El Barroco: Esplendor y Drama en el Arte del Siglo XVII

El Barroco: Arte en Tiempos de Crisis

Contexto Histórico-Cultural

El Barroco surge a finales del siglo XVI y se extiende por los siglos XVII y XVIII. Es un arte complejo, nacido en una época de crisis religiosa, política y económica, que rompe con la armonía del Renacimiento. Funciona como arte de propaganda, reflejando el poder de la Contrarreforma, las monarquías absolutas y la burguesía holandesa. Busca una obra de arte total con un fuerte sentido teatral. En España, la crisis del siglo XVII coexistió con el esplendor del Siglo de Oro, y con la llegada de los Borbones en el XVIII se adoptaron modelos franceses e italianos.

Características de la Arquitectura Barroca

La arquitectura barroca se distingue por el uso libre de elementos clásicos, buscando movimiento y complejidad en sus composiciones. Predominan las líneas curvas sobre las rectas renacentistas, lo que genera dinamismo. Los muros presentan planos cóncavos y convexos, los entablamentos y frontones pueden ser curvos o partidos, y la decoración es abundante. Destacan la columna salomónica y el estípite, junto con volutas, elementos vegetales y pinturas al fresco. Las cubiertas suelen ser abovedadas, a veces elípticas, y se juega con la luz para crear efectos escenográficos y teatrales.

Arquitectura Barroca en Italia: Bernini y Borromini

Gian Lorenzo Bernini

Bernini, considerado el “artista barroco total”, fue arquitecto, escultor, pintor y urbanista, destacando por su habilidad para expresar la grandeza de Roma durante la Contrarreforma. En su carrera temprana, creó el Baldaquino de San Pedro (1624), un dosel monumental de bronce con columnas salomónicas, que muestra movimiento y decoración exuberante. En la Iglesia de San Andrés del Quirinal, utilizó formas cóncavas y convexas en la planta ovalada, incorporando elementos clásicos. Su obra maestra como arquitecto fue la Plaza de San Pedro (1656-67),


una monumental columnata dórica que simboliza el abrazo de la Iglesia a la Humanidad, con una perspectiva que resalta la fachada y la cúpula de la basílica. También intervino en la Plaza Navona, Plaza de España y Plaza del Popolo, dejando su huella en el diseño urbano barroco.

Francesco Borromini

Rival de Bernini, Borromini se destacó por su ingenio en ampliar espacios reducidos mediante líneas curvas, formas cóncavas y convexas, elementos ondulados y cúpulas originales. Además, usó efectos de claroscuro para potenciar el dinamismo y la sensación de movimiento.

Sus obras más representativas:

San Carlo alle Quattro Fontane // San Ivo alla Sapienza // Santa Inés (en Plaza Navona)

Arquitectura Barroca Española

El Barroco español queda configurado desde el punto de vista cultural por el “Siglo de Oro”, en contraste evidente con la profunda y compleja crisis política, social y económica que vive España.

En la primera mitad del siglo XVII, se mantiene el estilo herreriano, con austeridad decorativa, cubiertas de pizarra y chapiteles. La crisis económica lleva al uso de materiales más sencillos como ladrillo y madera. Destaca Juan Gómez de Mora, autor de la Plaza Mayor y el Convento de la Encarnación en Madrid.

En la segunda mitad del siglo XVII, la influencia italiana se introduce en España y se va ganando en decorativismo: guirnaldas, esculturas, placas recortadas, molduras que rompen la rigidez anterior y aportan movilidad a las fachadas. Ejemplo: fachadas de las catedrales de Granada y Murcia.

A comienzos del siglo XVIII, el Barroco alcanza su auge en Castilla con los Churriguera, creadores del estilo churrigueresco, muy decorativo y de gran influencia en Hispanoamérica. Alberto Churriguera diseñó la Plaza Mayor de Salamanca, más ornamentada que la de Madrid. José Benito de Churriguera creó un modelo de retablo profusamente decorado, destacando el de San Esteban de Salamanca. Con la llegada de los Borbones y la recuperación económica, la arquitectura barroca española adopta influencias italianas y francesas, como en el Palacio Real de Madrid, el de Aranjuez y el de La Granja.


Escultura Barroca en Italia: Bernini

Bernini es la figura clave de la escultura barroca. Sus características principales son:

  • Uso de mármol y bronce con gran perfección técnica.
  • Atención a la textura y efectos de claroscuro.
  • Búsqueda del movimiento en acto mediante composiciones diagonales y figuras dinámicas.
  • Estilo realista y teatral, con expresiones exaltadas para conmover al espectador.
  • Tratamiento de temas religiosos, mitológicos y alegóricos.

Etapas y obras:

    • ETAPA JUVENIL: tratamiento técnico de la piel y emociones
  • David: Representa el movimiento en acto, en pleno esfuerzo, destacando la tensión muscular en el cuerpo y en el rostro.
  • Apolo y Dafne: Destaca por el extraordinario tratamiento de la textura del mármol, el claroscuro y el movimiento (composición diagonal).
  • Rapto de Perséfone
    • ALTO BARROCO -> San Longinos
    • Periodo medio
  • Éxtasis de Santa Teresa: Su obra maestra. Representa la expresión máxima de lo espiritual en el rostro de la santa. El efecto luminoso y el claroscuro hacen que las figuras parezcan suspendidas en el aire. Composición con diagonales. Pliegues muy profundos y abundantes. Gran sentido escenográfico y teatral, sobre todo en los tejidos. Tumba parietal de Urbano VIII, Fontana dei Quattro Fiumini.
    • ESTILO TARDÍO: Búsqueda de la espiritualidad como Miguel Ángel. Ángeles de la pasión, en la barandillas del puente de Sant’Angelo.


