido, o al revés? La respuesta es que sería deseable ser ambas cosas, pero como es difícil que ambas se den al mismo tiempo, es mucho más seguro para el príncipe ser temido que ser amado, aunque sin ser cruel.

Maquiavelo describe al gobernante con la imagen del león y del zorro: debe poseer la fuerza y la fiereza del primero, y la inteligencia y la astucia del segundo.

“El fin justifica los medios” es una síntesis popular del pensamiento de Maquiavelo. Al concepto “maquiavélico” se le ha dado un significado negativo, pero en realidad es utilizado para describir los principios del poder político. Este autor define al individuo moderno como un ser egoísta, ambicioso, hipócrita y mercantilista; en pocas palabras, “malo por naturaleza”.

Thomas Hobbes (1588-1679)

Thomas Hobbes (1588-1679) sostiene que el ser humano es egoísta y “malo por naturaleza”. Los cambios políticos de Inglaterra en el momento más crítico de su historia influyeron en el pensamiento de Hobbes (la primera lucha moderna entre estatismo y democracia).

En su obra Leviatán, expone por primera vez la teoría de un contrato social. Explica la necesidad de pasar del estado de naturaleza al Estado de sociedad. En dicha obra, señala que el hombre natural está lleno de deseos de poder, lo cual conduce a conflictos incesantes.

Para Hobbes, en la naturaleza del hombre, hay tres causas principales de discordia: la competencia, la desconfianza y la gloria. La primera causa impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio; la segunda, para lograr seguridad; y la tercera, para ganar reputación. Lo anterior genera que el hombre, en su estado natural, viva en una “guerra de todos contra todos”.

Para resolver o “superar” el estado natural de conflicto, de guerra y de temor, habrá que crear un estado artificial, basado en la decisión de los hombres.

“La mutua transferencia del derecho es lo que los hombres llaman contrato”.