Poetas y Corrientes del Barroco Español: De Góngora a San Juan de la Cruz

El Barroco: Un Período de Contrastes

El Barroco es el período que comprende los siglos XVII y XVIII y se sitúa cronológicamente después del Renacimiento: Edad Media → Renacimiento → Barroco. En esta época, el hombre se vuelve pesimista; los individuos aparecen marcados por la angustia y los temas religiosos adquieren una gran importancia.

La Literatura Barroca: Expresión de una Realidad Compleja

La lírica del Siglo de Oro tiene su momento culminante en el Barroco, un movimiento literario que lleva al límite las posibilidades expresivas de la lengua para reflejar una realidad compleja y contradictoria.

Existen dos tendencias principales en la lírica del Barroco:

  • El Conceptismo: Es el estilo más puramente barroco. Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián son sus máximos exponentes. En el conceptismo, el equilibrio clásico entre expresión y contenido se rompe a favor de este último. El término abarca multitud de recursos estilísticos como la comparación, la alegoría, la metáfora, etc. Puede provocar todo tipo de efectos, pero predominan los humorísticos.
  • El Culteranismo: Este término se ha entendido como opuesto al conceptismo. A su lenguaje se le suma un extremado latinismo sintáctico, léxico y semántico, y se añaden metáforas arriesgadas.

Luis de Góngora: Máximo Exponente del Culteranismo

La obra de Góngora es exclusivamente lírica. Podemos clasificarla en dos grandes apartados:

  • Poemas menores: Incluye letrillas, romances y sonetos.
  • Poemas mayores: Obras como la Fábula de Píramo y Tisbe, en la que mezcla lo serio y lo burlesco; las Soledades y la Fábula de Polifemo y Galatea.

Obras Destacadas de Góngora

Soledades

Es la obra más larga concebida por Góngora, aunque quedó sin terminar. Iban a ser cuatro partes que narraban la historia de un peregrino en cuatro edades (juventud, adolescencia, madurez y senectud), pero solo escribió la primera y el comienzo de la segunda. Está compuesta en silvas.

Fábula de Polifemo y Galatea

Son 64 octavas reales en las que se cuenta la historia del cíclope Polifemo, que se enamora de la joven ninfa Galatea, quien lo desprecia porque ama al pastor Acis.

Estilo y Trascendencia

La crítica ha hablado de dos épocas en la obra de Góngora: una primera, manierista, que incluye poemas sencillos; y una segunda, plagada de dificultades, que presenta la cota más alta del culteranismo. Hoy en día, esta segunda etapa se considera la cumbre de su poesía y de la lírica barroca.

El carácter innovador y vanguardista de la poesía de Góngora ha sido tomado como modelo en distintos momentos históricos. Se le ha considerado un precursor en la indagación lingüística hacia la perfección formal.

Antecedentes Renacentistas: Garcilaso de la Vega

(Nota: Garcilaso de la Vega es un poeta del Renacimiento, precursor de la lírica del Siglo de Oro, y no del Barroco).

La obra de Garcilaso, breve pero de gran calidad, está formada por 3 églogas, 38 sonetos, 2 elegías, 4 canciones y 1 oda. Es un poeta petrarquista.

Contenido de su Obra

La producción de Garcilaso es de temática amorosa. El escritor presenta dos actitudes ante el amor:

  • Poemas in vita: Escritos en vida de Isabel Freire, nos muestran un amor desengañado ante el rechazo de la dama.
  • Poemas in morte: Compuestos tras la muerte de su amada, nos transmiten un amor dolorido por su definitiva imposibilidad.

La Lírica Moral y Religiosa

En el siglo XV se produce en Europa un florecimiento de la literatura ascética y mística. En España, el fenómeno será más tardío, lo que se debe a varias causas:

  • El espíritu surgido a raíz del Concilio de Trento, conocido como la Contrarreforma, que produjo un cierre al exterior.
  • La extensión del Renacimiento en nuestro país, que implica la revitalización de temas y formas tradicionales y la atención a las vivencias religiosas.

Nacieron dos corrientes fundamentales dentro de la literatura religiosa: la ascética y la mística.

  • La Ascética: El término procede del ámbito de la Teología. Se utiliza para referirse a las etapas del camino de perfección a través de las cuales el alma logra purificarse y desprenderse de los placeres corporales y de los bienes terrenales. Un autor destacado es Fray Luis de León.
  • La Mística: Con este término se designa un estado espiritual que consiste en la experiencia o conocimiento directo de la divinidad. Nuestros principales autores místicos fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

Fray Luis de León y la Poesía Ascética

Fray Luis de León es el máximo representante de la lírica ascética y autor de la escuela salmantina.

Temas

Es recurrente en su obra el deseo de soledad y de retiro del ajetreo de la vida urbana, refugiándose en la naturaleza, así como la búsqueda de la paz y el conocimiento como forma de acercamiento a Dios.

Estilo

La poesía de Fray Luis está constituida en su mayor parte por odas, consideradas, además, como las mejores composiciones del autor. Tienen diferente extensión y utilizan como estrofa la lira. Los principales rasgos poéticos de Fray Luis son los siguientes:

  • El sentido del humor y la ironía.
  • Un extraordinario empleo de la segunda persona (referido a Cristo, la Virgen, sus amigos o elementos de la naturaleza) y las exclamaciones retóricas con el deseo de implicar al lector en el contenido.
  • La preferencia por determinadas figuras retóricas. Para expresar sus emociones, recurre al uso continuo de símbolos asociados con la naturaleza, como el viento o la noche.

San Juan de la Cruz y la Cumbre de la Mística

La producción de San Juan de la Cruz es muy escasa. Fue autor de algunos romances y versiones “a lo divino” de poemas petrarquistas, pero destacó por sus obras mayores de temática mística:

  • Noche oscura del alma: El poeta describe la huida del alma y la unión con el Amado (Dios).
  • Cántico espiritual: Expone el camino hacia Dios, recorriendo las tres vías místicas.
  • Llama de amor viva: El poeta canta, lleno de amor, el goce supremo.

San Juan aprovecha todos los recursos expresivos, tanto tradicionales como de la nueva poesía italianizante. Utiliza figuras como la reiteración, la antítesis o la paradoja. Estos procedimientos le sirven como fórmula de expresión de lo inefable, es decir, de aquello que no se puede expresar con palabras.

Combina el léxico popular y rústico con voces cultas, dialectalismos, palabras del vocabulario amoroso trovadoresco y frecuentes diminutivos. Predomina la función del sustantivo a expensas del verbo, lo que provoca una gran condensación expresiva y un aumento de la velocidad. San Juan de la Cruz consigue expresar con enorme intensidad la pasión de amor (divino), el deseo y el logro de la unión con el Amado. El empleo que hace del símbolo como mecanismo para la expresión de lo inefable es muy intenso para su época.