Pintura Barroca: Características Generales

La pintura barroca sirve como propaganda de la Contrarreforma y el Absolutismo. Sus rasgos principales incluyen:

  • Desarrollo desde el dibujo preciso de Caravaggio hasta la pincelada suelta de Velázquez y Rembrandt.
  • Perfeccionamiento de la profundidad con la perspectiva aérea (Velázquez) y el uso dramático de la luz en el tenebrismo.
  • Composiciones asimétricas, con diagonales y escorzos, que aportan dinamismo y teatralidad.
  • Intensificación del realismo.
  • Temas variados: religión, mitología, paisajes, escenas cotidianas (pintura de género) y bodegones.

Pintura Barroca Italiana: Caravaggio y el Naturalismo

Michelangelo Merisi da Caravaggio, uno de los grandes pintores de la Historia del Arte, activo entre finales del siglo XVI y principios del XVII, destacó por su tenebrismo y realismo naturalista, abordando tanto temas religiosos como profanos. Su realismo extremo, utilizando modelos callejeros sin idealización, permitió una identificación directa con el espectador, aunque fue criticado por su crudeza. El tenebrismo que empleaba iluminaba violentamente las figuras sobre fondos oscuros, lo que generaba dramatismo y profundidad. Caravaggio dominó el retrato psicológico y su innovador uso de la luz influyó notablemente en artistas como Rembrandt, Velázquez, Ribera y Zurbarán.

Algunas de sus obras maestras incluyen:

  • Martirio de San Pedro
  • David y Goliat
  • Entierro de la Virgen
  • Vocación de San Mateo


Pintura Barroca en los Países Bajos: Flandes y Holanda

La pintura de los Países Bajos se divide en dos tradiciones debido a factores sociales, políticos y religiosos. La división entre una zona católica y monárquica bajo dominio español (Flandes) y otra protestante, republicana y burguesa (Holanda) determinó una diferenciación entre las formas artísticas de una y otra zona.

Pintura Flamenca (Flandes)

La pintura de esta época se enfoca en grandes obras religiosas y mitológicas, así como retratos solemnes. Pieter Paul Rubens es su máximo exponente, conocido por sus composiciones dinámicas, el uso de colores cálidos y la representación de cuerpos sensuales. Entre sus obras más destacadas se encuentran Descendimiento de la cruz (religiosa), Las tres Gracias (mitológica) y El duque de Lerma (retrato cortesano).

Pintura Holandesa (Holanda)

Durante este periodo, la pintura religiosa y mitológica pierde protagonismo frente a la pintura de género, centrada en escenas cotidianas, paisajes y bodegones. Los retratos se caracterizan por su sobriedad y realismo, incluyendo el retrato corporativo. La gran figura es Rembrandt van Rijn, maestro del color, la luz y el retrato psicológico. Utiliza un tenebrismo atenuado, pincelada suelta y maestría en el color (El Buey desollado). Destaca en el retrato psicológico y el estudio de la luz (Los síndicos de los pañeros, La ronda de noche, sus autorretratos). En pintura de género y bodegones destacan también Clara Peeters y Judith Leyster.


Pintura Barroca Española

El siglo XVII, en pleno Siglo de Oro, es una etapa clave para la pintura española, a pesar de la crisis económica y la decadencia política. Influida por el naturalismo italiano (Caravaggio), se centra en temas religiosos, con escasa presencia de la mitología. También destacan los bodegones y retratos.

Escuelas de Pintura en España (Siglo XVII)

  • Escuela Valenciana: José Ribera adopta el tenebrismo y el realismo característicos de Caravaggio, pero con una mayor riqueza en el uso del color.
  • Escuela Andaluza: Destacan dos figuras principales:
    • Francisco de Zurbarán: Su estilo se caracteriza por un realismo sobrio y un tenebrismo suavizado, aplicado a temas religiosos en línea con los principios de la Contrarreforma.
    • Bartolomé Esteban Murillo: Aporta una visión más dulce y luminosa a la pintura religiosa, con un colorido vibrante y un dinamismo propio del Barroco.

Diego Velázquez (1599-1660)

Velázquez fue una de las figuras más importantes de la historia de la pintura. Gracias al mecenazgo de Felipe IV, desarrolló su obra sin presiones económicas, lo que le permitió perfeccionar su técnica con calma.

  • Etapa sevillana: Inició su carrera con un estilo naturalista y tenebrista suavizado, destacando en escenas costumbristas como Vieja friendo huevos.
  • Primera etapa madrileña (desde 1623): Evolucionó hacia una mayor luminosidad y riqueza cromática, influenciado por Rubens y la pintura veneciana, como se observa en El triunfo de Baco (Los Borrachos).
  • Primer viaje a Italia (1629-1631): Profundizó en la perspectiva y la monumentalidad de las figuras, reflejadas en obras como La túnica de José.


  • Segunda etapa madrileña (1631-1649): Perfeccionó el uso de la luz y la perspectiva aérea en pinturas como La rendición de Breda (Las Lanzas) y sus retratos de la corte.
  • Segundo viaje a Italia (1649-1651): Realizó el célebre retrato del Papa Inocencio X y la excepcional Venus del espejo.
  • Últimos años: Su pincelada se volvió más suelta y libre, alcanzando su máxima expresión en Las Meninas y Las Hilanderas, cumbres del arte barroco.