El texto que estamos comentando, como ya hemos explicado en la pregunta anterior, tiene como temática principal la gnoseología platónica, concretamente la Teoría de la Reminiscencia. Pero, ¿por qué tanto interés por la gnoseología? ¿Verdaderamente el fin último de estos textos, y por tanto de Platón, es un interés epistemológico? Debemos negar tajantemente que este sea el interés de nuestro autor.

La Reforma Política como Objetivo Principal

Platón desea, por encima de todo, una reforma política. Su descontento hacia el panorama político que le rodea es tal que ansía un cambio radical en dicho contexto. Esta es la razón precisamente por la que escribe La República, obra del mismo periodo que el Fedón. A través de los diez libros de La República, nos expone las condiciones necesarias para alcanzar la sociedad utópica de la Monarquía/Aristocracia, en la que gobiernan los mejores.

Condiciones Necesarias para la Utopía

Entre las condiciones necesarias e imprescindibles se encuentra que el gobernante o gobernantes tengan el conocimiento supremo, a saber, la Dialéctica. Este conocimiento consiste en el conocimiento de las Ideas, sobre todo de la Idea de Bien o Bien en sí. Este grado de conocimiento solo unos pocos lo alcanzan: los mejores (aristoi). Estos “mejores” son los que están llamados a gobernar. Se trata de su famosa Teoría del filósofo-arconte (fundamentada en su Intelectualismo Ético).

La Teoría de la Reminiscencia

Sin embargo, ese conocimiento “exclusivo”, según Platón, ya lo tuvimos TODOS antes de nacer. El alma de cada uno de nosotros, durante su estancia en el Mundo de las Ideas, conoció/aprehendió todas las Ideas antes de “caer” en un cuerpo y olvidarlo todo.

Es por ello que este texto aborda la Teoría de la Reminiscencia, explicándonos cómo es ese proceso de conocimiento-olvido-recuerdo. Así pues, aunque el texto es principalmente gnoseológico, su justificación última es ético-política, ya que nos está hablando del conocimiento con vistas a un aprovechamiento del mismo por parte del gobernante.

La Gnoseología y la Ontología Platónica

Y es que la gnoseología platónica, al igual que su ontología, siempre han de interpretarse como una condición necesaria y al servicio de su reforma ético-política. Su Intelectualismo Ético nos remite al conocimiento de la verdad para ser virtuosos (no hay areté sin alétheia/ no hay virtud sin verdad).

La Realidad Objetiva y el Conocimiento

En definitiva, según nuestro autor, existe una realidad objetiva, que puede ser conocida objetivamente y, lo que justifica todo lo demás, debe ser conocida objetivamente. Desde el punto de vista ontológico, Platón afirma que existe una realidad objetiva dividida en dos: el Mundo de las Apariencias, un mundo captado a través de los sentidos, imperfecto, mutable, una copia de algo más perfecto; y el Mundo de las Ideas, un mundo verdadero, perfecto, al que se accede a través de la razón, en él se encuentran las Ideas, eidos, las esencias de las cosas.

Tipos de Conocimiento según Platón

Desde el punto de vista gnoseológico, Platón no es escéptico y confía en lograr un conocimiento absoluto y objetivo de esa realidad también absoluta y objetiva. Según él, el alma (perteneciente al Mundo de las Ideas) no conoce realmente, sino que “recuerda”. Platón afirma que el alma, antes de encarnarse en el cuerpo, ha conocido/aprehendido las Ideas. Por ello, Platón llama a esta teoría la Teoría de la Reminiscencia.

Además, según él, hay dos tipos de conocimientos: un pseudoconocimiento, al que llama Doxa (por el cual captamos el Mundo de las Apariencias) que estaría dividido en Pistis y Eikasia; y otro, el verdadero conocimiento al que llama Episteme (por el cual captamos el Mundo de las Ideas) dividido a su vez en Dianoia y Dialéctica. Este último es para Platón el conocimiento por excelencia, ya que se correspondería con la captación directa de las Ideas.

La Necesidad del Conocimiento en la Ética y Política

Por tanto, la razón última por la que Platón elabora su teoría de la realidad y su gnoseología (y, por tanto, este texto) es para señalar que no solo existe una realidad objetiva y que se puede conocer objetivamente, sino que es necesario conocerla. Siguiendo el Intelectualismo Ético de su maestro Sócrates, afirmará que, solo conociendo (Dialéctica) la verdadera realidad (Mundo de las Ideas) se puede ser virtuoso, bueno o justo.

De ahí que rechace cualquier sistema de gobierno que no esté basado en el conocimiento. Esta es la razón por la cual critica duramente tanto la Tiranía (basada en el terror y el miedo) como la Democracia (basada en la igualdad y la ignorancia). Según él, el mejor de los sistemas de gobierno será aquel donde gobiernen los más sabios (Teoría del filósofo-arconte).

Conclusión

Es, pues, el interés ético-político de Platón el que le lleva a sentir la necesidad del conocimiento, ya que es su interés por la justicia, individual y social, el que le lleva a elaborar toda su filosofía. Por consiguiente, la justificación de toda sus reflexiones ontológicas y gnoseológicas la encontramos en su preocupación por los problemas éticos y políticos.